Capitulo 6
Sonrió viendo a la pareja del frente, movió sus manos por la mesa, pensó en las palabras correcta, para comenzar, Willy era un tipo con el que había que tener cuidado, no solo era un controlador repulsivo, era un excelente manipulador, aunque le doliera admitirlo, era incluso mejor que él.
Auron no solo está peleando contra una persona, si no que está peleando contra tres, mientras Willy es el que lleva el rumbo de la conversación, Fargan está dispuesto a arrancarle la cabeza, si hace un movimiento en falso y las orejas de ese híbrido son las más agudas de todo Karmaland, es decir no se podrá comunicar, hasta que Rubius salga de la sala y se aleje unos 15 metros.
— te noto tenso Auron — dijo Willy mirándolo con gracia
Uno de sus esclavos tocó su hombro y se inclinó hacía él, se sorprendió un poco, pues ellos no acostumbran a hacer eso, hablo en clave, que solo ellos conocen, lo miró disimuladamente, sonrió para después voltear la vista hacía la pareja, donde Rubius se inclinó levemente y les dijo algo, seguramente que habían hablado en clavé.
"Las cámaras cambiaron de ritmo y pararon por un tiempo de 2 segundos"
Eso, solo se podía significar que Brett, se había apoderado de las cámaras primero, lo que le daba unas 5 hrs. para ser descubierto, en ese tiempo Brett debe de hacer lo que tenía pensado hacer en 3 días en un mínimo de 4 hrs. para mayor discreción.
— ¿En serio Willy? — dijo él mirándolos de manera altanera — yo solo vine a hablar — Willy soltó un disgusto — debido a que tu fuiste el que me invitó
— muy cierto — lo miró de manera fría disfrazada con una sonrisa suave — aunque me sorprendiste — su mano se posó en la mesa — nunca imaginé que fueras tu, el que descubrió a Rubius — soltó una pequeña risilla
— no claro que no — ama harta a las personas y eso es lo que hará en este momento — esperabas a Vegetta, ¿No es cierto? — apoyó su cabeza en su mano, todos los de la sala tragaron duro al escuchar ese nombre
Fargan soltó un risilla y Rubius solo salió de la sala, sin escuchar nada más, sabía que Willy no confiaba tanto en él, pero le pareció el colmo que pensara que él le contaría a Vegetta, azotó la puerta al salir.
Willy lo miró serio, valla había dado en el clavo, era bastante obvio a decir verdad, sobre todo con la seguridad en el interior y poco en el exterior, no era un secreto que Willy y Vegetta tuvieron algo más que sexo, se enamoraron, claro que eso no salió bien, para ninguno de los dos y aunque siguen frecuentando, no se llevaban del todo bien.
Jalo su cabeza hacia un lado y un cuchillo rozó su oreja, sus esclavos apuntaron otra vez, pero esta vez los de Willy respondieron más rápido y actuaron sin orden, disparando a los esclavos, miró los cuerpos de aquellos muchachos en el piso, sintió un poco de pena por ellos. Él seguí en su lugar, sin inmutarse por aquella acción, la cual le pareció estúpida por parte de ellos.
— supongo que estoy atrapado — dijo alzando los brazos, con una sonrisa cubierta por su traje — no merecían morir de ese modo — dijo suspirando, Willy hizo una señal y algunos de sus empleados llegaron y lo levantaron de su lugar, para esposar sus manos — Fargan — lo llamado y el mencionado lo miró — llevalos a mi casa — alzó los hombros, viendo al que alguna vez trato con amor — por los viejos tiempos
— siempre odie tu sentimentalismo — asintió sin decir nada más
Fue llevado, a fuera de la sala, para desaparecer por un pasillo, donde esperaba a haber logrado el tiempo suficiente para que Brett hiciera su trabajo.
Los dos se miraron sin decir nada, Nobita extendió un saludo con su mano, él la miró por un rato más largo, para después agarrar su mano y estrecharla; era un ambiente bastante incomodó, no le agradaba aquella mujer, a Luzu no le gusta lo que no puede controlar y Nobita era una esclava con mente propia.
La inspeccionó con la mirada, no puede negar que es bonita, tiene un cuerpo pequeño con rasgos delicados, pero aquella mirada, le demostraba que era capaz de separar la cabeza de una persona de su cuerpo; su vestimentas era presentable y su cabello corto, le quedaba bien, el collar que adornaba su pecho era la marca de esclavitud, no vio nada malo en su aspecto.
Caminó para el pueblo, con ella caminando a lado de él, no se iba a molestarla en mencionarle su lugar, le daba la impresión de que no le iba a hacer caso. Se dirigía a la casa de Merlon, quien le tenía una misión, por lo general sus misiones son para arreglar problemas del pueblo, no las odiaba, después de todo es lo que haría una vez que se convirtiera en alcalde.
Entró a la casa sin tocar, se sentó en la mesa, acomodo su camisa, vio a Merlon el cual le sonreían de manera fría, no se preocupo, Merlon siempre era así, después de todo ese viejo lo educó, todo lo que son, se lo deben a ese viejo, pero no es como que tuvieran pensado pagarlo, Merlon no era un santo que los trato bien, no, si lo hubiera sido, Luzu, no lo estuviera fulminando con la mirada.
Le fue extendido un papel, para después ver como el dueño de la casa, saliendo de esta, leyó la misión.
∆Luzu
Tendrás que encargarte, de la creciente organización que se está formando en las fronteras de karmaland, tu opción principal, es lograr tenerlos de nuestros lado, si se niegan, no dejes que vuelvan a respirar.
Tendrás que encargarte hoy, no tenemos información de ellos, ve armado, si no quieres morir.
"Que directo"
Pensó terminando de leer. Le extendió el papel, a Nobita, ella simplemente lo leyó y asintió; salieron de aquella casa, vio a Merlon estaba apoyado en la pared de su casa, esperando a que salieran, le saco el dedo medio, miró la risa del hombre y se fue; estaba enojado, siempre que le daban una misión de este estilo, no le agradaba, no tenía suficiente información; Luzu siempre a sido un controlador, ama ese sentimiento de lograrlo conforme al plan, ese tipo de misiones eran para Vegetta o Fargan, no para él.
Nobita quería reírse de lo enojado que se veía, aquel hombre, de apariencia perfecta y pulcra; definitivamente nunca iba a olvidar aquella imagen, se regocijo internamente, al menos estar de secretaria de don perfecto tenía sus beneficio.
— nos iremos ahora — dijo en tono neutral — si te disparan o mueres, no me importara — la jalo del brazo quedando sus caras cerca — no estorbes — apretó el agarre — no me agradas, Nobita
— usted tampoco me agrada — ella sacó la mano de Luzu de su brazo, pero siguieron en esa posición — pero… es mi deber cuidarlo — ella estaba demasiado cerca de él, pudo ver los ojos de aquella persona que no le agradaba en nada, — Auron en este momento, se está arriesgando la vida por usted
— ¿Auron? — dijo él, viéndola con diversión. Ella supo que había caído en un error, lo supo cuando aquella mirada le hizo sentirse pequeña — debe de doler, que la persona que amas, está arriesgando la vida por un complemento desconocido, sin hacer caso a tus palabras — ella bajó la mirada y la sonrisa de él no pudo ser más divertida — debe doler que un completo extraño te lo quite, de la noche a la mañana — se acercó a su oído y le susurro — porque aquel que antes era tuyo, dejó de serlo — se separó y le sonrió — ya es mío linda, solo haz tu trabajo
Verla tan indefensa, le gustaba, no había mentido, Auron es suyo y aunque lo niegue él es de Auron, nunca lo dirán en voz alta, no hacía falta, estaban destinados a estar juntos, esas personalidades hermosamente destructivas , debía de estar juntas; sabía que Auron le tenía cierto aprecio a ella, quizás por eso no la soportaba, ¿Celos?, No le tomo mucha importancia.
Siguió caminando, sin mirarla o preocuparse que estuviera siguiéndolo, se sentía victorioso, como un niño al ganar una discusión, a veces era muy infantil, cuando se trata de tener la razón.
Fue jalado hacia uno de los tantos callejones de Karmaland, ella lo jalo de la corbata, para ponerlo a su altura, le sonrió con diversión.
— dices eso, pero nunca vas a saber quien realmente es la persona que tienes a tu lado — dijo ella en un susurro alejándose de él
Le había dado donde más le dolía, igual que él, se miraron los dos por un largo rato, la noche dejó de ser tan apagada, la risa de Luzu sonó por el lugar, suave y armoniosa, como una bella caricia, ella admitía que era bonita; extendió la mano hacía ella, la cual tomó casi al instante, sintiéndose un poco más cómodos.
Sonrió porque era la primera vez que se peleaba por un hombre, nunca se había sentido así, era raro, sus manos se posaron en la mejillas de aquella mujer, la alzó un poco y ella también lo ayudó, sus caras volvieron a estar demasiado cerca, él apreció más de cerca aquel rostro que quería hundir bajo tierra.
— si no muere con la hermandad yo lo voy a matar — dijo en susurro
— no, si yo lo hago primero — ella se puso de puntillas — te besaría, pero me desagradas
— te besaría pero no eres mi tipo — dejó de agarrarla y se a como la corbata,
— no, a ti te van las pollas — dijo ella y empezó a caminar
Luzu solo sonrió de manera fría, la siguió y se fueron los dos, a conseguir un poco de armas, debido a que Luzu, no le gustan las armas, irán a la casa de Auron a buscar unas cuantas, después de todo, Auron es su propiedad, lo que quiere decir que todo lo de Auron es suyo. También tenían que ir por Luisito, que se quedó en su casa.
"No confíes en ella" "Zorra" "Callence"
Su chat estaba como loco desde que ella lo amenazó, no confiaban en ella, él tampoco, pero se le hacía entretenido estar con ella, sobre todo porque ahora ya sabe más cosas sobre Auron, como por ejemplo, que ella formó parte de su pasado, desde antes que viniera a Karmaland; sonrió al pensar en lo fácil que era sacar información, sin que la otra persona se diera cuenta.
Soplo despacio, saboreando el humo que inundaba su sistema, para luego expulsarlo de manera lenta, ama aquel sentimiento, aquel tacto que provocaba el cigarro en su boca, la sensación de placer era algo que no se podía explicar; se paró de su asiento, cansado se movía por la sala, consumiendo aquel producto, sus pasos resonaron en un copas fino y suave, tomó sus papeles ojeando por encima los datos que ahí estaban, sonrió al ver aquellas notas.
Debería de estar preocupado, pero honestamente dejó de importarle aquellos sentimientos, hacía un tiempo.
Tomo una taza, oliendo el fino olor de los granos de café, sacó el cigarro de su boca y tomó un gran sorbo, miro por la ventana, el paisaje de las montañas y la hermosa cascada que estaba por aquella casa; no estaba tan oculto como alguien podría sospechar, no él no era ese tipo de personas, le gustaban los ambientes amplios y con luz, lo único malo es no poder descansar y relajarse en su hermosa casa; maldijo por lo bajo, terminando su café y botando el cigarro que tenía en su mano.
Suspiro agobiado, tomó sus papeles y se encamino para el “sótano” de su bella casa, bajo por el ascensor al primer subnivel de la casa, se puso una bata de protección, unos hautes, dejó los papeles en una mesa, tomó un cuchillo.
— por favor no — dijo la mujer que estaba atrapada en aquel lugar
Era una mujer bonita, de cabello corto color rojizo, estaba atada a un fierro de metal, su ropo estaba manchada, su cara derramaba lágrimas; vio cómo aquel hombre se acercó a ella, empezó a patalear mientras gritaba, intentó salir corriendo pero sabía que era imposibles, su frustración era tanta que se empezó a lastimar con las esposas.
Escucha los gritos de aquella mujer, era tan irritante escuchar como rogaba por su estúpida vida, se acercó rápido y le cortó el cuello dándole un muerte rápida y silenciosa.
La desató, tomo sus piernas y la arrastró para ponerla en una de las tantas mesas que había ahí, la subió a la mesa, agarró su mano derecha y la abrió de la muñeca, la cual empezó a gotear sangre, la dejo colgando, para que se llenara la cubeta que había dejado abajo, se separó de aquella mesa, se fue a donde tenía sus herramientas, tomó un cuchillo grande y otro más chicos; agarro un de las piernas de aquella chica y la cortó de un tajo, suspiro cansado, odiaba aquella parte, era cansado tener que cortar la carne.
Siguió haciendo lo mismo con todas las partes de cuerpos, cuido detalladamente de no dañar los órganos de aquella muchacha, la cabeza siempre era la peor parte, con una máquina especial, le quito la parte de arriba de la cabeza, la tomó en sus manos y acarició el cabello y lo dejó en una caja aparte, boto el cerebro a la basura, como apestaba aquella parte, tomó los ojos y los puso en un frasco, los ámbito un rato, sonrió y los dejo aparte.
Se apuró a tratar la sangre antes de que se coagula, la trato como se debía, se quitó aquel traje de protección, los hautes los voto en la basura, tomó las pedazos recién cortados y la sangre y las guardó en su inventario, volvió a tomar los papeles y bajo otro piso.
Escucho el sonido de las rejas, le sonrió a la persona que estaba encerrada, se acercó con paso lento, aquella persona de cabellos naranjas lo esperaba pegada a las rejas, mirándolo con deseo; le quitó el bozal, con su mano derecha acarició la mejilla contraria, la cual corrió hasta aquellos labios, su pulgar acarició el labio inferior abriendo los un poco, se acercó más a aquella cara.
— es hora de comer Lolito — dijo cerca de los labios ajenos
Me extrañaron.
¿No? Ok ( ŏ﹏ŏ)
Bueno aquí otra parte, les gustó.
Ya quiero pasar de este parte de la historia, pero no quiero que se vea muy apresurado.
Por eso voy a tomar más tiempo.
Tarde por problemas de inspiración, la neta esto lo escribí en 5 dias, un dia escribi la parte de Mangel, el otro la parte de Luzu que este me llevo tres días y hoy que termine la de Auron y edición.
La parte de Mangel, la escribie escuchando canciones super Dulces, algunas de ellas fueron las de Lua xd.
Si tienen alguna sugerencia dejenlas me encantaría leer las.
Los amó.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top