. Capítulo 43 .
Capítulo 43
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Seis de la mañana; fue la hora que en la que llegamos a la casa del alfa Min. Pude mirar con nada de sorpresa la casa en tonos arenas y con un recibidor tradicional con muy buena iluminación. Era impresionante caer en cuenta que la mayoría de todos habían disfrutado de la comodidad de la vida, menos una sola persona.
"No critiques"
Pero era inevitable no hacerlo, mi mandíbula se apretó con solo mirar la casa llena de ese calor hogareño, donde se habían olvidado la miserabilidad de otras vidas.
Desde lejos, observé con desdén la imagen de Min como un padre ejemplar, mientras era recibido por su hijo menor -que lo habría esperado cabe mencionar- dándole un gran abrazo. Que desdichados habíamos sido Yoongi y yo, teniendo la fortuna de tener padres que se mostraba lindos, pero al final eran igual de animales mamones. Unos se embargaban en la autoridad, mientras otros era tan fácil de persuadir.
Ahora comprendía lo que una vez Yoongi me dijo:
"Desde que tuve conciencia, el mundo me desagradó y solo mi desarrollo confirmó que nunca podre entender el comportamiento de cado uno de nosotros, y que jamás me confiare del todo ante la bondad"
Sin despedirme, arranqué el auto y solo tenía menos de unas cuantas horas.
Los edificios se mostraban continuos, llenos de luces que se reflejaban en el parabrisas. Mis ojos estaban tan cansados y estaba sin energía de nada. Por eso, solo di vuelta con el fin de llegar a una casa.
Mordí mi dedo, al notar la casa de Taehyung. Me estacioné y salí de repente soltando un portazo, atravesé el pequeño jardín y con desesperación oprimí el timbre. Mi dedo reacio no dejaba de oprimir el botón, y por fin un Taehyung adormilado abrió la puerta.
Sus ojos no tardaron en abrirse por completo en impresión y en un solo movimiento lo abrace. Solo era un abrazo de sensación vacía, mi espalda fue palmeada con una simple intención de ser consolado en un abandono.
Este me fue metiendo de poco a poco a la casa y me sentó en su sofá, la luz blanquecina provocaba mas mi jaqueca y el dolor insistente en mis omoplatos se reusaban en acomodarse en lo blando del respaldo.
--Tenía la ilusión que todo estaría bien. – Taehyung se acercaba con dos tazas en las manos con la intención de ofrecérmela.
--Todo se salió de control...
--Todo estaba mal desde el día que te fuiste a infiltrar a su cama. –dijo serio. – Desde ese momento todo se jodió.
--Casi logré que todo estuviera en paz.
--Ese es el maldito problema Jimin, que solo pensaste en ti y no en Yoongi. – sopló a su té. – Así solo pensaras en su bienestar.
--Durante todo este tiempo solo me imagino a Yoongi como un león enjaulado. No sé nada de él, mas que una nota que Jungkook me dejó. – deje la taza sobre la mesa. – Diciendo que dejara todo como estaba.
--¿Solo así? – Taehyung se demostraba tranquilo.
Una tranquilidad tan inadaptable a lo que estaba pasando.
--Sin una solo amenaza, y eso me desconcierta mucho mas. Tae, yo me sentiría satisfecho si tan solo pudiera verlo una última vez, si el me cacheteara o me escupiera en palabras lo idiota que soy.
--Siempre te lo ha dicho...
El omega se rasco el cuello y fue ahí cuando pude notar los múltiples manchones morados. - parpadeé confundido.
--¿Qué te pasó en el cuello? – pregunté, este rápidamente tapó su cuello y el sonido gutural marco el como se paraba al no querer contestar.
--No me paso nada, solo fue un sexo duro. – Taehyung era demasiado déspota y sincero como para creer que eso era real, pero eran sus ojos que también demostraban ese aflicción de todo lo que pudiera saber.
--Taehyung...
--Basta Jimin, ya dije que no es nada. – dijo medio alto y sus aroma se mostraba inquieto. – En este momento no se trata de mi. Se trata de que Yoongi se enteró de la barbaridad de lo que ustedes hicieron.
Dicho de aquella forma dolía mucho mas.
--Taehyung, ¿Qué paso?
Los ojos de Taehyun se inundaron en lágrimas y este soltó la taza de té en una pequeña desesperación.
--¡Fue mi culpa! – este llevó sus manos a su cara. -- ¡Él sabe que has buscado a su abuela y su padre!
Mis hombros se bajaron y mis ojos se abrieron de mas.
>>¡Él vinó el viernes por la noche y me atacó! – dijo haciendo su cabello para atrás. -- ¡Qui- quise defenderme, pero el me ganó de nuevo!
Mis manos temblaron y mi cuerpo estaba helado.
>>¡Se llevó el papel de los números y también mi teléfono! ¡Todo lo noté cuando pude estar consciente! ¡Por eso, llegó hasta allá!
--¡Mierda! – dije enojado.
--Jimin, cuando Jungkook no dice nada, es porque algo va hacer. – dijo aun con lágrimas. – Así como lo hizo con Jae...
Mis cejas se fruncieron en un solo segundo.
--¿Jae? – pregunté y mi voz apenas fue audible.
--Él era el alfa con quien Jae iba escapar. Ellos te iban a provocar un accidente y asi poder huir. – dijo mormado. – Jimin, lamento haberlo nunca dicho. – sus lagrimeos eran sonoros.
Mi lagrima bajó no por el pasado, sino porque todo este tiempo lo he perdido en estúpidas vivencias que no me habia dejado nada bueno mortificándome por personas que nunca valieron nada.
Mi rabia, se manejaba por un solo sentido y una sola motivación; no era el nombre de Jae quien me motivaba.
No podía hacer nada por ellos, ellos eran un fantasma del pasado y ahí se quedarían y es que yo ahora tenía preocupaciones mas grades que pensar en un bribón y en un alfa hijo de puta que no solo ha hecho daño todo el maldito tiempo.
Mire serio a Taehyung que ya estaba sentado sobre su sofá, sus hombros vibraban por aquello lamentos, mis manos destensaron los puños y mi palma derecha fue directa a su espalda. Al final el sentimiento de lastima no era algo ajeno a mi.
--Aunque tengamos ganas de sentirnos dolidos y queramos hablar por toda esa pesadumbre, primero tendremos que cambiar de planes. – dije con un dote de seriedad. – Su padre se hará cargo de la parte legal de todo.
--¿Por qué no fueron directo a su casa? – su cara sonrojada me la mostro. – No puedo entender cómo es que están aquí.
--Su padre, quiere hacerlo con tranquilidad y todo se manejará esta tarde. – dije directo.
--Su madre no dejara que hable con él. – dijo el omega.
--Por eso debemos decirle a Yoongi antes y si todo sale mal, tú te lo llevaras. – le dije. – Ambos merecen ser felices lejos de aquí.
--No va a querer escucharnos, a nadie. Debe estar tan triste.
--Lo sé, pero él es fuerte confió en que sabrá salir de esta pena que yo le diseñé.
--Una vez más esta historia se repite...
--Pero esta vez el final será diferente. -- dije seguro. -- Ve por un auto y te veré en las colinas donde se compite.
Mi verdadera preocupación solo estaba enfocada en un omega, pero siempre hay que notar a nuestros alrededores.
El agua fría cayó por completo en mi cara dándome un susto, el movimiento brusco de mi cuerpo hicieron que mi espalda tronara. Pues me había quedado dormido en el suelo cubierto de la alfombra.
--Cuando aprenderás a dejar de ser tan patético. – dijo mi madre. – Párate y vete a bañar das más asco de lo normal.
Un día nuevo lleno de desdicha en una pesadilla que está hecha realidad.
>>Hoy mismo nos largaremos de esta maldita casa. – sus palabras fuero directas.
--¿Ir a dónde?
--A un lugar donde dejes de estar llorando como un perro enfermo. No conforme con lo que haces te pones a llorar en la madrugada.
--Pe-perdón. – era inútil el ignorar sus palabras.
--Pide perdón mejor por ser tan estúpido y vete a bañar. Y más vale que en cuanto abajes dejes de lloriquear.
El portazo solo aviso que ya se había ido. La curiosidad de saber a dónde íbamos a ir me preocuparon demasiado. Con cuidado caminé directo a mi baño, los recuerdos me inundaron y golpearon con crueldad. Mi mano acarició en apenas un toque la marca que apenas cicatrizaba; mi lobo había estado ausente durante todo este tiempo que se me ha hecho infinito.
Él no podría sentirme si nunca se comprometió sentimentalmente conmigo. Antes de quedarme dormido deseé que él cruzara por esa ventana y me sacara de todo esto, pero nada pasó, todo desgraciadamente seguiría igual. Nadie podía entender esa parte en donde quieres estar lejos, pero tener todo a la vez.
El maneral del agua fue abierto y el agua comenzó a caer. Mientras esta se acoplaba palpaba el lugar en busca de una toalla, al encontrarla la deje cerca de la tina, quité mi pantalón de dormir y mi ropa interior.
Mi mano buscó el chorro de agua al templarla con el otro maneral, metí mi pie en la tina. El ardor de mi espalda fue piquetes agudos y con pesar tome el bote de jabón. Era curioso el notar como todo había regresado a lo que era un principio.
Mi mano dejo la botella y se escuchó el golpe metálico dentro del baño. Me agaché a recoger lo que se hubiera caído, pues este rozaba en una pequeña fricción de metal en mi pie. El húmedo metal me hizo entender que eran las tijeras.
Recuerdo que el alfa las había ocupado en un instante cuando acomodó mi cabello en una de sus visitas. Era un gozo que el agua empapara mi cara y me diera ese alivio de creer que mis ojos no seguían demostrando la debilidad de mis pensamientos.
Me gustaría que mi vida se quedara con ese sentimiento de felicidad como el de apenas hace unos días. Con recuerdos de agua salada bajo el sol del verano, creyendo cada una de las palabras que me hacían flotar. En donde las estaciones estaban marcadas con un camino lleno de prosperidad, los recuerdos lo atesorarían, aunque fueran mentiras escupidas en mi cara.
Me imaginaria como su piel se rozaba con la mía, como inhalaba su aroma y se penetraba en mi boca con feromonas excitadas y enamoradas con sabor a libertad, prefería quedarme con todo eso y cortar lo siguiente como el papel frágil.
Me senté dentro de la tina y el agua se había alejado de mi cabeza. Todo seria rápido, conciso y sin temor. Me llevaría ese amor, esos momentos felices, en donde no quería entender que él no era mío, donde nunca lo perdí y solo éramos dos chicos enamorados, donde mi familia me quiera y comprenda, donde no sea un estorbo, donde yo no fuera rechazado y la sociedad no fuera cruel con un chico que solo tenía sueños y donde pudiera ver.
Simplemente esta no era la vida indicada. Una historia que nunca había comenzado, pero en mi ya estaba terminado.
Apenas fue un pequeño desliz en mi muñeca, cuando las tijeras fueron arrebatadas de mis manos.
--¡¿Qué mierdas haces?!
Ese aroma...
(...)
Ash.. mi separado de nuevo no se pone.
Holaaaa
Ahora sí es oficial, esta es la recta final le calculo que son unos cinco capítulos más y un extra.
Aun no sé si quiero que Yoongi vea, originalmente Yoongi nunca recupera la vista, pero la fuerza de mi imaginación y del amor talvez si se pueda.
Ya ven, casi no hay drama...
Chiscxs muchas gracias por todo su apoyo. Espero que cuando la resuba les vuelva a gustar, para que ahora si la lean con tranquilidad y sin faltas de ortografía, con una historia mejor estructurada y que no se me pase los detalles.
LAS AMO MUCHO Y LES MANDO BESOS.
ALICIELITO
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