. Capítulo 8 .

- Vamos Yoongi. Al menos promete que lo vas a pensar. - la emoción de sus palabras siempre me hacían sentir tranquilo, pero ahora solo sentía la presión 

- Tae, créeme que no es porque yo no quiera. Realmente es porque mi mamá no quiere que me pase nada. - dije y era claro que no mentía.

- Pero Yoongi, estarás a salvo. Solo será una salida, y eso no absolutamente nada del otro mundo.

Sorbí de mi jugo algo pensativo elevando mi ceja. Jamás me han invitado a una fiesta, y claro esta que las reuniones de mi padre siempre eran rechazadas por parte de mi madre y hermano. 

-Además me estás diciendo que tu mamá nunca está en casa. —señaló.

-Pero... yo nunca le he mentido, podría meterme en problemas.

Él tomó mi mano con esperanza de que cambiaría mi opinión. El apapacho me lo demostraba. 

- Estoy seguro que tu mamá no te regañaría – bufó –. Yoongi tienes casi veinte años y lo más lejos que has estado es una plaza y la escuela. Tienes que salir un poco y que mejor que con amigos.

"Amigos" 

Yo nunca había tenido amigos, conocido tal vez muchos.

- Tae una fiesta no es salir al intemperie y conocer nuevos lugares.

- Tal vez no es salir... pero estoy seguro que te gustaría divertirte un poco y no sé, conocer gente nueva, escuchar la música y bailar un poco. Ya sabes a mover un poco el hueso. —Sonreí por como se expresaba. 

-La mayoría de la "gente nueva" me repudia o me trata con lastima. Pero Taehyung, me trataba con normalidad y no sabe cuanto lo agradezco. 

El suspiro de Taehyung es sonoro y sus dedos  se separan de los míos rápidamente.

- Yoonie, por favor solo un rato – insistió –. No lo puedes ver, pero estoy haciendo puchero.

- Es que...

- Es que nada. Yoongi eres un omega adulto que es muy inteligente, que sabe más de la vida que yo, estas en una carrera universitaria y estas físicamente hermoso. Quien no note tu hermosura es porque es un idiota.

Una sensación cálida subió por mis mejillas y es que nadie en realidad que no fuera mi familia; me decía que era bonito, era simplemente raro que me lo comentaran.

- Eso no quita de que...

- De nada Yoongi, deja las excusa y solo ven. De todos modos es una fiesta en inicio de semana... ¿qué puede pasar?.

- Solo que pronto vienen los primeros parciales y todos esta saturados. —le contesté. 

-Bueno, tampoco es mi culpa de que no estudien. – su risa grave me hacía tener una gran duda de cómo podría ser físicamente Taehyung.

Él es un omega, pero a mi percepción, existía algo como el hecho de Kim Taehyung era un ser grande.  

- Tae... ¿puedo tocar tu cara? —Le pregunte y desviándome completamente del tema. 

- Aunque estuve esperando casi el mes completo de que lo preguntaras diré... que no. —Rechazó.

Una sensación de arrepentimiento llegó a mí. Entendía que a muchos no les gustara que los tocara.

- Perdón no quise incomodarte, es solo que ... - él volvió a interrumpirme por no sé cuántas veces.

-  ¡Nada de eso! —dijo pronto—.  Pero tendré que chantajearte.

- ¿Qué? —No comprendí. 

- Así como lo oyes. Si quieres tocar mi hermoso rostro, el cual no miento, tendrás que venir esta noche a mi reunión.

Acomodé uno de mis mechones de cabello detrás de mi oreja y me removí en la banca. No estaba seguro de lo que estaba pensando. 

- Está bien, pero tendré que avisarle mínimo a Jungkook. —le advertí.

- No te preocupes por él, esto seguro que tu hermanito sabrá donde estarás. Él es amigo de mi hermano, y en realidad, es él es la reunión.

- ¿Tienes un hermano? – yo pregunté llevando la manzana a mi boca.

- Desgraciadamente sí, pero este se mudara con su novio. – escuchaba atentamente su platica.

-Me hubiera gustado conocerlo. Debe ser igual de lindo que tú. - el omega se río fuertemente.

- Yoongi, créeme que no. Él y su novio son unos tontos,  no hubieras querido conocerlo.

-Estoy algo confundido. No esperaba esa respuesta.

-Yoongi nadie te ha explicado nada, ¿verdad? - negué con mi cabeza-. Bueno, debe ser por algo – acomodó de nuevo mi mechón de cabello que había salido volando gracias al viento –.  ¿Recuerdas la vez en la que un tonto alfa te estaba molestando?—Asentí recordando las palabras—, Ese alfa feo, es su novio y tal vez su futuro esposo.

-Entonces tu hermano no es amable y su novio es quien me molesto, y estarán en la misma reunión. —hablé irónico. 

-Sí, pero ninguno de los dos te hará nada, no mientras este contigo – apreté mis labios –. Regresando al tema... si quieres tocarme tendrás que acompañarme.

Realmente lo estaba pensando. Mas bien; Yo, Min Yoongi ¿lo estaba considerando?,  la respuesta era sí. De cierta manera, me daba curiosidad que era estar en una fiesta de chicos mas grandes de mi edad.

- ¿Prometes que regresaremos temprano a mi casa? —le señalé con mi voz.

Taehyung aplaudió, me tomó por los hombros y zangoloteó.

- ¡SÍ! ¡Lo prometo es más, te lo juro!- soltó un beso.

Sonreí y me tomó por las manos, dejándolas en lo que era su cara.

- Ahora date cuenta de lo hermoso que soy. – indicó.

Suavemente pase mis dedos delineando con mis dedos anulares cada parte de su frente mientras que los pulgares contorneaban su quijada y mentón.

- Tienes los dedos fríos.

- Es un defecto desde niño. – le dije.

- Todo en ti es muy bonito Yoongi, confía en mí. Te prometo que esta noche la pasaras muy bien.

El cerró sus ojos cuando mis dedos medios pasaron por ellos. Podía recorrer cada imperfección, pero esta no se comparaba en nada con lo terso de su piel que era la mayoría. Pude sentir sus parpados, notando sus ojos medianos y un mentón afilado. Mi dedo medio paso por el puente de su nariz; una nariz medianamente grande, afilada, pero delgada, unos labios delgados alargados y sumamente suaves.

- Tu arco de cupido está marcado - le sonreí-.  A parte de que cuidas muy bien de tus labios.

- En esta época del año se me secan mucho, así que uso mucho bálsamo.

- Tus facciones son muy marcadas, pero son delicadas. Mi maestra decía que las personas así son de un aura muy divertido y fácil de lidiar. Pero con una mirada feroz y sutil a la vez. Taehyung, eres realmente hermoso.

- Creo que por primera vez puedo confiar en alguien diciéndome que soy hermoso – el acarició mi mejilla–. Estoy seguro que todo lo que percibes es verdad.

- Tae, gracias por estar conmigo. – sostuve su mano.

Podía sentir alguna tención ante mis palabras. No debería de ser tan intenso con lo que pienso. Solo no incomodes, Yoongi.

-Me harás llorar. Hay que irnos o llegaremos tarde a clase.

Nos levantamos y ambos cargamos nuestras charolas del almuerzo, me enganche a Taehyung y comenzamos a caminar dispuestos a entrar a las aulas.

- ¿Tae, de qué color es tu cabello?

- Negro, no tiene mucho que lo teñí.

- Ahora si puedo conocerte mucho mejor.

Ambos nos quedamos en silencio mientras caminábamos, subimos unos escalones y la frialdad de la faculta nos abrazó.

- Siempre me he preguntado por que la facultad es tan fría – dijo Taehyung pegándose más a mí –. Dame un poco de tu calor - también me pegue a él, su aroma a cidra me envolvió–.  Ahora te iré a dejar a tu clase y pasaré por ti tan pronto salga de mis clases.

- Está bien. – el me dio un picotazo en mi nariz.

A pesar de todo, me era fácil convencerme de las personas. 

(...)

- Para el día de mañana quiero estas definiciones. – dijo mi maestra.

Yo estaba al pendiente de lo que diría, pero estos no llegaban.

-Maestra, podría decirme que vamos investigar.

-Está en la pizarra. – varios de mis compañeros rieron.

-Si... bueno.

- Hasta mañana y espero sus definiciones. – dijo interrumpiéndome.

- Pero...

- Alguien dígale, yo tengo que irme.

El ruido de las butacas moviéndose, me dieron a entender que ya todos estaban saliendo del aula.

- ¿¡Hola!? ¿¡Alguien podría decirme!? – pregunté alto para que alguien pudiera ayudarme, pero nadie lo hizo, todo fue al contrario.

- Suerte con eso. – dijo alguien.

 El silencio se hizo presente y tal vez tendría que esperar a que Tae llegará y me  lo dijera.

Saqué de mi mochila mis audífonos y  mis discman, apreté el botón de play y la melodía pronto invadió mi atención.

Yo no tenía un género preferido, simplemente amaba la música.

El imaginarme crear en sensaciones y modificar las notas, llegaban a mi como ondas de ritmo y alegría. Sí, para mí la música era magia que no tenía que agobiarme en entender o tratar de pertenecer en un mundo frio y sin nada de empatía.

Solo había pasado dos canciones cuando una mano toco mi hombro.

- Solo para que lo sepas, ahí dice: Investigar que es normalidad y anormalidad, sus factores que influyen en la personalidad y que tiene que ver lo endógeno y lo exógeno. De nada. – los pasos rápidos fueron ecos del aula que me había dejado confundido.

- Gracias. – al fin pude decir, pero estas apenas si salieron de mis labios.

Trataba de hallar algún aroma, pero nunca lo identifique. Coloqué de nuevo mis audífonos y me quede pensando. 

¿Y si él estuvo poco o un largo rato aquí?. Un brote de nerviosismo salió en mí, con tan solo pensarlo.

- ¿Quién era?

... 

Estuve esperando a Taehyung, pero este no había llegado y una parte de mí se sintió triste al saber que tal vez ya no vendría.

Saqué mi bastón de mi mochila, dejé en la butaca mis audífonos y me paré. Después coloque mi mochila en un hombro, y de nuevo me puse mis audífonos para comenzar a caminar. Ya conocía el camino de ida a la biblioteca, y con mucha suerte Jungkook ya estaría ahí.

A paso lento recorría los pasillos, algunas veces mi bastón chocaba con algunas cosas ocasionando estruendos. Estaba cerca y cuando por fin ya había llegado, el aroma de mi hermano estaba por los aires.

-¡Aquí estas!- yo sonreí, pero la desvanecí cuando supe que no estaba solo.

Aquel aroma del alfa, me pauso. 

En la soledad del ambiente, el ardor en mi mejilla y el sabor metálico de mi sangre; solo provocaban que mis fuerza de querer escupirle a Jimin.

- Vete a la mierda- le dije con dientes apretados. Jimin me mostró su perfecta dentadura en una sonrisa socarrona –. No te daré mi auto.

- Temo que no tienes opción mi querido Jungkook, así que deja de ser tan marica y dame las putas llaves.

-Que mierdas te cuesta darme más tiempo. – le dije.

-En realidad nada, pero las apuestas son negocios y tu solito te fuiste a meter. Así que paga. – me sostuvó del borde de mi chaqueta.

- No te daré las putas llaves. – lo miré con furia.

Jimin me soltó y sus manos empezaron a tallar mi chaqueta como si quisiera desarrugarla. Él nunca me quitó la mirada de encima.

- Tu mamita es muy bonita, ¿lo sabias? - apreté mis puños y él me acorralo entre sus brazos –.  Jungkook, yo de verdad no tengo nada en contra de ti, al menos no es nada personal, créeme. Incluso desde que sé que tu mami trabaja en los bares de mi papa y se la coge, me dije: Jungkook podría tener un hermanastro. – Jimin rió, su dedo me hizo alzar mi mentón haciendo que lo mirara a él -. No aprietes esos dietes y relájate Jungkook – palmeo un hombro.- Porque bien sabes que si no te apreciara ya te habría mandado hacer otras cosas mucho peores, pero da la casualidad de que hasta cierto punto te respeto por todas aquellas carreras que me has ganado.

Iba a empujarlo cuando estaba distraído quitándose el metal que cubría sus nudillos, pero la voz de Yoongi nos sorprendió a ambos.

Y ahí estaba Yoongi, con una sonrisa que poco a poco se iba desvaneciendo. Sus facciones se volvieron preocupación y hasta pude notar como tragó saliva. 

 ¡Maldito Taehyung!  Solo tenía que mantenerlo lejos de mí y no lo había cumplido.

-¿Jungkook? – me volvió a preguntar. Su voz fue un tanto tanteada.

Jimin me volteó a ver directo a mis ojos, él me alzo una ceja divertida y mordió su lengua en una sonrisa.

Con ojos sorprendidos llevé mi dedo a mi boca, haciendo la señal de que se callara, a lo que Jimin solo se alejó mostrando sus palmas.

- Yoo... Yoongi – le respondí. - ¿Y taehyung? 

 Yoongi volvió a mostrar su dentadura.

- Por un momento pensé que no eras tu – me dijo y se fue acercando con sus bastón por delante. –. No lo sé, me dijo que tenía una reunión.

Jimin se fue apartando un poco más en completo silencio. Yoongi volteaba a todas partes como tratando de rastrear un aroma.

-¿Estabas solo? – preguntó.

- Sí – le respondí.

Jimin por lo lejos lo miraba de arriba abajo; el iris de sus ojos brilla tal como si hubiera encontrado alguna cosa encantadora, y por un segundo me invadió la incomodidad. Le fruncí el ceño sin apartar la mirada de él y mucho menos lo haría cuando noté las puntas de sus zapatos dirigiéndose a mi hermano. 

- Porque mientes, Jungkook.- el muy maldito había hablado y dejar de verlo.

Yoongi, sorprendido se volteó hacia Jimin. Rápidamente lo tomé del brazo y lo acerqué a mí.

- No sabía que tenías un amiguito. - Park dio un paso corto, pero sin dejar de lado aquella maldita sonrisa que me estaba sacando de juicio cada vez mas. 

- Yo no soy su amigo. – dijo Yoongi. 

Me sorprendió el hecho de que no se sonrojara.

-¿Ah, no? – la mirada de sarcasmo no pasó desapercibida –. Bueno, yo si soy su amigo. ¿verdad Jk?

- Mas bien, eres un  conocido. – hablé y él me guiñó un ojo.

-¿Eres Park, no? – preguntó Yoongi. 

Yo realmente estaba sorprendido de que al menos supiera eso.

-Veo que no me has olvidado – Jimin le sonrió –. Me halaga. – relamió sus labios.

Idiota.

-Vámonos Yoongi. – lo jalé para salir de ahí. 

-No creas que se me ha olvidado, Jk. – yo me detuve para escucharlo que diría y pronto seguimos caminando.

-¡Esperen! – Taehyung nos miró y venía casi corriendo desde lejos - ¡Esperen!

Nosotros nos detuvimos y claro que fue obvia la molestia de mi hacia el omega.

-¡Perdón Yoongi, pero es que se me había olvidado que tenía taller de ingles saliendo! – el tomó sus manos–. De verdad lo lamento mucho, mucho, mucho. – dijo tomando su mano y poniéndola en su mejilla.

Yoongi tenía su ceño fruncido, tal vez en señal de molestia, pero él jamás lo diría.

- No te preocupes Tae, le pasa a cualquiera.

Taehyung miró el piso apenado.

-¿Aun quieres venir conmigo? – le preguntó, ladeé mi cabeza en espera de saber a dónde irían.

- Yo... - tanteó- Ya no lo sé, tengo tarea y pues...

- Se que te acabo de abandonar un poco, pero Yoongi ya habías dicho que sí, anda vamos, por fa... si~- el omega suplicó.

Yo solo podría sentir que era excluido, tanto era así que, Taehyung ni siquiera había visto mi cara golpeada. Aunque la realidad era que me sentía en una completa angustia y furia que me estaba carcomiendo por el idiota de Jimin.

Los tacones de alguien más se escucharon llamando la atención de los tres. Taehyung y yo miramos a Jimin regresar y con solo una señal apunto su muñeca indicando su reloj.

Se fue alejando, pero cuando paso justo a un lado de nosotros pude notar la mirada directa de Jimin hacia Yoongi, tanto que,  Yoongi apretó mi antebrazo y aunque él no lo viera estaba seguro que lo pudo sentir y su aroma lo había revelado.

¿les gusta lo cliché?

Si estas releyendo. Hay un capítulo donde aumenté algo...

ALICIELITO.

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