. Capítulo 34 .
—¡Justo así te quería encontrar! —llamó Taehyung desde lejos y la calidez en mi rostro fue imposible evitarlo.
Cerré mis ojos y seguí mi caminata con apuración, como si supiera con firmeza a donde me dirigía. Fingí que no había escuchado su llamado y que mi atención estaba en otras partes.
>>¡Alto ahí omega! —insistió.
En las últimas horas me había conseguido estar de manera pacífica y razonable desde que me levante con pereza, y sin la información de la hora exacta en la que se había marchado el alfa. Mantuve detrás de todo sentimiento en el recuerdo de lo que había pasado con Park Jimin y disfracé con toda la desesperación que tendría un niño al no obtener su dulce favorito.
Aunque, hacer el amor con Jimin no se comparaba en nada como simplemente ir a comprar un dulce. No exactamente. En teoría, todos mis pensamientos estaban revueltos y no sabía cuánto tenía que esperar para dar un siguiente paso. A parte de no podía ser tan malo, ¿verdad? Embarazoso, estaba seguro que sí.
¿Cómo lo iba a explicar?
"Hace frio, Taehuyng. ¿Tú no tienes una bufanda puesta? Qué raro, no creas que me entregue al alfa"
"Oye Taehyung, cuando era niño me explicaron el tema de la abeja y la flor. En este caso, yo soy la flor y Jimin es la abeja con un afilado aguijón"
Ok eso sonó mal... bueno Jimin si tiene un buen agui... ¡basta Min!
"tuve relaciones con el alfa que me caía mal y después me gustó"
Solo de pensar en ello me hacía temblar. ¿Era deseo? Todo el tiempo mi madre me había explicado que esos actos solo eran dentro del matrimonio -si es que algún día me casara-, y que una digna recompensa, son los hijos y aun sería más fácil si lo hiciese con alguien que amara. Por ello, sus palabras hacia a mi, eran cálidas en un trasfondo de justificación.
Pero vamos, con Park Jimin me importó muy poco mantener mi castidad intacta, el cual, juro que no me hace extremadamente feliz, ilusionar y nada de que me dejaría llevar imaginativamente la sensación futura de una familia feliz.
<<Si como no...>>
De nuevo ya no sé qué pensar...
-Nunca te había visto caminar tan rápido para evitarme. – Taehyung tocó mi hombro al detenerme.
-Tengo que... —tanteé — Sabes hoy tengo que llegar más rápido a clase.
-Te crearía si no supiera que estas vagando por la facultad de artes. Yoongi tú y yo vamos a platicar muy seriamente. – su voz gruesa solo me daba la cierta sensación de ser importante.
-No, nada de eso. Es solo que encontré un atajo por estos lares y pues...
-Un atajo directo a las ingenierías —dijo interrumpiendo —. Donde está el alfa Park Jimin, ¿conoces ese nombre? El alfa que casualmente te deje solo la última vez en la cafetería y de pronto apareció como si nada en tu casa.
-Él me dijo que tú le llamaste. – le defendí.
-Como sea... Yoongi de verdad quiero saber que pasa entre tu y él.
-Tae... yo no sé cómo explicarlo.
-Pues trata de buscar la forma en lo que tú y yo nos vamos directo a una cafetería.
-¿Y las clases? – le dije apurado — Hoy tengo que pasar a dirección por mis calificaciones finales.
-Estoy seguro que pasaste —me convencía —. Y yo estoy seguro de que estoy en extraordinario, así que no hay mucho que perder... a menos que quieras ver a Jimin.
-¿Qué? —pregunté sarcásticamente alegre — ¿para que quisiera ver a Jimin?
-Eres tan malo fingiendo —su aura más cercana me dio nervios —. Y ya sé que pasa entre tu y él...- dijo murmurando.
-¡No son lo crees! ¡nunca he visto unos, pero estoy seguro que la descripción es igual a un piquete!
-Ahora más que nunca nos vamos.
Sus dedos apresaban mi brazo y con cuidado comenzó a guiarme por los pasillos.
La vergüenza empezaba hacer de las suyas y calentar mis pómulos. Y el deseo de tener, aunque sea un amigo y compartir todo pensamiento ya no me estaba agradando.
-Brinca —mandó y sin dudarlo lo hice —. Era un escalón.
-Me lo intuía. – ladeé mi sonrisa.
Sabía que me había metido a un hoyo del que no sé cómo salir. Estaba seguro que me abarrotaría en preguntas acidas de con quien compartí cama o mínimo si llegue a la cama.
"Oh si que lo hice"
Y también sabía, que faltaría una gran falta de tacto en deducir cosas. Definitivamente yo era un torpe en esos temas.
Pude escuchar que Taehyung quitaba el seguro de su auto y pronto este lo estaba abriendo.
-Entra. – ordenó.
¿Sería muy tarde si huyo?
Mientras subía despacio a su auto, una vivaz y fugaz pregunta salió de la nada.
<<¿A Jimin le importaría de igual forma?>>
-Estas tardando horas Yoongi. – su voz ahogada me apuró.
Subí por completo a su auto y cerré la puerta.
Sin mencionar una sola palabra, dejábamos que el radio sea nuestra única compañía. El viento que se fue esparciendo por el auto gracias a que había bajado la ventana y el brusco frenado solo aumento mis nervios.
-Yoongi, basta —dijo —. Inundas de tus feromonas mi auto, no me molestan, pero me contagias los nervios y también quiero salir corriendo.
-Es que Tae... No sé qué decir, me llena de pánico el cómo reaccionaras.
—¿Cómo reaccionaría? —el tono de su pregunta parecía con cierta ofensa — Yoon, yo jamás me opondría al saber con quien te relacionas. Al contrarío, me da gusto saber que estas experimentando y sea como sea te voy apoyar. Pero solo me hubiera agradado que me lo contaras antes —dijo decepcionado —. Yo creía que ya habíamos formado esa conexión de confianza.
-Es que no es fácil —dije mordiendo mi labio —. Yo ... - dejé de hablar.
-Me trato de convencer que está mal que te exija por lo que hice, pero también no me gustaría que te sintieras solo. – su toque estaba en mi pierna.
-No me he sentido solo, créeme —suspiré —. Pero hay secretos que me gustarían callarme o decirlos hasta que sepa que son buenos y no hay ningún problema.
-Jimin es un gran problema. – dijo.
Lo sabía y en realidad no tenía idea del por qué.
-Lo sé —dije aplastando mis labios uno sobre el otro —. Pero me gusta.
-¿Él o su lobo?
-Ambos – confirmé–. Mi lobo se sintió atraído desde el principio y a mi desde nuestra primera salida. Al principio lo negué, pero conforme el poco tiempo con su compañía me gustaba más.
-Es más fuerte de lo que creí...
-No es tan fuerte nuestra conexión aún.
-¿Lo crees? ¿Lo tomas como algo pasajero?
-Yo no tengo idea.
-Ok, creo que aún estamos a tiempo de muchas cosas. – me dijo.
Sin decir nada de nuevo, el vibrado en mis pies sintieron el carro moverse.
No tardo tanto al tiempo que mi celular comenzó a sonar. Lo saque de mi bolsillo, lo palpé hasta ponerlo derecho y oprimí el botón de contestar.
-No te culpo si lo olvidaste, mi dulce omega —sonreí al escucharlo — ¿Faltaras la primera hora? Me di la tarea de traerte algo de desayunar.
"Te vere mañana en las jardineras"
Recordé sus palabras y pegué mi palma en mi frente.
-Sí lo olvide – le reconfirme —. Y lo más probable es que no vaya en todo el día solo hasta que salga Jungkook.
-Oh, yo... —pausó — Yo lo comprendo, si te sientes presionado debes saber qué es lo que menos busco, omega.
-No, nada de eso —sonreí y mordí mi labio —. Salí con Taehyung...
-Ahora va a contralarte —dijo Taehyung — ¿Qué sigue? ¿Qué no permita que te hable, ah...?
-Ya pude escucharlo, no le hagas caso. Sabes que lo que menos quiero es negarte las cosas – contradijo–. Sé para qué te ha llevado, tarde o temprano tendría que pasar.
-Supongo que sí – sonreí–. Tratare de llegar más temprano, para podernos encontrar.
-No hace falta omega bonito. Estoy seguro que van a charlar de muchas cosas. De todas maneras, ya me repondrás esas horas perdidas con besos. – dijo riendo.
Cerré mis ojos y cubrí mi mejilla al voltearme a la dirección de donde entraba el viento.
-No digas esas cosas... - mi sonrisa se amplió– No es el momento.
-Tienes razón. No es buena idea que comience a imaginarme que me besas en plena universidad o estaré sonriendo con un bobo y me preguntaran que mosca me pico.
"el aguijón"
-No hay necesidad de cuestionar del porque eres un bobo, alfa.
-¡Ay no puede ser! – dijo Taehyung.- ¿en serio "alfa"? no digan esas cosas en mi presencia. – dijo medio alto.
La risa de Jimin fue directo a mi ritmo cardiaco.
-Basta. – le dije. – Tengo que irme.
-Avísame cuando llegues, solo para estar seguro que Taehyung no te encerró en una caja.
-Sí. – sonreí. – Yo te aviso.
-Y amor... no sueltes tu bastón y cuídate.
Cerré mis ojos y el apreté emocionado. Tae solo suspiró pesado al sentir mi aroma emocionado.
>>¿No me dirás nada bonito? – preguntó meloso.
-No comiences a molestar. – le dije. – Adiós.
-Solo algo lindo... anda.
-Jimin...
-Con eso me conformo, el que digas mi nombre enfrente de alguien me reconforta. Adiós amor.
Dijo y el sonido de colgado marcó el final de llamada.
- Afortunadamente colgó justo a la llegada de nuestro destino.
-Necesito un café...
De nuevo el timbre de mi celular sonó.
-¿Ahora qué? – dijo con pesadez Tae.
-¿Diga? – dije al contestar.
-Yoongi, pide lo que quieras. Después yo le pago a Tae, no quiero que gastes nada de tus ahorros. – me pidió.
-Jimin no creo que...
-Nada de nada, desayuna como es debido o almuerza no sé, pero no te mal pases. – dijo y después me colgó dejándome con la palabra en la boca.
-¿Qué quería? – preguntó.
-Que comiera bien y que él te lo pagaría después.
-No te iba a cobrar. – me dijo.
-Tampoco quiero ser una carga y un abusivo, Tae. – salí del auto.
-No digas tonterías. – me regañó. - Para ser una carga, déjaselo a tu hermano.
El crujido de nuestros pasos, me alegraban cuando pude caer en cuenta que estábamos en un lugar abierto y la frescura de la mañana veraniega, nos abrigaba en satisfacción.
Por un momento me detuve a pensar en todo lo que me había pasado y enfocarme en un tema que no era tan delicado, después de todo, eso era el tema de mi amigo omega con mi hermano. Si contaría con lujo de detalle mis fantasías táctiles con cierto alfa, entonces, mi mejor pago seria otro secreto.
Mi brazo se entrelazó con el del omega y comenzamos a caminar más seguros. Al final la frescura no duró mucho y los olores de especias, carne y otras cosas me abrieron el apetito.
-Hay que comer. No desayune nada y el dolor en mi cabeza no ayuda en asimilar las cosas.
-Concuerdo. – dije y el agua en mi boca me hizo pasar en trago.
-Siéntate... justo aquí. – me sentó y quitó de mis manos el bastón.
Una parte de mi se sintió cómodo, pues durante años he hecho todo por mi mismo, que eran estas pequeñas acciones las que me hacían sentir mimado.
La silla al moverse, se manifestó en su ruido y no solo aquella, los murmuros y las risas; demostraban lo alegre del lugar.
>> Me gustaría algo de "Bulgogi" para los dos y también "Samgyeopsal" también pediré complementos. ¿De tomar que te gustaría?
-Pensé que vendríamos a una cafetería. – le sonreí.
-No, créeme necesito más que un café frio.
-En ese caso una soda. – le seguí sonriendo.
-Pediré una cerveza. Puedo ver mi reloj y creo que es buen momento.
-Su pongo que sí. – apreté mis labios.
-¿Quieres una? – preguntó.
Estaba en confianza y tal vez algo más fuerte me ayudaría hablar, bueno eso es lo que me ha enseñado mi poco experiencia con el alcohol.
-Sí, está bien. Lo acepto.
-Iré a pedir. Ahora vuelvo.
Asentí y fui quitando mi sonrisa conforme el tiempo.
Tamborileaba mis dedos y jugaba con mi bastón por la espera, los nervios lentamente se fueron yendo ante todos los aromas. Inflaba y desinflaba mis mejillas rápidamente y las palabras me llamaron la atención.
"Para certificar a un animal de apoyo: se debe de contar con una análisis psicológico o psiquiátrico y socioeconómico de la persona. Después se evaluará en cómo puede ser de apoyo o beneficiarse las personas con alguna discapacidad emocional o física mediante técnicas de entrenamiento.
¿Desde qué edad se entrena un cachorro de perro?
Básicamente desde los tres meses, las personas pueden apadrinarlo a esa edad y ser consecuente de que su cachorro ayudara a una persona en discapacidad.
¿Cuáles son sus fines?
Esta escuela nació con el fin de ayudar a las personas de discapacidad visual, pero al darnos cuenta que los perritos ayudaban en muchas formas decidimos abrir más técnicas de entrenamiento.
Oh, muchas gracias por dejarlo claro. Ahora saben, apadrinen a un perrito o animal de apoyo y ayuden a regresar la movilidad, confianza, autoestima e independencia a una persona con discapacidad emocional como física. Interesados llamar al número en pantalla."
Había puesto toda la atención a lo que suponía era un televisor y pronto recordé muchas cosas. Mi maestra, me había platicado de obtener un perro guía, pero mi madre se negó rotundamente al pensar en lo pesado que era tener un animal en la casa. Y el ahora pensar en ello era simplemente imposible.
-¡He llegado! había demasiadas personas en fila. – según nos traerán hasta acá nuestra comida.
-Oh, está bien. —asentí.
El arrastrado del asiento de nuevo me indicaba que Tae ya estaba sentado enfrente de mí.
-Ahora sí. Empieza desde el principio.
Mi boca se secó y garraspé.
-¿Desde el principio? – le pregunté.
-Sí, desde el principio. No hablaré para nada, porque solo quiero escuchar.
De nuevo pase saliva y conforme el tiempo pasaba, le contaba. Hablé desde que el alfa cambio repentinamente su aptitud después de la fiesta de su casa, cuando me llamó por teléfono por primera vez, pasando por el paseo en moto, la visita en mi casa y nuestra primera cita.
-Pobre Hoseok. – dijo riendo. – Bonitos pretendientes tenías al mismo tiempo.
Asentí avergonzado.
-Jimin, no era un pretendiente como tal.
-Pero le gustabas... - dijo bajo.
-Es lo que me dijo.
-Eso quiere decir que lo comenzaste a frecuentar desde hace un mes y medio. – sospechó.
-Supongo que si...
-¿Cómo que supones? Yoongi es el tiempo que ha pasado desde la fiesta.
-Sí, bueno mi sentido de la orientación no es muy bueno.
-Ya lo creo.
-¿Y qué paso en la primera cita? Y no digas que nada, porque tu lobo solo gemía su nombre.
-Yo descubrí por sus labios que él corría carros, que es más popular de lo que creí y que mi hermano también lo hace. Así que no pasó nada de lo que te imaginas, solo algunos besos.
Bebí de mi cerveza que había llegado desde hace un rato.
-¿Te dijo a lo que se dedica?
-No, aun no. Solo dijo que era complicado.
-Idiota- murmuró apretado.
-Yoongi, si te digo que Park Jimin no te conviene, ¿me harías caso?
-Tal vez el pasado Yoongi sí, pero ahora preguntaría el por qué. – dije firme.
"Mas bien si no hubiera pasado nada, intentaría alejarme"
>>Jungkook también no me lo permitió.
-¿Te dio una razón?- preguntó.
-No, el solo me lo prohibió. Pero ahora deduzco que debe ser por las carreras, al parecer la última vez se enfrentaron y mi hermano perdió.
-Ay no. – murmuro de nuevo Taehyung y su persona me hizo tener nervios.
-¿Tae solo dame una explicación del por qué no debo?
-Yoongi, no me pidas eso... - me dijo bajo.
-¿Por qué no? Yo también quiero saber cosas, todo parece tan misterioso.
-Es que es más complicado de lo que parece.
-Solo cuéntame que paso entre tu y mi hermano. – busque su mano entre los platos. – No te juzgaré y tampoco rebuscaré en obtener respuestas. – di un sorbo a mi bebida y quité la bufanda.
-¿Puedo confiar que no le dirás nada a Jimin?... Pero qué..
-Lo juro. – lo interrumpí.
-Pediré algo más fuerte que una cerveza. Y si a las dos marca el reloj, es tiempo de que tu bebas conmigo también.
-Oh no, yo paso. Aunque solo haya tomado un supresor, aún debo postergar el excedente de alcohol u otro medicamento.
-¿Un solo supresor? — su risilla me puso alerta, tenia que prepárame para las preguntas— Para tomar un solo supresor, estas tan fresco como la mañana —un pequeño jalón en mi ropa me sorprendió —. Y ahora deberé fingir que no veo los chupones de tus clavículas y una pequeña marca en tu cuello.
Lo había olvidado, no por completo, pero si una parte.
>>Seré directo...
-Sí, me acosté con el alfa.
-¡¿Qué?! – dijo sorprendido mientras yo llevaba la lata de cerveza hasta terminar. - ¡Solo te preguntaría si se habían dado unos buenos toques y que si el alfa se había propasado y ahora me sales que te acostaste con él!
-¡Sí! – dije medio alto. – Taehyung es que tú sabes yo soy la flor...
-No vengas con esa estupidez Yoongi sé lo de la maldita flor y el súper aguijón, tengo la suficiente experiencia para saber esa explicación. El punto aquí, fue que te desfloro la tonta perra abeja de Jimin.
-No digas desflorar, no me...
-¿Ósea que no fue la primera vez? – dijo casi en un grito.
-No alces la voz. Y si lo fue, pero yo no le tomo importancia a esas cosas.
-Ni yo, pero tampoco es como si no valiera nada, Yoongi.
-Ya sé. – sonreí. - Se que algún día la tenía que perderla. También sé que Jimin es un patán, engreído, estúpido e insensible, pero...
-Es el doble de eso créeme. – me interrumpió.
-Pero, de cierta forma él me entiende, se preocupa y me gusta que me enseñe cosas que jamás en mis veinte años he probado. Tae no quiero sonar romántico, pero Jimin me hace sentir especial, vivo, no ignorado, con la razón tirada al piso y de cierta forma libertad.
-No suenas romántico, suenas ridículo. – dijo.
-Tae no espero que lo entiendas, pero tú no sabes que es venir de una niñez y una adolescencia reprimida, de rechazos constantes de tu propia familia como lo fue tu padre y toda su familia. De burlas que llevaban a deprimirme, de no saber lo mínimo de las cosas básicas. – mi voz se iba entrecortando y el nudo en mi garganta igual. – Se lo he contado a Jimin y ahora a ti. Esto... - alcé la lata de cerveza y luego la bajé. – Esto... - dije señalando cualquier parte. – Y esto ... - abrí más el cuello de mi camisa tratando de mostrar mis clavículas. – Es nuevo para mi e incluso tu eres nuevo para mí.
-Empiezo a creer que has leído demasiados cuentos de amor y que romantizan la vida Yoongi.
-Es lo único que conozco y lo odio. – dije al sentir una lagrima en mi mejilla. – Odio no poder hacer nada, odio ser acomplejado, odio mi ambiente, odio todo de mi Taehyung .
—Tu puedes hacer todo Yoongi, pero por que apresurarse. La vida te puede dar una patada por el culo cuando todo va de lo mejor. Añoras cosas del pasado como la adolescencia; que se marca en un oscuro pasado de no saber dónde demonios te diriges en la vida. Y solo estas rodeado de neandertales calientes que desean ser superiores y sin contar los miles de pensamientos perdidos en sentirse deprimidos, y créeme Yoongi que, aunque uno no este discapacitado el rechazo siempre está presente. Hablas de los problemas de la familia, todos los tenemos, no eres el primero ni último que abandonan.
-Sé que todos sufrimos en nuestras vidas, todos estamos conscientes de nuestros problemas y sé que la vida no es justa para nadie, pero el negarme todo Tae, te llena de inseguridades, de muy bajas posibilidades de saber que va a pasar conmigo al tomar una decisión, quiero dejar de ser una maldita carga, quiero dejar de ser comparado como un error por el simple hecho de no ver - dije llorando no tan fuerte. – Tu vida es monótona, la mía también y si tengo oportunidad de cambiarla, aunque sea un poco, no lo dejare pasar. – terminé de hablar.
-Iré a pedir la cuenta. – dijo. – Tú y yo necesitamos algo más fuerte de lo que tenía pensado hacer.
-Estoy de acuerdo.
(...)
Hola!!
Gracias mis amores hermosos preciosos de mi alma por todo el apoyo y espero que les guste.
Besos y abrazos.
ALICIELITO.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top