. Capítulo 27 .

.Parte 2 .

Los tarareos hacían que el ambiente dentro de carro fuera mucho más divertido. Durante todo el camino, solo nos habíamos dedicado a preguntarnos cosas muy casuales y burlarnos de lo horrible que cantábamos, pero la necesidad de saber a dónde íbamos no me dejaba en paz como un niño pequeño en estado de impaciencia.

El saber algunas cosas del alfa; no podían evitar que la constante curiosidad por su persona ya se marcara en mi con pensamientos.

Jimin ya estaba siendo aquella persona que pasara por alto.

No lograba controlar a mi mente detenerse por seguir el camino de conocer hasta lo mas profundo de Par, y si no me aprendo a controlar en mis acciones se reflejarían. Pero el sentirme osado, me alimentaba como una flor marchita deseosa de agua nueva.

-¿Y a dónde vamos?

La música que nos animaba se convirtió en un bajo volumen en cuanto salió mi pregunta.

-Mmm..., quiero que sepas algo de mí - ladeé mi cara al escuchar la respuesta del alfa.

-¿Nos meteremos en problemas?

Las palabras de Taehyung me recordaron que la situación de Jimin no era precisamente estar en una reunión de santidad. Pero él no me llevaría a un lugar indebido..., ¿o, sí?

-No, bueno... - tanteó-, yo espero que no. - dijo más bajo.

-Me estás diciendo, que no estás seguro- le alcé una ceja-. Jimin...

-Bueno, eso solo depende que un chico llamado TJ, no deje pasar a nadie que no sea parte o que no conozcamos. -trató de explicar.

-Solo dime, que no es nada ilegal. - le dije tratando de sonreír.

-Eso también dependerá del momento, Yoongi. - dijo.

Las respuestas a mi curiosidad, no ayudaron en nada para tranquilizar mis nervios que se combinaban con mi alegría.

- Ser arrestado, es algo que tengo en mi lista. - dije bromeando sarcástico.

-Cuando está el policía bueno; la noche no es tan fría al momento que te dan tu frazada. - siguió la broma.

-Eso suena muy cómodo. - le sonreí.

-He estado en peores situaciones y te aseguro que no esta tan mal. - dijo, yo seguí riendo.

Era simplemente absurdo que acabara detenido esta noche.

>>Alguna vez..., ¿Jungkook te ha mencionado algo curioso de su auto? - me preguntó cambiando el tema de la broma.

-Solo sé que invirtió mucho en ello. - dije. - En realidad, no me cuenta mucho de nada. - alcé mis hombros y di una sonrisa forzada.

Muchas veces, he deseado que la comunicación entre mi hermano mejorara, pero supongo, que estar casi todo el tiempo juntos esta no la incluía.

-Bueno..., durante todo el camino lo he estado pensando - dijo. Yo no respondí, esperando a que siguiera. - Y creo que es injusto que no te diga que vamos justamente a donde esta tu hermano. - dijo.

Abrí mi boca y ojos en sorpresa, llevando mis manos a mi boca.

>>No creas que lo hago para molestarte.

Seguí sin decir nada, el principal motivo por que habíamos huido era precisamente para evitarlo.

Me estaba confundiendo...

>>¿No dirás nada? - esperó mi respuesta.

-Me debes estar jodiendo. - dije sin una pizca de ironía.

-No, no lo estoy haciendo. - dijo simple.

-Jimin, regrésame a casa, ahora. - le dije. - Si él, se llegase a enterar. - pausé respirando un poco más rápido. - S-i él... si - hablé más rápido tartamudeando, llevando mi dedo pulgar a morderlo. - Me reprenderán de nuevo como esta mañana y ... - dije rápido, llevé una mano a mi boca para taparla.

- ¿Reprender? - pude escuchar que Jimin había bajado solo un poco la ventana y el aire empezó a invadir el auto por dentro. - Yoongi tranquilo, respira.

El auto se sintió detenerse.

>>Yoongi. - me llamó. - Min. - volvió a llamar, pero no le contestaba. - Omega. - habló un poco más golpeado. Volteé hacia su voz. - Yoongi, yo te prometí que no te pasaría nada. - me recordó.

-¡Jimin eso no me da certeza de nada! - le dije. - ¡Él le dirá a mamá que me descubrió y después... - no termine, porque el alfa me tomó la mano.

-Yoon, yo me asegurare que nadie te reconozca. Pero tranquilízate. - me pidió. - Y aunque me lo pidas, no regresaremos a casa. Solo te pido que tengas un poco de confianza en mi...

-Jimin, esto es peligroso. - le apreté la mano.

-No conozco el trasfondo de esos rasguños, pero quiero que sepas que a partir que estes conmigo, nadie te hará daño. - sus palabras sonaron sinceras y su aroma tratando de tranquilizarme podía hacerlo muy creíble. - Si llega a pasar algo esta noche que no te guste, prometo no volver acercarme.

-Mas promesas. - dije bajo. - Jimin, yo no quiero promesas, yo quiero hechos. - dije aun inseguro.

-Entonces déjame demostrártelo. - pidió. - Y no hablo de salidas, sino, que de verdad quiero demostrarte que yo... - titubeó. - Que en realidad..., me gustas y que mi lobo quiere establecer una conexión contigo. Sé que ya nos hemos besado, pero quiero cortejarte.

Parpadeé muy rápido y mordí mi labio inferior, el calor subió hasta mis pómulos y estoy seguro que no solo se quedó ahí. Mi corazón latía con fuerza y es que era la primera vez que alguien pedía cortejarme.

Mi madre me aseguraba que eso jamás me pasaría, que nunca podría enamorarme y conocer las posibilidades de crear una familia. Que nunca iban a querer a un omega con discapacidad, con apariencia básica y un aroma poco atractivo. Pero parecía que toda la noche, las palabras de mi madre no tenían razón, pues no solo el alfa buscaba mi atención; Hoseok también lo hizo, pero la única y simple diferencia entre el beta y el alfa, fue que desde que conocí a Park, su lobo había dejado encantado al mío con su presencia, su aroma, lo agradable de su voz y la dulzura de sus labios.

Y que esas diferencias, marcaban caminos divergentes en mis buenas decisiones.

-Si tardas tanto, es que tienes mucho que pensar. - dijo. - Pero no lo mío no es presionar.

-Y te agradezco que seas así. - le hablé y el apretó el torso de mis dedos, bríndame apoyo.

Mi aroma fluyó por el auto y los nervios se disiparon por el gusto latente que sentía por el alfa.

El motor volvió a sonar y esta vez no quería preocuparme, solo brindaría una oportunidad y no solo al alfa, sino, también a mí y a mis decisiones.

Apreté su mano y asentí.

La música retumbaba lejos, los despertares de mis sentidos se agudizaron intentando averiguar mi alrededor, mi curiosidad hizo que palpara en busca del botoncillo para bajar más la ventana y los distintos olores, ruidos y sensaciones me contagiaran en júbilo.

La música se hizo más cercana y las risas también.

-Omega bonito - me llamó el alfa. - Podrías meter tu cabeza por un momento. - dijo divertido.

-Oh. - dije y obedecí. - Perdona.

- No te disculpes, pero las rejas están algo pegadas a la puerta. - me advirtió. - Solo deja que entre por atrás.- me describió.

-Entiendo.

Me senté y me enderece emocionado, moví mi cabeza de un lado a otro disfrutando de la melodía de afuera.

-¡Que sorpresa verte Jimin! - le hablaron.

-¡Que hay TJ! - le saludo.

-¡La mayoría se ha preguntado donde te habías metido, has dejado que los novatos se burlen de tu nombre y a varios corazones que no bajen las bragas! - abrí mi boca sorprendido.

¡Demonios!

Bueno no los culpaba, Jimin ya me demostró ser muy atractivo.

-¡Oh, lo siento Park! No había notado a la dulzura dentro del auto.

-Gracias. - dijo sin importar el comentario y el auto comenzó a moverse lentamente.

-¿Entonces los rumores sobre ti son reales?- le dije.

-Solo un que otro. Pero sobre todo el mas falso es que he asesinado y vendo sustancias ilegales.

-Eres lo que toda madre desea para su hijo. -dije irónicamente bromeando.

-Tal vez no las madres, pero si lo hijos y me alegran que los hijos sean como tu.

Yo negué y sonreí, ¿Cómo me atraía un alfa así de arrogante?

-No pareces muy impresionado.

-Si me impresiono, comienzo a preocuparme y si me preocupo de nada habrá valido el escaparme de mi casa, con un posible enemigo de mi hermano a altas horas de la noche y justamente podría ser sorprendido por el mismo.

-Si lo dices de esa forma; suena simple.

La palabra simple en realidad, no era ni la pequeña parte de la emoción que estaba pasando por mis venas y que me estaba conteniendo, ¿la razón? ni yo lo sabia.

Hoy simplemente me dejaría guiar por el alfa y sus ocurrencias que exponga de nuevo mi integridad.

-Lo que dijo TJ, no sonó a que fuera solo un "simple" - entrecomille.

-No te apures, solo lo dijo por bromear. - me respondió.

-¿Cuál de las dos partes? - le pregunté.

-¿Cuál te importa saber más? - dijo retorico.

Me quede callado, pues ninguna de las dos me convenía saber.

-Prefiero quedarme con el Park que me acaba de sacar de mi casa.

-Entonces es el real. - dijo.

El olor a gasolina, alcohol y otros químicos resaltaban de los aromas de la gente, con firmeza podría distinguir cada uno y saber algunas cosas. Como el que habíamos llegado a un lugar con menos ruido, pero aun la música era ahogada.

-Muy bien cambiaremos de auto a uno un poco más aerodinámico y tu tendrás que usar una cosa.

- ¿Dónde llegamos?

-Venimos a ganar un poco de dinero y patear culos a los que se metan con nosotros. - rió. - Seria buena idea que cargues tu bastón por si necesitamos repartir algunos golpes o quieras defender a tu alfa.

-Es más probable que me una a golpearte. - el alfa se carcajeo.

-Muy bien.., aunque ame tu hermoso conjunto que traes puesto, necesito que te pongas esto. - dejo en mis manos algo en denim - Es un traje de mecánico. Solo quítate los pantalones y déjate la camisa.

-No creo que esto oculte mi identidad. - le dije.

-No, pero va con el pasamontaña que te voy a poner.

-Son los que usan para robar. - dije sonriendo.

-Exacto, así que iré por ello y te daré un poco de privacidad para que te cambies.

Yo asentí y pude escuchar los pasos de Jimin alejarse.

Llevé mis manos directo a desabrocharme el cinturón y después botón, dejé que los pantalones se deslizaran por mis piernas y el frío del lugar me dieron escalofríos; saqué mis zapatos de mis pies y me agaché para quitarme por completo el pantalón.

Sonreí, satisfecho de que los zapatos de Tae no me quedaran y pudiera quedarme con mis deportivos.

Estiré la pieza de denim y traté de buscar la etiqueta para ponerla en la posición correcta, cuando la encontré; la sacudí y al encontrar la parte de la abertura fui colocándomela pasando una pierna y luego la otra. Busqué con urgencia el botón, pero fue ahí cuando me di cuenta que era un overol completo, sonreí por la comodidad, y pasé las mangas por mis brazos y cerré la cremallera.

-Juro que no observe nada, solo cuando subías el zipper. - la voz de Jimin me espantó y traté de voltear hacia el lugar donde creí que estaba.

-A tu izquierda. - dijo en mi oído.

Me sorprendí aún más por su sigilo, yo medio sonreí y su presencia la sentí enfrente de mí.

-Tendré que decirle adiós por un momento a tan bello rostro. - me dijo y yo fruncí mis cejas, el alfa solo rió. - Esta bien, ya no diré nada.

Jimin empezó a colocarme lo que deduje era el pasamontañas y este opresó mi pelo, pasó por mi frente y después cerré los ojos cuando la tela se quedó un tiempo así, solo mi nariz y mi boca se quedaron al descubierto.

-Apúrate ya tardamos demasiado y ...

Fui interrumpido al sentir la intromisión de su boca y su lengua apoderándose de la mía, sus labios tibios y suaves se posaban de un extremo a la otro oprimiendo los míos. Sus forma de besar experta, aun confundían a mis labios y los tropiezos torpes de mi lengua. Mis manos fueron a su cintura y las suyas a mis mejillas, haciendo que el alfa llevara mejor el ritmo de nuestros belfos. Sin poder evitarlo nuestros organismos desearon aire y lentamente nos fuimos separando.

-Que mejor forma de pedir algo de suerte. - dijo aún muy cerca de mi cara y yo le sonreí. - Tienes razón, ya tenemos que salir.

Terminó de ponerme el pasa montañas y apretó mis mejillas, para acabar al darme otro beso rápido sobre la tela.

>>Vamos. - enganchó su brazo con el mío. - ¿El bastón está listo? - preguntó y yo palpé mi bolso de atrás.

-Listo.

Caminamos confiados el uno sobre el otro. Con cuidado el alfa me guiaba y los diferentes ruidos me hacían saber que ya estábamos más cerca de los lugares más concurridos.

-La puerta está enfrente de ti y no tiene seguro. Puedes entrar. - mandó mientras llevaba mi mano en la manija.

Abrí sin temor el auto y rápidamente subí, este era un poco más angosto que el toldo podía casi rozar con mi coronilla, cerré la puerta al tiempo que el alfa se sintió a mi lado.

-Es mejor que te pongas el cinturón de seguridad. - yo asentí.

Este cerro su puerta y el rugir del auto me sacó un susto.

>>No estés nervioso. - acaricio mi pierna.

El auto comenzó a moverse y el rechinido estruendoso, dio paso a muchos más. La música se hizo más fuerte, las risas, los gritos y los aplausos fueron de inmediatos. Cerré mis ojos con la esperanza de que nadie los viera.

Park Jimin, ha vuelto! - gritaron a nuestro alrededor.

-En la guantera están unos lentes de sol. - me dijo y yo me agaché hasta abrirla y palpe hasta encontrarlos.

-¡Mierda, aposte a favor de otros!

-¡El alfa Park, es el mejor sobre la montaña!

-¡Escuche que va en contra de Kai!

Varios comentarios se hablaban del alfa.

-Y aun te atreves a decir que no eres lo sufrientemente popular. - le dije sarcástico.

-Bueno, no quería impresionarte tan pronto. - yo solté una risilla. - Pero estas sentado en un auto que solo ha probado cuatro derrotas en todo el tiempo que he estado corriendo.

-¿Correr? - le pregunté algo alarmado. - Supongo que no te refieres a trotar. - el alfa río.

-No, estoy seguro de que no. Hoy quiero demostrarte que rumores son ciertos y cuales no. - me dijo. - Ahora hay que bajarnos.

-¡Por la luna! - dije. - ¡Jimin, me has traído a correr autos!

Y mi emoción por fin brotó.

-Sí. - confirmó apacible. - Y también tu hermano.

-¿¡Que!? - dije sorprendido. - ¡Por eso se escapa por mi ventana!

Ahora todo tenía sentido, todo conectó de inmediato. La conexión de entre el alfa y mi hermano; era a base de apuestas, más bien, todo el dinero que recolectaba Jungkook eran por apuestas.

-Debes saber que no es muy bueno. - habló socarrón y yo alcé mis cejas.

-¡Es un Min, por obligación debe ser bueno! - dije algo ofendido.

-Te aseguro que no, incluso la última vez perdió contra mí y ... - se detuvo. - Bueno, solo ha perdido.

-¿Qué cosas ha perdido? - pregunté. - A parte del dinero.

No podía creerlo, todo este tiempo pude imaginarme muchas cosas, pero jamás carreras de autos. Siempre sospeché de juegos de azar, carreras de caballos e incluso casinos ilegales. Pero mi hermano también era con un Jimin.

-Solo dinero, solo ha perdido dinero. - interrumpió mis pensamientos. - A veces las apuestas suelen ser muy difíciles y no saben que van a perder, por eso es mejor solo apostar dinero. - dijo bajo.

-Todo parece muy práctico. ¿Desde qué cantidad puedo apostar?

-Arriba de diez mil. - respondió simple. - Ven bajemos un rato. - mandó.

Mis piernas caminaron unos cuantos pasos para enfrente y las manos de Jimin me sorprendieron en mis hombros.

-¿Quieres algo de tomar? - preguntó. - Agua, un jugo o algo...

- ¿Qué tomaras tu? - pregunté.

-No suelo tomar nada antes de que competir. - dijo. - Puedo traerte un jugo...

-Prefiero algo más fuerte. - le dije rápidamente. - Una cerveza estaría bien.

-Bien, no me esperaba eso, pero claro que te la traeré. Regreso en seguida no te muevas.

-¿Pero..., si vas a regresar? Así me han dicho varias veces y no regresan.

-Sabes que..., ven acompáñame. - su dedo se enganchó con mi dedo meñique.

Comenzamos a caminar entre las multitudes, los olores de los omegas y alfas se mezclaban en conjunto con la nicotina. Varios roces con mi cuerpo me estremecían y los gritos me ayudaban siempre a poner atención a todas partes.

-Dame dos cervezas y una cajetilla. - pidió el alfa.

Me movía de un lado a otro siguiendo el ritmo, mis pies golpeteaban el piso y los estruendos de las risas me daban mucho ánimo. El olor más cerca del cigarro me llamo mucho la atención.

-Aquí esta tu cerveza. - me dio la botella en mi mano. - Tomalá con cuidado.

-Sí. - alcé la mascarilla hasta dejar mis labios expuestos y di un gran sorbo.

-¡Oye!- me detuvo Jimin. - No tan rápido, es solo un pequeño sorbo y después descansas.

-Oh vamos, el que tiene que manejar eres tú, no yo. - le di otro sorbo.

-Ahora entiendo porque Jungkook te sacó cargando de la fiesta de la otra vez.

-Se supone que esta cosa no me gustaba.

-Se nota mucho el cambio. - el alfa río.

-La gente cambia.

-Una noche a mi lado y eres un rebelde. - sonreí.

-Me acopló al momento y a la situación.

El alfa me dio un beso en frente.

-¿Fumas? - le pregunté, aunque presentía que mi pregunta era muy estúpida.

-¿Quieres probar? - me preguntó.

-Es insano. - le contesté.

-Solo da una calada y después lo sueltas.

-Solo..., no te burles. - le sonreí.

El colocó el cilindro sobre mis labios y yo solo los abrí un poco más para que este entrara, la húmeda sensación se colaba por mis belfos y también la calidez de su saliva pegada al papel.

-Succiona. - mandó y yo obedecí. - Retenlo un momento y pasa el humo.

Tal como explicó lo hice mecánicamente, pero empecé a lagrimear cuando el humo era demasiado fuerte, mi garganta raspó y lo caliente me hizo toser. Las palmadas en mi espalda y la risa de Jimin fue mi centro de atención, cuando me estaba reparando y mis ojos no dejaban de lagrimear me pare derecho y fruncí mi ceño.

-¡No te burles! - le reclamé.

-Se hace con cuidado. - me advirtió. - Pero como no queremos muertes por ahogo, mejor lo fumare por ti.

El humo se pudo sentir a pesar de la tela en mi cara y que el olor que provenía del cigarro no era el mismo que tenía aun en mi paladar, para rebajar el sabor volvía a tomar de mi cerveza, el contraste de lo caliente y lo frio, me hizo sudar y sentir el calor.

La música animada, seguía envolviéndonos y es que, aunque todo fuera tan desconocido no existía incomodidad.

-¡Listo! - dije al momento que acabe mi bebida y una canción que por fin conocía me emociono. - ¡Amo esa canción!

-En ese caso vamos a bailar y no aceptare un no. - mandó. - O no te comprare otra cerveza.

Me deje llevar por el alfa con un resoplido, aunque sabía que mis movimientos no eran tan buenos, tampoco me negaría.

-Si acepto es por la cerveza, no por ti. - me reí

-Si claro.

El sonido y el ritmo del reggae, era muy complejo de escuchar y es que la melodía laboriosa a sumirse en insinuaciones, me daban muchas sensaciones que me encaprichaban a seguir y mover mis caderas.

El alfa me tomó de ellas y las pegó a su cuerpo.

-Muévelas de enfrente hacia atrás - dijo. -, balancéate conforme a la melodía. Siente como lo hare yo.

Sus manos guiaron las mías a su cadera y la ligereza de sus movimientos me tentaron a guiarme.

-Hazlo menos brusco. - metió su pierna entre la mía y mis movimientos los frenaron sus manos, para después menearlas a su ritmo. - Como si fuera una ola. - describió y yo obedecí - No tengas vergüenza. - dijo en mi oído. - Exacto, justo así. - dijo bajo.

La pelvis del alfa chocaba con pronunciamiento con las mías con dote delicado.

>>Tienes las caderas sueltas - me dijo.

-¿Eso crees? - le pregunté ahogado por el momento.

El calor en mi cabeza se estaba presentando con gotas crecientes en mi cuero cabelludo y frente.

-Las gotas en tu cuello deberían ser prohibidas. - me dijo de repente. - Se ven muy apetitosas.

El cambio de canción, fomentaba aún más los roces. Sus manos subieron a mi cintura y de forma repentina, él me coloco de espaldas a su pecho. Su respiración en mi cuello solo me hizo recargarme sobre su hombro dándole acceso a que oliera y diera un besito en la unión de mi cuello y mi hombro.

Tenía tantas ganas de quitarme la mascarilla y dejar expuesta mi cara cuando no toleraba el calor. Pero como si mi pensamiento fuera escuchado, las manos del alfa subieron por mi torso de manera tranquila mientras nuestros balanceos eran encarecidos de movimientos.

Me acorralo entre sus brazos hasta que una de sus manos bajó el zipper del overol, pase saliva aun así mi boca estuviera seca. Él, con lentitud como la canción, fue descubriendo mis hombros dejando expuesta la camisa transparente, mis vellos se crisparon al momento que la frescura pegó a través de la delgada tela.

-Qué lástima que aun haya una tela más. - besó mi hombro derecho.

Sin pensarlo, mi brazo subió hasta opresar el cuello del alfa y pegar mucho más mi espalda con su pecho.

Sus besos fueron subiendo uno por uno, por mi cuello hasta llegar a mi oreja la cual mordió.

Había algo que no podía permitirme y que me estaba costando alejarme de aquel pensamiento de control como al principio; no dejarme vencer en cosas carnales, pero eran los apretones de sus manos en mi cintura, en mis caderas y lo lento del vaivén de su pelvis contra mis posaderas, que mantenían estar pegado a él.

-¡Mierda Jimin! - la voz de una chica sonó por atrás y con un gruñido, el alfa se alejó.

Bajé mi mascarilla que aún estaba alzada por estar bebiendo.

-¡Te estuve buscando por todas partes y te encuentro aquí con quien sabe quién! - la chica reclamó.

- Ya me encontraste ahora te puedes ir. - le dijo, yo fruncí mi ceño.

-¡Dijiste que vendrías y ahora me pides que me vaya!

-Nunca dije que vendría contigo. - aclaró.

Entonces es verdad! - una voz masculina también llamó nuestra atención.

Jimin me tomó del meñique para pasar aun apretón firme de protección.

>>¡Se decía que no querías enfrentarte ante mi! --siguió hablando el tipo. - Y hoy me dijeron que competirías.

-Entonces debo de estar de suerte. - dijo irónico Jimin. - Regresare temprano a casa.

-Es mejor que regreses a la porquería que tienes por negocio. - yo solo podía escuchar los mormullos. - Y te evites la humillada.

¡Miren es park!

¡Por suerte traje más dinero!

¡Kai maneja mejor que Park!

¡Son tan sexys!

¡Lo sé quisiera una noche con cada alfa!

Preferí ignorar los murmullos al momento que ya no decían nada interesante.

-Hablas mucho y demuestras poco. - le dijo Park. - Lo cual es curioso porque no había escuchado de ti hasta... hace unos cuantos minutos.

-Pues ahora conocerás muy bien mi nombre, que hasta tus perras querrán estar conmigo. - dijo. - ¡Entiendo porque tu zorra se tapa el rostro, yo también me avergonzaría de estar con un alfa como tú! - se rió.

¿¡Que!? ¿Y este quien se cree?

Jimin se soltó de mi mano.

-Nunca en tu puta y miserable vida vuelvas hablarle de esa forma. - la voz de Jimin dejó de ser irónica y paso a una más sombría.

-¡Basta Jimin! - la voz femenina entro en la plática. - ¡Sabes que esas cosas no me ofenden!

La risa del otro alfa solo hizo que arqueara mis cejas por debajo de la máscara.

-Mas vale que, así como presumas corras. - le advirtió Jimin. - Vamos Yoon. - me jaló.

Supongo que es parte de las retoricas en las carreras y que el narcisismo, los egos altos y la prepotencia mantenían los aires tensos.

-¡¡¡Espero que tu perra se prepare, porque su cogida será mucho mejor que la que te voy dar!!! - dijo el alfa a lo lejos.

Jimin se detuvo bruscamente y yo junto con él.

-¡No Jimin! - dijo la femenina.

-¡Mas...

-¡Típico de alfas el dar lástima, por querer un poco de atención! - dije cansado e interrumpiendo a Jimin.

Me fui acercando quitando la mitad de mi mascarilla y solo se viera mí boca.

--Te crees el alfa interminable y deseable... ¡pero vamos! Perdería el tiempo el prepararme, porque estoy seguro que detrás de esos pantalones se esconde un pequeño jovencito lleno de inseguridades y anhelos incumplidos que te frustran.

Jimin acorraló mi cintura.

-- ¿Entonces para que me prepararía? Para unos miserables minutos de "placer" o para escucharte llorar por lo infantil que eres.

Algunas risas sonaron al momento de que termine de hablar. En el mundo de los alfas y el libertinaje; que un omega o beta se defendiera era muy mal visto o al menos eso creía.

--¡Tu, maldita zorra!

Yo me reí ante su ofensa. El aroma a petricor se hizo más fuerte y la presencia del alfa me dio más ánimos a enfrentarlo.

>>No te vayas a quedar atrás niñito. - le rete. - Y el que no aguante la cogida, sea otro.

El jalón de mi brazo me hizo caminar dejando a todos a tras y casi a zancadas seguimos caminando, evitando que ya no hablara el alfa.

-¡No tenías por qué enfrentarlo! - me regaño. - ¿Qué tal si te hubiera golpeado? - me preguntó enojado.

-No me hubiera interesado. - le dije seguro. - Es un idiota. - le comenté.

-No lo vuelvas hacer. - dijo serio. - Lo que menos quiero es que te pase algo. - acaricio mi mejilla.

-No te preocupes, este fideo está preparado para todo. - dije brincando de un lado a otro, le sonreí.

-Es el colmo, pues hace un rato le tenías miedo a que te descubriera Jungkook y créeme que él debe ya estar por aquí. - me dijo.

-¿Dónde estamos? - le pregunté.

-Al fin llegamos a la exhibición. - dijo fácil.

-¡Al demonio, me siento muy feliz para preocuparme por eso!- dije.

-Ay omega me confundes. - me dijo - Pero entonces vayamos con él.

Sin pensarlo me moví y me zafé de sus brazos, pero la risa de Jimin solo me hizo saber que era una broma.

-Si como no..., al demonio la mandabas - se burló.

-¡Tonto! - me quejé. - No es gracioso.

-Pero si es graciosos retar a un desconocido. - dijo burlón.

-No lo reté, solo me defendí como me has dicho que lo haga.

--¿Con que tomando mis consejos, eh? -- el tono de sus voz fue orgulloso y el respirar de su aliento pegó en mi oído--. Debería seguir este también --habló bajo--, te aconsejo que nos vayamos a un lugar mas privado.

Lo seductor se acabo al tiempo que comencé a reírme. No pude evitarlo mis nervios me traicionaron en carcajadas y el chiste de la insinuación no era lo mío.

--¿También me pedirás que me prepare?

--La diferencia es que aquí el que va a llorara eres tu.

Su voz siguió pegada a mi. Jimin era fácil de percibir y que no si no fuera por la cerveza ingerida no creía que la ansiedad estuviera en él.

--Solo quiero saber cuándo vamos a correr. -- cambié el tema y un suspiro profundo se escuchó.

--En este momento. -- contestó.

Y no solo la palabra del alfa fue mi respuesta, pues los sonidos de los arrancones, el eco dentro del lugar y los gritos eufóricos me dieron a entender todo muy bien, había llegado el momento.

-¡Las apuestas están cerradas! - dijo alguien por un megáfono. - ¡Competidores prepárense!

Las bullas emocionantes en cuanto caminamos me pusieron nervioso.

-Ten, toma esto. - me dejó en mi mano. - Tómale y esta vez que sea profundo.

-¿Qué es? - pregunté, pero no esperé que contestara cuando el licor me llenó la boca.

El licor fuerte y sin nada que lo amortiguara me hizo sentir vivo y la adrenalina se subió a mi cabeza.

-Tequila. - dijo simple. - Creo que lo mereces por ser tan valiente.

-¡Creí que no querías que tomara! - grité. - ¡Otro! - pedí.

-No, pero esta vez es diferente. - sus palabras me pusieron más nervioso. - Mi v8 te harán sentir en las nubes. - dejó de hablar. - Listo.

El vaso se sintió lleno y lo bebí. Su carraspeo fue sonoro y también el mío.

-¡Le patearemos el trasero a ese estúpido alfa! ¡De lo contrario te lo pateare a ti!

Ambos reímos y sus manos me tomaron por la cintura para después cargarme.

-Tú vas a dentro. - me sentó y a cómodo en el asiento. - ¿Uno o dos cinturones?

-Dos, no quiero morir. - le sonreí y él me puso las dos tiras.

El portazo se escuchó y yo no quitaba la sonrisa. El alcohol y el aroma del alfa del auto me dieron una sensación de éxtasis.

La presencia del alfa ya estaba dentro del auto y su puerta sonó al cerrarse por completo y con lo extra del seguro en ambas puertas.

Lo chillante del auto encendido me estremecieron y apreté con fuerza los cinturones cruzados sobre mi pecho.

El rugir del potente motor, me hicieron gemir de gusto y satisfacción, mis sentidos un poco nublados; me dieron gracia por la sensación mareada.

-¡Competidores a sus pociones! - el hombre del megáfono nos llamó. - ¡Por ser la última competencia, la pista está marcada hasta las afueras del puente!

Hasta ese momento no me había surgido la duda de donde estábamos...

>>¡Deberán llegar al final del puente y regresar hasta esta línea marcada! - indicó. - ¡Mas vale ser una carrera limpia y sin trampas o desvíos, de lo contrario estarán descalificados y tendrán que pagar con su auto!

Ya cállate y vamos a correr! - dije alegre. Jimin solo río.

-Antes de que empecemos un beso no estaría mal. - dijo.

-Si ganas, te daré los que quieras. - dije sin pensar y el alfa acelero.

Los rugidos de ambos carros y los gritos sonaban listos. El quemado de la llanta cubrió todos los aromas existentes. Los silbidos lujuriosos resonaron en el lugar.

-¡Alfas atentos! - yo conocía esa voz. - ¡Listo jimin! ¡Listo Kai! - más que una pregunta eran una señalización.

-Esperemos que Taehyung no te reconozca. - me dijo el alfa.

-¡Listos! - sonaron más de los neumáticos y su aceleración.- ¡¡¡A correr!!!

En menos de un segundo mi cuello se jaló para atrás, el motor del "V8" sonó más fuerte y los cambios de velocidad podrían vibrar en mis pies. Me moví de a un lado en cuanto las llantas rechinaron a gran velocidad.

Y el viento atravesó mi pasamontaña sintiéndome sofocado, sin dudarlo me la quité y dejé que mis cabellos se volaran.

La pausa brusca, me jaló hacia atrás del asiento rebotando, el grito del alfa me alegró. presumiendo tal vez su adelanto.

-¿¡Cómo vamos!? - pregunté.

-¡Adelante!

Los nervios se habían ido y la creciente agitación de mi corazón, embargo en feromonas el auto.

-¡Deliciosa inspiración! - dijo. ¡Sujétate porque vamos a empezar el puente! - avisó. - ¡Dije que no me rebasaría!

>>¡Mierda! - grito. - ¡Muévete hijo de perra! - voltee hacia un lado, el cambio de velocidad se sintió ahora mucho más fuerte.

El humo me incomodó y comencé a toser un poco desconcentrado.

>>¿¡Conque así quieres correr!? - habló entre dientes. El sonido de un botón sonó y la curiosidad me estaba carcomiendo, quería saber que estaba pasando. Sonó un choque hueco y yo abrí mis ojos en sorpresa y formé una sonrisa en cuanto Jimin río.

>>¡Esta vuelta vas a perder! - dijo emocionado y soltó un "Ja" - ¡Maldito perdedor! - le gritó. - ¡Nadie se burla de mí!

No podía entender, pero estaba tan emocionado.

>>Mi amor, de dedícale un lindo saludo a tu lado derecho. - mando.

No supe cómo y porque, pero moví mi mano de un lado a otro y luego bajé todos mis dedos menos mi dedo medio.

>>Dile unas palabras fuertes. -volvió a mandar.

-¡¡¡Púdrete idiota!!! - le grite.

-¡Bien hecho!

Pude sentir que dimos una vuelta y la velocidad no bajaba en ningún momento.

-¡Se está acercando! - dijo.

De pronto el golpe en mi puerta fue un choque me hizo sobre exaltar.

-¡Mierda! - dije cuando estos fueron continuos.

El pequeño frenado me movió de enfrente hacia atrás como una liga.

-Mi turno. - dijo.

El golpe de nuevo me meneó y no pude evitar reírme. Mi oído se había tapado y mi estado mareado, hacia que mis entrañas se comprimieran.

La música volvió ser más cercana y el acelerador hizo sus últimos ruidos al tiempo que los neumáticos rechinaron en el frenado.

-¡¡¡Sí!!! - grito emocionado el alfa y alegre.

Tantos gritos y golpes en el auto, nos felicitaban. Al parecer habíamos ganado.

Los cinturones a mi alrededor se retiraron pronto y los labios del alfa me besaron con desesperación, mis mejillas sintieron el calor y la sensación en mi vientre me desfloraron mis piernas que aun temblaban.

Sus húmedos labios, se movían de un lado a otro y sus feromonas se esparcieron en gran sensualidad, al separarnos el jaló mi labio inferior en un mordisco, para después rebotar al soltarlo de sus dientes.

-Si que eres de la suerte. Ya no tienes permitido que te alejes de mí, omega. - me pidió, pero no me dejó responder al mismo tiempo que me volvió a besar. Él tomó mis caderas y me cargó hasta ponerme a horcajadas sobre sus piernas.

-Mierda Min, tu aroma me está volviendo loco. - me dijo sensual y yo solo le respondí con un beso más apasionado.

Los gritos afuera de nosotros nos advirtieron de lo que estaba pasando.

La policía! - avisaron y los gritos desesperados nos hicieron separarnos. - ¡Corran!

-¿Y el dinero? - pregunté y Jimin tomó mis brazos y los coloco sobre su cuello acorralándolo.

-Ya me encargare después. - dijo y el sonido del carro encenderse fue fuerte.

Me iba a bajar del alfa, pero su mano opreso mi cintura.

-Quédate así, me encanta tenerte muy cerca mío.

Las sirenas de la policía, nos indicaron lo cerca que estaban y mi risa por la emoción de tener a Jimin abrazado mientras manejaba, me daban esa fortaleza que siempre había querido.

-¡Nos van a perseguir! - avisó Jimin.

-Mas vale que no nos detengan. - sonreí. - Y si nos detienen, más vale que no te alejes de mí.

Y como si el ruido se hubiera extinguido y el viento no pegara duro en mi cara; recosté me cabeza en su hombro lo oprese más fuerte de su cuello y cerré mis ojos. Mi confianza creció tanto en mi como en él.

(...)

-Omega, omega. - llamó. Adormilado reaccione sobre su hombro aún. - Yoon. - siguió llamándome. - Hemos llegado a tu casa. - me informó.

-¿Tan pronto? - cuestione y el alfa río.

-Son casi las cinco de la mañana. - notificó. - Hay que aprovechar que aun esta oscuro. - yo asentí. -¿Te la pasaste bien? -

-La verdad, es que sí. - le confirme.

-Me alegra saberlo. - sus manos me alejaron un poco.

Sus manos delinearon mi frente y bajo por mi nariz. - Tan bonito. - me dijo. - Y tan agradable. - habló. - Te sonrojas tan rápido.

-Es por qué dices cosas tontas. - me defendí.

-Solo digo la verdad. - sus dedos tomaron mi mentón y pausadamente me fue acercando. - Solo el ultimo para despedirnos.

Pare mis labios para recibirlo. Y la opresión fue suave, un leve toque de labios que remarcaban la diferencia del cariño recién establecido y formado. Paulatinamente nos separamos.

-Me gustas mucho Min Yoongi. - me dijo. -¿seguirás pensando lo del cortejo?

-Sí. - dije. - No quiero problemas.

-De cualquier forma, voy a estar esperando tu respuesta. - beso mi mejilla, justo en mis rasguños. - Si alguien te molesta, házmelo saber -- reiteró--. Ya no estás solo, omega mío.

- Gracias. - le regresé el beso en su nariz.

El alfa me bajó y me acomodé en el asiento para después abrir la puerta. Él tomó mi mano estando afuera.

Con cuidado travesamos el jardín de enfrente y el aroma de la valla de arbustos me lo confirmó. Caminamos un poco más hasta llegar a la escalera que daba enfrente de mi habitación que ya estaba tocando.

-¿Quieres que vaya primero y te ayude a subir por la ventana?

-No hace falta, recuerdo dejar la ventana abierta.

-Sí, está abierta. - rectificó.

-Subiré, no es la primera vez que lo hago. - sonreí. - Mejor quédate aquí hasta que suba y me atrapes si es que caigo. - su risa fue baja.

-Está bien omega extremo, pero antes.

Sus manos me tomaron de la cabeza y besó mi frente con delicadeza, bajó a mi nariz y la frotó con la suya.

-Eres un romántico. - le dije.

-Solo quiero serlo para ti. - juntó mi frente y la de él. - Anda ve.

Nos separamos y me ayudó a subir los primeros escalones, dio un beso en el torso de mi mano y lentamente la fue soltando conforme iba subiendo.

Mis manos sostenían con fuerza la madera hasta llegar casi al final de la escalera. Estiré mis brazos, palpé la orilla de mi ventana y con un golpe en la orilla esta se tendría que abrir más. Subí los últimos dos escalones y mi torso se colgó por el borde la ventana, alce mi pierna y lo atravesé.

-¡Adiós omega! - me dijo antes que entrara por completo dijo en un murmullo alto.

-¡Nos vemos! - susurré alto igual.

Cuando entre por completo, cerré la ventana y acomodé las cortinas.

Caminé hasta mi cama y me avente en gran emoción que hasta un pequeño chillido había salido de mis labios. Quería gritar y a la vez reír por un buen rato. De repente todo el panorama cambio, a lo que había sido un principio.

El sonido del motor de Jimin me notificó que él ya se ha marchado.




Holaaaaaa!

Un capítulo muy largo, pero no sabía si dividirlo en tres, espero que no se le haga pesado de leer y más por si hay errores ortográficos.

Me da gusto que más personitas le esté agradando esta historia.

Nunca me voy a cansar de decirle que muchas, muchas, pero muchas gracias por el apoyo.

Besos, abrazos y más besos les mando a cada uno de ustedes.

ALICIELITO .

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top