. Capítulo 46 .

...







"Yoongi"

Al despertar, ese fue el primer nombre que vino a mi mente. Desde hace horas estaba esperando a que todo este pesar se acabara y con sumo reproche miraba la esposas opresando mi muñeca y la orilla del metal.

El dolor de mi cuerpo se sentía odioso y solo hacía que me desesperará más, tal vez estos nervios solo terminarían si al menos supiera como estaba. Solo deseaba apapacharlo, besarlo y que supiera que nunca se sintiera solo aunque me odie y que a pesar de ello jamás le faltaría en ningún momento.

Solo necesitaba su compañía y su luz, lo quería cerca.

Mi mano comenzó a forcejear como si no supiera que tener las esposas era casi imposible el zafarse. Aunque con mi mano izquierda me quite todo lo que me tenía conectado o me hidrataba.

--Veo que ya estas despierto. – el alfa Min apareció en cuanto atravesó  la puerta.

--Solo he dormido como dos horas. – le expliqué.

--El suficiente para tolerar lo que te voy a decir.

--Lo escucho. – dije firme.

--Tu reputación es un asco. – me dijo y él me mostro un ceño que no era del todo fruncido, pero tampoco era una sonrisa. –Tienes una denuncia por agresiones, lesiones en contra de un beta, vandalismo y no hay que olvidar daños a la propiedad por lo de ayer...-- dijo enumerando cada caso con sus dedos. – Y están por investigar un homicidio culposo.

Aplané mis labios en disgusto

>>Y que ya tengas una ficha de detención no ayuda. Así que tu situación legal esta jodida. – el alfa se sentó en el pequeño sillón y solo se dedicaba a mirarme. – Con todo eso no dejaría nunca acercarte a mi hijo y mucho menos sabiendo ahora como fue que te acercaste a él e incluso debería dejar que te ahogues solo por burlarte de mi único hijo omega.

--Supongo que tiene el derecho de juzgarme.

--No, no lo tengo, pero sí para protegerlo.

--No ha hecho un buen trabajo en ese aspecto. 

--Porque no lo sabía. – sus hombros se tensaron.

--Eso no justifica nada y sería tan hipócrita que me reproche mis acciones cuando sabe que lo suyo no tiene justificación o que ponga una excusa tan pobre. —le dije. — Y sé que en cuanto salga de este maldito hospital voy a perderlo por completo, así que no tiene que protegerlo de mi, sino de ustedes..., su propia familia.

--No solo eso, iras directo a prisión o a menos que pague una multa y hagas trabajo social.

--Me vale una mierda mi futuro si su hijo no va a estar en él. Créame que mis planes más benéficos se fueron por la borda y seguir peleando por una libertad no me interesa.

--Eres un alfa tan orgulloso. – Min, ocultó su rostro con sus manos en acción de desesperación. – Y estúpido, pero aun así te debo un gracias.

--Ahórreselos para su hijo, yo solo lo hice por él, por mi omega, por mi corazón y por mi lealtad hacia él, no por ustedes.

--Y es por eso que te daré tal vez la única oportunidad que tengas para verlo antes de que me lo lleve y  a partir de ahora, él tome las verdaderas decisiones de su vida.

Mis cejas se fruncieron y miré con cierta curiosidad la llave de entre sus dedos.

>>Tienes solo una oportunidad. – el alfa se paró y se acercó a la orilla que estaba del otro lado.

Con tranquilidad metió la llave en la ranura de las esposas y de una sola vuelta abrió la pulsera de metal.

>> Es bueno tener influencias. Solo tendrás una hora y media a las nueve pasaré por él para llevarlo a casa si es que así lo desea. Suerte.

Y tan pronto acabo de hablar, yo salte de la camilla para apresúrame.

>> Habitación 13. – su voz me detuvo y al terminar crucé con apuro.

Caminaba con una ropilla de hospital, mi pie sentía el dolor al presionar con el piso frio, mis vellos se crisparon al pasar por un pasillo de corrido donde se filtraba el viento de un balcón.

Estaba seguro de mí, pero aun así mis nervios invadían a mi alfa en un momento donde dudaba por ir a verlo, el miedo era lo que podía esperar y tal vez un desprecio que merecía con cada letra  utilizada para escribirlo.

Tenía la ansiedad de que a pesar de que el omega estuviera abierto, su hermoso corazón tuviera ese candado sin llave para nadie. Por primera vez pedía que la sagrada luna me iluminara desde el espacio y que la lluvia del verano no se volviera un huracán que atormentara mis ojos.

Pasé saliva nervioso al mirar el numero "13" la manija plateada brillaba por las luces blancas del pasillo, mis palmas comenzaron a sudar y mi dedos sentían ese resbalar al tocarla, pero ya estaba aquí y esta era mi oportunidad para pedir todo y el omega me escuchara.

¿Estaba preparado? No, yo no lo estaba. No, mirando su frágil cuerpo tumbado en una camilla de sábanas blancas.

Su cabello ya no ocultaba sus hermosa facciones y la luz de la ventana alumbraban en esplendor sus prendas blanquecinas.

Lo amaba tanto.

Me fui acercando con pasos lentos y en silencio. El efecto del neutralizador estaba pasando en su efecto tanto que podía percibir su delicioso aroma. La segunda vez que lo miraba y era perfecto, él era mi ángel de alas cortadas.

Yoongi casi de inmediato alzo su torso ladeado tal para apoyarse de sus palmas de sus manos.

--¿Qué haces aquí? – preguntó.

No respondí, mi lengua se paralizo y deseé convertirme en nada.

>>Vete. – su voz era neutra, pero aun así reconocería su rechazo. --

--Yoongi, yo...

--¿Acaso no entendiste lo que dije? Dije lárgate.

Cada que me iba acercando, su rostro se miraba con heridas tratadas y con rojeces de talvez lloriqueos.

--No puedo irme sin que me escuches. – le dije bajo. – Necesito decírtelo.

--Tus palabras me tienen cansado, así que no quiero escuchar nada. Y en nuestras vidas ya nada nos entrelaza. – dijo tenaz. – Solo me das amargura con solo pensar en tu aroma. Asi que lárgate y ve apostar con los sentimientos de alguien mas.

--Yoongi, solo te pido... mas bien, te ruego solo un poco de tu tiempo.

--Lo tuviste de más y preferiste burlarte y humillarme. Park solo lárgate, se feliz y a mi déjame en paz.

--No puedo Yoongi, no puedo simplemente irme y dejarte sin explicarte.

--¿Qué vas explicarme? Que tú y el imbécil de Hoseok hablaban el cómo me iba a llevar a la cama, de cómo me sacaste de mi casa porque me tenías lastima. Porque si es eso, lo entiendo perfectamente Jimin y no necesito que me recuerdes eso estúpidos sentimientos que ahora solo me dan nauseas.

--Yoongi, sé que te falle, que me burle y no lo voy a negar.

Yoongi soltó una risa sarcástica.

--Seria el colmo que lo negaras, así que mejor se rápido con tus palabra y después esfúmate de mi vida y de todo lo que me rodea.

Sabia que estaba luchando por no derramar sus lágrimas, pero su voz se estaba entre cortando y con ello mi corazón.

--Yoongi sé que estoy destinado a una soledad en cuanto tú te vayas y créeme que estoy dispuesto a pagarlo y estoy dispuesto a recibir tus rechazos y odio, pero créeme que aun así me tendrías dependiendo de ti con tal de recibir aunque sea eso de ti. No importa si canjeas mi amor  por el odio.

Yoongi estalló en risas dolorosas acompañadas de lágrimas.

--Cuando pensé que ya no serias ridículo, llegas con tu poesía barata sacada de tu asqueroso corazón para decirme que me amas. Jimin tu lo que menos sientes es amor.

--Claro que lo siento y nadie mejor que tú lo puedes sentir. Puedes sentir como me estoy destrozando, como me estoy a punto de quebrar por perder la única persona que ha valido toda la pena del mundo.

--¿Y sabes lo que ha cobrado en mí? O al menos te lo has preguntado. – Yoongi quitó de él las sábanas que cubrían sus piernas.

De un salto se paró y trató de acercarse tanteando el lugar, sabía que quería acercase a mí, yo no le ayude y me acerque a él, pero un bofetón llegó pronto.

--Esto es una forma de mandarte al demonio y esta...

Otro bofetón que me dejo cálido pasó por la otra.

>>Por arruinar mi vida. Ahora ya te puedes ir. No necesitas saber ya nada mas de mí, ya no te quiero cerca, no quiero volver a oler tu maldito aroma, no quiero presentirte y espero que esta maldita marca se borre con el tiempo, así como espero que todo mi dolor se largue al momento que pases esa jodida puerta.

Escuchando todas sus palabras y con lujo de detalle, pero también no podía dejar pasar que su lobo estaba intranquilo que sus sentimientos hacia mí no estaban cambiando y que quería besarlo hasta el alma.

--Te amo Min Yoongi. – dije no siguiendo el tema. – Tal vez tu sientas todo eso, pero yo seguiré vivo hasta que esa marca se borre y moriré sabiendo que conocí al amor de mi vida y que me llené de ti, que descubrí la ternura...

--Cállate, no sigas... ya

--Que el tiempo a tu lado me hizo comprender lo ciego que estaba del alma y que fui feliz al momento que destruiste mi orgullo, que tu eres lo mas hermoso que me ha pasado así hayas sido una apuesta.

--¡Dije que te calles!

--No, no me voy a callar... esta es tal vez la última vez que te vea y que tu me sientas.

--¡Vete, vete! – dijo y yo me acercaba un poco más. -- ¡Llamaré a seguridad! ¡Vete!

-- Trae a quien quieras, mándame a la mierda, pero aun así sabrás que te amo que te deseo y que siempre será así.

--¡Cállate, no sigas!

--¡No! ¡Te amo maldita sea, te amo! – lo tomé de los brazos y el forcejeo de inmediato.

--¡Basta... -- sus lágrimas bajaban cada vez más. – Suéltame, solo déjame.

Sus piernas fueron flanqueando y yo lo tomaba con mas fuerza de sus brazos.

>>Tu no sabes el dolor que tengo, todos son unos malditos cobardes que jugaron conmigo, las personas que mas amaba me destrozaron. Tu no sabes nada, porque  solo jugaste y te burlaste, aun sabiendo que abrí mi alma, mi corazón y mi cuerpo te pertenecía; que sin saber cambiaste mi vida y me diste un motivo de tranquilidad aun sabiendo que no era lo mejor. -- dijo, completamente enojado. -- Mi madre me odiaba y mi hermano solo fui su lamento.

Con dificultad lo abrace y aunque forcejeaba, sus piernas dependían de la fuerza de mis brazos. Me moví de manera que su rostro se escondiera en mi cuello.

>>Todos son malos conmigo. – su tristeza me invadía. – Me odian, no me quieren, mi madre murió odiándome... -- Yo solo quería su aceptación, quería ser su orgullo. Y solo fui su rechazo, Jimin.

Pegué mi mejilla en su sien y le di un beso en su coronilla.

>>Se fue y nunca pude verla, saber que por eso me odió.

--No te martirices, ella no supo el gran hijo que tenía.

--Ya no puedo, Jimin. Ya no puedo. – el omega apretó con sus manos mis brazos, para después rodear mi cintura. –Daría mi vida por solo decirle que hecho mal y que se despidiera con una caricia en mi mejilla.

--Yoongi...-- me deshice de su abrazo y lo tome de sus mejillas. – Yoongi, tu vales mucho, eres fuerte y no necesitas saber cómo se fue tu madre. El tiempo te sanara y serás feliz, y mientras tu seas feliz entonces sabre que mi propósito no fue en vano.

--No sabes cuanto te odio. Te odio Park Jimin, pero solo abrázame.

Su lobo estaba ahí y saciando a mi alfa. Despidiéndose, amándose...

--Solo eso me basta. – lo abrace con fuerza.

--Solo ya no digas nada, solo haz que mi soledad ya no sea pesada y solo por este momento fingiré que nada de lo que paso en las últimas semanas ocurrió.

Desde hace un buen rato mis lagrimas bajaban y aunque todo se resolviera con un lo siento, Yoongi tenía el derecho dejar salir todo sus sentimientos y tampoco podríamos forzar el unirnos, cuando todo estaba de mal en peor. Simplemente no podía dar un siguiente paso, cuando él no estaba preparado.

Ambos estábamos acostados en la camilla, la imagen al tenerlo de frente me orillaba a pensar que después de esto todo se hará una eternidad, no quiero que él me dejara.

--Yoongi, perdóname.

--Cállate.

--No puedo evitarlo.

Él buscó mi mano y entrelazó nuestros dedos.

--Que a partir de ahora todo quede en nuestras conciencias.

Mi mano izquierda con temor, se acercó para acariciar su mejilla.

--¿Ya conociste a tu abuela? – pregunté.

--No me interesa conocer a nadie más. – dijo arisco.

--Tu padre...

--Dice Taehyung que se parece a mí.

--Solo que tú eres mil veces mejor. – le trate de sonreír.

Nunca me había costado tanto mantener una careta.

--Solo quiero ir a casa.

--No me gustaría que estes solo.

--A estas alturas ya no importa.

--A mí sí me importa y talvez mi fe no te importe, pero amaría el saber que pertenecerás a una buena familia.

--Ambos sabemos que no son la mejor familia. No soy un niño para que no comprenda todo esto.

--Solo dales una oportunidad y busca la forma de hallarte con ellos.

--Que tormento...

--El único tormento es que todo esto termine y no sepamos olvidar. – pase mi pulgar por sus labios. – No te voy a olvidar, mi amor.

Las lágrimas de nuevo estaban ahí y también el amor, pero era mil veces más fuerte la desilusión y el dolor.

Mis hombros se tensaron al acercarme, mis dedos tomaron con delicadeza su mentón, jalé un poco de él y los centímetros fueron tan largos, sus labios maltratados se juntaron con los míos y aunque a él le costó corresponder; el gusto de su saliva en mi paladar era lo más hermoso que pudiera probar.

Qué lástima que perdiera al amor de mi vida de aquella forma, que pude hacer más y que pude amarlo hasta el final.

Su mano apretó mi mejilla, mire de reojo sus ojos cerrados apretándolos con fervor, talvez se hacia la idea que aun después esto seguiría odiándome. Mi mano trato de acercarlo hasta que nuestros cuerpos quedaran sin más espacio de separación. Éramos unos sentimentales y así moriríamos, porque sabíamos que nuestro amor era genuino.

De la mentira nació el amor que a conciencia y sentimientos era verdad.

Y ese poco tiempo aprovecharíamos en no separar nuestros labios, para guardarlos como el mejor recuerdo de toda esta maldita vida.

--Te amo. – le murmuré.

--Y yo a ti. – me dijo para después unir nuestros labios.

"Soy tuyo, Min Yoongi"  

Hola!! espero que estén muy bien. 

Me duele saber que ya solo faltan 4 capítulos. 

Muchas gracias por el apoyo y por todo de verdad que si. 

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