*- Capítulo especial -*
(CAPITULO ESPECIAL)
...
Jimin respiraba con tranquilidad sobre el pequeño sillón, su codo se apoyaba sobre su pierna mientras la palma de su mano cargaba su quijada.
Durante un buen rato, no dejaba de observar aquel conjunto de encaje negro. Se podría decir que desde hace días Jimin había creado varios escenarios y su omega era participe en cada uno de ellos. Lanzó una sonrisa casi notoria ante su buena imagen mental de Yoongi en aquel conjunto delicado con transparencia en mesh y lindos bordados de flores en cientos puntos donde se cubriera lo necesario del cuerpo.
En su mente, Jimin sabía que el negro era el perfecto color de Yoongi y no precisamente este color demostraba tristeza, al contrario; en él sumergía un contraste en subtonos bruscos colados en su piel. Se lo imaginaba con joyas llamativas en tonos azules y una que otra perla.
Jimin abrió su boca con ganas de seguir imaginando y en conjunto con la música, relajaba cada musculo de su cuerpo y hacia menos pesado la espera. No podía negarlo; viajar en tren por casi dos horas había sido agotador, pero al final sus intenciones de salir corriendo lo hacían confiar y descansar por primera vez de sus pensamientos culpables.
Después de despegar su mirada del conjunto, el alfa sonreía con ternura cada que veía a su omega palpando las múltiples prendas que acariciaba con delicadeza. Si algo había aprendido de Yoongi; era el hecho de que su ropa no era la más bonita, pero sí la más cómoda. Jimin admiraba la facilidad con la que Yoongi demostraba su lindo carisma y guapura en prendas que lo hacían mirar con rechazo.
Miraba al omega de arriba abajo, preguntándose tantas cosas y principalmente, era la forma en que lo había hipnotizado. Le gustaba recordar sus vivencias, la compresión que tenía su omega respecto a él y su confianza que le permitía hablar de lo que fuera y de su ternura. Su lobo le encantaba derretirse entre sus brazos cuando la intensidad estaba en ellos, amaba acostarse sobre su pecho y escuchar su palpitar lento en sincronía con su respiración mientras Yoongi le acariciaba su cabello.
El silencio se había vuelto tan diferente a su lado y con él, su aroma. Jimin amaba mucho su vida a lado de su omega. Era fácil enamorarse de él -más bien-, todos podían enamorarse de Yoongi, pero nadie entregaría su vida como lo haría el lobo de Park y jamás le costaría entregar todo hasta la última consecuencia.
-Atiéndelo tú, no tengo ganas de lidiar con él. Mi paciencia no es buena.
Jimin sintió mover su oreja ante los murmullos que lo distraían de sus pensamientos, aquellos susurros estaban cerca de él que era fácil escuchar con atención
-Solo escógele un conjunto y luego te vas. - dijo una de ellos.
-Estoy seguro que no debe traer nada de dinero. Solo velo, sus prendas viejas solo demuestran su miserabilidad.
Jimin endureció su quijada ante tales comentarios, la presión de su cuerpo dejó de ser relajado y todo su buen humor quedo de lado.
Las bolsas de plástico que acumulaban todos los insumos de lo que había comprado en el super mercado, quedaron también a un lado y con seriedad se paró.
Jimin había adoptado un nuevo sentido de justicia y de sentimentalismo al querer defender a su omega de cualquier cosa. Y este sentido solo había aumentado al tener la marca. Jimin con mucho gusto resentiría cada sentimiento que su bonito y tierno omega.
Park de inmediato dejó el asiento y fue directo a los hombres. Sin poder evitarlo, ambos se enderezaron y le sonrieron.
-Muy buena noche, ¿en qué le podemos ayudar? - pregunto uno con el fin de atenderlo.
-Quiero que ayuden a mi omega a escoger una pijama. - la voz brusca de Jimin salió altanera. - Y más vale que lo hagan de buena manera, si no quieren que reporte su actitud.
Jimin, se ha caracterizado por ser de pocas palabras, de las cuales no eran una forma de hallar una lección, era más un forma de querer obtener un orgullo inquebrantable y demostrar el respeto que merecía Yoongi por solo existir.
-Señor, creo que no es la forma correcta de pedirlo. - él defendió un poco a su compañero.
-Entonces yo tampoco veo de forma correcta de dirigirse a mi omega. - dijo directo. - Por lo que sé, ustedes son trabajadores y están recibiendo un sueldo para atender, no para criticar. - Jimin, no quería hacer la situación más larga.
-Nosotros no hemos ofendido a ninguna persona, señor. - el tipo frunció su ceño y desvió la mirada cuando Yoongi había tirado unas prendas y con dificultad las estaba levantando.
Jimin negó y pronto él también se sintió culpable, pues tal vez no debía dejar que Yoongi le gané en decisiones de hacer las cosas por él mismo.
-Ves, te lo dije... - el vendedor viró sus ojos en exasperación y fue directo con Yoongi.
Jimin se había distraído mirando como Yoongi colocaba las cosas.
-Señor si no va a comprar nada, le pido que se retire. - le mandó.
-Oh, lo lamento. Es que los ganchos resbalaron de mis manos y cayeron, pero ya los he dejado tal y como estaban. - Yoongi demostró una amplia sonrisa y se sonrojo ante el accidente.
-Muy bien, ahora retírese. No queremos tener mas problemas con usted.
La mano del vendedor iba a tomarlo del brazo, pero Jimin llegó justo para apartarla con brusquedad del omega. Yoongi pestañeaba confundido.
-Y aun así dice que no ha ofendido a nadie. - su voz salió irónica.
Yoongi se avergonzó y apretó sus labios, no es que a él todo le avergonzara, pero no le gustaba siempre generar problemas.
-Jimin, no es necesario solo vámonos. - mandó el omega.
La incomodidad de Yoongi era demostrativa ante las personas que miraban el espectáculo, como siempre Yoongi volteaba a todas partes tratando de captar las cosas a su alrededor o más bien auras de rechazo a su alrededor.
-Tienes razón, no vale la pena hablar con gente cretina y superficial. Vámonos amor.
El alfa ajustó su mano con la de Yoongi y lo fue jalando con cuidado hasta llegar a donde estaban las bolsas de plástico.
Sus pasos apresurados, remarcaba el esporádico mal humor del alfa, por eso Yoongi apretó con fuerza la mano de este para tranquilizarlo.
Yoongi era un gran pensador y amante de las cosas profundas e interesantes, pero tenía que darle algo de importancia al encontrar los diferentes pesares de su alfa. Su instinto se abría y se mantenía atento, pues a pesar de todo; Jimin aún era un enigma del cual quería encontrar toda respuesta.
Jimin volteó a mirar con preocupación a Yoongi, pero para su sorpresa se encontró con un omega sonriente y sonrojado con la mirada blancuzca sin nada sardónico a su alrededor. Yoongi demostraba tener un alma de muchos colores.
Y por ello, Yoongi sintió que su alfa se había relajado y comprendía que tener buenos recuerdos sobre ellos dos los hacia formarse en conexión.
Ninguno de los dos tenía que explicar algo, ni nadie podía decirles que hacer para que ellos dos se apoyaran como la pareja que eran. Yoongi era la persona, era el único quien lo podía juzgar y mostrarse inseguro y si ambos caían, ambos se levantarían.
Jimin se paró enfrente de un local y miró de nuevo las prendas que buscaban.
-Lamento haberte sacado así de ahí. - le dijo. Yoongi doblo sus cejas hacia abajo y sus labios se fruncieron en pico.
-No te preocupes. Estoy seguro que algo debieron haber hecho.
-Sí, fueron unos idiotas, pero aun quiero que tengas algo nuevo.
-Estoy pensando que no hace falta.
La baja autoestima era cubierta con pensamientos continuos de que Yoongi mantenía una humildad. Su humildad era una mentira forzada ante malos comentarios y vergüenza del como lo harían mirar y sobre todo sin saber, pero aquello solo era una de sus muchas heridas que le costarían sanar.
-¿Entonces piensas dormir sin nada? - dijo en broma. - A mí no me molesta.
La picardía de Jimin salió a la luz y un delicado golpe en su hombro fue la respuesta.
-Solo pasemos por eso y vallamos a descansar. Mi espalda duele. - un puchero salió de los labios de Yoongi y Jimin los beso con tranquilidad.
-Lo que órdenes.
A diferencia de la primera tienda, Jimin decidió a acompañarlo y ahí se dieron cuenta que ambos podían iniciar hacer compras enfocados en sus gustos y acóplalos a la ocasión. Sí, el escoger una pijama, era el principio del honor de compartir una nueva vida juntos.
-Me gusta la tela de esta. - Yoongi la sostenía del gancho y pasaba sus dedos por lo largo de la camisa de botones.
-También me agrada. Es simple, pero te ayudara con el clima de aquí, deberías de probártela.
Yoongi asintió y Park lo llevó directo a los vestidores. La señorita con gusto lo guio hasta el cubículo del vestidor y le cerró la puerta.
El omega, quitó su camiseta y también su pantalones, sus manos tantearon la pijama y con cierta dificultada desabotono hasta al final y podérsela medir.
El frío de la tela no duro tanto por la fricción de su piel con ella. Sintió la comodidad de una verdadera prenda para dormir, se colocó con tranquilidad el pantalón y sonrió complacido.
Desde que era un adolescente, no había tenido una nueva; recordando el pesar de que su madre no le compraba prendas básicas, exceptuando la ropa interior.
Sonrió con cierta tristeza y melancolía, al tener puestos sus deportivos de siempre. Le dolerían tirarlos a la basura o sus prendas desgastadas como muchos lo criticaban.
Durante años, Yoongi se había reservado al pedir cosas para él y el tener cosas nuevas sobre su cuerpo era simplemente extraño...
-¿Esta todo bien ahí dentro? - la voz femenina lo sorprendió y acomodo su cabello detrás de su oreja.
-Sí. - afirmó apurado. - Todo está bien, muchas gracias.
-Si necesita algo más, puedo ayudarlo a escoger.
-Muchas gracias, pero asi estoy bien.
-Está bien señor.
La formalidad con la que la beta lo trataba fue extraña. Aún le extrañaba esos comportamientos, pero en sí, eran cómodos para su persona.
Habría alguien más aparte de Jimin y su pequeña familia que lo trataran con valores. Las dudas lo embargaban y aunque lo negara; siempre pensaba en su otra familia, los que lo habían abandonado, pero él estaba seguro que tenían sus razones.
Yoongi, era ingenuo hasta cierto punto, pero tampoco se podría decir que era casto en pensamientos. Su forma de verse a si mismo no era en imagen, pero en opinión era más que nada en que nadie hacia las cosas porque sí.
-Omega bonito~ - canturrió Jimin desde afuera. - ¿Pasa algo? Si quieres puedo pasar y ajustarte esa pijama o no sé...
Yoongi sonrío mordiendo su labio y las puntas de los dedos pasaban con rapidez sobre sus rodillas.
-Mas vale que no entres y no estés echando un vistazo a traves de la cortina.
Jimin se alejó con todo y su ojo curioso de la ranura del vestidor.
-¿Crees que soy un pervertido?
-Sí. - dijo seguro de su respuesta.
-No puedo evitarlo. - Jimin se apoyó a un lado del vestidor.
-¿Comprarás algo más? - Yoongi le preguntó mientras se quitaba las prendas de dormir.
-No creo, traje algo de ropa, ¿lo olvidas?
-Oh, es verdad. - Yoongi asintió y se puso su camiseta y después su overol.
Jimin de forma tardada miró por la ranura y se dio cuenta que el omega era veloz en vestirse. Soltó un suspiro al mirarlo así y sonrió enamorado.
La vendedora miraba desde lejos a la pareja y sonrió entretenida, se le hacía curioso como el alfa se había fugado de sus ojos para entrar a una zona de vestidores de omegas.
Por un momento deseó un amor así de intenso con feromonas rodantes por el lugar.
Después de salir de los vestidores, la beta los guio a ambos hasta caja y dejó Jimin que Yoongi pagara con su tarjeta. Yoongi en si se desempeñaba tranquilo y sabía hacer las cosas.
El alfa se imaginó lo feliz que haría a su omega cuando lo llevara a su cita en unos días más. Se imaginaba su vida en una pequeña casa, con una chimenea y un perro a su lado. Le alegraba demasiado saber que a su omega le gustaran los animales.
Yoongi, caminó seguro de sí mismo al seguir el aroma del alfa y sonrió al estar ya en sus brazos.
-La omega en la caja me preguntó si había olvidado la pijama en pagar.
Jimin miró las demás bolsas en sus manos y sonrió complacido en poder pagar otras prendas para él.
-No hagas caso, tal vez se confundió.
Yoongi alzó sus hombros y tomó su manos para seguir caminando.
Cuando habían llegado a la estación de Busan, Jimin consiguió un auto en renta con ayuda de Namjoon, agradecía demasiado el tener un alma noble como amigo, porque hasta ahora caía en cuenta que Namjoon era su mano derecha en negocios y también en la vida.
La música sonaba en todo el auto. Yoongi fingía tener un micrófono en su mano y cantaba con pasión la canción.
Jimin reía con cada desafino del omega y le hacía segundas con las notas altas.
El amor que se tenían era más que claro, se podía sentir en cada momento, pero sus circunstancias no fueron las mejores.
-Cantas muy mal. - Yoongi se río ante su opinión.
-Yo no estaba cantando. - repuso el alfa.
-Claro que sí o tratas de decir que canto mal. - se defendió yoongi.
-Obvio que sí. - dijo franco.
-Mas vale que te retractes. - sonrió.
Otra canción siguió y Yoongi carraspeo su garganta para continuar con su canto.
La lluvia era algo que no se esperaba, pero algo común en verano y esta al igual que el calor se sentía muy cálida y de sentimientos de estar en comodidad.
Yoongi dirigió su mano a Jimin en puño, pidiendo que siguiera cantando. El omega abrió su boca sorprendido, al escuchar la voz de Jimin.
-Debes estar bromeando. - dijo sorprendido Yoongi. - ¿Cómo que es que cantas asi?
-Debe ser de familia. Mi madre cantaba bien.
-Que modesto. - Yoongi se acomodó en su lugar. - Cuéntame más de ella.
-¿Cómo qué? - Jimin no recordaba si en sus conversaciones hablaron sobre ella.
-Tal vez iniciando con su nombre. - Yoongi dijo en broma, pero la verdad era que en realidad no sabía nada.
-EunYeong - dijo pronto. - Yo solo le decía Eun, dejé de decirle madre cuando empecé a ser adolescente.
Yoongi pestañeaba con atención.
>>No creas que fue porque me llevara mal con ella. - Jimin sonrió.
Yoongi palpó el tablero del auto hasta que bajó el volumen de la música.
-¿entonces? - preguntó Yoongi, doblando sus rodillas y sentarse por completo sobre asiento del copiloto.
-Es solo que ella era una persona liberal y muy amable a pesar de todo. - dijo.
A Jimin no le costaba hablar de su pasado aunque este doliera, pero resultaba muy benéfico cuando lo redactaba, siempre encontraba cosas peculiares en la historia así la repitiera una y otra vez.
Jimin apretó el volante y solo bajó la intensidad de la velocidad por la lluvia. Relamió sus belfos con el fin de tranquilizarse y volver a la plática.
-Algo que no heredaste de ella. - Yoongi sonrió.
-¿Cuándo perdonaras nuestros fatídicos encuentros?
-¡Jamás! - Yoongi gritó en respuesta y con alegría. Le gustaba molestar al alfa.
Jimin le gustaba seguirle el juego y sonreí al mirar tan bella sonrisa.
-Me ire castigado a una esquina. - dijo al omega.
-Hasta que estemos viejitos. - dijo Yoongi.
Jimin amaba la idea.
-Pero también nos haremos viejos con el resumen de tu vida. - dijo Yoongi.
-Entonces no me interrumpas.
Yoongi abrió su boca al ofenderse.
>>Prosigo. - afirmó su voz y Yoongi de nuevo le puso toda la atención. - Mamá era de aquellos espíritus libres y felices, lleno de arte por donde lo encontraras. Por ella me gusta el dibujo; recuerdo que ella no descansó cuando era niño hasta encontrar que era lo me gustaba o como ella lo decía "Mi don" - entrecomillo en el volante.
Jimin volteó a mirar Yoongi, y pudo sentirse cómodo y amado por la forma en que el omega lo escuchaba y la comodidad de su mejilla pegada al asiento.
>>Pagó muchas clases de canto, baile, aprendizaje de instrumentos, redacción en filosofía y fotografía con el fin de que me gustara uno como a ella, recuerdo que el baile se le daba muy bien y también el canto. De hecho fue por ello que conoció a mi padre.
-No hablas mucho de él. - me dijo el omega.
-No me gusta.
-No te apures o te agobies. - dijo rápido. - Puedo esperar a saber de ellos.
-Oh, muchas gracias. - su voz de Jimin sonó feliz y agradecida, pues en realidad había tanto que contar.
-Continua. - dijo.
-Bueno mi infancia fue regular como todo niño normal, pero todo cambio en la adolescencia. Fue cuando todo se acabó, mi padre nos llevó a la arruina y lo único que quedaba era el negocio de mi mamá, en realidad desde el principio fue quien lo hizó y no mi padre. Los ingresos también fueron bajando y antes de caer en la pobreza, mi padre tuvo la brillante idea de hacerlo bar y después notó el potencial de mi madre hasta convertirla en bailarina para alfas o los que se fueran acercando a ese lugar.
Yoongi frunció sus cejas y mordió su dedo pulgar.
>>En fin, mi madre bailaba noches y horas seguidas. Mi padre solo aprovechó todo, metió más bailarinas y mi madre fue quedando de lado e incluso yo también fui quedando de lado. Pues yo me cambié de bando eligiendo la crianza de mi padre ante la de mi madre.
Jimin pudo recordar muchas cosas que las había dado por muertas como lo era la soledad que su madre sufrió y como lo esperaba; estas eran las cosas nuevas encontradas en los recuerdos todo esto era a base de los nuevos sentimientos que el alfa tenía. Jimin había cambiado radicalmente y ahora se sentía sentimental redactando ante el omega.
-¿Cómo murió tu madre? - Yoongi no quería preguntar, pero la curiosidad le había ganado.
-Sus cartas redactaban que ella estaba bien, no les tomaba importancia e incluso tengo unas sin abrir en la oficina del negocio.
-O sea, ¿ella se fue? - el omega estaba confundido.
-Papá le fue muchas veces infiel y todo inició con una vecina. - la voz de Jimin dio un rasgo de incertidumbre en seguir esa parte de la historia. - Y ella se fue cuando se volvió a sentir amada. Yo comprendí su partida, tenía la suficiente edad para saberlo.
-¿Cuántos años tenías?
-Dieciocho. - contestó rápido. - Estaba tan sumido en mis asuntos que nunca resentí su ausencia. Así que su muerte fue algo sorpresiva.
-Lo siento mucho.
-No lo sientas. Su destino era tener a un mal hijo y un mal esposo, espero que su próxima vida tenga mejor vida. - el alfa pasó saliva.
Con ternura, Yoongi encontró la mejilla del alfa y pasó sus dedos por ella. El alfa olvidaba que sus verdaderos sentimientos también los podía resentir su omega y el pesar de su corazón.
Jimin era un claro ejemplo de que muchos jóvenes pasaban por cosas difíciles y el resentimiento de la depresión no era con esa exactitud de encerrarse en su cuarto hasta llorar, sino, encontrar en situaciones diferentes ese instinto de sentirse vivo a base de otras cosas.
-¿Y tu padre? - preguntó el omega.
-Será una persona que nunca conocerás y que nunca tendrá el placer de que te mire.
-Oh, eso sonó muy mal.
-No es que me lleve muy bien con él.
-Pero elegiste sus enseñanzas. - Yoongi bajó su mano de la mejilla de Jimin.
-Tomando malas decisiones desde hace mucho tiempo. Espero que tu amor me quite esa costumbre.
Yoongi no pudo evitar sonreír.
-Prometo dar lo mejor de mi para que se te quite esa maldición. - dijo.
Yoongi llenó de feromonas el carro, Jimin olfateó hasta el fondo y abastecerse con todo el aroma. El omega era su lugar, era su hogar y nunca lo cambiaria por nada.
Park quería preguntarle también a Yoongi sobre él, pero al llegar al edificio no pudo hacerlo tenían cosas más importantes.
(...)
Era divertido admirar a ambos el cómo intentaba cocinar. Namjoon había mantenido en buena forma el departamento por si alguien lo rentaba, claro que nunca hubiera imaginado que iba ser una pareja que el destino rabioso los unió.
Yoongi trataba de seguir las indicaciones leídas por Jimin y el alfa lo ayudaba con las cosas filosas o calientes; como lo eran drenar los fideos y después colocarlos en recipientes. También lo ayudo en asar la carne y picar una que otras verduras. Jimin pensó que con un poco más de experiencia, Yoongi sería fantástico en todo lo que sus manos pudieran tocar, por que simplemente él era perfecto.
-Eres brillante. - le dijo el alfa. - Un gran cocinero.
-Casi hiciste todo tú, alfa.
-Dije que eres genial. - Jimin no quiso aceptar nada. - Yo cocino espantoso.
-No lo creo. Todo huele delicioso. - Yoongi se le hizo agua la boca.
-Como no va estar delicioso, si tú le echaste los condimentos a la pasta.
Yoongi se sentía el omega más afortunado al tener un alfa muy lindo.
-Gracias, amor. - le sonrió.
Las risa no faltaban con sus conversaciones banales. La literatura que se forzó aprender Jimin, le llamaban la atención cada que Yoongi se refería a ellas y sonreía con la pasión en la que Yoongi se expresaba.
-¡Yo le dije: Nada que ver! - Yoongi dijo alegre. - O sea como lo iba saber literalmente. Para mi decir eso era gracioso, pero los otros jóvenes era extraño.
-No digas, Yoonie - Jimin trataba de no reír.
-Es que como iba a saberlo. Me culpaban por cosas que eran visuales. - sonrió. - Para mí en ese tiempo me dolía y ahora que lo pienso era muy bobo.
-¿Y tu hermano que hacia?
-Nada en realidad. Cuando éramos niños nos la pasábamos bien; jugábamos, nos acostábamos en el césped de la casa y él me contaba las estrellas y me las describía. El juraba que lo que hay en mis ojos es puro color negro, obvio que nunca lo sabré.
-¿yoongi alguna vez has pensado en la cirugía?
-Muchas veces, casi todo mi vida. Mamá decía que es muy cara y no puede costearla, era más fácil vivir con ello a que yo vuelva a ver.
Jimin había investigado sobre su ceguera y todo movimiento se debió haber hecho desde que era un niño o más bien desde que era un bebe.
Al alfa le dolió saber que Yoongi nunca lo conocería o mirará otras cosas por culpa de lo que llamaba familia. Pero a Jimin no le importaba, él podía ser sus ojos y no le costaba nada siempre sostener su mano como una vez se lo había dicho.
-Al menos tu niñez fue buena con tu madre.
Yoongi se removió incomodo.
-Ella al principio no me aceptaba, ella fue muy estricta conmigo hasta que llegó el inicio de mi adultes, fue ahí cuando ella se controló con muchas cosas. - dijo bajo. - Es fácil que mi madre pierda la cordura si no hago las cosas a su gusto.
Jimin parpadeo rápido.
>>Pero supongo que las reprimendas son normales en la crianza.
-¿Qué tipo de reprimendas? - preguntó Jimin, pero el omega bebió de su soda evitando cualquier respuesta.
-Las normales. - contestó después de beber. - Regañadas de cosas infantiles.
Jimin temió por lo mucho que Yoongi se ha callado y le quitaba ese lado valiente.
Después de terminar de platicar, ambos recogieron las cosas y fueron directo a su habitación. Jimin había preparado el agua tibia para bañarse, el cual primero había pasado Yoongi y seguido el alfa.
El castaño escuchaba al alfa bañarse y mientras eso pasaba, Yoongi buscaba entre las bolsa señaladas e indicadas en ropa. Él golpeaba con su talón la impaciencia de buscar la ropa interior y la nueva pijama. El sonido de la lluvia golpear la ventana le daba un poco de paz, su atareada mente había estaba volando en tantas situaciones que solo agradecía por el ambiente tan cómodo.
Durante todo el viaje se había enfocado en disfrutarlo y acomodarse a lo que sería su nueva vida, se había hecho la idea que permanecerían muchos días alejados de todos y que estos les permitiera conocer nuevas cosas de ambos, por el bien de sus lobos. Prometió no hacerse daño y no hacerlo a otras personas.
El omega seguía buscando, hasta que la sensación suave entre sus dedos lo sorprendió; su mano sacó de la bolsa la tela y está la llevó hasta sus labios con el fin de sentir más la textura. Sabía que eran bordados y tela hueca con sensación resbaladiza.
Yoongi no era ajenos a ellos, pues en su niñez la curiosidad lo llevaba a la habitación de su madre e investigaba que había dentro de los cajones y no hace mucho Taehyung le habló de unos conjuntos que quería comprarse.
El sonrojo de sus mejillas fue fuerte al enredarlo más sobre sus dedos y se sintió avergonzado por su cuerpo con aquellas prendas. Un avergonzamiento que era más que nada, por saber cómo se sentiría Jimin al mirarlo de esa forma. Si Jimin lo habría comprado era precisamente para que se lo pusiera en alguna noche, día o lo que fuera.
"Al llegar a Busan nos casaremos"
Tal vez esa era su luna de miel adelantada. Pero Yoongi deseaba adelantarlo más, aun así, unidos ya estaban.
Buscó más cosas en la bolsa de papel y al asegurarse que ya no faltaba nada, salió casi corriendo palpando el lugar y no chocar por su ansiedad en emoción.
Jimin salió después de un buen rato, observó la habitación y notó que Yoongi no estaba acostado como ya lo habría imaginado, pues se suponía que los dos se iría acostar ante el cansancio, pero el omega no estaba por ninguna parte.
Jimin caminó directo a la pequeña maleta que había llevado y se colocó su bóxer y después deslizó por sus torneadas piernas el pantalón de franela para dormir. Caminó hasta las cortinas del que eran la entrada al balcón y tiró de ellas para cerrarlas.
Jimin se hincó sobre la cama con el fin de acomodarla y ajustarla para dormir. Dio un vistazo al reloj y notó que eran apenas la una de la mañana. Le agradaba que las horas con el omega se sintieran lentas. Se colocó los lentes de aumento y se acomodó sobre las sábanas para después iniciar su reciente hábito de la lectura.
La puerta de la entrada rechino solo un poco y la figura de Yoongi se asomó por el umbral, Jimin se emocionó al notarlo entrar con su pijama nueva.
-Sé que puedes llegar a tiempo para leer un poco. - Jimin dio unos golpes sonoros sobre la cama para señalar que lo esperaba.
-Espera un poco. - le avisó Yoongi.
Jimin regresó su vista a la página del libro y el relámpago alumbró en un pequeño santiamén.
>>¿Jimin tienes prendidas todas las luces?
La pregunta del castaño, lo confundieron solo un momento y después miró todo la habitación.
-Sí, amor. Es que voy a leer un poco.
-Deberías apagarlas solo un rato.
-¿Por qué?
-¿Podrías dejar solo una luz y que sea la más tenue?
Jimin observó la luz menos tenue y se dio cuenta que era la que estaba sobre el arco arriba de su cabecera. Una luz blanca pero que alumbraba hacía enfrente con tranquilidad y justa para observar el libro sin problema.
El alfa se paró para apagar las luces y no dejaba de mirar a Yoongi con cierta curiosidad ante su sonrojo espontaneo al escuchar los pasos por todas partes de la habitación. Pronto el cuarto había quedado en penumbras y los relámpagos ahora si eran flashes de luces socorridos por la naturaleza. El goteo permanente contra la ventana y el sonido del silencio era un estado de espera al omega. El ambiente se colocó particular y sostenido en feromonas que el omega lanzó.
Jimin regresó a su lugar en medio de la cama y tuvo una perfecta visión de Yoongi caminando en penumbras. A pesar de que todo, estaba muy bien cerrado, la frescura del viento se colaba por pequeñas ranuras existentes de un mal acabado de las ventanas.
Yoongi frotó sus brazos ante la sensación y ahora no sabía cómo iniciar con el juego. Los nervios se colaron también por su piel y la inseguridad crecía en su vientre.
-Estas muy pensativo. - la voz de Jimin lo atrajo a su realidad. - Mejor ven a dormir, ya he calentado tu pedazo de cama. - le dijo cálido.
Yoongi sonrió y solo fueron sentimientos encontrados por la conexión que de nuevo comprendió en seguridad. Sus piernas sintieron ese temblor y el cosquilleo en sus palmas de las manos.
Jimin miraba de reojo a Yoongi alejarse para pararse un poco más cerca de la cama de suaves telas, o así las describiría el alfa ante la fricción de su vientre desnudo.
-¿Jimin podríamos escuchar música?
-No tienes ganas de dormir, ¿eh? - le dijo.
-No es eso, es que me dieron ganas de escuchar una canción antes de dormir.
-En ese caso, ven a escucharla conmigo. - Jimin insistió en que se acostara con él.
-En un segundo voy, solo acomodó unas cosas. - avisó.
-¿Cuál es el nombre de la canción?
-One night only. - dijo rápido.
Jimin tomó del pequeño buro de madera su celular y lo desconectó de la conexión. Desbloqueó su móvil y sin pensarlo tecleo buscando la canción.
El ritmo lento le llamó la atención a Jimin y este lamió sus labios sin levantar la mirada, pues su concentración estaba por completo hacia la traducción de la lírica.
No se daba cuenta de que cierto omega, desabrochaba con cautela los primeros botones de su camisa de dormir, que intentaba ir al ritmo de la música al caminar en pasos lentos y seguros de lo que estaba a su alrededor, aunque en la realidad apenas sabía que estaba sobre la alfombra.
-¿Esta seguro que...
Jimin no terminó de hacer la pregunta al mirar como su omega; se detuvo en medio de lo era el camino a la cama.
Yoongi había terminado de desabotonar la camiseta y esta se fue deslizando por sus hombros en una forma tan lenta que Jimin entre penumbra apenas podía visualizar, pero aun así, sus feromonas se esparcieron por todas partes.
Yoongi al inhalar, se llenó de seguridad desmedida y sus finos dedos estiraron el elástico de sus pantalones con el fin de irlos bajando hasta que estos hicieran fricción con sus piernas y los leves y muy pequeñas chispas de electricidad se notaran por la oscuridad. Sí, yoongi se sentía caliente y osado.
Sacó el omega sus pies del montón de tela y con cuidado este lo hizo a un lado. Jimin sintió ese calor y ese contrajo, al encender la otra lámpara de su buro. Observó con descaro, el cómo se veía el delicado y cauteloso conjunto de lencería erótica.
Miró cada relieve de bordados formando una serie de flores y pequeñas grecas en tiras de dibujos que concluían en hilos finos de transparencia. Se deleito, al notar el contraste tan acertado de sus clavículas blancas y el negro de las flores. Sabía que el cuello alto de encaje se notaría refinado sobre él, que sus bonitas tetillas no necesitaban ocultarse en el mesh punteado y los arneses en tiras; rodeando sus cintura hasta las caderas, solo resaltarían su hermosas curvas.
La transparencia de la tela formaba líneas curvadas sobre ella al iniciar su pelvis. El triángulo de transparencia para cubrir su miembro, era tan suave y fino que solo demostraba lo sensible de toda esa zona. Sus piernas eran adornadas con ligueros sujetados a bandas de tela de encaje que rodeaba cada muslo.
Jimin se sentía tan extasiado ante tal bella y gloriosa imagen, adoraba su cabello amarrado en un moño de media coleta mientras mechones leves de cabello caían por su cara.
-¿Te gusta? - preguntó el omega.
Jimin no dejaba de observarlo, quería absorber cada parte hasta con la mirada y dejarlo sin esencia. Yoongi tenía esa sonrojes de inocencia que hacía enloquecer a su alfa. Jimin no tenía lengua y voz para decir algo al respecto.
El omega trago grueso y conforme a la música comenzó a moverse. Sus pasos iniciaron torpes, pero aun, la idea de mover esas caderas en vaivén lo inspiraban a entregar lo mejor de él. Jimin mordió su lengua, quitó el celular de sus piernas cubiertas por los edredones y lo dejó junto a la lampara. El alfa se acomodó sobre el respaldo de la cama y el frío toque de madera apenas fue percibido ante lo caliente de su cuerpo.
La lluvia seguía cayendo sin contraer una tregua, pero casualmente eso lo hacía mas íntimo. Jimin quitó de un jalón los edredones de sus piernas y rápidamente se paró y caminó sin quitar la mirada del cuerpo semidesnudo de Yoongi. Miraba como el ombligo de Yoongi se estiraba con cada movimiento y deseoso quería dejar un beso cerca de este. Jimin se sentó con piernas abiertas enfrente del omega, sus manos se estiraron y fueron directo a sus caderas. El omega ante el pequeño y suave jalón sonrió. Por fin había logrado esa atención.
Las manos de Yoongi se paseaban por su pecho, rozando sus pezones en eróticos movimientos de baile apenas aprendidos. Sus rodillas se flexionaban un poco con el fin de hacer nuevos movimientos de cadera de un lado a otro.
Jimin mantenía su ceño fruncido en seriedad y su labio era mordido en cierta opresión. Su mano izquierda estaba estirada por atrás de el con el fin de recargar su toroso, hacerse para atrás y tener mejor vista de su omega; mientras que su mano derecha pervertida, daba esos toques sobre su miembro y la franela del pantalón de por medio.
Yoongi giró muy lento sobre sus puntas de los pies, dejando expuesto esos glúteos respingones ante la delgada braga que apenas si lo cubría. Jimin gimió por lo bello que era su espalda adornada con las tiras negras y esa pequeña flor al inicio de su coxis.
Jimin quería pasar su lengua por esa nalgas hasta morderlas y darles unas buenas bofetadas y que su rojes combinara ahora en tres colores. Su miembro dolió y palpito al imaginarse como haría a un lado esa cinta de sus bragas para darle acceso a su entrada.
Yoongi solo sentía la música como alguna vez su alfa se lo había sugerido. Al momento que se agachó le dejó a Jimin esa mirada lujuriosa en muy buena definición.
Jimin llevó su dedo índice hasta su boca y mordió su nudillo. Yoongi no estaba teniendo compasión de nada. Por ello, Jimin no aguanto más y se enderezó hasta tomarlo de las caderas jalarlo hasta él y darle un beso de labios al inicio de su coxis. Yoongi jadeó en emoción.
La imagen desde lo lejos era exactamente a un Yoongi tratando de bailar y un Jimin abierto de piernas para que su omega se moviera dentro de ellas.
El pelinegro ayudó a guiar los movimientos de baile mientras su manos delineaban las piernas del omega, amaba la textura de su piel. El omega delineaba con su manos sus glúteos y estas iban subiendo lentamente. Yoongi conocía el cuerpo humano, pero hacerlo de esta forma era mil veces mejor. Jimin lo acomodó mejor y lo fue sentando sobre él; el alfa abrió las piernas del omega para que estas pudieran está en horcajadas y Yoongi pudiera balancear lento sobre la pelvis de Jimin.
Jimin besaba los omoplatos del omega y sentía como la tela de su pantalón se humedecía al remarcar movimientos sensuales de baile. Sus manos habilidosas se pasearon por sus piernas hasta llegar a la entrepierna de Yoongi.
Los dedos de los pies del omega estaban en punta sobre la alfombra y su cabeza se dejó caer por el hombro y el pecho del alfa.
Jimin suspiró al notar su cara sonrojada y sus labios rojos por tenerlos apretados.
-Que hermosa forma de reafirmarme que todo lo que eres, es solo para mi y que no le va a pertenecer a nadie mas.
Los pulgares de Jimin apretaban los pezones de Yoongi con esmero, el tono rosácea de sus botones erectos aumento por la fricción de la yemas de Jimin. El omega comenzaba a lubricar cada vez mas ante su excitación, pues amaba cada vez que Jimin lamia su cuello y lo chupeteaba a su antojo.
Las manos frías de Yoongi, sujetaron las de Jimin con el fin de guiar donde quería ser tocado y asi sus suspiros quedaran al aire con más continuidad.
El castaño sabía que desde su primera vez, existía ese punto de curiosear mas en temas como lo era el sexo. Yoongi no criticaba por cuantas personas habrían pasado el cuerpo del alfa, pero sí le importaba que él fuera el último en brindárselas. El omega aceptaba lo promiscuo que fue Jimin y en su mente solo pasaba que fuera tan experimentado y le agradaba que se lo demostrara a él cada que lo tomaba con fuerza.
Yoongi no aceptaría ante los demás lo deseoso que estaba por estar con una persona así, pues a pesar de que su madre se lo negara en cada celo, él conocía mas cosas a base de las lecturas eróticas. Sí, a Yoongi le gusta el sexo y no había más explicación acerca de ello.
El omega se paró de sus piernas y se volteó con el fin de tenerlo de frente, sus lagos dedos se posaron en los hombros del alfa y Jimin sonrió lascivo al mirar que con cierta rapidez; Yoongi iba bajando hasta quedarse en cuclillas.
Desde arriba, la vista de Jimin era afortunada por tener de una manera tan pasiva a Yoongi. Sus mechones del omega se volvieron húmedos por el esfuerzo del baile y se pegaban a su sien; sin pensarlo dos veces los retiro de su cara y llevando hasta su boca el exceso de sudor que habían quedado en sus yemas.
Yoongi, sonrió ladino y se fue acercando cada vez más a la entre pierna de su alfa, se relamió los labios ante el fuerte aroma de mirra que brotaba de su hombría y por un momento se sintió dichoso de que también este le perteneciera. Jimin puso sus palmas de las manos en cada lado de la cabeza de Yoongi con el fin de que el omega no se acercara mas, pero tampoco lo alejaba del todo y menos cuando el omega se fue levantando tan lento, respirando cada parte y sacando su lengua para delinear los abdominales del alfa.
Jimin no pudo evitar dejar salir un jadeo expresivo de la fascinación, su respiración se comenzó agitar cuando Yoongi metió su boca uno de sus pezones. Amaba que su omega tuviera esa iniciativa con sus cuerpo.
Las plantas de los pies de Yoongi por fin estaban con firmeza sobre la alfombra, sus besos pararon de su pecho hasta su cuello y formaban pequeñas adsorciones.
Sus manos del omega tantearon los hombros de Jimin y se sujetaron con fuerza al posicionarse su piernas de lado a lado con el fin de las piernas del alfa quedaran entre las suyas.
Jimin, lo abrazó con fuerza dejando sus palmas sobre las vértebras de Yoongi; el omega mecía sus caderas rozando sin osadía el miembro erecto y duro de Jimin. El castaño lo podía sentir, y también lo podía imaginar en tacto dentro de él.
-Quiero tenerlo dentro de mí de nuevo. - la voz gruesa de Yoongi, erizo los vellos de Jimin.
-¿Quieres hacerte cargo tu solo? - le respondió. - Sí tanto lo deseas, puedes tomarlo como quieras.
-Quítate el pantalón. - un mandato en voz levemente frágil, pero con seguridad.
Jimin en un solo movimiento, posó al omega de espaldas contra la blanda cama y se alejó del cuerpo de Yoongi. El omega sintió el frio de la lluvia ya sonada por la intensidad de las gotas y los relámpagos le ayudaban a Jimin a mirar con hambre, el cuerpo dispuesto en piernas abiertas del omega, con rapidez caminó hasta su maleta tirada y de ella sacó una caja de preservativos; el omega ya reconocía ese sonido de plástico al ser fruncido, una sonrisilla salió de su boca.
El pantalón del alfa cayó rápido sobre la alfombra y Jimin se arrodilló enfrente de Yoongi, se introdujo entre sus piernas y se dejó caer sobre su cuerpo con el fin de que sus manos se metieran entre la espalda del omega y la cama; con fuerza lo corrió hacia arriba de la cama y se emocionó por el hecho de que tuvieran tanto espacio a su alrededor.
La cama nunca iba a estar fría para ninguno de los dos, pues ellos era el complemento perfecto ante la necesidad de conseguir calor y obvio que lo lograban.
Jimin alzó una pierna del omega hasta posarla completamente estirada sobre su hombro, la dejó reposando ahí y su mano derecha tanteo la delgada y mojada braga del omega.
-Estas tan húmedo que no hay necesidad de prepararte. - le dijo déspota.
Yoongi le gustaba cuando le hablaba de aquella forma. Jimin fue haciendo a un lado la tira y el triángulo de tela transparente, dejando ver poco a poco el miembro del omega; su palma jaló hacia abajo con el fin de quitar también la tira de entre sus nalgas.
-Mmmh - jadeo en gusto Yoongi al sentir el roce de sus dedos del alfa en su entrada.
Frunció el ceño después de ya no sentirlos.
-Me gusta que lo pidas y mi orgullo es grande ante tu necesidad.
-No hagas más lento el tiempo. - las gotas de su frente también estaban deseosas de seguir brotando.
-Se supone que ese hermoso conjunto te lo pondrías después, pero tu curiosidad fue mas grande.
-Por que el esperar si solo es una prenda.
-Una prenda que te hace ver tan caliente. - Jimin hacia tiempo para colocarse el látex por toda la anchura de virilidad.
-No puede ser tan especial.
-Para ti no, pero para mi y cualquiera que te vea así, créeme que no.
-No me convencen tus palabras. - dijo pícaro el omega.
Si algo había leído el omega, es que si provocabas en muy pequeños celos a tu pareja dentro de ese momento la recompensa sería mejor. A Yoongi le curioseaba el saber que tan salvaje podía ser Jimin, amaba que siempre lo hicieran tierno, pero el conjunto no inspiraba a eso.
>> Tal vez cuando te vayas a un lugar pida más opiniones. - dijo.
Jimin alzó sus cejas en sorpresa y mordió su belfo inferior.
>>Una opinión a alguien que me convenza y después me pida modelar mis caderas para él.
Jimin ajustó su mandíbula y miró la ventana a lo lejos. Yoongi dejó su sonrisa al ya no sentir la presencia del alfa cerca de él y su pierna fue aventada.
Jimin maldijo que estuviera lloviendo, corrió hacia a los lados las cortinas y sin importar abrió la ventana.
El frescor y la brisa se coló por la habitación. Yoongi se le crisparon los vellos y jadeo ante las microscópicas gotas de lluvia, su cuerpo seguía deseoso, por ello sus manos se posaron en su pecho.
Pero en un jalón, Jimin lo tomó de la mano y lo levantó con brusquedad.
-¿Asi que te gustaría que te vieran? - la profunda voz de Jimin lo éxito mucho más, pues este no era una simple pregunta. - Pues a mi gustaría que vieran como te folló y gritas mi nombre.
Yoongi ya no le agradó la idea, Jimin lo cargó ante la desesperación de los pasos torpes.
>>Hagamos la escena romántica con la lluvia.
Las gotas de lluvia, pegaron en sus cuerpos desnudos. Yoongi tenía muy abiertos sus ojos y sus jaloneos en querer separarse no eran tan fuertes.
-¡Estas loco! - gritó. - ¡No lo haremos aquí!
Yoongi no podía creerlo, pero tampoco se esperaba que Jimin lo posara en lo frío del balcón y colocara sobre el mojado metal en su pecho. Sus pezones se erizaron y él soltó un gemido ante la sensación.
La lluvia ya había empapado sus cuerpos y los cambios de temperatura estaba siendo calibrados para que no se perdiera esa excitación. Jimin solo aceptaría una oposición más de su omega o un enojo para parar, pero casualmente Yoongi no siguió oponiéndose en nada.
Las manos de Jimin tomaron con cuidado las muñecas de Yoongi y las cruzó por su espalda; su pecho del omega se recargaba en el barandal del balcón. Jimin le siguió dando tiempo de oponerse, pero no pasó nada cuando él abrió las piernas del omega.
Entonces el alfa, bajó a medias las bragas del omega y con su mano derecha abrió sus nalgas dispuestas a recibirlo de golpe.
Yoongi, abrió su boca ante la opresión rápida de su entrada. Las gotas caían por completo en su espalda y estas se escurrían por su cuerpo. No lo iba a negar, le agradaba cada que las gotas se corrían provocando cosquillas en su piel.
-Eres tan fácil que no me detienes. - Jimin habló con fuerza para que la lluvia no fuera un impedimento al ser escuchado. - Conmigo lo tienes todo, no necesitas mas opiniones que no sean la mia.
Jimin comenzó con el vaivén de las penetraciones al creer que ya era pertinente. Yoongi, se le calentó el vientre y se sintió completo. Las palmas frías de Jimin, se posaron en la extensión de sus caderas y sus yemas se hundieron en la carne al iniciar las embestidas cada vez mas continuas.
-Te encanta que te folle, que te la meta hasta el fondo.
Yoongi se sonrojó con intensidad, al ser soltada una verdad. Jimin miró con lujuria cada que su miembro salía y entraba con facilidad, el clima y la excitación de Yoongi le permitía todo.
>>Pero nadie es mejor que yo. - Jimin demostró lo envidioso que puede ser. De todas maneras no era una persona buena, enamorada tal vez, pero buena nunca.
-¡Jimin! - Yoongi sintió flojas sus piernas en el momento de que Jimin bombeo con rapidez su miembro.
-Anda grítalo. -mandó y tendió una nalgada fuerte y que le ardió al omega por lo mojado de su piel.
Jimin aumento las embestidas y trataba que su glande saliera casi por completo y tocara ese punto infernal para los nervios del omega.
-¡Ji-jimin... - el omega comenzaba a balbucear.
El alfa con su rodillas abría las piernas de Yoongi con el fin de que no las cerrara.
>>¡Es-espera~! - Yoongi trataba de mantener esa cordura, pero el jaloneo de sus muñecas le fascinaba. - ¡No! ¡Jimin~!
El chapoteo era mas sonoro gracias al agua y cada que pegaba con fuerza piel contra piel. Yoongi apretaba sus dientes y no dejaría que sus gemidos fueran escuchados, pero Jimin le dio dos nalgadas seguidas.
-¡Oh! - gimió ante el delicioso ardor. - ¡Mierda! - Yoongi se sentía tan cerca de su orgasmo.
-Yoongi eres tan sucio. - rió Jimin, su mano manoseaba la nalga rojiza de Yoongi.
-¡Mierda, sí! - gritó Yoongi. - ¡Sí lo soy!
Jimin sonreía complacido, apretó con fuerza el miembro de Yoongi y tapó con su pulgar la uretra.
>>¡Serás hijo de perra! - Yoongi abrió su boca en negación y desesperación por no liberarse.
Y no era por que no pudiera liberarse, pero mentalmente se obtiene una barrera para retenerlo.
-No lo harás hasta que yo lo permita, omega grosero. - Jimin seguía sonriendo.
-¡Por favor, alfa! - gritó Yoongi y su boca se abrió mas dejando unas gotas de saliva salir de sus labios.
A pesar del todo lo mojado del ambiente, el omega tenia la boca seca y sus pulmones trabajaban cada vez mas al querer respirar por la boca.
-No. - negó jimin.
Jimin golpeaba su próstata con dureza y eso volvía loco al omega. Yoongi forcejeo para liberar sus muñecas y así quitar la mano de Jimin de su miembro.
El alfa sintió burbujear su vientre en fuego y su mano fue debilitando su agarre y su cabeza la hizó hacia atrás al sentir su pecho vibrar con los palpitares de la emoción del orgasmo. Yoongi aprovechó el momento y quitó la mano del alfa de él.
-¡Ah, ah, sí! - la voz del omega era sonora ante la lluvia que había dejado de ser fuerte para solo caer en un chispeteo continuo.
El hormigueo en ambos vientres representaba esa liberación salvaje de sus esencias. Yoongi quería desparramarse sobre sus rodillas, pero Jimin lo jaló de su cabello y lo posó sobre su pecho, lo cargó y se adentró en la habitación.
Jimin lo aventó y el cuerpo del castaño rebotó contra el colchón.
-Ahora abre esas piernas. - mandó.
Yoongi se avergonzó esporádicamente.
>>Te sonrojas después de una buna cogida en el balcón, después de que gemías mi nombre y me decías hijo de perra. Omega eres, el colmo.
-Nunca me subestimes. - Yoongi abrió sin pena las piernas y él mismo hizo a un lado las estorbosas pantaletas.
Jimin se embobo con tremenda imagen y se fue quitando el condón cargado de su semen, corrió al buro por otro y se lo colocó.
-Amo que seas desvergonzado, pero no hay que perder la tradición de comerte esa deliciosa entrada. - Jimin cerró la ventana y también las cortinas. - En cuatro, ahora.
Yoongi sin chistear le hizo caso y se sorprendió ante lo obediente que Yoongi era.
El pelinegro secó su torso con una toalla y la tiró a un lado al posarse en rodillas sobre la cama. Jimin masajeo con fuerza las nalgas del omega y las estiró hasta dejar ver su lado favorito.
>>Nunca te lo he descrito, pero es muy lindo, blando y completamente abierto y dispuesto a mi miembro. - díjo lepero.
Yoongi hizo puños las sábanas mojadas por su piel y cabello; abrió la boca cuando la rápida lengua de Jimin se adentró.
Jimin inundó su cara entre sus glúteos y absorbía con vivaz alivio todo del omega, era una tradición en su sexo.
-Con tu esencia y el sabor de frutas por el condón todo lo hace más delicioso.
-No digas eso. - Yoongi temblaba ante sus toques y se acaloraba en placer. - ¡Ah! - se sorprendió de repente.
Jimin sonrió malvado y pasó sus brazos por debajo de su vientre y sin avisar, jaló de las caderas de Yoongi mientras este enderezaba su torso. Yoongi quedo doblado con su pecho pegado por completo en la cama, sus brazos estaban hacia arriba con sus yemas de sus dedos rozando la cabecera.
El alfa se abalanzó directo a la entrada de Yoongi, los dedos del pie del omega se apretujaban ante el placer y las gotas de sudor de ambos se corrieron por su frente.
-Ngh, s- siii...
Yoongi se retorcía por todas esas sanciones cada vez menos desconocidas, se planteó por un momento que Jimin seria el único quien lo pudiera tocar de esa manera y lo aterraba, pero nada que unos lengüetazos lo despreocuparan al instante.
Jimin babea y los fluidos de Yoongi se combinaban iniciando pequeñas gotas desbordantes alrededor de su boca.
>>¡Justo ahí! - le indicaba Yoongi.
Jimin se abrazaba y apretaba su vientre con fuerza tratando de mantener firme al omega, pues Yoongi no dejaba de temblar y querer caer en espasmos
>>¡Ah! - gemía el omega.
Jimin se alejó y un débil hilo de saliva se fue colgando ante la separación. El alfa no se sintió satisfecho al no saber como se mostraba Yoongi y por ello lo volteo con algo de brusquedad y ahora sus piernas descansaban sobre sus hombros completamente abiertas. Yoongi llevó sus brazos a su cara con el fin de ocultarse y seguir con el cosquilleo de su vientre.
-Me haces arrogante cada vez que te muestras avergonzado. - díjo Jimin con una sonrisa plantada en su cara. -Déjame ver tu cara mientras te penetro con mi lengua.
Yoongi no quería despegara sus brazos de su rostro, pero al final lanzo muchos suspiros y Jimin lo hizó quitarlas a la fuerza cuando hundió una vez mas su rostro. De reojo observó como Yoongi estiró sus brazos a los lados y apretaba las sábanas. El lagrimeo de sus ojos era muy bonito y excelente al miran como rodaban por su sien. La lengua de Jimin se movía por todas parte, en círculos, el metía, y sacaba y recorría la hendidura de las nalgas de Yoongi.
Orgulloso se alejó y sonrió satisfecho de ahora si admirar a su omega en sonrojado.
-Me excitas tan rápido de nuevo, que me gustaría dejarte ya preñado y no preocuparme por cuantos condones usare. - le dijo.
-No me tientes a querer sentirte una vez más sin nada. - le dijo Yoongi en voz apenas sonora.
-Solo bastaron dos meses para tenerte en mi cielo. - Jimin no podía evitar ser romántico con su omega.
Jimin fue quitando las piernas de Yoongi de sus hombros y estos se encogieron cuando el omega se hizo un pequeño ovillo frente de él. Pero Jimin rápidamente lo tomó de su tobillo izquierdo y lo posó de nuevo sobre su hombro y fue en ese momento que lo fue penetrando con mucha presión. Yoongi abrió sus ojos sorprendido, sus nervios lo traicionaron apretando su entrada y su cuerpo comenzó a temblar.
-¡Oh! - gritó en sorpresa Yoongi.
Jimin dobló su pierna alzada y la fue bajando hasta que la rodilla de Yoongi pegara levemente con su pecho, Jimin apoyó ambas manos sobre su pierna y fue entrando lentamente ante la opresión del omega en su entrada.
Yoongi cerraba con fuerza sus ojos y sus lágrimas eran vistas desde arriba ante la vista de Jimin. Los labios de Yoongi se mostraron rojizos y sus manos estaban en puño manteniendo la presión de sus cuerpo.
-¿Duele? - Jimin preguntó. Pues hace un rato no había sido gentil y pudiera que Yoongi ya estuviera cansado.
-No, claro que no. - dijo. - Solo tengo que volverte a aceptar.
Jimin quitó las manos de sus piernas y las colocó en cada nalga con el fin de estirarlas y así adentrarse más rápido.
-¡Ngh~!
Yoongi por fin era completamente penetrado y su espalda se curvó por la cama, Yoongi se acarició el vientre y por un momento le estorbaron los arneses que lo adornaban.
Jimin lo entendió y desabrocho cada uno de ellos con el fin de él se sintiera liberado del vientre.
-Joder, Jimin. - el cuerpo de Yoongi, empezó a transpirar y el sentimiento de plenitud lo fue embargando.
Sus ojitos del omega se cerraban y solo lo hacía abrir esa bonita boca que Jimin deseaba comerla por completo. Por ello, bajó de nuevo su pierna, solo se quedó sobre él y se abalanzó a sus labios. Jimin peinaba con suavidad su cabello y absorbía cada aliento del omega.
Cualquiera que viera la escena de ambos a lo lejos, se notaria como una pose común, pero no sabrían que ahí les gustaría siempre pertenecer, sus brazos eran ese lugar seguro de ambos.
Jimin se apoyó sobre su codo y su otra mano no dejaba de acariciar el cabello del omega. Se juró grabar bien esas facciones hasta que su lobo reconociera en cada vida ese hermoso omega angelical.
-Abrázame Jimin. - pidió el omega. - Quédate así.
Yoongi sorpresivamente acorraló su cuello y se apretó a él como un koala.
-Te amo Yoongi.
-Yo también te amo. - le confirmó.
El pelinegro aspiró su aroma y se conformó con todo. Y entonces se deshizo el abrazo y Yoongi posó sus palmas sobre sus mejillas y le dio un profundo beso.
-El huir ha sido nuestra mejor decisión, Jimin. - las lágrimas de Yoongi bajaron y Jimin se llenó de esa emociones haciendo lagrimear también.
-Por favor nunca te arrepientas de estar a mi lado. - Jimin imploró, pero Yoongi creyó que solo era un ruego por el momento.
Yoongi se dejaba guiar por el beso y doblaba sus piernas por los aires hasta rozar sus talones con las nalgas del alfa.
La oscuridad ni siquiera era notada, cuando a Jimin le bastaba con solo ver su rostro en satisfacción del omega. El ambiente olía a ellos, pero ya era algo tan casual que no sorprendía, mas siempre los enamoraba conforme pasaba los segundos.
-Por favor, vuélveme loco. - pidió Yoongi. - Déjame impregnado aun mas de ti.
Jimin entrelazó su dedos con los de Yoongi y ambos sonrieron.
Jimin de un momento a otro quitó el encaje de las clavículas y lo aventó en algún lugar de la habitación. Sus manos bajaron hasta sus piernas y las abrió en fuerza. Jimin se posó a un lado de él y pasó un brazo por debajo de su rodilla del omega enganchándolo para abrirla y también pasó un brazo por debajo de su torso para abarcar su pecho y oprimir con fuerza los pezones rosados de Yoongi.
Jimin sujetaba bien su pierna y penetraba con rapidez y fuerza mientras besaba su cuello dejando marcas rojas y blancas ante el corte de sangre cada que mordía su delicada piel.
-¡Oh! ¡Me gusta!
-Siempre tan lindo y dispuesto. - susurró Jimin en su oído.
Su nariz se hundía con facilidad en sus cabello ya despeinados y sedosos por lo húmedo. La fuerza de sus caderas saceaban por completo a ambos.
Desde las primera veces que Parka había mirado a Min por los pasillos, su recuerdos y admiración era por su piel delicada y sensible, y por eso Jimin daba pellizcos por todas partes, por su ombligo, pecho, vientre, costillas y solo amaba como su piel se tensaba y sus músculos también provocando contraer su entrada y apretar su miembro dentro de él.
Sorpresivamente, Yoongi eyaculó y su esencia salió por todas partes. Jimin lo sostuvo y se embelesó más al mirar como Yoongi se estremecía en sus brazos.
Jimin sabía que podía hacerlo llega de nuevo, por eso él se colocó aún mas de lado y cuchareo el cuerpo de Yoongi; su mano que estaba por debajo del cuerpo de Yoongi corrió hasta su cuello y lo presiono muy suave mientras que la otra se encamino hasta su miembro y comenzó a bombearlo.
El alfa daba besos en sus hombros y penetraba con rapidez . Los besos subían y llegaban a su mejilla cada que el omega se retorcía hacia atrás y dejaba repetir el orgasmo.
-¡Ah!
-Me gustas mucho Yoongi. - dijo bajo el alfa.
-Tienes que córrete tu también. - le dijo apretado.
Yoongi se deslizó de él y en un momento este con piernas temblorosas se colocó con rodillas y manos sobre la superficie blanda, alzo bien su redondo culo y lo dejó en vista de Jimin.
El pelinegro no se iba a negar, se colocó de rodillas y pero sin antes de agarra el mentón de Yoongi y dejar un casto beso de agradecimiento
Jimin embestía con rapidez y dejaba marcado sus dedos en los glúteos de Yoongi, el vaivén eran un mete, y saca y después en círculos.
-¡Mmmh! - casi gruñía Jimin, sus gotas de sudor brotaban como flores en primavera alrededor de su cuerpo y estas rebotaban al caer en el cuerpo de Yoongi.
Ambos estaban tan despeinados y hechos un desastre; un peculiar y perfecto desastre de jadeos sonoros y chapoteos ahogado en la habitación.
Jimin con habilidad se enredó en brazos con Yoongi y se dejó caer de espaldas. Yoongi de un momento a otro era quien lo montaba de espaldas a su cara del alfa.
-¡Ugh! - jadeó al sentir mas profundo el miembro de Jimin.
El omega se acomodó con sus piernas de lado a lado y comenzó en pequeños saltos con el fin de complacer a su alfa, pero él también se sobre estimulaba.
Min sobaba su vientre bajo y trataba que todos sus movimientos no fueran torpes, su alfa lo ayudó guiando con sus manos los brincos del omega.
-Oh~ - gimió Jimin. - Más rápido amor. - pidió con voz baja.
-¡Ngh~! - Yoongi también jadeaba, al sentirse con ese calor en su vientre.
Pero el castaño se deslizó para que el miembro de Jimin saliera y este pudiera voltearse enfrente de Jimin. Todos los movimientos eran guiados por medio de la intromisión de Jimin, era por eso, que ellos se sentían tan unidos y conectados en el momento de intimar.
Yoongi se dejó tirar sobre el pecho del alfa y se acomodó con el fin de que Jimin de nuevo lo penetrara.
El omega repartía besos, por todas partes; besaba con amor su cuello y jalaba con sus dientes el trago de su oreja. Jimin alineó su miembro y jalo a los lados sus glúteos para poder ir penetrando lentamente.
Sus labios de ambos se abrieron al dejar salir suspiros y jadeos bajos.
-Eres un gran alfa, por eso sírvete de mi. - lo invitó.
Jimin embistió mas rápido y Yoongi se fue enderezando hasta curvear su espalda con el fin hacer su cabeza hacia atrás.
Park sonrió sonrojado y cerró sus ojos dejando se llevar por las embestidas que ayudaba al montar al omega. Él buscó sus manos y entrelazó sus dedos, dejó la pereza y los saltos fueron mas rápidos. Sus dientes se apretaban y su vientre sintió esa calidez con emociones revoloteando y sin evitarlo soltó un gruñido fuerte al llegar a su orgasmo.
Su lobo estaba presente cada que este tenía un orgasmo fuerte, su cuerpo se sentía débil y Yoongi fue cayendo con suavidad hacia enfrente. Jimin deslizó su miembro con el fin de alejar al omega y poderlo abrazar.
...
El alfa dejaba ir ese humo saliente de su boca, mientras miraba como dormía Yoongi. Se dejaba llevar por la mirada de su cuerpo solo cubierto por la camisa de la pijama, miraba su cómoda pose para dormir y dejando ver el borde de sus glúteos. Su mano se pasó por sus cabellos secos, pues este lo había bañado y secado con la secadora cada hebra de cabello.
Jimin le pediría oficialmente que fuera su esposo y no habría fuerza que lo impidiera.
...
Holaaa!
Las amo y que tenga un dia bonito, madrugada o noche.
ALICIELITO
Si Park Jimin hubiera tenido Twitter jajajajaj
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