. Capítulo 44 .

...

Un aroma que empañaba los deseos de cortar todo de tajo.

--¡¿Qué crees que haces?! -- volvió a preguntar. -- ¡Haz perdido la cabeza! ¡Deja de hacer estupideces ya!

Su mano se posó en mis muñecas y los bordes de sus uñas apenas se encajaban en mi piel.

>>¡¿Crees que solo te zafaras así de fácil?! -- su pregunta se tornaba en un furor sarcástico. -- ¡Tu nunca te alejaras de nuestras vidas!

Dijo mientras me levanto de la tina en un tirón y con jalones me saco del cuarto de baño, el dolor en las punta de mis pies era por la única razón que las cosas tiradas en el suelo chocaban con ellos.

Mi cuerpo húmedo era abrazado por el clima frio de mi habitación, pero el azotón me dejó mudo cuando mi cuerpo rebotó.

--¡¡¡Mas vale que lo entiendas Min Yoongi, nunca te escaparas de nuestras manos!!! - la dura voz de Jungkook me lo reafirmaba -- ¡Si nosotros somos infelices, tu también lo serás, Si nosotros somos felices, ¡tu nunca lo serás! - dijo cruel. -- ¡Y no sacrificaremos nuestra tranquilidad, por tu felicidad, no vales la pena!

--¡¿Ahora que mierdas pasa?! - la voz de mi madre llegó pronta.

--¡Tu hijo se quiere matar! - me acusó.

Las manos pesadas de mi madre, me tomaron de mis cabellos y el ardor de mi cuero cabelludo era inestable. El temor estaba en todo momento; quería gritar, llorar, patalear y hacer muchas cosas, pero al final solo era una persona frágil.

Una persona que se ahogaba lentamente con el nudo en su garganta, que lo obligaba a callar y solo ser la victima de malas decisiones ajenas, sino, también de mis propias decisiones. Estaba tan perdido, en mis sentimientos que todo lo que pasaba a mi alrededor pasaba desapercibido. El vacío era mas palpable a mi persona que todo el ardor físico.

-- ¡¿Quieres utilizar las tijeras?! - gritó mi madre. - ¡Yo ocupare las tijeras en ti!

Mi madre solo era una persona que había nacido para dañar, para crear heridas y dejar cicatrices que nunca curaran.

Y Jungkook, solo era el alfa denotando el poder y era el quien solo ejecutaba con tal de obtener, pero nunca dar. Jungkook era el sinónimo de la furia y la envidia.

Jimin, solo fue un curandero con una bonita sonrisa que le ofrecio a mis dedos los mejores tactos, pero al final solo su corazón simbolizo lo egoista que pudo ser.

Las risas no importaban, al recordar con rencor las palabras de Jimin y también sus caricias. Mi corazón se acelera con cada memoria, mi piel tenía recuerdos exactos demostrados en cosquilleos y el miedo que llena aun mas. Con una navaja en la muñecas o sin ella, sentía que ya estaba a punto de morir.

>>¡Mas vale que te guste tu nuevo corte! - dijo en tono burlon.

Jungkook, lo disfrutaba podía sentirlo. Verme humillado, talvez, siempre era lo que lo ponía feliz y si eso lo hacia feliz yo seria el unico bufon de su vida.

Al final no era un inútil, yo servía para ser una burla y tenía que resignarme, no había marcha hacia atrás.

El sonido de las tijeras filosas al cortar mi cabello me crispó mis vellos, Jungkook opresaba mis muñecas con fuerza con el fin de que no luchara, pero yo ya no tenia esas fuerzas. Entendi que ya nadie me defendería y a todos a los que les habia brindado una sonrisa, me abandonaron.

El azote de las tijeras en el buro de madera, me obligó a terminar con todo lo que retenía. Mi desnudes dejo de ser expuesta en movimientos briscos que me obligaban a alzar mis manos, por un mometo comparé como Jimin me vestía. Preferiaría comparar todos estos violentos toques y evitar un poco la relidad del momento con tristes sentimientos que alguna vez me dieron tanta comodidad.

--¡Bájalo, es hora de irnos! ¡Mientras mas rápido nos larguemos, nadie se enterara de nada! - dijo Jungkook. - Nuestro padre ya debe saber lo que pasa.

--¡Tu padre solo es una versión compleja a lo que eres Jungkook! ¡solo es un tipo arrinconado en el temor!

Saber de mi padre y de todos, no me importaba.

El brusco jalón me sacó de entre la cama y mis pies seguían descalzos. La ligereza de mi cabeza, solo me hicieron darme cuenta que mi cabello ya no estaba mas y que mi madre me empujaba para caminar mas rápido.

--Pronto iniciaremos una nueva vida, llena de orgullo.

Que más daba sus palabras, ante el vibrado de mi cuerpo al presentirlo.

Lo había pensado demasiado y el temor aun lo seguía sintiendo, pero todo cambio en el momento en el que mi omega me pidió ayuda. El lazo aun nos mantenía conectados y su adrenalina estaba al borde del colapso. 

Las gotas de sudor, caían sin cesar ante mi coraje, la frustración me había hecho tomar la decisión más importante en toda mi vida.

El arma que reposaba en el asiento, la observaba de reojo y no me importaba el acelerar el automóvil. La adrenalina, me hacía sentir un conductor empedernido en un lugar real como lo eran las carreteras.

Solo llegaría a casa de Yoongi y lo sacaría sin importar que. Eso es lo que debía haber hecho desde el momento que sentí su dolor. Pero ahora, mi pecho se oprimía por su miedo y su tristeza.

Su llamado, me cegó completamente y salir repentinamente de la casa de Taehyung con ese dote furia; me daban las armas de cometer cualquier cosa por mi omega.

Las llantas rechinaban con las vueltas bruscas.
Mi lobo me manejaba en carácter y tenía ganas de dejarlo salir y se hiciera cargo de acabar con cada uno que dañaba a Yoongi. 

Cada vez faltaba poco, mi manos apretaron el volante al notar la calle de la casa del omega y en una ligera curva doblé para desviarme directo a su casa.

Al llegar, solo frene de golpe y tome el arma del asiento.
Los pasos firmes sobre el jardín, se combirtieron en zancadas rápidas atravesando el jardin y colandome por la parte de atras. Mí pecho erguido solo demostraba la seguridad y mis ojos nublados en furia marcaban a mi lobo como lo ruin que podía combertirme en ese momento.

Mis botas no resonaron por el lugar al pasarme por la ventana de la cocina y sin tanteo, estaba decidido a terminar de una vez por todas. La osadía siempre me había caracterizado, pero nunca de llagar a un extremo y sin duda alguna Yoongi era mi lado extremo por quien haría lo que fuera.

Con toda la confianza de mi amor, apreté la cacha y corte cartucho.

¿Un arma era necesaria? La respuesta era simplemente, sí.

Nunca me había atrevido a empuñarla, pero ahora estaba apuntando directo a dos personas hijas de puta. La punta del cañón se pegó a la nuca de la mujer que tomaba con fuerza al omega.

-Sueltenlo, malditas mierdas.

La furia de mi voz a penas sonó fuerte, pero la sombra de ella, mostraban la seriedad de la situación.

Mi corazón se disparó en bombear rápidamente ante lo terrible que estaba Yoongi. Mis lagrimas querían brotar al notar los golpes y su cabello mal cortado.

--Tan valiente para encarar por detrás. -- dijo Jungkook con una media sonrisa.

--De frente o por detrás no dudaré en disparar...

La mujer se fue haciendo a un lado y alzando las manos. Ambos lo soltaron y ella solo fue dando media vuelta. Mis pasos fueron a corte a como estos se iban moviendo y de un jalón atrape la mano de Yoongi.

La seriedad de sus caras, pasaron de un momento a otro a una burla continua, pero ambos sin bajar las manos. Las risas pusieron a mi lobo en alerta.

-¡Que suerte, mira que comerte al hijo de mi jefe! - su madre dobló su boca en una sonrisa sarcástica. - Ahora veo que tenemos gusto por los Park, Yoongi.

--No se atrevan a hacer algo o juro que...

--¿o si no que? -- la voz tranquila de su madre, me inquietaba. -- Solo eres un cachorro jugando ser un alfa.

-- No quiera probarme. -- dije serio.

Yoongi tenía sus piernas temblorosas. Podía oler su aroma y su tristeza.

--Que apasionado, muchacho. 

-- Demasiado y con muy mal humor. -- le dije. -- Maldita vieja bruja.

Jungkook no tenía la voluntad de hacerse a un lado bloquendo nuestro camino. Bajé el seguro del arma y mi mano no tanteaba a nada.

Al notar que Jungkook no se movía, solté un disparo al techo, la tipa tomó la mano de Jungkook y lo jalo hacia ella.

--No conforme con lo que le hiciste a mi hijo, quieres llevártelo lejos. 

-- ¡Cállate!

Mi voz se estaba desesperando, mi lobo estaba a un gota de terminar todo con la violencia de mi paciencia.

Yoongi mantenía su cara agachada y al tocar su mano solo pude sentir el rechazo de lo que era mi toque. 

--Suéltame...

Dijo el omega bajo. Mi ceño se frunció y el temblor de mis dedos se combinó con el sudor que estaba brotando de mis manos.

-- No. -- dije seguro.

Lo tomé del cuello y lo empuje, me dolía tratarlo así, pero no dejaría que se quedara ni un solo segundo más.

Con rapidez me lo fui llevando sin quitar en ningún momento la mirada de ambos, la mujer retenía el cuerpo de Jungkook opresabdo su brazo. El aroma a romero solo brotaba con el afán de dar a conocer el odio mutuo que nos teníamos.

Al abrir la puerta, jaloneé más pronto a Yoongi y lo baje del pórtico al salir. Casi corriendo lo trepé al auto y rodeé de este.

Y fue el disparo que sonó hueco y con fuerza.

La mujer salió con furia en sus ojos y sin dudar en ningún momento de sus acciones.

Trepé al carro y lo encendí. Mire a Yoongi y este se taba sus oídos ante el otro disparo.

--Mierda!

Jungkook saco por detrás su auto de la cochera y sin pensarlo, choco su parte trasera con la puerta trasera.

-¡Ah! -- Yoongi estaba espantado.

Mi sien estaba sudando y mis nervios se disiparon ante el temor de que no arrancará.

El auto de Jungkook de nuevo se hizo hacia enfrente y con fuerza volvió a chocar el auto.

La madre de Yoongi se acercaba en zancadas y con una gran sonrisa. Trataba y trataba al meter la velocidad del pedal y solo fue cuando la mujer ya estaba tan cerca que había sido capas de casi abrir la puerta.

El auto se hizo hacia enfrente, evitando un nuevo golpe por parte del auto de Jungkook. El jalón del acelerador movió a Yoongi que no quitaba las manos de su cara y mi ceño estaba fruncido al notar como con rapidez el auto del otro alfa arracaba desde la casa.

Mi pie metía el acelerador sin importar quien se atravesara por la calle, mis llantas brotaban el humo negro al querer cambiar de dirección con el fin de huir.

El acelerador y los gritos de los sorprendidos, nos abarcaba con fervor en los nervios que tenía. Y sé aceleraron mucho más mis latidos cuando el choque de nuevo me sorprendió y Yoongi soltó un nuevo grito.

--¡Ponte el cinturón! --le mandé.

Tenía pegado a Jungkook por detrás y mi espejo retrovisor era el testigo de ello.

Aceleraba sin compasión al abrir camino por calles mas anchas, el rechinido del neumático al esquivar nuevos carros era sonoro y con el pitido del auto le pedía que se hicieran a un lado.

El zigzagueo era rápido y pronto. No quitaba la mirada del los espejos retrovisores al notar que el otro auto nos perseguía.

Las desviaciones, vibraban con impacto ante la velocidad, di un volantazo a mano derecha y y acelere sin miedo a los conos de división de carreteras y el inicio de la autopista.

Varios aotos se sobre ponían a nosotros y algunos raspones provocabamos, no había sido consciente de la desviación de Jungkook y su madre. Los semáforos los pasaba sin importar el color y los pitidos de aviso de otros autos y por ello un auto logró impactar de lado de Yoongi.

Su aroma me ponía más intranquilo al cambiar las velocidades, el frenado repentino del auto por el choque me dio el tiempo de cambiar de velocidad y asegurarme de que el alfa no viniera.

La tarde se combirtio en una maldición por lo atascado de autos y con el afán de seguir esquvando el auto se jalaba de un lado a otro rechinado cada neumático.

--¡Ya no puedo!! -- el miedo de Yoongi era palpable y se confundía con mi adrenalina.

El carro de Jungkook salí justo de una calle que interceptaba al cortar camino con el fin de nuestro destino.

Y una vez más, su auto estaba detrás de mi. Los únicos dos carriles no nos abrían paso y sin miedo me fije que no viniera otros del sentido contrario.

Al saltar al otro carril aumente la velocidad con el fin de evitar todos los autos que estaban delante de nosotros.

Mi volante se fue haciendo hacia la derecha para colocarme de nuevo al carril, mi corazón se aceleró cuando observé que un camión se acercaba justo por enfrente y no había lugar para entrar.

Sin pensarlo, me pegué al auto de al lado y el razón de ambos carros nos acorralaron. Los pitidos rápidos de los autos pasaban a mi lado izquierdo era tan espontáneos que ensordecían.

El carro de mi lado derecho, frenó repentinamente otorgado su lugar y provocando que otros autos frenaran a tiempo antes de ocasionar una carambola.

De nuevo me fui abriendo lugar por los tres carriles derechos y me desvíe a una carretera, donde se acumulaba la gente y algunos puestos. Mi intranquilidad no me dejaba al notar en todo momento el auto de Jungkook detrás.
Su auto estaba también ya estaba maltratado por algunos choques que sin querer entraban en la persecución.

Mire los letreros de repente, las divisiones marcaban el túnel que era necesario pasar.

Las luces amarillas que alumbraba el túnel y se combinaban con la delos demás autos. El zigzagueo de nuevo se hizo presente y aventaba la punta del auto con el fin de quitar violentamente a los que estaban frente a mi ocasionando percances entre civiles.

Por fin, el auto de Jungkook se había puesto a la par con el mío y la madre de Yoongi me apuntaba con una pequeña arma. Pero en un movimiento, Jungkook dio un volantazo hacia mí lado, aventando mi auto hacia la parte de la pared del túnel.

Yoongi gritaba por todos los choques, pero se hizo más pequeño cuando su ventanilla se quebró por la dureza del concreto. Jungkook, aventaba una y otra vez su auto con el fin de que la llanta pegara y una de ellas se pincharan.

Las chispas salían por todas partes tenía la oportunidad de cambiar velocidad y salir del acorralamiento. Volante hacia la izquierda y mi auto se barrio contra el asfalto provocando el humo.

Me costó regresar a mi estado recto, pero Jungkook no dejaba de chocar contra el culete y solo así pudo pinchar la llanta trasera.

Frené y metí acelerador para dar una vuelta al querer retroceder, Jungkook con tal de seguirme este se movió hacia la derecha quedando su lado justo enfrente de mi. La punta de mi auto prácticamente arrastraba su carro y me iba separando de él poco a poco al notar las desviaciones.

Quise evitar que el chocará contra el gran muro de concreto que estaba separando ambos caminos, su madre seguía apuntando directo a nosotros soltando una bala la cual se estrelló en el parabrisas.

Yoongi lloraba y sus pies había sido maltratados por los vidrios que se había quebrado.

Y sin poderlo evitar el lado del copiloto del auto de Jungkook chocó fuertemente contra la división del túnel.

Los vidrios del auto del otro alfa estallaron y la lámina se frunció por completo.

Mi cabeza había pegado con fuerza contra el volante y Yoongi solo rebotó contra del asiento.

La sangre bajando por mi nariz y el dolor en mi pecho por el fuerte jalón del cinturón me mantuvieron inmóvil.

Mi cofre había quedado completamente parado y fruncido. Yoongi su cara estaba cubierta con un poco de sangre que caía de su ceja.

(...)

Hola!!!

Como estan??? fueron al concierto en cines??

Yo si fui y ahora siento un vacío dentro de mi, a pesar de que ya lo había visto. :(

No me juzguen por mi persecución, se que esta muy churra, pero trate de que fuera lo mas entendible posible. En mi mente me imaginaba los choques y los cristales rotos jajaja.

De la nada ya andaban armados, pero no hay que olvidar que Jimin en si es una persona de bares y esas cosas.

Gracias por leer de verdad que si.

ALICIELITO.

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