Capítulo 1.

Pueblo.

Los pueblerinos del pequeño pueblo, donde era un pueblo tranquilo y alegre, se terminó convirtiendo en una pequeña masacre, habían casas quemadas, personas muertas, otras heridas.

Y todo esto pasó por culpa de los secuestradores de niños, se llevaron a la mitad de los niños del pueblo, como unos 25 niños se llevaron.

Todos estaban preocupados por sus hijos, sobretodo los que habían sido secuestrados, pues el repentino ataque que hubo, fue inesperado para ellos.

Ellos decidieron buscar ayuda, habían escuchado que en la ciudad de Orario, habían aventureros buscando a estos secuestradores para matarlos o ponerlos en prisión.

Haci que un grupo de 5 personas preparó un carruaje, en dirección al Gremio de aventureros de la ciudad de Orario, para informar lo que les había sucedido.

Otros pueblerinos estaban confundidos, se preguntaban, que fue aquel rayo blanco en dirección al cielo.

Los que preparaban el carruaje tenían que llevar muchas provisiones, ya que tardarían días en llegar, como 5 dias en poder llegar a la ciudad.

Los demás pueblerinos, recogían lo que quedó intacto del fuego de las casas quemadas, pues no todas las casas se quemaron solo fueron pocas.

Los que quedaron sin casa, se alojaron poniendo tiendas de acampar o incluso dormían en la casa de sus vecinos.

5 días después.

5 días habían pasado, desde que el carruaje partió del pequeño pueblo en dirección a la ciudad laberinto.

Los pueblerinos después de 5 días de carruaje y largos caminos, finalmente pudieron llegar a la ciudad.

Donde después de hablar con los guardias de la ciudad, fueron directamente al Gremio de aventureros.

Una vez ahí, fueron atendidos por los trabajadores del lugar, donde después de contar lo ocurrido, los del Gremio no dudaron en mandar a llamar a las 3 familias que buscaban al grupo de secuestradores.

Las 3 familias llegaron después de 5 minutos al Gremio, donde fueron informados sobre lo que paso en un pequeño pueblo en las afueras de Orario.

Las 3 familias se pusieron de acuerdo en ir y buscar pistas o de encontrar una al menos.

Una semana y media después.

Ya habían pasado 1 semana y media, desde el ataque al pueblo y las 3 familias no encontraron nada de pistas, ni siquiera tenían información de donde podrían estos estar escondidos, esto los frustraba, ya que podían seguir secuestrando niños y matarlos.

Una semana antes.

Los secuestradores después del ataque y secuestro que hicieron estuvieron satisfechos, no solo fue un éxito para ellos, sino que habían capturado a un niño que ellos lo veían especial y como una mascota.

El pequeño niño que miraban, era a un pequeño niño peli blanco con ojos rojos como el rubí, estos secuestradores se propusieron dejarlo con vida lo más que pueda, pues lo veían como algo de mucho valor.

Prometieron jamás intentar matarlo, pero si lo torturarian como los otros niños, también lo asustaria y golpearan, para que tenga miedo, siga órdenes y este obedeciendo a cada rato y cada cosa que le digan.

Ellos cuando miraban al pequeño peli blanco, solo dijeron una cosa "que conejo más tierno", eso es lo que pensaban y eso pensaban de su apariencia, que solo era un simple conejo, estos lo tomaron de valioso, ya que nunca habían visto en todos los niños que secuestraron aun peli blanco con ojos rojos.

En cambio con el pequeño peli blanco, el solo estaba llorando, por la perdida de su abuelo, había perdido a su único familiar, no podía hacer nada, era un niño indefenso, no tiene la culpa de que no haya podido hacer algo al respecto.

-A-abuelo, tengo miedo, te extraño- Dijo el pequeño peli blanco llorando.

El pequeño peli blanco, sentía miedo, soledad y impotencia al no saber que hacer, el pequeño solo estaba llorando en silencio, abrazando sus rodillas con su cabeza pegadas en ellas.

-Nix- Dijo uno de los secuestradores.

-¿Qué quieres, Glorio?- Dijo Nix el líder del grupo de secuestradores.

-¿Qué haremos con él pequeño peli blanco?- Dijo Glorio.

-Nada, lo dejaremos vivo, pero, quiero ver que tanto aguantará vivir el trato que le haremos- Dijo Nix con una sonrisa macabra.

-Deberiamos vender al conejo, se ve algo valioso, podríamos conseguir muchos valis- Dijo el otro secuestrador.

-Estas loco Dack, es el único chico peli blanco con ojos rojos que existe, no pienso venderlo, pienso disfrutar lo que le haré al pequeño- Dijo Nix.

El pequeño peli blanco, escuchaba todo lo que decían sobre él, esto solo le hacía sentir más miedo, el se sentía solo, quería que alguien lo rescatara, el pequeño solo los miraba con terror y mucho miedo, se podía ver en sus ojos rojos.

El estaba viendo fijamente al grupo de hombres que estaban al frente de una fogata, mientras él y todos los niños, estaban en cajas con barrotes de hierro, tipo jaulas.

El pequeño dejo de mirar al grupo de hombres, cuando sintió una mano le tocaba el hombro.

El se asustó, pero no hizo ruido, voltio a ver quien era el que lo toco y vio que era un niño como de 12 años, que se acerco al peli blanco, para tratar de tranquilizarlo.

-Hola, ¿cómo te llamas?- Dijo el niño.

-H-hola, yo me llamo B-Bell Cranel y tú?- Dijo Bell.

-Me llamo Klein y un gusto Bell Cranel- Dijo con una sonrisa.

Este niño se encontraba tranquilo, Bell no sabía porque estaba tan tranquilo ante una situación así y sin darse cuenta otros 3 niños se unieron a su conversación.

-Hola Bell, yo me llamo Nick, soy primo de Klein- Dijo Nick con una sonrisa.

-Y yo me llamo Clara- Dijo la niña con algo de timidez.

-Yo me llamo Princo- Dijo Princo.

-Mu-mucho gusto a todos, pero p-porque están tan tranquilos ante algo así?, no tienen miedo?- Dijo Bell.

-Bueno si tenemos miedo, pero nos gusta disimularlo- Dijo Klein.

Klein tenía ojos cafes, con un cabello negro.
Nick tenía ojos verdes, con un cabello naranja, este tenía unos 11 años.
Clara tenia 9 años, tenía cabello castaño con ojos de color azules.
Princo tenía 10 años, tenia ojos azules y su cabello era de color gris.

La pequeña niña era un Beastman, Bell lo notó cuando su abuelo le había contado de las razas que existían en el mundo.

Bell empezó a tener plática con los 3 niños y la única niña, contando sobre lo que les pasó al ser secuestrados, Bell notó que cada vez que Clara le hablaba a Nick, este se ponía nervioso, el primo de Nick, sabía que Nick le gustaba Clara.

-¿Como fue que fuiste atrapado, Bell?- Dijo Klein.

Bell no quería decirlo, con solo pensar el como fue o recordarlo, le dolía, ya que por culpa de los secuestradores, ya no tenía abuelo, no tenía familia y solo quedaba el.

-E-ellos atacaron mi pueblo- Dijo el peli blanco con una voz quebrada.

-Entiendo- Dijo Klein -Nuestro pueblo también fue atacado, vivíamos tranquilos Nick, Clara y yo, hasta que ellos llegaron y nos secuestraron-

-A mi me encontraron en la calle, solo me atraparon y ya- Dijo Princo con algo de tristeza.

Así estuvieron hablando los niños por un rato, hasta que los secuestradores se dieron cuenta de que había mucho escándalo, uno de ellos se levanta y patea la jaula, para luego gritarles.

-¡Callense, tratamos de dormir!- Dijo Glorio.

Los niños hicieron silencio al instante y decidieron dormirsen.

Al día siguiente.

Los secuestradores se habían levantando temprano, para continuar si viajé a su guarida secreta que estaba fuera de Orario, pero no lejos, pues, esta guarida estaba bien oculta por la cantidad de árboles que habían alrededor.

Pues era difícil de encontrar y además de que era subterránea, por lo que lo hacía más difícil de encontrar.

Horas habían pasado, hasta que llegaron a la guarida secreta, donde se ocultaban, estos sacan a los niños pero amarrados de las manos, con una sola cuerda que iban todos los niños amarrados en la misma cuerda.

Todos los niños estaban en una fila recta, en el que la cuerda era jalada por el primero, para bajar las escaleras.

-Esto se ve tenebroso- Dijo Princo.

-Ya lo creo- Dijo Klein.

-Esta muy oscuro, me da miedo- Dijo Clara.

Los niños bajaban y caminaban por un oscuro pasillo, iluminado por una piedras que apenas se veía el suelo con su luz, esto lo hacía aterrador, como una casa del susto.

Hasta que después de unos minutos, llegaron a donde habían unos cuartos con 6 camas y una puerta de hierro, con paredes de piedra y un suelo de piedra.

Los cuatros eran así, para evitar que cualquiera pudiera escapar, ni aunque lo intentara.

Actualidad.

Habían pasado 2 semanas desde que Bell, Nick, Klein, Clara y Princo llegaron a ser secuestrados, pues, ellos y los demás niños estaban pasando un infierno, donde eran golpeados, torturados e incluso aguantando hambre o incluso los llevaban a un patio subterráneo tipo coliseo, en donde llevaban a los niños, para sacar a los monstruos que tenían hay guardados, mientras ellos se reían.

2 años después.

Niños eran asesinados por los monstruos o incluso por los secuestradores, Bell se empezaba a traumar con todo lo que vivía ahí.

No podían salir a ver el Sol, los golpes que estaban en su cuerpo, los monstruos y otras cosas más, lo estaban traumando, el había olvidado como era allá afuera, no le tenía tanto miedo a las personas como a los monstruos.

Bell lloraba cada noche, extrañaba a su abuelo y no solo eso sentía demasiado miedo, el quería ser rescatado o incluso ser asesinado, esto lo estaba cansando.

Bell tenía que obedecer órdenes, aunque este hambriento o cansado tenía que obedecer, porque si no recibiría algún castigo por desobedecer.

Como ser golpeado con el látigo en su espalda o recibir patadas en su cuerpo, Bell sentía que no iba a poder seguir así siempre.

Mientras tanto en Orario, seguían habiendo casos de niños secuestrados y niños muertos, las familias seguían buscando, pero no lograban encontrar nada.

Bell actualmente ya tenía 12 años, Clara tenia 11, Princo 12, Klein, 14 y Nick 13.

Clara y Nick apesar de estar viviendo un infierno se volvieron más cercanos, aveces cuando Clara tenia un accidente con alguna labor, Nick la cubría diciendo que fue culpa de él, esto lo hacía para proteger a Clara.

Todos los niños estaban a en sus cuartos, ya que era de noche y era hora de dormir.

-Nose cuanto más pueda vivir con esto- Dijo Princo.

-Esto es de lo peor- Dijo Sara.

Sara era nueva en la habitación, ya que sobraba una cama en esta habitación y llevaba un año con ellos.

Klein se había enamorado de Sara a primera vista, ya que la veía muy linda.

Sara tenía cabello rubio con ojos de color verdes y tenía 13 años.

-Nick, porque haces eso por mi?- Dijo Clara.

-No dejaré que te lastimen, Clara- Dijo Nick.

-Oigan pareja dejen dormir- Dijo Princo.

-Deja de arruinar los momentos de la pareja, Princo- Dijo Klein en tono de burla.

Nick y Clara solo se sonrojan, por lo dicho de Klein.

-Bell, porque tan callado?- Dijo Princo.

Bell no contestó, este estaba acostado de lado que miraba solo la pared.

-Bell, es el más afectado de esto- Dijo Klein.

-Debio perder a alguien para que este así, pobre Bell- Dijo Sara.

-Intentemos animarlo- Dijo Princo.

-No es buena idea, si esta así es mejor darle su espacio- Dijo Klein.

-N-Nick- Dijo Clara con un sonrojo.

-Si, Clara?- Dijo Nick.

-P-puedo dormir contigo?, es que tengo miedo- Dijo Clara con un sonrojo.

-C-claro- Dijo Nick sonrojado y nervioso.

-Miren la pareja va a dormir junta- Dijo Princo mientras se reía.

Después de un rato de hablar, los niños se duermen, Bell se había dormido hace un buen rato, este estaba teniendo un sueño.

Sueño de Bell.

Bell estaba en un campo de un alto césped, totalmente rodeado del cesped alto, Bell mira a su alrededor y pudo ver al final una cabaña vieja, el sale corriendo hacia la cabaña, pues este conocía esa cabaña era en la que vivía el y su abuelo.

Cuando logra llegar a la cabaña, hay pudo ver a un anciano sentado afuera de ella en una silla que lo mecia hacia atrás y hacia adelante.

-A-abuelo?- Dijo Bell.

-Oh, Bell por fin llegas- Dijo el anciano con una sonrisa.

-A-abuelo, eres tú?- Dijo el peli blanco con lágrimas en los ojos.

-Ven mi nieto- Dijo el anciano abriendo los brazos en forma de abrazo.

Bell corrió a los brazos de su abuelo, mientras soltaba muchas lágrimas, Bell sentía que esto era real, tanto que creyó que lo que había vivido era una pesadilla.

Bell solo continuo abrazando a su abuelo lo más fuerte, este lo extrañaba demasiado, el se sentía solo.

-Veo que estas pasando por algo difícil, Bell- Dijo el anciano acariciando el cabello del chico, mientras este lloraba en su pecho.

-Abuelo, tengo miedo, no quiero volver, no quiero despertar, se que ya no estarás ahí cuando despiertes, me siento tan solo, no quiero despertar, te extraño todo el tiempo- Dijo Bell gritando con muchas lágrimas en su cara.

-Jajaja, lo se Bell, lo se, siempre te estoy viendo, pero recuerda, yo siempre estaré en tu mente y corazón, hay siempre me tendrás y llevarás siempre- Dijo el anciano con una gran sonrisa.

-Es normal tener miedo, pero dime no te estas rindiendo o si?- Dijo el anciano.

-Ah?, a que te refieres abuelo?- Dijo Bell mirándolo a los ojos confundido.

-Me prometiste en convertirte en un héroe, que nunca te rendirias y lucharía hasta el final, que no importa que tan difícil sea el obstáculo tú lo superarias, pero solo veo a un chico que no está cumpliendo su promesa y solo se esta rindiendo- Dijo el anciano.

-Y-yo...yo, nose si pueda lograrlo, no puedo escapar de ese horrible lugar, no soy fuerte, no tengo una espada, no puedo hacer nada- Dijo Bell.

-Bell, sabes que esas personas malas están esperando que te rindas, para matarte, están esperando que ya no quieras seguir viviendo, para tratarte aún peor de lo que vives, vas a dejar que te traten peor si te rindes?, no vas a ayudar a tus amigos?, no quieres salvarlos?- Dijo el anciano con un tono serio.

-Yo...yo...yo no puedo hacer nada, no tengo con que defenderme o con que protegerlos, mi cuerpo está muy lastimado y débil, casi no tengo fuerzas- Dijo Bell con tristeza.

-Eso lo bien, aguanta un poco más Bell, verás que vendrá alguien a salvarlos y podrás volver a ser el de antes, solo aguanta unos años más, verás que saldrás de ese infierno, promete me que nombre rendiras, Bell?- Dijo el abuelo de Bell con una sonrisa.

-Lo prometo abuelo, no me rendire- Dijo Bell determinado.

-Puedo estar tranquilo con eso- Dijo el abuelo de Bell.

-Espero que tengas razón, abuelo- Dijo Bell algo serio.

-Veras que si, Bell, has cambiado- Dijo el anciano -Nos vemos mi nieto-

Fin del Sueño de Bell.

Bell se despierta en ese momento, pudo notar que tenía lágrimas secas en si rostro, el había llorado mientras dormía, el solo da una sonrisa al techo, en señal de que confiara en la palabra de su abuelo.

-Confiare en ti, abuelo- Dijo Bell con una pequeña sonrisa.

En ese momento golpean la puerta asustando a Bell, pues, eran los secuestradores golpeando las puertas, para que los niños se despierten.

Todos los niños despiertan y empiezan a desayunar, ya que les llevan los desayunos.

-Bell, porque llorabas en la noche?- Pregunto Klein.

-Una pesadilla, Bell?- Dijo Sara.

-N-no, solo fue un sueño, en el que recordé a alguien especial- Dijo Bell, con la mirada al suelo y una sonrisa.

-Es la primera vez que te veo sonreír- Dijo Klein.

-Debio ser un sueño muy bueno, como para que estés sonriendo- Dijo Nick.

-De los mejores que e tenido- Dijo Bell.

2 años después.

En Orario las 3 familias ya habían logrado encontrar pistas, sobre los secuestradores.

La familia Loki se encontraba en un bar que nunca habían ido, ya que decían que hay podrían encontrar uno de los secuestradores, que siempre iba a ese bar.

Pues habían recibido pistas de cómo era uno de ellos, por parte de un viajero, que lo había visto.

Pues le dijo que el secuestrador era obeso, calvo, con una espada en la cintura y que siempre venía a ese Bar.

El secuestrador no se había dado cuenta de la presencia de la familia Loki, ya que estaba ebrio, pero la familia Loki, no bebió o bueno al menos su diosa y un enano si bebieron.

-Capitan lo atrapamos ya?- Dijo una amazona.

Esta amazona era conocida en Orario, pues pertenecía a la familia Loki y era nivel 5.

-Aún no, Tione- Dijo el capitán de la familia Loki.

-Al carajo, me harté de esperar, iré tras ese maldito- Dijo un hombre lobo molesto de esperar.

El hombre lobo se levanta de su silla y empieza a dirigirse al secuestrador.

-Bete, espera- Dijo el capitán de la familia Loki.

-Al carajo Finn, me harté de esperar- Dijo Bete molesto.

Bete era un hombre lobo de nivel 5, miembro de la familia Loki y su capitán Finn Deimne de nivel 6  y capitán de la familia Loki.

-Esto será un desastre- Dijo una alta elfa de cabello de color jade.

Bete llega a donde estaba el secuestrador sentado, lo agarra de la camisa y le da un golpe fuerte dejándolo noqueado.

-Vaya, eso fue rápido- Dijo una elfa pequeña de cabello de color naranja.

-Al menos no hizo un escándalo como la última vez- Dijo una amazona.

Esta amazona se llamaba Tiona, miembro de la familia Loki y nivel 5, Lefiya era una elfa de nivel 3 y miembro de la familia Loki, Riveria miembro y ejecutivo de la familia Loki, nivel 6.

-Bien, llevemos lo a la mansión, para interrogarlo- Dijo Finn.

Mansión Crepúsculo.

La familia Loki llegó a la mansión, sin problemas y llevaron al hombre a la oficina de Finn para interrogarlo.

Cuando él hombre se despierta, solo voltea a ver el alrededor y los reconoció a todos los miembros de la familia Loki.

El secuestrador voltea a ver a una linda, digo, hermosa rubia, este la miraba con mucho deseo, con ganas de hacerle cosas.

Pues a la que miraba era a Aiz Wallentein, <La Princesa de la Espada>, esta lo miraba con un rostro inexpresivo, por como sentía la mirada del hombre.

-Hola preciosa, tienes novio?, cuantos años tienes?- Dijo Ñox el secuestrador con una sonrisa.

Aiz se molestó pero mantenía su rostro inexpresivo y lanza un cuchillo en medio de las piernas del hombre, casi cortándole el tilín.

El hombre sudo frío con esa acción de la rubia y decidió dejar de mirarla.

-Bien, dinos,¿ dónde están los niños secuestrados?- Preguntando Finn.

-Jajaja, creen que me pueden sacar información tan fácilmente, idiotas- Dijo Ñox.

-Bien, si no lo haces tú, lo hará él- Dijo Finn señalando a Bete que estaba molesto.

Bete se estaba tronando los dedos, pues le molesto que les dijera idiotas, tenía una mirada molesta y con enojo.

Bete se acerco a la silla dond estaba sentado el secuestrador y pone su mano izquierda en el hombro izquierdo del secuestrador.

-Sera mejor que empieces a hablar, sino quieres que te deje ese rostro deforme- Dijo Bete.

El secuestrador solo sintió muchos escalofríos en su columna vertebral y decidió hablar antes de que le pase algo realmente malo. 

-B-bien lo diré, lo dire, están afuera de Orario no tan lejos, en un pequeño lugar rodeado de árboles, donde hay casas destruidas- Dijo Ñox gritando.

-Muchas gracias por la información- Dijo Finn - Raúl-

-Si capitán?- Dijo Raúl.

-Lleva a este hombre al gremio y diles que es el secuestrador que encontramos, ve con Aki y no lo pierdas de vista- Dijo Finn serio.

-Si capitan- Dijo Raúl.

Raúl se lleva al hombre junto con Aki, mientras que tanto la familia Loki alistaban cosas para ir a rescatar a los niños secuestrados.

Un día después.

Habían pasado muchas cosas en estos últimos 2 años, Princo y Sara habían muerto, los secuestradores habían abusado de Sara y habían torturado a Princo, para que al final se los dieran de comer a los monstruos, esto pasó hace una semana ante los ojos de todos.

Klein quedó afectado con la muerte de Sara, pues este la amaba y eran novios, Princo trató de salvar a Sara por Klein, pero no pudo.

Ahora solo quedaban Bell, Klein, Nick y Clara estos estaban preocupados y tenían miedo no querían perder a ninguno amigo.

Klein estaba lleno de ira, quería matar a los que le hicieron eso a Sara y Princo.

Bell ya tenía 14 años, Klein 16, Nick 15 y Clara 13 ya eran adolescentes, pero no pudieron disfrutar de su niñez.

Clara y Nick se habían hecho novios hace un año, pues ambos sentían cosas por el otro y no pudieron resistir ocultar estos sentimientos por el otro.

-Pronto nos sacarán de aquí- Dijo Nick.

-¿Como estas tan seguro?- Pregunto Klein.

-Hoy en mi labor, escuche que uno de los secuestradores no volvió- Dijo Nick.

-Se lo merecía, debe de estar muerto- Dijo Klein.

-En estos días debe de llegar alguien a rescatarnos- Dijo Nick.

-Que buenas noticias- Dijo Clara.

-No mentias abuelo- Dijo Bell en su mente.

2 días después.

En la guarida solo quedaban 8 niños, pues, los secuestradores no habían salido en una semana, sabían que estaban siendo perseguidos y sabían que pronto los atraparian, decidieron ocultar a los niños para que no los encuentren, pero era tarde los niños decidieron salir corriendo a cualquier lugar de la guarida para no ser atrapados, pues habían escuchado un fuerte ruido en la entrada de la guarida, pues esta puerta fue destruida por una familia que venía a rescatarlos.

Los secuestradores se asustaron, intentaron escapar pero habían sido atrapados.

Nix el líder del grupo se había llevado a su niño favorito el peli blanco a la zona de los monstruos, para sacar un minotauro y que este matase al conejo.

Bell vio a ese enorme monstruo, quedó paralizado de miedo, sentía terror, pero lo que hacía más terror el momento, es que alrededor estaban los cuerpos de todos los niños muertos, Bell solo pudo caer sentado pegado a una pared, pues no había salida y el monstruo se acercaba a él, Nix solo reía como psicópata ante esto.

Bell solo cierra sus ojos esperando su muerte, pero nunca llegó, no recibió el golpe, el abre los ojos y lo primero que ve es al minotauro partido a la mitad y frente a él sale una chica una hermosa rubia.

Esta se le queda viendo y el se le queda viendo, se había enamorado, pero no lo sabía.

-¿Estas bien?- Pregunto Aiz.

Bell empezó a llorar, porque al fin alguien lo rescató y ya no tendría que lidiar con esta pesadilla o mejor dicho infierno.

Este se sorprende al ver como la chica lo abrazó.

Perspectiva de Aiz.

Había un minotauro que iba a matar a un niño, me moví rápido y lo mate, cuando se hizo polvo, pude ver a un chico asustado, no sabía si era que me tenía miedo o era por el minotauro, se parecía a un lindo conejo blanco con esos ojos rojos.

Le pregunté si estaba bien, pero el empezó a llorar, no aguanté verlo así, me dieron ganas de abrazarlo, para calmarlo, pero me sorprendi mi cuerpo reacciono solo, cuando lo abracé pudo escuchar que decía algo.

-Gracias- Dijo Bell.

Escuche un "gracias" del chico, yo solo lo abrace más fuerte y no dije nada.

El lloraban en mi pechera, como si todo este tiempo hubiera estado esperando a alguien que lo rescatara.

Después de todo no somos tan diferentes, ambos queríamos ser salvados.

¿El estuvo esperando que alguien lo salvara? ¿Habra esperado igual que yo?.

Hasta aquí el capítulo.
Espero les haya gustado.

Apoyenme dándole a la estrellita.

Manos que agotador fue este cap para mi escribirlo. 4000 palabras tardando 6 horas y media. Agotado quede.

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