🌼. Extra Final .🌼
—¡Perro inútil! —la voz de mi amigo me hizó apartar la mirada a través del cristal—¡Felicidades!
Namjoon venía enganchado con su pareja, Seokjin. Ambos me miraban con felicidad y eran lo cerrados de sus ojos que me hicieron ir abrazarlos en un apretón y golpes sonoros en las espaldas.
—¡Pero enséñanos quien es la pequeña! —Seokjin se alejó y se pegó directo al ventanal, esperando saber por mi estrellita.
—Solo mira esa sonrisa. Jamás creí que tu te emocionaras al ver un bebé y ahora resulta que fuiste el primero en tenerlo. —Namjoon siguió el camino de su omega y al llegar con el lo abrazó por la espalda.
—Tomamos el primer vuelo, solo para ver a tu cachorra y te tardas años para decirnos quien es. —Seokjin era una persona impaciente, pero se sabía el motivo que me hacía comprenderlo.
—Es la pequeña del cunero número nueve. —les dije y esto sonrieron ampliamente.
—Definitivamente desde lejos se parece a su papi. —Namjoon apretó la cintura de su pareja.
—Es muy bonita. Y coincido con Nam.
—¿De qué hablan, ah? Todos sabemos que es mi reflejo.
—Sí hablas por lo hinchada que está, entonces en esa parte es verdad.
La pareja comenzó a reír.
Nada podría hacerme fingir que me ofendieron. Pues era verdad, mi cachorra tiene toda la pinta de mi omega.
Un enfermero completamente cubierto pasó directo. Mis ojos lo analizaron de arriba a bajo, pues hace unas horas ya había venido la enfermera a darnos indicaciones.
Este fue directo al cunero de mi bebé, me daba cierta curiosidad y de reojo miré la expresión de Namjoon, esta permanecía seria, su quijada se apretó y frunció su ceño con concentración.
El enfermero acariciaba con tranquilidad sobre la cobija rosada de mi pequeña; alborotada con pataleos y manitas en puño se estiraba y fue entonces que el enfermero con su guante puesto, pasó su dedo índice por la palma de la mano de la cachorra y esta lo apretó en puño. Su piernitas se revoloteaban con felicidad.
Namjoon no dejaba de mirar directo, tal vez dudando de las cosas, pero aún así, este se quedó callado.
El enfermero se apartó y fue a lo demás cuneros, palpó a los otros bebés y salió tan pronto anotó unas cosas en las paletas metálicas.
Los tres esperamos indicaciones, pero este salió a paso largo sin siquiera mirarnos.
Nos quedamos extrañados; mirándonos uno a los otros, pero al final no le tomamos tanta importancia.
Pero casi inmediatamente, una enfermera con una cofia y una bata de seguridad nos saludó antes de ponerse el cubrebocas.
—Ya han venido a revisar — le informé.
—Temo que no. Los cuneros están a mi cuidado.
—Pero ya ha venido otro hace un momento.
—Le puedo asegurar que no hay otros a cargo. La mayoría son enfermeros de turno. —ella entró después de explicarnos.
—Quédense aquí. Vengo en un momento. —hablé y salí a prisa.
Mis pasos fueron rápidos y seguros, el pasillo blanco reflejaba con fulgor las luces del mismo color, pero no tomaba importancia a los detalles de mi alrededor.
Al salir del área de maternidad; la familia de Yoongi se pararon con felicidad y me abrazaron repentinamente.
—¿Como están los dos? Hemos querido entrar, pero Yoonie sigue dormido. Y ya tienen visitas en los cuneros.—me informó Taehyung sonrió y pegó su palmas en su pecho.
—¿Mandaron a un enfermero para saber sobre la bebé? —no tomé importancia a lo dicho antes.
La abuela de Yoongi me miraron preocupada.
—¿Por qué lo dices? —preguntó Taehyung.
—Entró un enfermero que no era parte de los cuidados y ...
Todos me miraban con atención, pero me detuve a seguir hablando.
Si les comentaba mis sospechas solo alimentaria la preocupación que por meses se ha estado eliminando. Yo seguía pensando un poco en el pasado y, era mi lado alfa que tiene esa necesidad de cuidar a mi familia y mi futuro a toda costa. Y si tenía que eliminar todo lo que nos puede afectar del pasado, lo haría.
—¿Y? —el padre de Yoongi esperaba una respuesta.
—Nada... Solo pensaba que ustedes lo mandaron. —preferí callar.
—Pero entonces... ¿Cuando podremos pasar? —insistió Taehyung.
—Hasta que Yoon despierte. Quedo muy exhausto.
— Me imagino. —el omega se abrazo al alfa a su lado.
—Por el momento solo yo puedo pasar directo con Yoongi. Ustedes necesitan pedir permiso para entrar al ventanal de maternidad —les informé—. Solo espera a que salga tu hermano y Namjoon.
Taehyung asintió y yo me despedí con la mirada de todos los demás.
Mi caminar se fue directo al cuarto de Yoongi.
Al entrar, mi omega de inmediato me sonrió débil.
—Pensé que estarías dormido —en puntillas suaves entré y fui directo a sentarme a su lado.
—Acabo de despertar —tomé su mano con fuerza—¿Como esta mi cachorra?
—Tres kilos doscientos gramos. Tenemos una bebé sana y fuerte. —besé su mano al notar sus lagrimas y su tierna sonrisa.
—¿S-us ojitos como son? —Yoongi formó un puchero que le hizo tropezar sus palabras.
— Están bien, mi amor.
—¿Le han hecho los estudios?
—Los harán el día de mañana. Solo para descartar algunas cosas, pero amor mío. Deja de preocuparte que todo esta bien.
Yoongi dejó salir mas lagrimas. Yo me acerqué para besar su mejillas sonrojadas y quité toda lagrima de ellas.
—No tengas miedo mi amor. Te aseguro que seremos buenos padres.
—No quiero que se repita con ella todo lo que hemos pasado. —dijo directo.
—Te juro por mi vida, que eso no va a pasar. Y sea como sea nuestra pequeña, la cuidaremos y la formaremos de valores y tolerancia para que ella no repita ninguna historia.
—Por nuestros lobos lo juramos —Yoongi apretó con su otra mano el agarre que manteníamos.
—¿Como la llamaremos?
Me fui recostando en su cuerpo mi cabeza y Yoongi automáticamente comenzó acaricia mi frente y cabellos.
—Aun no lo he pensado. ¿Tu sí?
—Pensaba en algo que te identifique. Un nombre lindo y perfecto como tu.
—Estaba pensando llamarla como tu madre. —habló mi omega.
—Ella te habría dicho que no lo hicieras. Que buscáramos algo que de verdad nos guste.
—No puedo llamarla como tu, aunque sea tu vivo retrato. —Yoongi me sonrió y me removí para observarlo.
—Tampoco podremos llamarla como tu.
—Qué te parece algo que tenga ver con el verano y la primavera. Recuerda que nuestras estaciones son la de nuestro amor. —le sugerí.
—Algo como lo brillante de su por venir y como la calidez de amor que tenemos por ella.
De verdad que me he vuelto la persona mas sensible. Las lagrimas en mi cara eran exactamente el reflejo de mis cambios.
—Ya lo pensaremos, corazón —me levante y me acerque a besar su cabeza.
Respire su aroma dulce con toques de vainilla por ser una nueva madre y procuré llenarme hasta abastecerme de su aroma.
—¿Jimin podrías describirla? Desgraciadamente la veo como una silueta borrosa y eso me entristece de cierta manera —aprete mis ojos con fuerza aguantando el nudo en mi garganta.
—Tiene una nariz tan pequeña de botoncito como tu, unos labios perfectos alargados... —fui tocando su rostro con mi dedo y le hablaba en un susurro— Unos ojos tan alargados que aun no se pueden ver por que es tan pequeña, unos mofletes sonrojados y abultados como los tuyos, cejas con apenas vello, manitas redondeadas y piernitas regordetas con piecitos tan chiquitos que es menos del tamaño de una fracción de tu palma de la mano. Es perfecta, Yoongi —mi omega mordió su labio—. Descansa, aun es de madrugada y te prometo que en el día podrás ya tenerla contigo.
—No sabes cuanto me emociona el querer tenerla aquí —me fui apartando—. Espera, duerme conmigo. Quédate a mi lado.
—Lo que tu quieras mi amor. —termine por abrazarlo y acostarme para acomodarlo entre mi pecho.
Ambos nos quedamos en paz.
Los días pasaron y la adrenalina de ser padre era mucho mas intensa que correr un estúpido auto. Mi ritmo cardiaco siempre se aceleraba con solo mirar a mi omega alimentando a mi cachorra y era aún mas conmovedor verlos dormir juntos en el sillón reclinable.
Siempre iba a su lugar para taparlo con una manta y me quedaba sentado mirando el mas perfecto retrato de mis memorias. Cada noche me quedaba en vela para cuidar sus sueños y estar en alerta en cuanto mi bebé se quejara y Yoongi no se sorprendiera al despertar; reproducía música tranquila para que ambos se sintieran cómodos y abría las ventanas para que cortas corrientes de aire los ventilara y no les molestara el calor de la primavera.
La música y los sonidos del ambiente nocturno, se convirtieron en parte de mis momentos favoritos de la vida.
Mi omega y yo planeamos salir con nuestra pequeña. Yoongi amaba la naturaleza, rodearse de flores y sentir el piquete de césped en las planillas de sus pies. Y mientras mi omega, caminaba feliz por el pasto.
Yo acostaba a mi cachorra sobre la cesta acojinada entre mantas y cobijas de franela. Trataba de no destender el mantel cuadrado y de no estropear la comida sobre esta mismo.
Nunca había disfrutado tanto del aroma a arboles, saborear la brisa y disfrutar los sonidos del viento a nuestro alrededor.
Sonreía cada que mi pequeña movía sus piernas y sus manitas enroscando su mano en mi pulgar.
—Hola, estrellita, ¿ya despertaste? —le hablaba cariñoso—. Papi fue a estirarse y soltar un poco sus piernas —le explicaba como si pudiera entenderme—. Apenas comiences a llorar el vendrá tan pronto y me regañará. Me reclama diciendo que te espanto, pero la verdad es que heredaste todo nuestro sentimentalismo, aunque presiento que también la inocencia de tu papi.
Miré a Yoongi que estaba alejado. Sus prendas blancas parecían el fondo de los colores de las muchas flores con tamaños hasta sus rodillas y pantorrillas. Las mariposas volaban a su alrededor y le daban ese aura de ser mágico.
Este palpaba las flores, se agachaba con el punto de arrancar solo una de ellas y llevó sus pétalos hasta su nariz. El lazo en mi cuerpo me hizo saber que estaba dichoso y feliz.
—Tu papi por fin esta feliz, Park Haerin. —le hice saber los sentimientos de Yoongi.
"Brillante como el sol"
Ese es nombre que decidimos Yoongi y yo, y aunque el omega decía que era por el verano, para mi no fue así.
Para mí, Haerin era ese pequeño lucero brillante en toda la inmensidad y que al final siempre le haría compañía a mi estrella mas grande, tal y como lo es el sol.
Min Yoongi es la estrella mas grande, es la luz de la calidez en mi pecho, la sensación mas profunda de que la soledad no será parte de nuestra vida.
—Somos afortunados mi estrellita. Afortunados de tener con nosotros a Min Yoongi.
Terminé por besar su pequeña frente y mí mirada se dirigió directo al omega.
¿Habrá un corazón mas lleno de amor con solo verte? Yo espero que no.
Y si lo hay, espero que sea mi alma y te procure con amor todas la demás vidas que estamos por vivir.
Yoongi se movió hacia nuestra presencia y nos sonrió.
Te amo, Min Yoongi.
—FIN—
...
Bueno, ahora sí yo me despido.
Recuerden que las amo.
Y que si les doy la gracia a todos los se quedaron aún hasta este punto.
Una dato curioso es que los tres extras son el verdadero final. Pero lo sentía tan mal que no lo quería poner. En fin...
Casi un año desde que la inicie y hasta apenas le di el final. Ya no la mandare a borradores si la edito, simplemente estará ahí.
Los quiero y amo.
ALICIELITO
FINALIZO ESTA HISTORIA EL DÍA:
7 DE SEPTIEMBRE DE 2023.
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