Capitulo 6
Tóc,Tóc,Tóc,Tóc!!!
Tóc,Tóc,Tóc,Tóc!!!
Tóc,Tóc,Tóc,Tóc!!!
Un ruido realmente molesto me despierta en pleno domingo, día que apartó para quedarme acostada y viendo series. Me levanto al escucharlo de nuevo y con más fuerza. Me pongo mi bata y pantuflas rosas, no voy a ponerme presentable para abrir la puerta, justo voy llegando a la puerta cuando vuelven a tocar.
— ¡Ya voy! ¡Caramba! — grito y abro la puerta y no esperaba que "él"estuviera detrás y tocando como abonero. Digo que falta de educación tiene para ser un multimillonario — ¿Usted? ¿Que rayos se le ofrece? — me mira de pies a cabeza y niega.
Piense lo que quiera.
— Buenos días para usted también — y me pasa de largo.
Tranquila linda. Que no te afecte.
— ¿Que hace aquí? ¿Como dió con mi dirección? Y lo que es más importante ¿Por que en domingo? — ignoró por completo la paz interior.
— En primer lugar, tendrá que cambiar esos malos modales — camina en mi súper pequeño departamento, escudriñando todo
— Dí con está dirección por su cuenta de Banco. Y hoy es preciso iniciar con nuestra farsa —
— ¿Hoy? — asiente — ¿Por qué?
— Mis padres me invitaron a almorzar con ellos y como Steven les a hablado de usted, quieren conocerla como mi Novia — recalca el "Novia"
— ¿Ve-Vendra con nosotros? —
pregunto. No sería mala idea, es él único que en verdad me a caído muy bien.
— ¿Quien? ¿Steven?
Asiento. Parece molestarse por mi pregunta.
— No, por supuesto que no.
Ruedo los ojos.
— Que rápido — me gusta el sarcasmo y con este hombre funciona a la perfección.
— Entre más pronto empecemos esto, más pronto podremos acabarlo — eso espero — Tenemos una hora, mis padres viven del otro lado de la ciudad ¿Ira en esa pijama? — sé que trata de ocultar una risa.
No me acordaba que estoy en pijama.
Es un lindo camisón con un gran conejo estampado en el frente. Oook. Ya se por que se ríe.
— !Claro que no! Deme 25 minutos y estaré lista — estoy por correr a mi habitación cuando le escucho preguntar.
— ¿La espero aquí? — mira con una mueca mi pequeño sofá viejo y me enojo.
No todos nos podemos dar lujos.
— Espere abajo, no tardare — sin decir nada más sale de mi departamento.
Corro a mi habitación, me meto como alma que lleva el diablo a duchar. Hago lo que puedo para salir rápido, me aplico crema en todo el cuerpo, me pongo mi ropa interior y busco algo decente entre todo lo que tengo. Busco y busco, hasta que me acuerdo de lo que mi amiga me regalo, lo saco y me enfundo en él.
Seco mi cabello con la toalla, ahora no puedo secarlo con mi secadora, así que solo aplicó mousse en el y aplicó máscara en mis pestañas, polvo compacto, rubor y un ligero brillo labial que guardo en un bolso. Uno de los mejores que tengo, es pequeño y va a juego. Tomo un abrigo y cerrando con llaves, bajo para encontrarme con un malhumorado jefe.
Y esto a penas comienza.
📝📝📝📝📝
Después de salir de la horrenda calle dónde vivo, nadie dijo ni una sola palabra. Eso está bien. Hablar con él solo me causa jaqueca. Solo tengo una duda y sé que estoy en lo cierto.
— Señor, ¿Como debo comportarme? — admito que soy muy, muy torpe.
— Solo sea usted — contesta irritado. Vaya novedad.
— De acuerdo, pero ¿Que hay con los apelativos cariñosos? — le doy una mirada breve.
El luce todo pulcro y serio, formal. Como siempre. Es aburrido.
— No tengo idea — al parecer no pensó en ese detalle.
— Bueno, hay que pensar en unos. Yo le diré alguno y usted escogera con el que se sienta cómodo — asiente.
— No tengo opción ¿verdad? — niego — Bueno.
Me voy a divertir.
— ¿Osito? ¿Cielito? ¿Querubinsito? ¿Mi vidita? ¿Amorx? — intento no reirme al decirse los.
— ¿De verdad? — me mira por un segundo.
— Claro que sí, es esto o su familia no nos creerá — parece sopesar la situación en su mente.
— Prosiga — asiento.
— ¿Principe? ¿Samuelito? — gruñe con este último.
— Ninguno, son patéticos — me río.
— Tiene que elegir — digo para enojarlo más.
— ¿Sabe que? Con mi nombre es suficiente.
— Bueno, usemos su nombre, así sus padres no creerán ni media palabra y claramente no logrará su objetivo — veo que aprieta el volante.
Tomando un poco de aire dice:— Esta bien, haga lo que crea prudente — aplaudo mentalmente por que le he podido ganar.
— Tendrá que usar uno conmigo — lo veo fruncir el ceño.
— ¿Cual? — ya está fastidiadisimo.
Eso le pasa por sacarme de mi casa un domingo.
— Con el mismo o un "Querida" bastará— regreso la mirada al camino — ¿Que hago si me preguntan cosas?
— ¿Como que cosas?
Les digo que este es realmente obtuso.
— Ya sabe — aclaro mi voz — ¿como y dónde conociste a mi hijo? ¿Que te atrajo de él? ¿Cuales son sus planes? ¿Van a casarse? — bueno, esto último es lo que haremos.
— Claro que nos casaremos ¿lo olvido? — por supuesto que no — Además, mi familia preguntará otras cosas, solo sea perspicaz —
Lo dudo.
— ¿Y si me preguntan por cosas personales de usted? ¿Que digo?
— Me gusta la comida Italiana, tailandesa y coreana. El azul y el gris con mis colores favoritos, amo a mi familia. Soy madrugador, hago ejercicio. Amo el sexo y soy un fiel creyente del trabajo honesto y por propios méritos — me quedo sorprendida — ¿Algo más? — niego — Perfecto, como le dije, confío en que sea lista —
Le digo que sí y cierro la boca. Engreído, petulante, manipulador y un mimado, esto le falto en su gran lista de jefe CEO de compañia trasnacional. Idiota.
Al aparcar de frente a una gran casa con estilo moderno pero antiguo y de color gris con blanco, los nervios crecen en mi ser. Veo muchos autos en la entrada y espero que no sea una reunión demasiado GRANDE. Sí con todas esas letras mayúsculas.
— ¡Mierda! — El se adelanta y baja del coche, yo hago lo mismo — ¡Maldición! ¡Madre!
Un hombre vestido de smoking, se acerca y saluda cuando hemos caminado hasta la puerta— Buenas tardes, señor Jackson y Señorita — le devuelvo la sonrisa.
— Hola Jose, es bueno verte otra vez. Mi madre se lució ¿verdad? — hay complicidad entre ellos.
— También me agrada verlo por acá, y sí, su madre la hizo en grande — Samuel no dice nada más — Permítanme sus abrigos —
Me quito mi abrigo con la ayuda de José y se lo doy al igual que lo hace Samuel.
— Disfruten la velada — le vuelvo a sonreír y caminamos más adentro de la gran casa.
Mis nervios se aumentan y mis latidos son ensordecedores, me sudan las manos y mis piernas me tiemblan como gelatinas.Solo ruego a dios que todo salga bien y que esto no sea una catástrofe.
Al parecer él se da cuenta y me dice:— Tranquilicese, no lo arruine — buscando, le tomó del brazo y con una sonrisa entramos al Salón.
Todos los presentes nos miran con curiosidad. Una guapa mujer, se acerca con una gran felicidad destellando en su rostro.
— ¡Hijo mío! Me da gusto tenerte aqui — toma a mi acompañante en un abrazo.
— Madre — la saluda cortante. Lo bueno es que ama a su familia — Dijiste que seria un almuerzo tranquilo, no con toda la familia — Le reprocha en voz baja.
— Bueno, es que no todos los días mi hijo acepta una invitación y además somos pocos, solo familia y amigos — su madre no se deja intimidar por este engendro del mal.
— Hasta que vienés a visitarnos — el señor que tiene un parecido a Samuel y que afirmo que es su padre, se acerca — Hijo — creo que no se llevan bien.
— Claro que vendría, tengo que anunciarles algo — mi jefe me mira y tomandome de la mano, se acerca a la mitad del Salón y comienza a hablar — Gracias por venir aquí, se suponía que era un almuerzo, pero así esta bien. Mataré dos pájaros de un tiro — estúpido — Esta linda mujer que esta a mi lado, es mi novia y espero que la traten como se debe — su padre nos mira muy raro.
Volvemos con sus padres.
— Es muy linda hijo, tú eres muy linda ¿como te llamas? — dice la señora cariñosamente.
— Sharon Becket — contesto cortésmente.
— Un hermoso nombre. Soy Alice, bienvenida a la familia — sonríe.
— Gracias, ya quería conocerlos. Samuel habla mucho de ustedes — la tierna madre de este engendro del mal, sonríe con cariño hacia su hijo.
— Soy Thomas Jackson, querida bienvenida — lo dijo tan a la fuerza que imaginé víboras saliendo de su boca — Espero que no sea una treta tuya, hijo mío —
— Claro que no, amo a esta linda mujer — me atrae hacia el de la cintura.
Al parecer su padre no está muy contento.
No hay una relación padre e hijo.
Será difícil.
— Que escondido te lo tenías, hermano — un chico más joven que Samuel, se acerca, me tiende la mano — Un gusto, cuñada. Soy Christopher — ¿me guiño el ojo?
— Disculpalo querida, es el hermano de Samuel — dice Alice.
— ¿Que haces con el señor cara de culo? — se me escapa una pequeña risita que enfada a mi jefe-novio-falso.
— Cierra la boca — le espeta mi jefe.
Chris se ríe y se aleja para ir al grupo de chicas que ríen y están ajenas a lo que sucede aquí.
— ¡Sam! ¡Sam! — una pequeña rubia llega corriendo hasta nosotros — Veniste — dice contenta cuando este diablo la carga.
— Claro que vendría, pequeña pulga — le da besos a la niña y ella ríe.
Por lo menos es tierno con ella.
— Sharon, ella es Crystal, mi pequeña hermana — me la presenta.
La niña me mira y extiende su mano seriamente. Maldición, tiene el mismo gesto que hace su hermano cuando hace negocios.
— Hola Crystal — aprieto su manita — un gusto conocerte —
— Eres bonita ¿Que intenciones tienes para con mi hermano? —
Unas no muy buenas. Lo quiero ahorcar, después tirar el cadáver en el mar y quedarme sin problemas. En realidad como no puedo contestar eso, me limito a decir — Ser su esposa — salió tan natural que su madre soltó un jadeo de sorpresa.
— Ok — mira a su hermano — Ella me agrada —
Y él le guiña el ojo.
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👌😍😘
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