. Capítulo 37 .
Parte 2
Después de exigir mi papel de castigo con durabilidad de dos días e ignorar a la directora en plena platica; corrí al tiempo de que el mensaje de Soi me confirmaba que Yoongi seguía en la enfermería.
Al llegar, Soi me miró y solo se arregló su cabello en una coleta.
-¿Cómo te fue? – me preguntó.
-Bien. ¿Dónde está? —desvíe mi atención a otra parte.
-Sigue en enfermería. Al parecer le torcieron la muñeca.
Cerré mis ojos y traté de tranquilizarme, lo que menos quería era problemas.
-¿Ha venido alguien a verlo?
-Un beta, pero el omega no lo quiso recibir y lo corrió.
-Está enojado.
-Vaya que lo está. – me dijo.
Sus manos de Soi se mostraban nerviosas, así como apretaba sus labios.
-¿Qué tienes? – le pregunté y ella suspiró.
-Jimin, yo no debería pedirte explicaciones de nada, pero pronto nos graduaremos y por primera vez te noto preocupado. Y tú cólera de hace un rato...
-No deberías de tomarle tanta importancia Soi. – dije interrumpiéndola.
-No puedo evitarlo, cuando el alfa que ... - paró de hablar y dio otro suspiro. – No eres ningún tonto para saber lo que siento por ti.
Cansado pegué mi espalda a la pared y también recargué mi nuca.
-Creo no tienes razón; me he comportado como un tonto. – suspiré.
-Jimin, yo un día deseé que me miraras como miras a ese omega. Eres muy malo fingiendo que no te interesa; por un momento quise hacerme la idea que a pesar de todo aún tenía posibilidad contigo y llegáramos a ser más que unas personas que se complacían, pero hoy me di cuenta que tendré que resignarme a aceptar que amas alguien más.
-No sabes lo que dices, solo sentí lastima. – le dije. No quería que ella se entrometiera, mientras menos personas lo sepan mejor.
-¿Lo seguirás negando? – preguntó con voz sarcástica.
-Soi, solo no te metas...
-No pienso hacerlo. – me sonrío. – Solo si necesitas algo no dudes en decírmelo. De alguna manera tengo que pagar todas las veces que me apoyaste.
-Dalo por pagado. – le dije y ella sonrió.
Ella en un movimiento bajó mi cabeza y me hizo mirarla. Su leve toque dio conforme a una cariño en mi mejilla.
-Te amo. – me dijo y yo abrí mis ojos en sorpresa. – Y porque te amo, solo quiero tu felicidad. De verdad no dudes en pedirme algo que necesites.
Ella dio una última caricia en mi nariz y se fue apartando de mi lentamente. Su mirada me enterneció y solo le dediqué una sonrisa de labios apretados.
-Lamento no corresponderte. – le dije y apreté su toque en mis manos.
-No lo lamentes. Ahora ve y entra con el omega. – dijo y quitó su mano de la mía.
Su última mirada fue casi esporádica y su cuerpo iba a voltearse para irse, pero antes la detuvé de la mano y rápidamente le di un beso en la mejilla. Últimamente la sensibilidad me estaba abarcado y sentir empatía era algo a lo que tenía que irme acostumbrando.
-Adiós Jimin. – se soltó y se fue caminando con el sonido de sus tacones resonando por el pasillo.
La figura se perdió al doblar el seguimiento del pasillo, di otro suspiro y llevé mis cabellos hacia atrás.
El olor del alcohol con el desinfectante, fue lo primero que encontré al entrar a largada oficina. Fui directamente al escritorio en donde la enfermera anotaba algunas cosas.
-Hola, ¿puedo pasar por Min Yoongi?
-Oh. – ella revisó la extensa lista que solo tenía el nombre de mi omega y yo viré los ojos. – Claro, esta al fondo. Ósea atrás de la cortina. – ella me sonrío.
Alcé una ceja por su mala broma, pero a pesar de todo; la enfermería si era amplia y solo estaba dividida por cortineros blancos.
Me adentré, pasé por dos vestidores y cuando noté una abierta me detuve, quité la cortina complementaria, y por fin pude verlo.
Mi sentí tan pequeño ante su presencia y él solo se removió al sentir mi aroma. Sin contenerme, solté feromonas y este volteo a otra parte sonriendo.
Con cuidado de que no sonara mis pasos, me fui acercando por detrás de él y cuando estaba cerca este, volteo y solo la punta de sus dedos rozaron mis facciones.
-Ahora sé que estas a mi derecha. – me percibió.
-Omega listo. – le dije y me fui moviendo para quedar a un lado de él y poderme sentar. Estando ya a su costado, tomé su mejilla y la acaricié. – Mi amor, lamento no llegar antes.
-¿Quedé muy mal? – me preguntó.
-Ellos quedaron peor. – quería consolarlo. - ¿Cómo fue todo?
-No sé, todo fue tan rápido. – me dijo y bajo su cara. – Todo empezó por que me habían llevado un recado de que me estaban buscando en la biblioteca, pero al preguntar quién me buscaba ya no recibí respuesta y yo no iba a ir, porque me duele el cuerpo y simplemente tenía pereza de pararme. –—oía con mucha atención a Yoongi. -— Pero después pensé que podrías ser tu o mi hermano y, en el trascurso del camino me tomaron, me cargaron y empezaron a burlarse. Traté de huir y correr simplemente cuando me soltaron, pero estos eran varios y sus risas me confundían, así como los olores.
Lo abracé por los hombros algo fuerte quería que él se confortara en mis brazos.
>>Ahora sé que me lastimaron mi muñeca. – dijo simplemente. - Y me duele mucho mi espalda.
Yoongi, no era la persona que hablara o se quejara de las malas experiencias, y si lo hacía, lo decía con simpleza y de una manera en que no hay que darle tanta importancia. Era más fácil que expresara su enojo que sus preocupaciones o algunas tristezas
-Pero ya la han vendado. – le dije y besé su muñeca. - ¿Te han dado algo para el dolor?
-Sí, me dieron un relajante muscular y algo para calmar mis nervios de mi lobo, el muy maldito del alfa, se atrevió a doblegarme, por fortuna no hay que preocuparse.
Pegué mi nariz a su cabello y aspiré con intensidad su aroma.
-Yoongi, sé que no estas bien no tienes por qué contenerte, te sientes tenso.
-Esto bien, flanqueé por un momento, pero nada de qué preocuparse. Son cosas que pasan y simplemente pudo ser peor.
-Mi amor eres tan sólido. – cerré mis ojos.
-Jimin, yo de verdad trato de encajar. – dijo. – Y solo me gustaría saber, por qué no me dejan ser parte de ellos. – mi corazón dolió. – No hace mucho me dijeron un consejo y me gustaría llevarlo a cabo, pero todo parece dificultarse. No podemos estar juntos porque mi hermano no me deja, no puedo conocerte, no puedo ir con tranquilidad y estoy seguro que todo sería mejor si yo me fuera de nuevo a encerrarme a casa
-Hey, hey... - tomé sus mejillas sonrojadas. – No digas esas cosas. Yoongi, estoy seguro que si pasó esto es porque son parte de las consecuencias que yo provoqué. – mordí mi mejilla. - Kai solo es un idiota que no supo cómo desquitarse desde nuestra carrera y hace días yo fui a cobrarle.
-Oh. – dijo. – No sabía, yo no lo recordaba. – él apretó su puño.
-El que te debe una disculpa soy yo. Y tal parece que ahora sabe cuál es mi punto débil.
Tal vez esta es una señal para alejar a Yoongi de mí. Esta es la señal que estaba esperando.
>>Yoongi... - le dije y el morderme la lengua no me estaba ayudando. – Yo...
Él volteo hacia mi siguiendo mi voz y mi persona. Odiaba ver su rostro maltratado, odiaba verlo llorar. Y yo no aguantaría solo verlo sufrir por una persona que no vale nada como yo.
>> Yo no tolero verte de esta forma. – pasé mi dedo en apenas un toque sobre la mancha rojiza y la bandita en forma de mariposa que reposaba en su labio. – Tal vez lo mejor es que dejemos esto.
Mi pecho dolió, mis mejillas se pusieron rojas por el calor de aguantar alguna lagrima. Yoongi quitó mi mano de su mano y también quitó mis dedos que estaban en su mejilla.
-¿Quieres que me vaya? —su voz fue directa— Después de todo lo que ha pasado entre nosotros, ¿quieres que simplemente me vaya? – él mordió su labio, pero pronto lo soltó y su entrecejo se frunció.
-No te puedo colar entre toda esta mierda, Yoongi. – le expliqué. – Esto apenas es el comienzo de algo que no se puede confirmar. Y tú, aun estas a tiempo de que esto no siga creciendo, tú una vez lo dijiste.
-Sí, sé que lo dije, pero yo te lo advertí y lo prometiste. – sus lágrimas bajaron por sus mofletes.
-Sé que aún no es tan intenso para ti, Yoongi...
-¿Y tú que mierda sabes? No estás en mi estúpida cabeza para saberlo. – me interrumpió enojado. – Se que no soy muy expresivo y me cuesta abrirme, pero jamás vas a escuchar una sola queja de mi boca por lo que siento por ti. Y de pronto vienes y me dices que me aleje, después de todo.
-Yoongi...
-Cállate, quieres verme bien y no te pones a pensar lo que esas simple palabras están provocándome. Por que hasta donde yo sé, él que siempre me dice que no tema y que todo va a estar bien, eres tú. – su voz empezaba alzarse más. – Él que me sacó de mi zona de confort, fuiste tú, así que ahora no me vengas con idioteces de que me aleje de ti, cuando prácticamente ya te estoy amando maldito alfa. – sus lágrimas empezaron a ser continuas. - ¿o es que hay otra cosa...
Junte mis labios sobre los de él. Yoongi me acorraló con sus brazos sobre mi cuello y mis manos bajaron a su cintura, la cual la apretuje más a mi persona. Sus quejido fue bajo y, yo no había sentido el ardor de mi cara por los golpes hasta el momento en el Yoongi dejó de acorralar mi cuello y su largas manos apretaron mi mejillas
El beso mojado se combinaba también con mi pequeño sollozo. Nuestras lenguas sentían el sabor salado de nuestras lágrimas y nuestros lobos se acoplaban para evitar caer en la desesperación.
-Cuando pasé mi graduación – dije al separarnos y juntar nuestras frentes. -, tú y yo nos iremos lejos. Nos olvidaremos de esta vida y comenzaremos una nueva.
-Jimin... - habló bajo.
-No hay nada que te ate aquí, no hay nada que dependa de ti. – le dije en sus labios. – Solo vámonos lejos...
Yoongi, sonrió en mis labios y él asintió.
-Odio interrumpir su cesión de besos y palabras intensas, pero la enfermera ya me pidió que los saque o inundaran la enfermería con sus apestosos aromas. – Taehyung llegó y yo solo lo miré.
Taehyung miró la cara de Yoongi y después se fijó bien en la mía.
>>Supongo que estamos en problemas. – su pregunta era realmente una confirmación.
-Mas de los que te imaginas. – le dijo Yoongi.
-¿Cómo supiste que estábamos aquí?
-Son el cotilleo de la universidad y lo más probable es que Jungkook ahora sepa que mierdas está pasando. – dijo Tae aireado.
-Creo que tu mentira quedo justa, Yoongi.
-¿Qué mentira? – dijo confundido.
-El concurso. – le dije obvio y el omega se sonrojo. – Tendré que inventarle otra excusa para alejarlo.
-¿Te reclamó? – preguntó yoongi.
-Sí, pero le dije que solo será para el trabajo.
-No debí meterte en este enrollo. – me dijo. Yoongi apretó más mi agarre.
-Cuando la verdad se hace un pesar, es mejor aligerarla con la mentira.
-Es el peor consejo que he escuchado. – nos interrumpió Taehyung y su mirada severa me lanzó. – Ahora solo me doy cuenta que cuando no estoy, los dos son tal para cual y hacen estupideces.
- Kai, lo molestó. – le informé .
-Sí, también lo sé. Kai es una sabandija inservible para la humanidad y cuando lo vea le daré un patadón en sus pelotas de canica. – nos dijo enojado y pronto cambio su voz a una más suave al dirigirse a Yoongi. – Ahora vámonos, mi omega amigo.
-Es hora de enfrentarse a la realidad llamado Jungkook. - le dije
-Que flojera. – se quejó Yoongi.
Taehyung y yo, nos quedamos viendo y abrimos la boca en sorpresa.
Yoongi no era persona que se quejara de aquella manera de su hermano.
>>No estoy de ánimos de escuchar sus sermones y sus regañadas.
Yo sonreí orgulloso y Taehyung solo me dio un golpe en mi hombro emocionado.
-Es mejor que se vayan ustedes dos y yo después saldré de aquí.
El omega, tomó de la mano a Yoongi y estos se fueron caminando lentamente. Sus siluetas se marcaron por las cortinas blancas y el "gracias" de sus voces marcaron su marcha.
Miré con pesar mi mochila y de un jalón la puse en mi espalda.
Al salir de la enfermería, saqué mi teléfono y marqué directo al contacto de Namjoon, este no tardo en contestar y mis palabras fueron simples.
-Nos iremos directo a tu departamento, cuanto es de renta. – y solo su risa se escuchó por la línea.
Al salir de la universidad las gotas de lluvia nos sorprendieron y los relámpagos solo amenazaban que este clima empeorará durante el resto de la noche. Había caminado directamente a mi coche, las gotas sobre mi chaqueta se resbalaban iniciando un pequeño charco a mi lado y me la quité para prepararme antes de entrar a mi auto.
La quietud a mi alrededor me estaba poniendo tenso, pero desde que yo estaba con Yoongi esto se estaba convirtiendo en algo continuo.
"Es tu conciencia"
Al prender mi auto y mover el parabrisas una hoja se desprendió de entre estos, era tan pequeña que apenas pude notarla. Salí directo a recogerla del cofre y lo desdoblé.
"Jardineras a las 20:30"
Miré mi reloj y justo eran 20:16, resoplé y varios de mis cabellos volaron. Estaba tan cansado y hartado de este día.
La prisa en mi caminar, trató de evitar las gotas que ya eran suaves al toque del cuerpo; sonrió con solo imaginar a Yoongi bajo la lluvia, él es una persona tan hermosa que mil retratos le tomaría.
La tranquilidad se convirtió en una burla fingida al mirar la figura de Hoseok. Quitando mi sonrisa, aún así el cambio fue a un modo completamente cínico.
-¡Si querías una cita conmigo, pudiste ser más romántico! – le dije burlón.
Él se volteó y me sonrío divertido.
-En tus tiempos libre debes ser el entretenimiento para los niños. – dijo socarrón y yo le sonreí.
-¿Por eso vine a entretenerte? – le dije y llevé mis hebras negras hacia atrás. – Creí que divertías de más en mi bar, ¿quieres cupones? Tal vez así ya me dejes en paz y no te metas tanto en mi vida.
-Suena interesante, pero no me importa tu vida, sino... - pauso y se fue acercando. – La de Yoongi.
-No aceptas un no por respuesta, ¿verdad? – doblé mis manos en mi pecho. – Eres tan terco.
-Fue curioso como lo defendiste el día de hoy. Creí que ambos actuarían tan bien el no conocerse, pero me equivoqué y eso solo confirmó mi teoría.
-Sabes estoy contratando en mi bar, por que noto que tienes mucho tiempo libre. No estaría mal que malgastes tu tiempo siendo una bailarina o tal vez un chico de cuarto, apuesto a que te gustara mucho mas esa área. – le sonreí.
-Te digo que eres como una cosa muy curiosa que divierte. – dijo. – ¿Por eso te diviertes con Yoongi? – mi sonrisa se fue desvaneciendo. – Hay tantos tratos en la vida, Jimin.
-Tú no sabes nada. – le dije filoso.
-No, yo no sé nada; en eso tienes toda la razón, pero lo que si sé, es que tú y la rivalidad de Jungkook es más grande. Me agradará decirle todo a él y me dará mucho placer contarle que frecuentas a Yoongi; deberían ser más cuidadosos. – me sonrió. - Mira que besarse por la facultad y también llevarlo en plena lluvia a los edificios abandonados. – se rió. – Te creía mucho más romántico, bueno, a Yoongi ni le importaría porque es estúpido y ciego.
-No fue tan estúpido, porque me eligió a mí y solo a mí. – le reafirmé tajante. – Su lobo me ama como yo lo amo a él. – no mordí mi lengua. – Así que tus amenazas no me dan miedo y mucho menos le temo a Jungkook y el que le digas.
-Por suerte ya no tengo nada que decirle nada. – el beta rió más fuerte.
Hoseok sacó de su chaqueta su teléfono y lo pegó a su oreja.
>>¡Jungkookie! – la voz aguda de Hoseok fue sonora y su risa aún más al notarse la figura de Jungkook a lo lejos.
El alfa se fue acercando cada vez más rápido y por un momento mi vientre se contrajo.
-¡Cuando creí que ya no habría más sorpresas sobre los cotilleos, aparece Jimin y dice toda la verdad! – dijo alegremente sarcástico.
No podía darles el lujo de mirarme preocupado, por eso, empecé aplaudir.
-¡Bravo! ¡Bravo! – le dije. - ¡Me atraparon como una rata en su jaula! – me burlé sonriendo.
Jungkook le dio un codazo a Hoseok en broma y ambos comenzaron a reír.
-Déjame entender un poco la situación. – dijo el alfa. – Tu acabas de mencionar que mi hermano se enamoró de tu alfa y tú de él. – su voz salió en pregunta, pero esta era más a una forma socarrona. – No digas idioteces Jimin. Tu apenas puedes sentir y mi hermano apenas sabe lo que es el amor, a menos que no sea el de su familia.
-Vaya familia que tiene. – le dije y Jungkook se fue enderezando. – Mira que apostar a su propio hermano. – dije y Hoseok llevó su mano directo al mentón.
Hoseok no sabía nada de la apuesta y miró directo a Jungkook.
-¿Qué? – dijo Hoseok. – Que hijos de puta. – se rió.
-¿Nos vamos a juzgar? ¡Que divertido! Deberíamos de hacer una pijamada y contar nuestros secretos entre los tres y comer bombones. – dijo Jungkook divertido.
-Bueno ahora lo sabes, ¿Qué harás al respecto? – le dije serio.
-Oh. El alfa y machote quiere hablar en serio. – Hoseok se repuso y se paró derecho.
-Lo que mejor sabemos hacer, Jimin. – dijo con sonrisa ladeada. – Pero antes que nada, es justo explicarte todo.
-No me interesan las malditas explicaciones. Solo quiero que seas claro y hables de una puta vez. – dije más alto.
-Ni modo Hoseok, no explicaremos el plan. – el alfa volteó a mirar a Hoseok que se agacho fingiendo tristeza.
-¡Ya habla! – le grité.
-¿Qué tanto vale mi silencio y no le parta el corazón en dos a mi hermanito? – me dijo directo. – Más bien, ¿Cuánto vale tu amor por mi hermano? – me sonrió.
-No lo pienses mucho. – dijo Hoseok.
-Lo que pidas. – dije sin pensar.
-¡Wow! – gritó. – No me esperaba esa respuesta. La verdad, me esperaba un: "me vale una mierda, de seguro él se repondrá" – entrecomilló. – Que divertido, una apuesta que paso a amor. Jimin me lo hubieras dicho y el trato habría sido diferente. El pagar directo por mi hermano era más factible que vivir con la espera de que lo llevaras a la cama. De todas maneras, no iba a ser tan diferente de lo que haces en tu bar, ¿verdad Hoseok?
-Así es. – dijo. – Si yo habría sabido que tenía que pagar por tu hermano también lo hubiera hecho.
-¡Cállate imbécil! – miré directo a Hoseok. - ¡Dejen de hablar mierdas y solo di que quieres Jungkook!
Jungkook se fue acercando hasta estar muy cerca de mí. Él desdoblo sus brazos y con mucho cuidado acomodó mi chaqueta, sacudía con sus manos mi ropa y en un manotazo las quite de mí.
-Quiero la mitad de tus ganancias y tus autos. – dijo en mi oreja. – Solo eso quiero...
-Hecho. – dije sin filtró.
-Ah, y también olvidaba que quiero que te alejes de él pasando el concurso o, juro que le diré cada maldita palabra antes. Así que tienes dos días para transferir el dinero y entregarme las llaves de tus autos. – me dijo. – Pero mientras más rápido vea los números y los ceros en mi cuenta, todo será mucho mejor, ¿entendiste?
Dos días era mas que suficiente.
- Completamente claro. – le dije. – Pero si le dices antes de los dos días, él sabrá el tipo de hermano que lo rodea.
La lluvia se intensificó y los rayos alumbraban el lugar. El golpeteo del agua pareció tal como un reloj desesperando la paciencia colgando de un hilo.
-Es un alivio tener un hermano tan manipulable e idiota que no sirve para nada, para que le crea a su único y perfecto hermano que lo ha cuidado desde que era niño. – hizo puchero y su cara cambio a una risa burlona. - Pero inténtalo, no pierdes nada. – dijo despreocupado. - ¿Tu no pedirás nada Hoseok? – Jungkook lo miró. – Yo que tú, aprovechaba la vulnerabilidad de este alfa caballero y guardián de omegas ciegos en peligro. Anímate, es cortesía de Yoongi.
-Es que no sé qué pedir. ¿Dinero? Lo tengo, ¿auto de carreras? Se me hace tan corriente, ¿golpearlo? Soy muy débil. – dijo mirando su muñeca. – Creo que mejor te lo pediré a ti Jk. – le dijo y este le guiño un ojo.
-¿Ok? – dijo y se alejó. – Caballeros, fue un placer hacer negocios con ustedes.
Sin demorarme les di la espalda y antes de dar el primer paso...
-¡Jimin! – me llamó y se fue acercando. – Se me olvidaba...
El puñetazo fue directo a mi rostro y este me tiró por completo al césped, dejando la mitad de mi cuerpo sin ser cubierto por el techo blanco de las jardineras. Mi mano fue directo al golpe y desde abajo lo miré borroso ante el caer de la lluvia y con mis cejas fruncidas. Mi puño fue apretado por la rabia.
>> Eso fue por meterte con mi hermanito y convertirlo en una puta. – dijo y este me dio la espalda para irse.
Ambos se largaron y sus figuras se fueron haciendo pequeños, dentelladas sus prendas.
Me acosté sobre el pasto y la noche estrellada era opacada ante las nubes grises en matices oscuros. Pero a pesar de todo, la lluvia del verano está a siendo mi única tranquilidad de todo el desastre que tal vez se acercaba.
No sabía cuánto tardé en reponerme del golpe, pero estaba tan cansado que mi cuerpo dolía y mis nervios estaban de punta.
Todo estaba a oscuras y mi auto era el único que estaba a lo lejos, quité el seguro y entre en el.
Mi ropa empapada mojó parte del asiento al sentarme y mis cabellos goteaban sobre mis hombros.
La marcha de mi auto era paciente, sin acelerar y sin bocinas desesperadas tratando de pasar. Cuando llegué a mi departamento, me fui directo a la ducha y me cepillé los dientes para después irme acostar en tranquilidad.
Al estar oscuras, me permití dejar caer todas esas lagrimas que me invadían. El dolor de mi pecho no estaba en mi alma, me sentía tan inútil, tan desesperado, pero aún así, nunca me arrepentiría de conocer a Min Yoongi.
Sorbí mi nariz y sin pensarlo, doblé medio cuerpo hasta encontrar mi celular en mi buro. Marqué directo a su número y solo dos pitidos tuve que esperar.
-¿Jimin?
-No deberías contestar esperando a que seá yo.
-Eres el único que me marca. – dijo y su risa me hizo soltar una lagrima.
-¿Por qué eres tan perfecto, omega?
-Porque así nací, pero no soy tan perfecto. – dijo en broma.
-Para mí lo eres Yoongi y por eso te amo. – le dije directo y más lagrimas corrieron a mi sien. - ¿Tú me amaras pase lo que pase? – le pregunté.
-¿Qué puede ser lo peor que me pueda pasar? – dijo. – Así que sí, siempre y cuando todo tenga jus...
-Justificación. – lo interrumpí y terminé por él. - Yoongi, te amo y nunca dudes de eso.
-Jimin. – el suspiro pesado se escuchó por la línea y me estremecí al presentirlo. – No lo tomes a mal, pero si solo estas diciendo te amo porque te sientes presionado por lo que dije hace un rato, déjame decir que no tienes por qué sentirte así.
-No hay presiones, amor. Hoy más que nada, me di cuenta de lo mucho que te amo y que tu simple existencia me hace sentir vivo. – dije honestamente. – Te amo mucho Yoongi.
Los sollozos por la línea fueron sonoros y también los míos.
-Dilo una vez más, Jimin. – dijo y yo no pude ocultar mis quejidos en lloriqueo.
-Te amo, mucho Min Yoongi. Mi alfa te escogió para pasar cada estación del año junto a ti hasta morir, y que quiero que nuestras almas estén juntas hasta a la eternidad.
-Te amo, Jimin. – me dijo y entre lagrimeos sonreí. – Eres mi paz, aunque seas un tormento Park Jimin.
-Ahora ya está dicho, mi amor. Y nunca dudes de mi amor, Yoongi. Quiero que sepas que todo lo que yo siento por ti es genuino.
-Y lo mío por ti, Jimin. Gracias por sacarme de la imaginación que en imágenes no tengo, pero sí en sentimientos.
Sus palabras me hicieron llorar más y mis quejidos estaban en línea.
>>Descansa alfa, mañana nos veremos en la biblioteca a la una, no llegues tarde.
-No faltaré mi amor. Descansa.
Ninguno de los dos dijo algo y solo después el pitido del colgado hizó eco en mi oreja.
Llevé mis manos a mi cara tratando de tranquilizar mis lágrimas y me espanté de al tiempo que mi celular vibró y sonó.
El número se marcaba en privado, lo miré extrañado y después contesté.
-¿Diga?
-Señor Park, lamento mucho las molestias a esta hora, pero me es grato decirle que el día lunes de la otra semana se presente a la cita de trabajo directamente a la oficina de recursos humanos, y si, usted pasa la entrevista; pasara a otra ese mismo día con el señor Min. Recuerde llevar sus papeles y llegar puntual. Que tenga buena noche y muchas gracias por escoger la editorial.
-Gracias. – dije y de nuevo el pitido del colgado.
Por fin mis plegarias había sido escuchadas.
(...)
Leí esto y ahora me doy cuenta que parte de la descripción de la universidad es la de mi exprepa jajaja. Que recuerdos ajaja
¿Qué tal ? ¿cómo les va? yo espero que bien.
recuerden que las amo y que les mando besos.
Dudas y preguntas. Aqui:
ALICIELITO
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