. Capítulo 34 .
Parte 2.
-Empiezo a creer que la universidad solo es tiempo para alcoholizarse. – le dije a un Taehyung animado.
-Solo me alcoholizo cuando estoy tenso. – sus dedos apretaron el torso de mi mano.
-¿Y lo estas? – le pregunté. Aunque sabía que era una pregunta tonta.
-Sí, pero estoy seguro que todo esto pasara pronto y estaremos bien.
Yo no sabía que es lo que pasaría pronto, pero tal vez las palabras vacías de alivio forzado, si ayudaban a la estancia de un "bar perdido" o es lo que había dicho Taehyung.
-¿Esta muy lejos de nuestras casa? – le pregunté.
-Tal vez una media hora... - dijo no muy convencido.
-No sentí así de largo el camino. – le dije.
-No te preocupes, estoy seguro que llegaremos con bien para que Jungkook no te reclame nada.
-Jungkook... - dije casi en un suspiro. – A veces creo que ya es tiempo de que me aleje de él.
-Una difícil decisión. – lo pudo afirmar— Pero un bien para todo tu mundo.
-Sé que para mi hermano a veces soy una carga y me gustaría que el también ya no se sienta tan unido a mí. Algún día, él hará su familia y yo me quedare con mi madre.
-Yo no estaría tan seguro de eso. – me dijo tajante.
-¿Por qué no? – le pregunté. – Mas bien, eso me lleva a preguntarte.
-Yoongi, por un momento ya estaba festejando de que no lo recordaras. – me interrumpió.
-Soy todo oídos. – dije sonriendo. – Y da por hecho que los tengo desarrollados.
La risa gruesa de Taehyung me soltar una sonrisa de dientes.
-No te pareces en nada a Jk. – informó. – A nadie en realidad...
-No cambies de tema y dime. – aparté mi mano de la de él y tomé el cristal de mi bebida.
El amargo y dulce trago, me llevaron a formar una mueca y la risa de Tae sonó más fuerte.
-Te dije que un mojito no era tan digno para tu paladar, pero supongo que tienes malos gustos.
Yo reí.
-Eso no es verdad. – dije rápido. – No estoy seguro de mi estilo físico, pero sí en gustos de: paladar, tacto, olfativo y musicales.
-Si tu buen gusto se trata de Park Jimin -aleas-, "el perro rabioso". Entonces, tenemos casi los mismos gustos. – bromeó. - ¿Y fue dulce? – preguntó de repente.
-No cambies así el tema.
-No lo cambiaré, si solo medas un poco de detalles. – le sonreí y le di otro sorbo a mi bebida.
-Amo tus muecas. – se burló. – Ya dime. – rió.
-Se supone que es privado. – ladeé mi sonrisa.
-Entonces fue muy malo. – dijo rápido. – No me lo esperaba, la verdad es que...
-¡Yo~! – dije alargado para interrumpirlo. – Yo, no diría que fue malo, solo que mi experiencia no es muy larga.
-Ahora defiendes su hombría. – dijo riendo. – Esto se pone interesante. ¿Qué sentiste?
-Cada recuerdo de sus caricias me pone los pelos de punta. Fue tierno y paciente a mis palabras, claro. – le sonreí. – Amo sus besos en mi pecho y en mi espalda baja. – mis labios se estiraron más. – Los apretones en mis piernas y su manera algo brusca de abrirlas me pusieron eufórico, tuve que morderme la lengua para no gritar en ese momento. Sus palabras quitaron todo rastro de nervios y solo me gustaba que fuera ronca y gruesa...
-¿Solo grueso de la voz? – dijo riendo.
-¡No~! – alargue negando. – Espera, aun no voy a ese punto. – dije y su risa fue más sonora.
-Ok, esperare.
-Sus respiraciones entre cortadas en mi oído eran un placer tan juguetón. – regrese al tema. Sabía que mis manos se movían al explicar, algo incoherente, pero aun estos eran con brusquedad. – Sus risas lascivas y vibrantes. – reí creyendo que ers bobo. – El sabor de su lengua, de su piel salada. Mis manos recuerdan su piel suave, su cuerpo formado... Nunca imagine que Jimin pudiera tener un cuerpo atlético.
-¿Cómo sabes que es atlético?
-Mi institutriz me lo explicaba en clases de artes. Me los describía a la perfección. Y ahora sé que Jimin lo tiene —regresé a describir —. Sus abdominales no son tan exageradas, pero amo como se sienten en mi vientre... ¡ah~! – chille emocionado. – Las ganas de tocar sus piernas aún siguen en mi... así como las simulaciones de embestidas.
-Ok... esto fue más raro.
-Hace calor, ¿no crees?
-Solo para ti. – respondió. - Omite ciertas cosas.
-Creí que querías detalles.
-Sí, pero tal vez no tan detallado y menos la parte de la penetración.
-¿Como puedes describir esa parte? – le pregunté.
-Que te la metió muy profundo. – dijo rápido.
-¡No! ¡así, no! – le di un trago a mi bebida. – Mas delicado.
-Que te la metió profundo, pero con delicadeza. – dijo irónicamente bromeando.
-No tampoco. – le negué sonriendo. – Es que no solo fue un mete y saca, fue algo más... Como una conexión resumida en deseo, me dirás loco, pero su penetración fue lenta, constante y dura al final, acompañado de un vaivén sensual, como una melodía erótica en mi cuerpo. No sé, no estoy seguro.
-¿Debo preocuparme de que no menciones la seguridad?
-Si hablas del condón, claro que lo hubo.
-Hijo de puta. – rió.
-A un resumen no tan largo. Lo disfruté... - me acerqué un poco más a donde creía que estaba Tae. – Y te diría con confianza que no me molestaría hacerlo de nuevo. – le dije en un murmuro.
-No soy nadie para negarte las cosas. – dijo. – Solo sean responsables. – el tono de su voz no sonaba tan convencida.
-No te preocupes, te aseguro que voy a estar bien.
Y yo también lo estaría, Park me lo había prometido.
-Todo fue tan rápido. – me dijo. - ¿Te cortejó?
-No como tal, aunque, si me lo pidió. El alfa siempre fue claro, en sus insistentes declaraciones.
-No me imagino a Park cortejando. No quiero hacerte sentir mal, pero sabes que tiene una fama, no muy decente.
-Sí, ya me lo has dicho. Solo no me juzgues por favor. No creas que lo hice por desesperación.
-No lo hare Yoongi, sé que, a pesar de todo tu caso es muy diferente.
-Gracias. – sujete su mano de nuevo y él posó otra sobre la mía. – Ahora no creas que se me olvida.
- Primero necesito un trago. – me dijo y las manos fueron separados.
Repentinamente la música era agradable y exacta para platicar.
-¡Sigan disfrutando sus bebidas! ¡pero si necesitan algo mas no duden en pedirlo! – la voz femenina era animada- ¡Solo opriman el botón y en seguida vendré!
Me sorprendí de la presencia repentina de la mesera.
-Ya que estas aquí, puedes traer dos botellas de soju y un paquete de cervezas de cuatrocientos.
-¡Claro! las botellas de cuatrocientos ¿las traigo en tandas o en una solo exhibición?
-En una sola por favor.
-Tae... ¿no crees que será demasiado?
-No, de alguna manera tenemos que festejar que eres toda una flor.
Cubrí mi cara.
-Pero los supresores...
-Nada de nada, tu omega fue saciado.
-No lo ventiles así.
La risa delicada de la mujer me avergonzó más.
-¿Algo más?
-No linda y gracias. – dijo Tae. -La jaqueca me está matando. – me informó.
-Mis analgésicos están en mi mochila.
-No te apures, ya se me quitara.
-Bueno ahora sí, te escucho...
-Ok... por donde empiezo – dudó.
-Exactamente fue hace un año. – bebí. – Cuando termine con tu hermano. Aunque los problemas vienen arrastrándose desde hace dos años.
-Tanto... - abrí mi boca sorprendida.
-Nunca había escuchado de ti. – le dije.
-Era de esperarse... - el desánimo se pudo percibir. – Pero que podía merecer si lo conocí en una noche de carreras. No había mucho que decir en ese entonces, pero después de nuestra primera noche juntos, Jungkook me estuvo citando para más encuentros, de ahí, la afección creció y nos enamoramos. —suspiró.— Mi alma se engañó creyendo que JK era el indicado y el momento que yo estaba entregando mi fe en él; Jungkook comenzó a ser indiferente, me fue ignorando y yo creí que me engañaba.
-¿Y lo hacía?
-Sí, pero no exactamente con quien yo había pensado. Fue más un engaño que una infidelidad.
Mordía mi labio sin poder entender. ¿Infidelidad y engaño, no era lo mismo?
>>Era una noche de carreras como siempre, se suponía que JK no iría esa noche y justo fue cuando Jimin correría en contra de un omega. Esa carrera fue una de las más apostadas de aquel año, pues en ese entonces se aceptaban dólares para hacerlas más atrayentes.
-¡Aquí esta sus bebidas! – nos interrumpieron.
En ese momento no podía captar nada. Y el descorche de las botellas, resonó en la mesa.
>>Me retiro y que disfruten. – se despidió
-Jungkook, no había clasificado para esa carrera y se supone que por eso estaba cabreado y dijo que no lo volvería hacer, siempre lo dice, pero no cumple. – soltó una pequeña risilla.
-Todo esto, ¿fue hace dos años?
-Sí, aparte es lo de hace un año. Solo que aún no termino.
-Ok...
-En fin, todos nos estábamos preparando para la carrera. Seokjin había ajustado los autos y todo se notaba bien, pero al final algo pasó durante el camino que Jimin perdió el control y se estrelló, aunque todo fue leve y Namjoon fue a recogerlo. – dio un suspiro y calló un momento. - El omega competidor recogió el dinero en cuanto llegó y yo lo había estado observando, y no pasé desapercibido su nerviosismo al tomar el otro auto de Jimin que tenía en el bodegón y solo se fue a gran velocidad.
>>Por una razón yo le había marcado a Jungkook, pero él no me había respondido. Después de que el omega se fuera en el auto de Park. —para un momento de relatar—. Jimin, Namjoon y Seokjin entraron a la bodega; Jimin estaba tan enojado que lagrimeaba, recuerdo que me tomó de la camisa y me jaloneó hasta que contestara sus preguntas de: donde se había ido el omega y con quien se fue. Pero yo no sabía nada y me sentí espantado porque era la primera vez que Jimin estaba tan mal que había usado su voz de mando para hacerme hablar, y que si no hubiera sido por Namjoon me habría golpeado.
-¿Pero qué había pasado? - pregunte más interesado y bebí de la botella de cerveza.
-El omega había hecho trampa. Y fue confirmado por Seokjin cuando dijo: "Yo revisé tu V8, y no era acto para correr, por eso te pedí que ocuparas el otro"
Esas fueron sus palabras. Y el omega se había marchado en su v8.
-Oh no. – dije cubriendo mi mano. –¿Y después que paso?
-Jimin salió alarmado en conjunto con Namjoon y yo jalé a Seokjin para seguirlos. Ambos autos iban veloces, pero Nam, marcó a Jin para que nos dividiéramos y buscáramos al omega.
Preferí no decir nada y seguir escuchando.
>>Y así fue, nosotros lo habíamos encontrado, pero todo fue horrible cuando nos bajamos lo más rápido posible. Aún mi memoria me hace estremecer a mi piel cuando lo encontramos muerto.
-¿¡Qué!? – dije rápido. - ¡Muerto!
-Sí. Al parecer el auto se había volcado y el cuerpo del omega salió proyectado. Seokjin se acercó a él para ver sus signos vitales y con torpes movimientos llamó a Nam. – paró de hablar. – Mientras ellos llegaban, yo daba vueltas por el lugar inspeccionando y lo que menos imaginé era encontrar un teléfono celular a lo lejos, y al momento que lo tomé este sonó; y yo mejor que nadie podía reconocer el numero, a pesar de que la pantalla estaba estrellada.
Di un gran sorbo a mi botella, al tiempo que la tristeza de Taehyung llegó a mí.
>>Era Jungkook. – dijo con voz entre cortada. – Él era quien marcaba a ese celular. Yo estaba tan perplejo, que contesté y no dije nada. Pero Jungkook se encargó de decirlo. – el sorbió de su nariz. – Aún queman sus palabras y me las he callado por tanto tiempo.
-¿Cuáles fueron? – le pregunté triste.
-"Te estoy esperando, cariño. Ya he comprado lo boletos" Yo quería responderle, pero el celular se había apagado. – dijo apenas airoso. Las feromonas de tristeza de Taehyung también me hicieron llorar.
Yo no conocía para nada a Jungkook.
-Taehyung... yo – dije sin saber que decir. –
-Jungkook nos había engañado a todos.
-¿Nunca buscaste explicaciones?
-Todo fue tan claro, que no las busqué.
-Pero Tae... Jungkook.
-Jungkook, es tu hermano, pero no quita que sea un hijo de puta.
-¿Cómo es que le sigues hablando? Yo no podría dirigirle la maldita palabra.
-Él no sabe, que yo lo sé todo.
-¡¿Por qué?!— me comenzaba a alterar— Él no merece tu silencio.
-Por miedo Yoongi, por eso no lo he hecho. Porque prefiero huir antes de decirlo.
-Tae, yo lo entiendo, pero...
-Lo ama, mi lobo sigue amando a tu hermano. Mi yo consiente, sabe lo que debe hacer. Pero mi lobo se niega aceptar que su alfa lo engañó..., que no lo quiere.
-Todo es tan confuso. – mordí mi labio.
-Yoongi, no le digas nada a Jimin. Él más que nadie no debe saberlo.
-¿Por qué? – le pregunté alarmado. – ¿Jimin hará algo?
Jimin no era un alfa peligroso.
-Temo que sí, Yoongi, por su culpa él perdió esa carrera. – dijo. – Ni tampoco le reclames a Jungkook. De todas maneras, todo es pasado, ya no estoy a su lado y jamás lo volveré a estarlo así mi lobo lo necesite.
-Trata de hacerte creer que todo es pasado para ti, Taehyung. El tiempo sana heridas, pero también, el tiempo carcome.
Tenía que digerir toda la información. No sabía que hacer, decir o mínimo escuchar.
El ambiente cómodo, paso a uno triste y distante. Había mucho que pensar y saber, todo estaba tan coludido en tejeduras que no se rozan para nada con mi vida y así lo tenía que tomar; como algo que no tenía que ver conmigo, pero como voy a ser apático a la situación, si se trata de mi hermano y mi mejor amigo.
-Taehyung, solo quiero que sepas te quiero y que puedes seguir desahogándote conmigo. – buscaba sus manos.
-Te quiero mucho Yoongi. – dijo y la honestidad estuvo en el ambiente.
-Yo también. – le sonreí. – Y ahora para quitarnos el que seguir pensando, demos un trago.
-Yoongi no es necesario. Estoy bien, hablarlo me quita mucho de encima.
-Sí, pero ahora ese secreto está en mis hombros y que mejor que alivianarlo con un poco de alcohol. – traté de animarlo.
-Tendré que decirle a Jimin que no es buena idea que ... ¡Espera un momento!
-¿Qué? – dije apenas tomando a mi botella.
-¡Eres tu! ¡el enano desagradable! – su risa comenzó a ser más sonora. – Kai dijo que era un omega diferente.
-¿Kai? El alfa arrogante. – le dije.
-¡Sí eres el omega misterioso!
-Misterioso no tanto, solo buscábamos que nadie me reconociera, más que nada Jungkook.
-Como es que no lo note, ósea, yo fui quien marcó la partida de su carrera.
-Sí, lo sé. Tu voz es tan reconocible. – reí.
-Y yo creyendo que esa noche estabas con Hoseok.
-Ni loco. Taehyung, Hoseok solo me amargó la noche.
-Pero Jimin te la endulzo.
-Sí, la mejoro en muchos aspectos.
-Me alegra saber que la menos lo estas pasando bien y sabes... sí hay que brindar. – me dijo.
-¡Sí!
-Brindemos por nosotros, porque somos un desastre y nos metemos con alfas estúpidos. - dijo alegre.
-Jimin, no es tan estúpido, tonto tal vez.
-¡Ay, no! Solo basto que te diera placer para que cambiaras tan rápido de opinión.
-Solo brindemos. – le dije.
-¡Ok!
(...)
-¡Hasta el fondo! – dijimos al mismo tiempo.
El raspado de nuestra garganta nos quemaba y todo era representado por el carraspeo ruidoso.
-¡Amo esa canción! – dijo Taehyung.
-¡Cantémosla! - dije animado.
"Take my breath" - cantamos al mismo tiempo.
"i saw the fire in your eyes" – empezamos a cantar.
Por un momento, yo era quien quería sanar las heridas de Taehyung en nombre de mi hermano. Seguía sin caer en cuenta que mi hermano hiciera tal cosa.
Me dolía saber que Jungkook ha partido corazones tan lindos como los de Tae. Nadie merecía el trato de la ilusión y después bajarlo hasta el suelo, nadie merecía lágrimas de corazones rotos.
-¡yes baby! – Cantaba Taehyung.
El bullicio era más ruidoso.
-Hola de nuevo chicos. – habló alegre la chica que nos atendía. – Solo vengo a decirles que unos apuestos alfas les mandan estos cocteles.
-Uy~ - dijo Tae. – Señálame quienes son. – mando.
-Son los que están en aquella mesa. – le dijo a Taehyung. – También preguntan si se pueden sentarse con ustedes.
- No están nada mal... - el canturreo de Tae no medió buena espina. - ¿Esperan una respuesta pronto?
-No me lo han dicho. – dijo. - ¿quiere que pregunte?
-No
-Sí – ambos hablamos al mismo tiempo.
-Nos permites tantito corazón. – le dijo Taehyung. – Y sí, yo les hablo, no te preocupes.
-Está bien, me retiro. – dijo la mujer.
-Tae, no es buena idea que le hables, pueden ser peligrosos. – le dije airado.
-Tranquilo Yoonie, se ven inofensivos. No nos haría mal un poco de compañía. – dijo alegre. – Y si se ponen pesados nos vamos y le dejamos la cuenta, créeme soy experto en eso.
-No, Tae...
-Solo un rato. – rogó. – Te aseguro que no pasara nada. Yoongi fuiste capaz de ganarte el rechazo de Kai por tus palabras que por tu ceguera, créeme que sabes defenderte.
"Tengo que aprender a decir no, ahora de manera rotunda"
>>Jimin no se enterará. – mordí mi mejilla por dentro.
-Solo un rato... - dije no tan convencido. – Pero si dicen algo de mi ceguera, nos vamos.
-Entendido. – dijo rápido.
Y así de rápido, algo me había colocado en mi cara que opresó el puente de mi nariz.
-Con estos lentes no dirán nada y también servirán para que te desenvuelvas sin temor.
-¿De dónde los sacaste?
-Siempre los traigo conmigo. – respondió. – Les hare señas.
-Qué vergüenza...
-Respira que ahí vienen. Y no digas tu nombre real.
Asentí y bebí un poco más.
(...)
El alfa se inclinaba un poco más a mí. Mi sentido de la percepción aún no era tan nulo y podía sentir su aroma picar en mis narices.
Lo que había iniciado con presentaciones rígidas y avergonzadas, pronto estas cambiaron a un montón de risas y platicas casuales. Pero era tan obvio que un alfa se enfocó directo a Taehyung y el otro a mí. Por ello, las pláticas eran muy separadas entre las cuatro personas presentes en la mesa, claro que esta me incluía y me tenía satisfecho.
-Es una pena que me graduara antes de que entraras a la universidad. – me dijo el alfa.
También una pena que no me lograra aprender su nombre y solo su apellido.
-Sí es una lástima. – le sonreí. – Pero te felicito que ya te graduaras, es muy lindo tu logro.
-Sí la carrera de Psicología es complicada, pero es muy interesante.
-Yo también estoy estudiando Psicología. – le dije animado.
-Oh, eso es bueno saberlo. – me dijo. – Perdona que te lo pregunte, pero, ¿hay algo en frente?
-¿Qué? – dije confundido.
-Si es que desde hace un rato estás viendo hacia al frente.
-No, nada de eso. Perdona es que a veces me pierdo y no puedo ubicarme bien.
-¿Sufres de TDAH? – me preguntó.
-Oye no es correcto que me analices. – me reí.
-Nada de eso. – se defendió. – Solo que eres muy curioso.
- No sé si ofenderme con esas palabras. – le dije.
-Solo digo que eres agradable.
-Gracias. – le sonreí.
-¿Sueles ocupar gafas en los lugares oscuros?
-Las luces me hostigan. – le mentí. Un pretexto muy usado por mi madre.
-Te entiendo. Las luces chillonas suelen hacer doler la cabeza.
-Sí, claro. – le afirme más en mi mentira. – Mas las luces grises – dije cualquier color.
-Exacto, las fluorescentes son lo peor. —rió.
-¡Sí! – dije alegre.
-¿Qué otras cosas te desagradan?
-No lo sé, casi no hay cosas que me desagraden. Y si las hay, son casi siempre las aptitudes.
-¿Eres muy receptivo? – preguntó.
-Mas de lo que te imaginas.
-Tu intuición debe ser muy aguda.
-¡Sí! – le dije. – Deben ser como unas antenas. – le dije bobo.
-Antenas, yo me lo imagino como sensores.
-Que ridículo. – me reí.
-Lo dice quien dijo que tenía antenas. – me siguió la broma.
-¿Qué no te gusta? – le pregunté cambiando de tema.
-El chocolate. – me dijo. – Y la lectura romántica.
-No puedo decir nada sobre eso.
-Oh, creo que hay un alma pura con respecto a la toma decisiones.
-Es algo que no me sale bien. – le informé.
-Básico del ser humano. – me dijo. – En fin... ¿Qué pais te gustaría visitar?
Una pregunta tan fácil y tan difícil de contestar.
-No lo sé. – le dije y bebí de mi botella. – Nunca lo he pensado
-¿Por qué? – dijo interesado.
-Es que no conozco muchas cosas, que no puedo imaginar saber qué es lo que es más lejos de aquí.
-Tal vez Europa o América.
-Sé dónde están, pero no puedo imaginar que es lo diferente a todo esto. No sé si esto es igual que lo que está en otro país.
-He escuchado que Francia es muy clásico y pintoresco.
-Que palabras tan vagas, pero estoy seguro que sabes más que yo.
-No siempre tienes que ser tan profundo con lo que piensas, omega.
-Es un defecto. Hablar tan profundo.
-Un defecto muy lindo diría yo. – le sonreí. – ¿Tienes novio?
-No. – le dije firme.
-Eso es una muy buena noticia. Tal vez tenga la oportunidad de seducirte.
-Necesitaría valorar tu estado de alcohol. — dije sin pensar.
"¿Qué había dicho?"
Por qué el mío ya estaba nublando mi cabeza.
-Es casi igual al tuyo. Ambos conscientes o mejor dicho, mejor que nuestros acompañantes.
-¿V sigue con nosotros?
La platica me había envuelto tanto, que no sabía si Taehyung seguía en la mesa.
-Desde hace un rato mi amigo se llevó a tu amigo a bailar. – informó. – La están pasando bien. ¿no lo notaste?
-¡Así, claro que lo noté! – mentí.
-¿Te gustaría ir a un lugar más cómodo?
-No hay motivo para alejarnos de aquí. – le dije rápido.
-Tienes razón, la técnica de la seducción puede ser donde sea.
-Eso suena como un desafío. – le dije bromeando.
Yo no tenía idea de cómo era seducir y el único que lo había logrado era Jimin.
- Desafío, el que tengo que hacer para ir al baño. – le dije.
-Te acompaño. – me ayudó a parar.
Mis movimientos fueron torpes y la sensación del mareo me azotó al momento del primer paso.
-Oh, por ahí no es. – me dijo.
El toque de sus manos en mi cintura, no fueron muy concretas a mi gusto.
-¿Me llevas? – le dije.
-Sí, no hay problema. Tal vez si te quitas los lentes te sentirías mejor.
-Te aseguro que no. – me reí.
El balanceo de mi pies, me hacían imaginar movimientos continuos de la música. Mi vientre se contrajo y me hicieron reír.
>>Creo que el que necesita evaluar tu alcoholismo seré yo.
-No te apures. De todas maneras no pasaría nada entre nosotros. El que sienta curiosidad, no quiere decir que me llames la atención. – mi verborrea estaba presente. – Tengo veinte años y casi no me han besado, más que un solo alfa que no me ha dicho que somos y créeme eso me confunde. Y la idea de que otro alfa me demuestre más formas de seducción incita esa curiosidad.
-¿Siempre eres tan franco?
-Siempre.
Y tenía que serlo, el permitir que Jimin me besara cuando ni siquiera estaba planeado, era algo lujurioso y poco inteligente. Pero llevaba más de una hora imaginando que la plática con el alfa eran iguales que las que mantenía con Jimin, y que si el alfa me engañara con su aroma, ya lo habría besado.
"No es Jimin y si no era ese alfa, no quería otros labios"
Odiaba que Jimin se burlara de mi cada que alardeaba de que lo extrañaba, pero era verdad.
Odiaba que Jimin fuera tan misterioso y me ocultara cosas como las Taehyung me había contado hace un rato y lo peor es que el alfa no tenía esa intención de contarlas.
"Alfa tonto"
-Tengo que agradecer que seas tan caballero y que no sobrepasaras conmigo.
-¿Está seguro que no quieres ser besado? —preguntó.
-Sí, sí y sí.
"al menos no por ti"
-Bueno dejaré que pases al baño y después nos iremos a tu mesa.
-Gracias.
Deje de fingir que estaba bien y caminé como pude. Tanteando el lugar y escuchando los sonidos indecorosos, así como lagrimeos me hicieron saber que ya estaba en el baño.
Después de un rato, acomodé mi pantalón y salí directo a buscar el lavabo. Al encontrarlos, lavé mis manos y las sequé en mi pantalón.
Como pude, salí del baño y el alfa de inmediato me sostuvo.
-Casi no tardaste.
-Soy más práctico de lo que piensan.
-Ya lo veo. Te llamaron. – me avisó. – Es que recogí tu celular que estaba sobre la mesa, que tal que alguien lo tomaba en nuestra ausencia.
-¿Ah, si? ¿Quién era? – le pregunté desinteresado.
-Un tal Park Jimin. – dijo.
Mi sonrisa salió de inmediato.
-¿Qué te dijo?
-Solo me preguntó; quien era yo y por qué tenía tu celular. Y también dijo que vendría de inmediato por ti.
-Oh no. – le dije.
Heyyy
¿Qué hacen? ¿Como están?
Un dato curioso, es que yo tenia esta historia en una memoria pérdida de la prepa y le encontré no hace mucho. Lo malo es que la pase por completo a mi computadora y esta se descompuso 😩
en fin... Espero que estén bien y que se la pasen bien.
Besos y abrazos les mando a cada uno.
ALICIELITO.
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