. Capítulo 29 .
Parte 2
Sentado sobre la orilla de mi frondosa cama; miraba la suave figura que reposaba desnuda. La sombra por la luz de la luna, resplandecía en la piel amarilla del omega que con tranquilidad permanecía con las sábanas enredadas sobre sus piernas.
Sin pereza, me levanté y me coloqué mis pantalones, me puse de nuevo mis zapatos y caminé solo un poco más hasta alcanzar mi camisa. Suspiré profundo al tiempo que abotonaba el pedazo de tela, tomé mi billetera y de ahí saque unos cuantos billetes tirándolos a la cama. De entre las penumbras salí de la habitación, atravesé la sala y cerré con delicadeza el departamento.
Desesperado por mis pensamientos y mis necesidades, fui de nuevo el pequeño bastardo que no podía sacar de su cabeza al omega, ningún placer y ninguna caricia se comparaba con los tenues roces de manos que apenas tenía con Yoongi, y estaba seguro que ya nada podría quitarme esta necesidad que mi lobo la reconoció como nuestra.
Mi lobo estaba necesitado, pero de los besos y las caricias de Yoongi, no de otro omega.
Bajé del elevador y fui directo a mi auto, le saqué el seguro y entré como si nada hubiera pasado, como si no hubiera pasado un largo rato con un omega desconocido entre mis piernas. Y es que en realidad, no significo nada.
Las luces de las calles y con las carreteras solitarias, esperé con mi pulgar entre mis dientes delanteros mientras el tiempo de la luz roja pasaba, recosté mi cabeza a un lado pensando y solo eso he hecho, pensar y pensar, pero todo me regresaba a lo mismo.
"estoy jodido"
Y era por ello, que enfrente mío había dos destinos.
Uno era seguirme de largo hasta mi casa, o ...
Doblar a la izquierda con el fin de llegar a la casa del omega.
Mi voto de confianza, se desvanecía cada vez mas, pero la seguridad por Yoongi incrementaba con cada segundo.
Y fue por eso que doble a la izquierda, y aunque, quise ignorarlo durante todo el tiempo la preocupación estuvo pegado a mí con un vacío en mi vientre.
"3:45am"
Miré el reloj de mi muñeca y con gusto acelere hasta su dirección.
Desde lejos miraba la casa del omega, las ventanas cerradas y todas luces apagadas. Era perfecto para entrar directo a su habitación y asegurarme que estuviera bien.
Decidido bajé de mi auto y con mucho cuidado me fui asomando por los lados. Atravesé el jardín delantero y entre los arbustos llenos de flores, me escondí visualizando de nuevo los alrededores; una flor que se frotaba por mi nariz fue brutalmente arracada y la deje en mi puño.
Caminé con rapidez y subí la escalera que daba directo a su ventana, sin miedo subí por ella; la vez pasada, había notado como el omega entró y seguí la misma técnica sin romper la flor que cargaba.
La ventana en realidad no tenía ningún seguro.
"Nota mental: regañar al omega por dejarla sin seguro"
Su aroma intenso me guio por en medio de entre las claras cortinas, dos de mis dedos se recorrieron sobre ellas dejando ver la delicada figura del omega en sus almohadas. Salté atravesando el umbral de la ventana y lentamente fui acercándome hasta su cama.
El cuerpo descubierto del omega, se expuso mucho más sobre mis ojos y sonreí como un bobo cuando este tenía la boca abierta mínimamente. El silencio y el estado de su habitación era muy cómodo. Decidí que dejarlo dormir y también destapado, pues era la mejor opción al momento que me di cuenta que su frente estaba un poco lleno de gotas de sudor.
La flor que tenía en mis manos la pasé sobre mi cuello, llenándola de mi aroma sin preocupación; la dejaría ahí un largo rato hasta que esta se impregnara de mí. Las penumbras y las líneas de luz gracias a las lámpara de los postes, me ayudaron a notar el discman que estaba por encima de una de las almohadas.
Con mucho cuidado y pasos livianos lo tomé y caminé hasta el pequeño asiento que estaba cerca de su ventana.
Observé con tranquilidad el artefacto y sonreí recordando que esta cosa significaba mucho para nosotros... o al menos para mí, lo era, tal vez diferentes en motivos, pero aun así era el discman la razón por la cual fue nuestra primera salida.
Necesitaba pensar muy bien lo que había dicho Namjoon, pues esta no era una novedad. Nunca le he tomado importancia a lo que Jungkook hacia y solo era una pequeña capa lo que me comentaba, pero ahora sabía cuál era la vida del omega. Verlo dormir sin preocupaciones me daba paz y un profundo apuro de protegerlo de su realidad.
¿En qué momento Yoongi me provocaba todo eso?
Dejé apretado el botón de encendido hasta que esté en pequeñas letras mostró el encendido y la indicación de reproducir era expuesta. Directamente le dí play y la melodía comenzó a desarrollarse.
Recordé que cuando era niño yo escuchaba siempre esta canción, pues mi madre siempre la reproducía y ambos bailábamos sin temores... lástima que todo eso acabara más rápido de lo que empezó. Mi risa sincera nunca se borró y es que a penas en un susurro seguí la canción.
-You smile, you smile oh, and then the spell was cast. - canté sin dejar de mirar el cuerpo de Yoongi.
"Tu sonreíste, Tu sonreíste y el hechizo fue lanzado"
Cerré mis ojos esperando que el disco que ya había escuchado se reprodujera las veces que fuera necesario.
-For you are mine at last. - seguí cantando.
"Eres mío hasta el final"
Y fue ahí cuando decidí que lo alejaría de cualquier daño, y aún eso me incluyera.
La necesidad de encontrarme con Jimin, había permanecido en mis inquietudes desde el día de ayer y todo por la flor encontrada en mi almohada llena de su aroma. Las comisuras de mi boca se alzaron formando mi sonrisa de tan solo pensarlo.
Desde que desperté el domingo, el aroma del alfa ha estado tan presente que poco a poco me estaba acostumbrado a él y lo peor o lo mejor, es que no me desagradaba. Esa simple flor, la estaba cuidando con fervor dentro de mi habitación que incluso no me habían importado la reprenda de mi madre por su flor cortada. Mis domingos eran tan irrelevantes hasta el domingo de ayer. Pero tampoco podía venerarlo sabiendo que cuando traté de contactar a Jimin este nunca respondió.
Mi sonrisa se fue torciendo haciendo puchero.
-¡Buona Giornata! - la voz gruesa de Tae me espantó. - Uy lo siento. - su risa me hizo destensarme.
-¡Hola Tae! - le respondí alegre.
-Para ser lunes alguien está de buenas. - me dijo. - Solo cuida que no te vea Hoseok, hace un rato me lo topé en la entrada y digamos que me ignoro.
-Supongo que el beta, no sabe que debe de separar nuestros problemas de las demás personas.
-No le hagas caso. La verdad es que no me afecta.
-Pero era nuestro amigo. - apreté mis labios y seguimos caminando.
-Sí... - arrastro la palabra. - Pero prefiero mil veces tu amistad a alguien que no acepta un rechazo. - me dijo y yo le sonreí.
Seguíamos caminando por el corredor mi bastón como siempre se movía de un lado a otro.
-Tengo tanta pereza de entrar a clases. Estamos tan cerca de las vacaciones, pero a la vez tan lejos.
Reí solo un poco ante su comentario.
-Tae, tú siempre tienes pereza.
-No sé en qué estaba pensando cuando me metí a derecho. Hasta perece que el día se puso de acuerdo para que este me dé más pereza.
-El derecho suena interesante. - solo pude escuchar su queja. - Y supongo que no te gusta lo nublado.
-No me gusta la lluvia, se supone que el verano es soleado, no lluvioso. - se volvió a quejar. - Pero..., ¿sabes que sí es interesante y solo porque estoy viendo a Soi? ... - trató de cambiar el tema.
"Soi" de nuevo ese nombre, mis dudas al respecto de ella no eran completamente saciados y es que sabia el principio, pero nada al respecto de lo ahora pasaba.
-¿Ella es bonita?- pregunté.
-Pensé que me preguntarías primero lo que era curioso... no que si es bonita... - su voz sonó fastidiada.
-El otro día me la topé.
-¿Fue amable? ¿Te hizo algo?
-Me trató lo mejor que pudo...- dije.
En realidad, ella no me irritaba y tampoco me llamaba la atención tener alguna comunicación, de todas maneras, ella conoció primero a Jimin.
Tampoco negare que me costó asimilarlo.
-Mmm...- dudó un poco. - Siendo sincero... si es bonita, pero no tanto. Es la chica promedio; tiene un cuerpo atractivo, una piel hidratada visualmente, ojos alargadamente relucientes y un cabello largo caído en capas. - finalizó de describir.
Torcí mis labios al escucharlo. Compararme seria extrañamente innecesario, pues, físicamente éramos sumamente diferentes, pero en todas partes había cuerpos perfectos, pieles hidratadas sin ninguna imperfección, cabello largo y sedoso, alturas deseables, pesos deseables, etcétera... Y mis manos eran testigo de ello o mi madre se hacía cargo al describírmelos.
Y yo... solo era un omega que no sabe sobre su verdadera belleza, porque siempre ha sido acomplejado a mi discapacidad. Jimin, tocaba partes de mí que no eran descritas como deberían. Así que sí, su belleza no se comparaba a mí, pero si había un peso que me hacía pensar demasiado sobre mi apariencia.
-Yo creo que es linda. - le dije.
-Sí, pero es una persona hipócrita y eso lo hace menos.
-Todos tenemos nuestras personalidades.
-¿A veces me pregunto si te comiste un libro de paz y amor? - hablo irónico.
Todos éramos iguales, todos simplemente teníamos defectos y virtudes.
>>En fin... - siguió hablando. - Antes de que me preguntaras sobre ella, te estaba contando que era curioso.
- Oh, es verdad. - agudice mi oído. - Dime.
-Te había contado que era novia de Jimin, el alfa que te defendió el otro día... - habló tratándome de ubicar, pero era más que obvio que sabia sobre Jimin.
"¿Novia?"
Había una gran brecha entre ser novios y personas que eran libres y tenían ciertos acercamientos.
"Como nosotros, cada vez que nos besa nuestro alfa"
Sacudí mi cabeza al escuchar a mi lobo.
-Aja...
-El viernes por la noche fue remplazada simplemente por un chico con una mascarilla ¡puedes creerlo! y ahora media universidad se pregunta quién puede ser. E incluso le tomaron fotos y el único que sabe perfectamente es Kai. - el omega rió. - Dice que es un tipo enano y muy apático.
¿Apático? ¿Enano? ¡Claro que no!
Pestañee rápidamente.
-No, la verdad es que no. - mordí mi labio. - Pero apuesto a que no es enano, digo el alfa se busca buenos partidos.
-Tienes razón, Park Jimin siempre se coge lo mejor. - vaciló en sus palabras. - Sinceramente, yo no estaría tan tranquilo hablando con Jimin si fuera ella. - rió.
-¿Qué? - dije en cuanto mencionó su nombre.
-Ay no, que sería la universidad si no fuera por las habladurías. - sus palabras seguían siendo tanteadas.
Jimin estaba, tal vez, justo enfrente de mi platicando amenamente con la omega.
-¿Jimin esta con ella? - pregunté.
-Sí, pero solo conversan.
-Es un patán. - le dije.
-Exacto, pero eso es natural en él. - dijo sin importancia. - Te llevare a tu clase...
-No, yo prefiero ir solo. - dije rápido. - Olvidé un libro y voy a regresar. Así que no pierdas más tu tiempo.
-¿Seguro?
-Sí, ve con cuidado, te topo más tarde.
-Está bien- aceptó ---. Te veré más tarde.
Se despidió con un beso en mi mejilla y su presencia se fue alejando.
Con cuidado, di media vuelta esperando a que mis pasos fueran mucho más rápido y alejarme.
No quería ser rencoroso y más sabiendo mi estado con el alfa, pero como es que puede platicar con ella y a mí no contestar las llamadas.
"Pero apenas hablamos el sábado"
Mi razón solo me mantenía en una fina línea de enojo y tranquilidad. Tal vez no debía enfocarme tanto en la vida personal del alfa, digo, lo que haga él no me perjudica y tampoco lo perjudica a él, ambos podríamos hacer lo que queramos...
Torcí mis labios y después los aplané.
¡Pero vamos!, él es quien se metió ahora en mi vida, y no solo eso, me ha dado mucho que pensar durante días y simplemente me ignora.
¿Qué se creé? ¿Creé que puede jugar así conmigo? ¿Qué puede venir y besarme cunando quiera? ¡Cree que puede hablar con la señorita bonita sin que me entere! ¡Yo puedo platicar mejor que ella!
Mordí mis labios, reprimiendo un estado de caos en mi vientre.
Cuando nos hable lo ignoraremos y no reclamaremos nada, y tampoco le tomaré tanta importancia a la tonta flor. Yo valía mucho más que una simple flor.
Yo era un apersona madura.
(...)
Los bullicios de la cafetería no me ayudaban a pensar, pero sentirme concentrado a tamborilear mis dedos se me estaba haciendo cada vez más fácil una manía nueva.
El audio que se reproducía en una sola oreja, solo eran palabreríos que indicaban algo a lo que no tenía intención de comprender.
¿Yoongi a eso querías venir a la universidad?
Suspiré intranquilo y después respiré profundamente, necesitaba concentrarme cada vez más, no podía dejar ir el semestre simplemente así.
-Te fui a buscar a tu aula y no estabas. - la voz de Taehyung llamó de nuevo mi atención. - ¿Cuál era la emergencia? - dijo entrecortado, dado a la necesidad de aire.
-Toma asiento. - le indiqué. - Lamento hacerte correr todo el pasillo.
-Mejor hay que agradecer que nuestras facultades están cerca de todo. - dijo aún entre cortado. Pero mejor cuéntame... - respiró profundo. - ¿Cuál es la emergencia?
- Yo... quería decirte y es que en realidad es una duda...
Fui interrumpido cuando la voz en el megáfono nos calló.
-¡Silencio! - hablaron. - Su directora favorita va a tomar la palabra.
De repente todo el bullicio se había esfumado.
-Como saben, el día de la inclusión y la no discriminación está cerca. Es por ello, que me llena de orgullo hacerles saber que en este año, tuvimos mucha más asistencia de personas con discapacidad, así como una baja en el índice del tema del Bullying y la inclusión se ha presentado mucho más. Así que le pido un aplauso para sus compañeros discapacitados de recién ingreso.
Solo unos cuantos aplausos se escucharon y tal vez los más alegres eran de Taehyung que estaban enfrente mío. Supongo que las palabras dichas por la directora no eran del todo ciertas.
- Y para celebrar este mes de la inclusión y no discriminación: Haremos un concurso en donde ustedes como compañeros eficaces dispondrán de un compañero "especial" y se registrarán en lo que ustedes quieran y estén dentro de su alcance.
Aprete mi bastón. ¿Qué era esto, un aspecto de inclusión forzada y tomarnos como monos de circo?
-Obviamente los ganadores tendrán una recompensa. - dijo tranquila. - Así como: puntos extras y el exentar una materia que estén en peligro y sus compañeros especiales la satisfacción de ser ganadores.
Casualmente los chicos a mi alrededor se emocionaron, bueno así salvarían el semestre. Este concurso era completamente ridículo.
-Es estúpido. - murmuré y Taehyung dio una carcajada.
-La hoja de registro estará cerca del mural para los que estén interesados y muchas gracias por atención. - terminó de hablar.
Alcé una ceja.
-Con solo ver tu cara, me hace saber que no estás de acuerdo.
-Exacto, se supone que el respeto por solo ser una persona debería de existir y merecer ser incluido, no debería tener ninguna recompensa.
-Eso me dolió. - el omega dio una carcajada y alce amabas cejas ahora. - Lamento ser un idiota al principio.
- Virtudes y defectos. - dije simple. - Tienes más virtudes y eso me agrada. - él tomó mi mano.
-Ahora... ¿Cuál era la emergencia?
El sonido de una silla moverse llamó nuestra atención.
"alfa" mi lobo se alteró.
-Es bueno ser cercano a ciertos omegas... - su voz divertida no me dio gracia.
-Solo vienes a perder el tiempo, Park. - avisó Taehyung. - Y la palabra "cercanos" no es la correcta.
-¿Por qué no? - siguió hablando el alfa con más interés. - Te conozco y se podría decir que también a un omega muy simpático... - succioné mis mejillas por dentro al momento que se dirigió a mí.
-¿Estás seguro? Yo no conozco tu nombre. - dije sin pensar. - Y si me lo dijiste no lo recuerdo. - de nuevo la risa de Taehyung sonó.
-Estoy completamente seguro que has escuchado mi nombre. - dijo socarrón. - Pero si ese es el problema... déjame presentarme. - me dijo. Traté de voltear hacia donde escuchaba su voz.
-Soy Park Jimin. - dijo muy cerca de mí, su presencia se acercaba cada vez más hasta que se posiciono a un lado de mí, podía oler su aroma.
Mi lobo se emocionó.
(...)
Holaaa.
¿Qué tal han estado? Yo sinceramente espero que bien. ¿ya están listas para las vacaciones de verano?
ALICIELITO.
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