. Capítulo 5 .

Las chispas salían por todos lados por las soldaduras que aplicaba en los autos, el cual, me hicieron desviarme, pero solo fue ahí cuando la voz de Seokjin me llamó. Quitó mi atención los ante los detalles de la bodega amplia, llena de herramientas y autos suspendidos en las islas para reparación.  

La dimensión del lugar es apto para todo tipo de auto. Y no puedo negar que tantos recuerdos de nuestra época mas joven me den nostalgia. 

Durante años, Namjoon, Jimin y Seokjin, compartimos este mis lugar para aprender y reparar los autos con los que competíamos, y ni hablar de que fue en este mismo lugar donde jugaba con Taehyung. 

Aunque ciertas caras del pasado aun se paseaba por aquí, las personalidades cambiaron por completo. 

 — ¡JK! ¿Qué haces aquí? - Seokjin apartó su vista de su tableta y me dirigió una completa sonrisa cuando se acercaba directamente a mí —. Pensé que ya no venías a estas cosas. ¿Has venido a saludar a Nam? 

 Su mirada se desvió de la mía, cuando notó que Namjoon estaba llegando por detrás. Su apretado agarre en mi hombro fue como un signo de confianza.

 —Caramelo, necesito que le eches un vistazo al auto de JK —mandó Namjoon a Jin, este sólo lo miró confundido—. Necesitamos que todo esté perfecto antes de su competencia.

Los constantes ruidos metálicos, parecían opacar lo hablado entre Namjoon y él.  

—¿Competencia? —Seokjin fue ahora cuando me miró confundido, enmarcado una ceja— Creí que antes de vacaciones te habías retirado. — pasó por mi hombro para dirigirse a mi auto.

Caminó con seguridad y nosotros lo seguimos.

—Pues, no fue así. — dije cruzando mis manos, lentamente me fui acercando a él. 

 —Ya lo puedo notar, ¿contra quién iras? - preguntó cuando le daba un vistazo al auto. 

 —Park.— respondí. 

Jin quitó sus lentes de repente, frunció su ceño y me dio una pesada mirada.

 —¿¡Estás loco!? ¡Ya olvidaste como te fue la última vez!— él me gritó.

Los recuerdos a pesar de ser nostálgico por la alegría que algunas vez se vivió, siempre son débiles al llegar al punto de quiebra de nuestra amistad. 

 —Tranquilo, he estado corriendo con él desde la semana pasada. —Viré mis ojos fastidiado de que todo el mundo le tome tanta importancia.

 Jin le dio un golpe en el pecho a Namjoon. 

 —¿Por qué no me habías dicho nada? - Namjoon solo se quejó por el golpe. 

 —Precisamente por esto; te sobré preocupas por él. A demás de que solo te has dedicado a tu trabajo. — había un tono quejumbroso en Namjoon. 

 Yo le sonreí, Jin solo me miró de soslayo.

 —Se supone Jungkook, que no lo harías más. No desde que casi quedas paralítico. ¿Tae, sabe de tu regreso a estas mierdas? 

 —Sí, lo sabe. — alcé mis hombros no dándole importancia—. Pero no parece importarle; el único preocupado eres tu con tus preguntas y suposiciones...  ¿Vas a checar mi auto o esperaré cuando ya estemos allá?

—Mocoso insolente, estás loco —dijo abriendo el cofre de mi Nissan z—. Ahora entiendo el porqué de las lágrimas de mi hermano.  

 —Bueno, él me arrojó un volante y los rumores dicen que fue el culpable de lo que pasó hace un año, en realidad; supongo que estamos a mano. — me acerqué y Namjoon se colocó justo a un lado.

Seokjin frunció su cara en desagrado, abrió su boca para tal vez justificar a su hermano, pero era mejor quedarse callado, pues a pesar de ser un rumor todo sabríamos que una venganza es mas fuerte.  

 —Sí, fue lo que me contó y no se equivocó en cuanto me dijo que eras un idiota.  —Jin me miró por arriba de sus anteojos. —Aun así, no se quedó callado, pero si cortó el tema. 

Jin regresó la atención al motor del cual movía cables  estratégicamente. Su concentración estaba en practica, no por nada Jimin lo mantenía como uno de sus mejores mecánicos.  

 Namjoon se rió, mientras calaba de su cigarro. 

 —Taehyung, le dice idiota a todo el mundo. — dijo Namjoon regresando a el tema.

—Tú también lo eres Namjoon — dijo Jin verificando el motor —. Se supone, que cuidarías de él, no que le solaparías.

El cabello de Jin caía en cortinas por enfrente de sus ojos, Namjoon al notarlo tomó una liga  que estaba sobre su muñeca y terminó por anudar su cabello para darle mas visión. Después de todo, solo ellos habrían de terminar mas que bien entre sus vidas. 

 — Caramelito, tu bien sabes que el dinero y la adrenalina es la mejor vida. Y es por eso, que escogí al omega más bonito e inteligente - Namjoon le dio una nalgada haciendo que se sorprendiera Jin.

 —Que me escogieras no tiene nada que ver — dijo Jin —. Bueno, como sea..., sabes que para ser un 94, y dado que ha sufrido demasiado; lo reparaste bastante bien y está en buenas condiciones. Este bebe puede competir sin fracasos. Solo habría que cambiar el conductor y listo. 

 La risa de Jin sonó por el lugar mientras limpiaba sus manos, pero los sonidos de cortes o de soldaduras la opacaban. 

 —Es mejor que nos vayamos, al parecer su carrera será la estelar. — Namjoon abrazo por los hombros a Jin después de cerrar el cofre. 

 (...) 

 Habíamos manejado por unos cuantos minutos, directo a las lejanías de la ciudad, un lugar perfecto donde las autoridades no se metían y las carreras de autos podrían llevarse a cabo, también se diría que no solo las carreras de autos.

 En aquel sitio se realizaban todo tipo de apuestas, cualquiera que sea tu adicción al azar, aquí tu suerte te haría brillar o morir. 

 La música a lo lejos se podía escuchar ahogada por la lejanía, pero él retumbe era fuerte. Las luces neones se hicieron más visibles cuando más te acercabas. Las vallas de seguridad improvisada fueron quitadas cuando el auto de Namjoon se acercó. 

 —¡Que hay Tj! - saludo Jin.El chico solo le dirigió una sonrisa coqueta. 

Pude imaginarme la cara de Namjoon y no pude evitar sonreír cuando el chico también me sonrió, saludando con el mentón. 

 La madrugada apenas iniciaba, y había más chicos que se movían de aquí para acá; bailando, revisando los autos o haciendo negocios con las personas mayores, se podía encontrar la diversión y la picardía de la adrenalina cuando la música era opacada por los rugidos de la aceleración de los carros en exhibición. 

Los olores de todo tipo eran penetrantes, así fueran dulces, fuertes, leves, el olor de la gasolina, y de los nitratos del cigarro; todos estos aromas, me hacían sentir vivo un estado que no encontraba en ninguna otra parte. 

 Este lado de mi vida me pertenecía y nadie era parte de ello, aquí no existía Yoongi o mamá, solo era yo y deseaba que siempre fuera así. Noté como Namjoon, se aparcaba y yo solo lo seguí estacionándome a un lado. Jin, bajó del auto con su tableta en mano, mientras Namjoon solo habría su cofre. 

 —Iré con Eun ji —dijo viendo a Namjoon y después a mí—. No hagan estupideces. 

 Namjoon lo jaló de su mano y lo acerco a él, con su mano derecha le acomodó su cabello al omega para después besar su nariz.

 —No te alejes mucho, quieres. 

 —No tardo, Nam. —dijo el omega que le daba ahora un beso en sus labios. 

 —Ay, el amor - Jimin se acercó con su torso desnudo, el cual solo lo cubría con un ensamble de peluche blanco que dejaba a la vista sus tatuajes en su piel acaramelada — ¿Como estas Jin? No te había visto desde hace tiempo. 

 Jin le dedicó una media sonrisa en lo que se iba apartando de Namjoon.

 —Estoy bien. Gracias por preguntar, Jimin —dijo alejándose—. Hora si me disculpan me voy. Jimin siguió con la mirada a Jin, provocando que  Namjoon solo apretara sus labios ante tal acción.

 —Cada vez está más hermoso— dijo Jimin —. Te felicito Namjoon, supiste como entretenerlo. 

Namjoon solo viró sus ojos ignorando su comentario.

 —Que tienes que decirnos, Jimin. — dije. Él desvió su mirada hacia mí y me sonrió, llevando sus manos a sus bolsillos del pantalón.

 — Solo vine a saber si estabas seguro. No quiero perjudicarte más de lo que ya estas — este caminó hasta el auto de Namjoon y se recargó—. Solo puedes darme tus llaves y asunto resuelto — sacó de un bolsillo un cigarro -. ¿Tienes fuego? - preguntó.

 Namjoon de inmediato lo encendió.

 —Yo nunca me echo atrás con una carrera, Jimin — miré mis pies—. A menos  que...,  tú no quieras, he escuchado que eres malo en tierra — lo miré —, entendería si no quieres. 

La risa de Jimin fue sonora, mientras el humo salía de sus orificios de la nariz. 

 —Parloteas mucho, a pesar de que te he ganado ya varias veces consecutivas — dijo fanfarrón—. En ese caso pongamos las cosas claras, ¿Te parece?— yo asentí—. Si yo pierdo, perdonaré tu deuda, ¿está bien? - Namjoon rozó su nariz con su dedo— ¿Es justo Namjoon? - él carraspeó.

 —Sí, me parece justo. — dijo alzando sus hombros. 

 —Pero si tú pierdes JK, me deberás el doble de dinero, el cual deberás pagarme con el mismo plazo de tiempo. — yo lo miré mal.

 —Ya habíamos acordado que si perdía me darías más días. — dije. 

 —Sí, pero como dices. Yo no soy bueno en la tierra, eso te da ventaja de sobra. O... — se acercó poco a poco a mí —. ¿No estás seguro de tus habilidades?— su aliento combinado con el humo del cigarro lo podía sentir subiendo por mi respiración. Me alejé un poco de él. 

 —Te daré ventaja en el poco asfalto que hay, ya sabes... por los viejos tiempos— lo reté. 

 Echo su cabeza hacia atrás al soltar la risa de sus labios. Yo lo miraba de arriba abajo, y noté que Namjoon solo sonreía con labios apretados tamborileando sus dedos, estaba tan ansioso como yo. 

 —Bueno, en ese caso te deseo lo mejor, pero recuerda no darme tanta ventaja, Jk.— exhaló el humo de sus labios en cuál chocó por completo con mi cara. 

 Fruncí mi ceño al momento que daba manotadas para alejar el humo y en cuanto me dio la espalda, me acerqué a Namjoon, el cual me tomó del hombro. 

 —¿Estás listo? - me preguntó. 

 —No sé cómo es que lo toleras.

 —Solo es mi jefe - dijo simple. 

 Apreté mis puños y con seguridad yo asentí. Claro que lo estaba.

 El bullicio de la gente gritando el nombre de Jimin, solo hacía que mis nervios se pusieran de punta. 

 En mi caso, los nervios servían para que mi adrenalina estuviera por los cielos. El sonido del rugir de mi auto estaban tan ensordecedor que podría espantar cada vez que aceleraba. 

Estaba listo, era perder todo o nada. 

 La vibración en las plantas de mis pies picoteaban, con solo el fan de salir de la línea que nos detenía. 

 Miré hacia un lado, encontrándome con un Jimin sarcástico de media sonrisa. Era tan cínico, que a su lado permanecía aquel omega que desde hace un rato no se despegaba de él, comiéndole a besos el cuello y los hombros de Jimin, cómo si la carne fuera todo un apetito exquisitamente sexual.

 Hizo su cabello hacia atrás, peinando en forma desordenada cada hebra de su negro cabello.

 Dejé de mirarlo cuando una chica de largas piernas y su peinado de coletas fuera directo en medio de ambos carros.

 Quitó su delgada blusa dejando al desnudo su torso y su sostén morado de encaje. Apreté mi lengua de entre mis dientes haciendo una sonrisa al apreciar su aretillo colgante en su ombligo. Ella se encontró con mi mirada, y me ofreció un bonito guiño.

 Los silbidos de emoción y los gritos ensoñadores formaban esa seguridad en mí que me daba poder y, la sed de ganar la recompensa de obtener billetes. Me olvidaba de todos, nadie existía en estos momentos. Del lado izquierdo un chico con un altavoz daba las indicaciones. 

 —¡Corredores! ¡Saben las malditas reglas! - dijo señalando cada uno de nosotros— ¡Gana, el primero que llegue al otro lado! 

 La gente rió y después gritó cuando la chica de enfrente quitó su sostén morado, ella solo cubrió sus senos con una sola mano. Alzó su mano derecha con el sostén en ella.

 —¿¡Listos, chicos!?— su aguda voz nos advirtió. 

 El motor de Jimin rugió y yo no me quede atrás.

 El sostén fue lanzado por el aire y lo miramos atentamente. Ambos arrancamos en cuanto el pedazo de tela tocó el suelo. 

 Despegamos el freno de nuestro pie y metí el pedal de acelerador y como si fuera una liga me sentí lanzado hacia atrás chocando con mi respaldo. 

 Ambos despegamos rechinando las llantas y solo un poco de humo nos marcó como la partida.

 El rugir de ambos carros era lo único en lo que me podía concentrar, y en las lámparas junto con los conos que nos señalaban el camino. 

 Él a la primera cerrada de carril hizo que bajara solo un poco la velocidad, haciendo que Jimin se atravesara por enfrente mío y me rebasara. Fue ahí cuando el asfalto había terminado y daba pie a la tierra. 

 El muy bastardo no dejaba que me colocará de nuevo a un lado, haciendo que volanteáramos moviendo de un lado a otro. Di un frenado cuando no noté la siguiente cerrada ocasionando el raspado de mis llantas y el polvo volátil no permitió ver los conos que marcaban la curva que deberíamos seguir, llevándome los conos y saliéndome del carril. 

 —¡Mierda! 

 No duré mucho en posicionarme de nuevo al perder un poco el control. Noté la alternativa de carril, aceleré y por fin pude alcanzarlo hasta llegar a un costado de él.

 Volteé a verlo con una pequeña sonrisa, él me miró y me guiñó un ojo. El omega a su lado también me guiñó un ojo, limpiando su boca. 

 Aceleré por completo, la tierra se alzó tapando la imagen del auto de Jimin y no fue hasta la siguiente curva que lo encontré, mis ruedas traseras perdieron el control llevándome de nuevo los conos. 

 De nuevo iba detrás de él, no podía dejar que me ganará. Solo estábamos a unos cuantos metros de la meta. 

 Aceleré sin importar que podría pasarme, me desvíe del camino y solo cuando miré la alternativa fui hacia él,  un pequeño choque al culete de su auto fue escuchado. A partir de ahora, solo era carril recto donde estábamos paralelos. Pero entonces, Jimin pegó su auto junto al mío, dio un volantazo golpeando mi lado derecho, una y otra vez.

 Perdí el control y no podía estabilizarme, me desvié de carril tratando de bajar la velocidad, la tierra se alzaba a mí alrededor y el frenado abrupto me hizo dar un estirón, golpeándome la nariz y chocando de nuevo contra mi respaldo.

 Lentamente, la tierra se fue quitando y pude darme cuenta de que Jimin estaba siendo felicitado entre las luces de mano que cargaba el montón de gente. Yo de nuevo había perdido.

 —¡Puta madre! 

 Golpeé el volante varias veces.

 Namjoon desde lejos me miraba y Seokjin  me dio una negativa. Bajé del auto dando un portazo, fui a la punta de este y le di una patada directo a la llanta. 

Las manos de Seokjin me tomaron por los hombros, pero en un arrebato yo lo empujé, este había caído completamente de espaldas a la tierra. Namjoon furioso, me dio un golpe directo a la mejilla, haciendo que igual callera de lado.

 Le sostuve la mirada enojada y escupí la tierra que se me había metido a mi boca. Volteé hacia la bola de gente encontrándome con la cara fugaz de Jimin, y él solo me dedicó remarcado de sus labios la palabra... 

"Gané" 

 —Te lo dije— dijo seokjin tratándose de parar, mientras Namjoon solo lo sostenía de su mano haciendo fuerza para que se parara. 

 Yo miré el piso, y suspiré sobando el golpe en mi mejilla. Había perdido y tendría que pagar el lunes sin falta.

ALICIELITO.
GRACIAS POR LEER.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top