Capitulo 2
Habían pasados días desde la reunión entre el psicólogo de Karmaland y el candidato a alcalde, todo parecía correr de maravilla, para estos dos. El pueblo estaba encantado con Luzu, él había auxiliado a las personas de que estuvieran envueltas en el tiroteo sufrido días atrás, desde ese día se hablaba de a quien querían como alcalde, Luzu estaba arriba en las encuestas realizadas; por su parte Auron seguía con las consultas de Rubius, quien era poco a poco empezaba hacer más cooperativo, la información recolectada hasta ahora no era suficiente como para planear una extorsión o si cooperan una alianza para su presidente, la investigación de Mangel iba cada vez mejor, teniendo en cuenta que desde hace días no se le veía andar por el pueblo.
Luzu desconfiaba de Auron, a pesar de todo lo que estaba haciendo, tenía algo que le causaba desconfianza en él, necesitaba algo para asegurar que nunca se atreviera a traicionarlo, pero que, lo que tenía hasta ahora no era suficiente; no para mantener bajo control a alguien como Auron.
Estaba en su oficina pensando, sus manos viajaron hacia los papeles puestos en su escritorio, era papeles que especifican ciertas cosas sobre los habitantes de Karmaland, (información recolectada por Auron); se quedó mirando la información sobre Vegetta, todo esto era suficiente para que el supiera quién estaba tras el disfraz de la persona más desea del pueblo.
-Luisito, qué sabes sobre tu jefe - le habló al joven, que se encontraba a su lado
-El señor Auron, me compró no hace mucho, es un hombre de 25 años, de una altura de 1.75, llegó hace 5 meses a Karmaland, su apellido u otros aspecto de su pasado, son desconocidos para mí, así como su nombre de pila, es psicólogo de Karmaland, tiene una mascota llamada Frederick el cual permanece oculto y solo la saca para alguna consulta si hay que calmar a algún paciente, es un hombre listo, que puede sacar información solo por el movimiento corporal de una persona, es el terrorista número uno de Karmaland está tras la búsqueda de la hermandad oscura, sabe que Rubius es parte de esta - toda la información dada por Luisito le estaba sirviendo mucho para darse una idea más clara de Auron - adquirió a su secretaria un mes antes de que yo llegara, aunque su casa parece que tiene poca seguridad lo ciertos es que dentro de esta tiene un búnker donde se la pasa la mayor parte del tiempo el cual es inexpugnable. - Luzu estaba maravillado por la reciente información dada por aquel empleado.
Todos los "esclavos" de Karmaland tienen prohibido desobedecer una orden dada por los dueños o encargados de ellos, así que razas como los muñecos de nieve o pingüinos, nunca andarán por su cuenta, en su mayoría son maltratados. Se contaba la historia que los dioses les habían dado forma humana y conciencia a cambio de su libertad, por ese hecho fueron rebajados a esclavos; a diferencia de los golems criaturas sin conciencia que solo viven para proteger a su amo o el lugar a donde son confinados.
-Señor Luzu, eso que le acabo de decir, es todo lo que el señor Auron quiere que usted sepa - Luzu le sonrío y se acomodó en su silla - como dije el señor Auron es una persona muy inteligente por eso me mandó a mí y no a Nobita, porque lo que yo sé es, solo lo esencial, nada que pueda utilizar en su contra.
- Estoy muy consciente de ello - Luzu se mantenía sereno, ante lo dicho - Auron no es ningún estúpido, pero déjame preguntarte algo ¿crees que sería capaz de traicionarme?
- Hay una probabilidad del 70 % de que algo así suceda. Si el señor se aburre o se harta de usted - Luzu pensaba en su lugar - aunque tengo la sospecha de que me mando con usted para hacer más interesante el juego, que comenzaron. Pues Nobita ha desarrollado cierta libertad.
Siguió en su lugar pensando en cuál sería el siguiente movimiento hasta ahora habían jugado bajo las reglas de ambos y no le terminaba de agradar, le encantaba lo que estaba resultando esta plática.
-Sabes algo más -
-Tiene una sirena - dijo viendo como el resto de Luzu se llenaba de alegría - el señor logró domarla, la tiene en un estanque que conecta con los mares y ríos de Karmaland, ella le trae información, de lo que sucede cerca de la casa de Vegetta o de los rumores que escucha de los pescadores o personas que hechiza
-Tengo una orden para ti - dijo viendo como el muchacho se acomodaba en su asiento - toda la información que descubras estando conmigo, nunca tiene que llegar a los oídos de Auron. Yo soy el jefe de tu comprador así que mis órdenes valen más que las de él ha quedado claro
-Entendido -
Luzu se levantó de su escritorio, caminó hasta la salida de su hogar acompañado de Luisito, camino por el pueblo de Karmaland, saludaba a las personas que pasaban, con su manera tan pulcra de ser, recibía agradecimientos de alguna que otra persona, él contestaba un "estoy para ayudar", sus pasos iban en dirección al casino de Karmaland, para tener una plática con el dueño.
Se sentía confiado, sabía que Vegetta era alguien muy poderoso, era una persona que cuando se trata de negocios, nunca bajará la guardia; su encanto le proporcionaba aún más ventaja, no era un misterio que el dueño del casino fuera muy conocido por la mayoría de los héroes. Si Vegetta se lo proponía podía tirar abajo su campaña, era un cabo suelto demasiado peligroso; cree que las únicas personas que no han caído por sus encantos, han sido Auron, Mangel y él; incluiría a Fargan pero tiene un vago recuerdo de una aventura entre ellos dos, algo de un noche.
Llegaron al casino siendo recibido por el bailarín favorito de todo Karmaland, segundo al mando del casino, es quizás la persona sin una vida secreta o secreto, de todos los héroes de Karmaland; portaba su traje de bailarín unas medias negras hasta arriba con una falda ajustada con detalles abiertos de la parte de los costados de esta misma, una cinta amarrada a su cuellos formando un moño del mismo color de toda su ropa; en sus manos reposaba su máscara de Darkbeider. Con una sonrisa adornando su cara, recibió al recién llegado.
-Luzu, compañero que te trae por aquí - su voz sonó dulce y suave, se podría decir que un poco seductora - vienes a jugar o tal vez vengas por algo más satisfactorio - se acercó lo suficiente para con una mano acariciar el pecho del contrario y susúrrale lo último en el oído
Sus acciones se detuvieron al sentir como es alejado de Luzu, Luisito lo había alejado, haciendo enojar a Alex.
-Quien te dio permiso para moverte libremente - se dirigió a Luisito quien solo se limitó a quedarse en su lugar y formar un espacio entre ambos cuerpos - Luzu podrías mantener a la basura afuera de esto
-Mi deber es proteger a mi jefe - habló Luisito, inclinándose ligeramente - pido perdón por mi poco tacto hacia uno de los héroes de Karmaland, siendo yo un simple esclavo.
Luzu solo asintió, Luisito entendió aquello y se fue hacia la parte de atrás.
-Cuídalo un rato Alex - dijo Luzu pasando de largo de donde estaba Alex, dejándolo ahí parado mirando al joven esclavo. Camino por el casino, siendo observado por la persona con quien precisamente quería hablar. Subió aquellas escaleras que llevaban a la oficina del dueño de la estructura - gusto en verte Vegetta, ahora que tal si hablamos un poco.
- Auron -
- si señor Rubius - dijo Auron, revisando sus notas
- ¿Porque-
- quiero saber sobre la hermandad Oscura - dijo Auron callando a su paciente, quien asintió, como un niño; en el tiempo que llevaban juntos por las consultas, a Rubius le parecía sorprendente la facilidad que tenía el psicólogo, para leer a las personas - al principio solo tenía curiosidad, ahora tengo mis razones - miró a su paciente a los ojos Rubius solo suspiro
-¿Quieres hablar con el Jefe? - Auron se sorprendió - ayer pues hable con él, casi me mata pero él quiere hablar contigo - prosiguió - no le dije quién me había descubierto solo le dije que alguien ya sabía sobre mí, nuestro trato sigue en pie- Auron lo miró intrigado -
Auron sonrió, si lograba mantener una conversación con el líder de la hermandad, la mitad de sus problemas estarían resueltos, pensó en varias posibilidades, la más sensata que pensó en ese momento, es que era una sucia trampa, pero no tenía más opción que aceptar; necesitaba a la hermandad oscura quieta por un tiempo. Las elecciones son en unos cuantos días, Luzu necesitaba, un poco de tiempo, para mantener todo planeado, para que todo saliera según los planes; aun así Auron no puede entablar un trato con la hermandad, para ayudar a su Alcalde, pues eso solo lo podían
utilizar en contra del mismo. El solo prepara el terreno. Rubius estaba nervioso, si Auron no aceptaba estaría en serios problemas; su líder, lo había regañado por su idiotes, él se había excusado diciendo que era muy difícil ocultarle algo a esa persona, así que el líder quería comprobarlo con sus propios ojos. Estaba jodido si Auron no aceptaba, o en todo caso que aceptará no pudiera sacarle información al líder. Quedando él como un complemento idiota.
- una oferta muy tentadora - Auron parecía balancear sus palabras, - me interesa hablar con tu Jefe, con estas condiciones, yo escojo lugar, hora y las personas que pueden y puedo llevar - se rostro permanecía sereno
Rubius sudo frío por aquéllas condiciones - puedo hacer una llamada - dijo sacando su teléfono, recibió una señal afirmativa y prosiguió a hacer aquella llamada ante la atenta mirada y fino oído del psicólogo - Bueno... si acepto ... tiene condiciones... - Rubius explico todas las condiciones - qué opinas ... lo quieres conocer o no ... ok ... ok ... espera - se despegó el teléfono y miró al psicólogo - dice que él escogerá el lugar
- bien dónde sería
- ¿Donde sería? - preguntó al teléfono - ¿ahí? Ok ... me informan que en el club de Karmaland - recibió una respuesta afirmativa - dijo que si... ok ...
- dile que a las 9 p.m y que solo llevaré a dos personas, ustedes... honestamente no importa aun si pusiera un número, el lugar a de estar repleto de todos sus seguidores - dijo Auron parándose del asiento, viendo como Rubius decía todo lo que había dicho, antes de que él contrario colgara, le arrebató el teléfono - saluda a Fargan, de mi parte - le dedicó una sonrisa a Rubius, y oyó cómo colgaron la llamada del otro lado.
Devolvió el teléfono, caminó hacía sus estantería, Rubius se dispuso a salir de aquel lugar, sin decir nada más, no quería cagarla; aun así, gracias a lo que había hecho su jefe entendería mejor su situación. Auron sonrió agarrando un libro donde estaban varias fotos e información sobre Fargan, lo cerró y lo guardó en su inventario, camino fuera de este y se dirigió a su lugar de trabajo, Brett como siempre lo esperaba con algo que ofrecerle, le entregó el libro.
- si, doy la orden, riega esta información por todo el pueblo y pueblos vecinos, seguirás el protocolo - Brett asintió y empezó a traspasar todo aquello a la base de datos privada.
- si su vida corre peligro tengo permiso de llamar, a los señores - Auron siguió avanzando
- No será necesario, yo juego mis propias batallas - se detuvo y suspiro - si mi corazón deja de latir. Encárgate de avisarles, que activen el protocolo Terracota. - Brett asintió.
Auron camino serio, no quería meter a esas personas otra vez en su vida, pero tenían un código y ese código se cumple. Bajó aún más en su fortaleza, llegó a un gran estanque, donde su sirena descansaba plácidamente, tocó el cristal con delicadeza, lo cual fue suficiente para despertar a la sirena quien la miraba con alegría ( y una que otra ganas de matarlo), Auron le sonrió, ella sabía que significado tenía esa sonrisa que usualmente usaba para pedirle algo.
- ¡Auron! - empezó a nadar alrededor de ese tanque - ¡Te extrañe! Últimamente me siento, algo sola - coqueteo un poco la sirena
- nesecito que no salgas esta noche, tendré una reunión con la hermandad oscura, manda a una de tus sirenas a la indicación que te diré, con la orden, de que si es atrapada se suicidé - la sirena se lo quedó viendo con corazones en los ojos, amaba esa parte de su "amo", tenía tantas ganas de encantarlo y matarlo una vez que haya logrado todos sus deseos con él, lo quería lo deseaba solo para ella.
- en seguida, Auron - se movía por todo el estanque con mucha energía - pero ¿Porque yo no? - hablo viéndolo a los ojos, las sirenas también tenían el poder de ver las mentiras en los hombre
- no sabemos qué tanto se prepararon - paso entre sus cristales encantados, llegó hasta el estanque y metió la mano ya en el agua, para llegar a donde la sirena; acarició una de sus mejillas sido bien recibida por la sirena - eres muy importante para mi, como para que te atrapen. no soportaría perderte - en ese momento la sirena se enamoró una vez más de aquel humano, no sabía porque pero era tan hermoso y misterioso, quería llevárselo solo para ella. Lo deseaba más que a nada, y si eso conllevaba a sacrificar a sus hermanas pues que así sea
- en seguida Auron - le sonrió apoyando su mano en la mano de su "amo"
- gracias - le sonrió tan tierno, le pareció a la sirena, aunque a sus instintos le pareció una llena de intenciones disfrazadas. Y eso le encantaba a ella - Luziana - le pareció ser acariciada por aquellas palabras.
Feliz la sirena salió rápido del tanque, para ir por alguna de sus hermanas, de todas maneras todas las sirenas parecían derretirse por aquel hombre.
Auron se volteo victorioso, domar aquella criatura le había resultado muy fácil, se divertía mucho viendo la reacciones de ella ante las palabras bonitas, rodeada de un aura asesina. Él sabía de que las sirenas cuando se enamoraban o se interesaban por una persona la querían a su lado una vez que ya se sentía satisfechas mataban a esa persona, para demostrar su amor.
"Las sirenas son seres hermosos" pensó para marcharse de aquel lugar
Tomó el teléfono y marcó.
- ¿Ocupado?
Vegetta solo lo miraba con una sonrisa en sus labios, era su encanto natural, todo en él era encantador, o esa era la opinión de la mayoría de los habitantes de Karmaland; inclusive Willy, cayó bajo los encantos de aquel hombre, aunque Vegetta también había caído en los encantos contrarios, pero bueno eso es el pasado.
Luzu por su parte, lo veía, como veía a la mayoría de sus compañeros, desde abajo, a Luzu no le importaba hacer cualquier cosa para lograr su objetivo, si tenía que sacrificar gente lo haría sin ningún problema, le gustaba el poder, le fascinaba la idea de tener a todo Karmaland a sus pies. "Si tienes poder lo tienes todo" Auron sabía que tipo de persona era Luzu y este sabía que tipo de persona era el psicólogo; Luisito tenía razón, estaban jugando a un juego, estaban jugando al gato y al ratón, pero quién es el gato y quién es el ratón; quién se dé primero la guardia, quién se doblega antes. Honestamente era el juego que los dos había escogido, y la diversión apenas empezaba. Ambos se había prometido poder uno prometió dárselo y el otro prometió conservarlo; mantener el poder la mayor parte del tiempo posible. Un trato justo, sus libertades por sus deseos.
El juego lo había empezado juntos, pero uno de ellos le daría fin, quién sería.
Con un señal Vegetta le indicó que se sentará, el "Alcalde" obedeció, aquélla acción. Los perros de aquel hombre se le acercaron para olerlo, uno de ellos empezó a gruñir, con su mano acarició la cabeza de aquel perro, quien cesó el ruido provocado.
- buen chico Zeus - Luzu acarició al perro - vuelve con tu dueño
El perro obedeció lo dicho y se acostó a lado de Vegetta.
- Bueno Luzu de que quieres hablar -
- que tal si me hablas un poco sobre, un lobo que sale a pasear por las noches - sus manos reposaban en sus piernas cruzadas, su cara era una obra de arte, tan tranquila, tan divertida, tan satisfecha.
Escuchó como aquél hombre chasqueó los dedos y sus perros empezaron a gruñir le, su postura no cambió ni un poco. Soltó una ligera risa, todos los mercenarios y terroristas actuaban igual, cuando se siente amenazados. Auron era diferente y eso le gustaba, él no llamó a su esclava, ella decidió actuar por cuenta propia, así que cuando él quiso escucharlo. No cabía duda de que lo quería cerca.
- pasa algo Vegetta, acaso dije algo malo - sus palabras suaves, parecía que estaba jugando con el contrario.
- deberías de cerrar esa boquita que te cargas. Precioso - sonrió molestó
- ¿Porque? ¿Acaso los rumores son ciertos? - Luzu quería provocarlo ver hasta dónde podía llegar aquel hombre - en ese caso, qué bueno que llegue en la hora dónde hay más gente en el casino- la cara de Vegetta estaba enojada ya había borrado aquella sonrisa forzada - imagina esto "candidato a alcalde desaparece se dice que fue visto por última vez en el casino de Karmaland entrado en el despacho del dueño" te imaginas las noticias, el pueblo es pequeño. Sin embargo el casino recibe muchos clientes, de otros pueblos, no quiero ni pensar en la bajas ganancias que tendrías. - Se paró de aquel asiento y se dirigió al asiento contrario, se inclinó un poco, su mano izquierda tomó el rostro ajeno - ni toda tu puta reputación te salvaría de los chismes y rumores, - los perros seguía gruñendo y estaba empezando a hartar al Alcalde - callalos - Vegetta no hizo caso, Luzu saco un pistola con su mano derecha
- eso mismo aplicaría para tí - Vegetta sonrió
- no - Luzu afirmó más la pistola - por supuesto que no, crees que me interesa, la opinión pública. Si estoy haciendo buenas acciones, si estoy aprovechando situaciones, es porque no quiero que se vea sospechoso que un don nadie gane las elecciones - sonrió satisfecho - esto es solo publicidad, no afectará en nada un rumor esparcido días antes de las elecciones - su mano izquierda dejó de agarrar aquel rostro y se posó en una mejilla, con la pistola palmeo la otra mejilla sonriendo - callalos Vegetta, - Vegetta chasqueo los dedos y sus perros se quedaron sentados - que bien, tengo un trabajo para tí.
Les va gustando, espero que sí.
No esperen capitulos super rápido, porque tengo otras historias.
Aparte que a esta le dedicó más tiempo en pensar, en que putas madre ponerle, sin salirse de la personalidad, que planté en el primer capítulo.
Osea Luzu es un político, que casi nunca cambia de esa expresión serena, no sólo eso sabe manipular y convencer aparte de extorsionar.
Y Auron es pues ya se explicó en el capítulo.
No mames he hecho putos dioses.
Los amó saben que me alegran el día.
Dejen su hermoso comentario
O ideas, porque siento que ustedes han de tener mejores ideas de las que tengo yo en mi cabeza.
Espero que el capitulo les valla bien porque tuve algunos problemas en la edición.
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