Capitulo 8

Sus manos danzaban en su arma, como una delicada pieza, la cual estaba apunto de interpretar, las miradas se posaban en aquella figura que él representaba, sabiendo que el tiempo se acababa que todo estaba apunto de acabar si no reaccionaban rápido, pero el silencio era insostenible, la tensión parecía que se podía cortar con el filo de una espada y el miedo se palpaba en el aire, nadie era capaz de hablar, una mala palabra un movimiento y todos acabaría muertos, antes de poder sacar su arma; no solo por el Héroe número tres de Karmaland, si no por aquellos hombres y mujer de traje negro, los terroristas de los que todo el pueblo habla, aquellos que aparecieron de la nada y se hicieron con muchos negocios y tratos por todo el pueblo.

Un hombre salió de los árboles sin arma, alzando sus manos, caminó unos pasos, pero un bala impactó en su mano, y otras le hicieron retroceder, entre sus ropas cargaba un cuchillo, otra persona salieron a ayudarlo, Luzu solo se quedo observandolos como si no fueran nada, un flecha le fue aventada desde su lado Izquierdo, la tomó con su mano y la regreso con la misma fuerza que un arco, clavandola en el corazón de aquella mujer que le disparó, se escucharon murmullos y llanto a lo lejos, sonreía como si nada estuviera pasando, ellos lo sabían aquel hombre no los veía como una amenaza, solo eran un juego para él, les dió escalofríos saber que ese hombre se convertiría en su alcalde, no lo aceptaban, aquella persona no era un humano.

Nobita no dijo nada, solo apuntaba al francotirador que había arriba, estaba enojada, aquel sonido la había dejado mal, hacía años que no lo escuchaba, era algo horrible para ellos, como si mil martillos sonarán todos a la vez lastimando su oídos y desorientando su mente, los señores lo habían dejado de utilizar desde que fue comprada, por eso les guardaba cierto cariño, no como a Auron pero si había un leve apreció a aquellos recuerdos, por eso y más razones deseaba que Auron regresara a su hogar, pero lo dejó de intentar cuando cumplieron su cuarto mes en Karmaland, en solo 4 meses Auron ya se había posicionado como el terrorista número 1 de todo el país, ya era algo imposible.

Luzu volvió a tomar su semblante serio cuando vió que nadie decía nada, alertando a todos los presentes, fue como si la figura de Luzu se hubiera hecho más grande, los rebeldes tragaron en seco, se escucharon plegarias a lo lejos, haciendo reír a Luzu.

a quién le rezan, ellos me mandaron a eliminarlos — las caras de aquellas personas, parecían a los ojos de Luzu una obra de arte, les había quitado su esperanza con solo una oración, tenían una mirada de desolación, tan genuina, que maravilloso los ojos de Luzu, pero no podía dejarse llevar, por las emociones. Su cara se puso triste, bajó su arma y empezó a caminar lentamente — pero yo intente razonar con ellos, no merecen morir aquí, no así — se agarro el pecho — son personas desoladas que necesitan ayuda — sus ojos se volvieron cristalinos — yo puedo ayudarlos, solo tiene que dejarme, solo quiero que cooperen conmigo — bajó la mirada — yo puedo cambiar Karmaland, volverlo el lugar pacífico, pero necesito su ayuda — sonrió cálidamente — y ustedes necesitan mi ayuda

Con su mano ordenó que bajaran las armas, Nobita la bajo cuidando todavía con la vista al francotirador; aquellas personas empezaron a salir de su escondite, los murmullos se empezaron a escuchar en el ambiente, ninguno era bueno, para él, aquellas personas estaban convencidas de que él no debía de alcanzar el poder, los oídos de Nobita podían escuchar a la perfección las conversaciones que se tenían, miró a Luzu y este asintió, la mujer disparó al francotirador, a sangre fría, seguido de varios disparos a otras personas, los demás esclavos, también comenzaron a disparar.

Luzu empezó a caminar, entre los gritos y los disparos, las balas parecían esquivarlo, los gritos quedaban ahogados por la sangre, aquel pasto verde, empezó a tornarse rojo, un olor metálico se combinó con el bello olor a pinos, la luna presenciaba la obra de arte que había hecho Luzu, tanto fue su admiración que se tinto de aquel color rojo, que Luzu dejó en aquel bosque.

La luna roja parecía iluminar la figura de Luzu, era la muerte reencarnada en persona, tomó su arma y empezó a disparar, era tan preciso que nunca desperdició una bala, todas dieron directo al corazón, sin fallos,

Empezaron a correr fuera del bosque, pero no eran capaces de pisar el exterior, de aquel espeso bosque, que se convertía poco a poco en la tumba de aquellas personas, dejó de disparar, quedando el absoluto silencio, sus zapatos estaban llenos de sangre, suspiró, guardó su arma y avanzó hacía Nobita, pero un sollozo hizo que detuviera sus pasos, se viro y empezó a avanzar de dónde vino aquel sonido casi inaudible.

Lo encontró era una chica, estaba cubierta de sangre, de cabellos rubius y ojos celestes, al verlo espantada imploro por su vida, se arrastró y beso los zapatos llenos de sangre de  Luzu, pidiendo misericordia, Nobita le apuntó con su arma, pero Luzu negó, tomó a la chica de los hombros, haciendo que se parara.

lo siento por favor tengo un hermano pequeño — lloraba temblando

¿Crees en el destino? — le susurro y la chica se quedó petrificada — ¿Que los dioses decidieron que no murieras? Crees eso — sonrió viéndola. La muchacha no sabía qué decir, miró la sonrisa de Luzu y negó, algo le decía que esa era la respuesta correcta — muy bien, no eres estúpida, — acarició su cara — te perdonare la vida — ella sonrió aliviada, pero dejó de hacerlo cuando la mano de Luzu se puso en su cuello — a cambio tu vida es mía, tu cuerpo, tu alma, todo tu ser pasa a hacer mío — ella asintió con trabajo — eres un chica inteligente, dime tu nombre y el trato estara completo

Ines — hablo temblando

Nobita encárgate de ella — la muchacha, asintió

En eso se escucho un grito en el bosque, una mujer estaba parada viendo todo la sangre, los esclavos la capturaron, Luzu sonrió y sacó su arma, se la dió a Ines, ella lo miro con miedo, Luzu se puso atrás de ella y tomando sus brazos hizo que apuntará a la chica, Ines empezó a llorar, agarrando fuerte el arma, Luzu sonreía viendo el dilema que tenía la chica, Nobita iba a intervenir pero la mirada de Luzu hizo que parará.

no puedo — al decir eso, Luzu apunto la pistola hacía ella

es ella o eres tú, deside sabiamente, — podía escuchar la siplicas de la otra chica que rogaba por su vida — tu tienes elección ella no, elige de una puta vez — la chica cerro los ojos y estaba apunto de suicidarse

matate — le gritó la chica de enfrente — yo solo iba pasando, muere dejame vivir, — Ines la apunto llorando — no, no, no, dejame vivir!, No lo hag-

Ines disparó sin ayuda de nadie, Luzu sonrió y la cargó, la chica se agarró de él, había manchado el traje del alcalde, Nobita negó con la cabeza y empezó a caminar para afuera del bosque, los demás esclavos se quedaron a limpiar, la luna roja iluminaba la cara de Luzu, Ines se sonrojo al verlo y dejó de tener miedo, entendió muchas cosas, lo que puede hacer una simple bala y el poder de tener el control de la situación, le gustó cada una de aquellas sensaciones, como una niña se aferró la ropa de Luzu y se desmayó.

que piensas hacer con ella — Nobita sonrió — te gusta?

— Luzu la apretó — no te engañes linda, ella es un bonito juguete, aunque algo roto, quiero ver que tanto me podré divertir — miró a Nobita y ella a él — los humanos somos seres muy estúpidos e interesantes, no lo crees

por primera vez estamos de acuerdo en algo — Nobita asintió, recordando a Brett y a Auron, también pensó en sus antiguos amos — los humanos son, algo que me es difícil entender.

Sus manos tibias se pasaron por la piel ajena, escuchaba los pequeños suspiros chocar calientes sobre su oreja, mientras su boca marca un recorrido en el pecho de aquella persona, los gemidos salieron tan leves, tan finos que eran difícil de escuchar, pero tan plácidos que hacían querer más, su nombre se empezó a escuchar una y otra vez, lento y dulce, pidiendo más, exigiendo más contacto, lo tomó de la cara y lo beso desesperadamente, exigiendo más de él, jugó con los pezones ajenos en medio del beso, escuchando fuertes gemidos ahogados en él besó.

Sus dos alientos chocaban cuando aquel beso se interrumpió por la repentina falta de aire, la persona de abajo se reía, al ver la cara de su amado, los dos empezaron a reír sin ninguna razón aparente, las caricias tan tiernas como antes ahora eran solo cosquillas de parte de los dos, un beso tierno volvió en la pareja, era tan dulce que parecía empalagar el mismo ambiente, siguieron con lo que ya habían comenzado, podían sentir el amor en cada caricia, era una conversación entre ambos cuerpo que pedía más del otro, aunque el tiempo estuviera pasando ellos sentía como si se hubiera detenido, como si solo ellos dos importaban, un hormigueo sucedía con cada roce o caricia, que les hacía reír y meterse más en su ambiente

Vegetta — escuchó las palabras de la persona que amo, tan hermoso salir de aquella boca rosada, se detuvo y apreció aquellos cabellos crema y ojos verdes — no te detengas — la imagen que tenía había cambiando, con quien estaba ya no era aquella persona a la que amó, era una mujer cualquiera que solo la necesitaba para sacar información

Porque aquella escena solo fue el recuerdo más vívido que había tenido, regresando a la realidad tan cruda como la recordaba, negó con la cabeza y siguió haciendo su trabajo, al fin y al cabo esos solo eran recuerdos inútiles, que dejaron de significar algo tan grande, como hace años, aprendió a vivir sin él, y él aprendió a vivir sin su presencia, no se arrepiente de lo que pasó entre ellos, después de todo los dos se terminaron destruyéndose, tanto que ahora se aborrecen mutuamente, aunque no se dejan de ver casualmente.

Aquel cabello crema que amaba, se convirtió en un negro que le desagrada, los ojos verdes que lo veía con amor ahora solo recibe amenazas demaciado claras cuando se cruzan y ese cuerpo, dejó de ser suyo hace mucho, le pertenece a otro hombre, que de seguro lo disfruta cada noche como lo solía hacer él.

Su agarre se volvió más fuerte, empezó a moverse más rápido para acabar de una vez por todas, así no suele hacer las cosas, pero es como un niño que odia perder juguetes. La mujer se vino, junto con él, ella se desplomó en la cama satisfecha, en cambio él se paró de su lugar, se dirigió al baño, ella se paró, lo siguió al baño con una sonrisa, entró abrazandolo por la espalda, sonriendo la volvió a besar y la metió en la bañera, el agua estaba caliente.

te gusto mucho Freila — ella le mordió el labio en sentido de burla

hombre, para no gustarme este pedazo de ser humano, aunque dudo mucho que lo seas — lo miró de arriba hacia abajo mordiéndose el labio — que quieres bonito, alguien te trato mal y vienes a mis brazos esta vez

no ya tengo mi consuelo cuando eso pasa — le paso un cigarro, se lo puso en la boca y se lo encendió — un osito muy despistado y apasionado, incluso más que tú

joder tener que competir con un híbrido de mierda — Vegetta la tomó del cuello sonriendo y ella le escupió el humo en la cara — esta bien no me burlo de tus juguetes — la dejó con una sonrisa — di rápido lo que quieres mi esposo llegará en unas horas y tengo que preparar la cena

Auron lo conoces ¿No? — ella sonrió, aplastó el cigarro, lo tiró a la basura y empezó a bañarse, metiendo a Vegetta dentro también

niño no conocer a ese psicólogo es un delito, es el sueño húmedo de todo el pueblo, reservado, serio, con una mirada que te dice que a de cogerte como todo un animal — Vegetta se rió y empezó a besar sus hombros — aunque tú eres mucho mejor — soltó un gemido fuerte cuando mordió su hombro y sus dedos empezaron a jugar un poco con su vagina — no sé mucho de él, salvo que es de una región del este, las personas dicen que ah! Dioses! — recibió otro beso llegando al orgasmo de nuevo — Merlon es el único que sabe de dónde lo recogió, puedes buscar en los archivos de su casa, pero te aconsejo que hables con un niño que conozco primero

¿Un niño? — le dio la vuelta y siguieron su baño

si, se encuentra en las afueras de Karmaland, se perdió y le ayude a encontrar su casa y el camino al pueblo por si nos quería visitar, es guapo, aunque muy joven para mi gusto — Vegetta sonrió — él me preguntó por el psicólogo de Karmaland y que si como se llamaba — ella salió ya limpia del baño — al decir su nombre, él sonrió y susurró "así que así se llama ahora" fue muy bajo pero lo logré escuchar, creo que puede saber algo más

Gracias linda — también salió y regresó al cuarto por su ropa — me puedes mandar un hada para que me diga donde lo viste — empezó a vestirse — disfruten la noche — le dijo ya vestido, viendo que su esposo ya estaba en la puerta y los estaba viendo, él la besó y empezó a caminar en dirección a donde estaba ese hombre — nos vemos Fran

Por fin salió de aquella casa, tenía una llamada perdida de Alexby, no le tomó importancia y siguió caminando, estaba enojado con Luzu pero no puede desquitarse con nadie, o decirle a alguien que quiere matar a esa persona, debido a que la las personas son muy estupidas e irán esparciendo rumores innecesarios para su vida, que afectaría a su casino.

"Osito"

Escuchó en su chat y sonrió, marcó el número de su juguete favorito y sonrió al escuchar aquella voz tan estupida pronunciando su nombre de manera nerviosa, podía sentir lo nervioso que estaba solo con haber pronunciado su nombre.

Vegetta, y-yo ahora estoy muy ocupado — le decía nervioso

tanto para no poder verme — sonreía caminando hablando por teléfono, — yo que quería hacer muchas cosas contigo

yo de verdad quier-

La llamada se colgó, miró mal el teléfono y siguió avanzando, odiaba aquel sentimiento que le provocó que Rubius cortara la llamada, se guardó el teléfono y decidió preparar todo para mañana.

Las orejas de Rubius estaban hacia abajo mirando a Willy que estaba enojado con él y la llamada de Vegetta no ayudaba a su situación, Fargan se reía en un rincón, desde que Willy se enteró que a veces juega con Vegetta lo empezó a tratar un poco mal

escúchame bien oso estupido — le doblo la pierna e hizo que quedara a su altura — no te dejes engañar por ese hijo de perra, odiaría saber que por tu culpa, él descubriera algo de mi propiedad, entendiste — los ojos de Willy parecían que brillaban de coraje — no te enamores de él, si no quieres perder, permitiré que lo sigas viendo pero estás advertido niño — lo soltó de manera fuerte

Fargan se acercó, ayudó a parar a Rubius y beso a Willy, él se calmó un poco en sus labios, al separarse ya estaba como siempre.

ahora hay que pensar qué haremos con mi viejo amigo — le dijo a los dos sonriendo

Hola a todos.
[muchas gracias a todas esas personas que dejaron comentarios de apoyo y ánimo para mí, no saben cuanto los amo]

Espero que les guste
Yo tengo una relación amor odio con este capítulo.

Se que mis personajes, no tienen la personalidad que Saku les dio originalmente, estoy intentando lograr una personalidad donde yo me sienta cómoda para escribir.

Bueno como ya algunos saben en el siguiente mes estaré demasiado desparecida en todas mis historias, y la cuenta en sí, necesito un tiempo para poder procesar algunas cosas, yo en las historias ya ven no cuento mis problemas, solo les dire que estoy tratando de cuidarme.

Creo que sí contestaré algunos comentarios, pero nada más haya de eso y solo si estoy mentalmente bien.

Los quiero mucho.

Dejen sus teorías o sugerencias.

Gracias por todo.

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