. Capítulo 25 .
-parte 2-
Llevé con pesar la palma de mi manos a mi boca tratando de taparla en cuanto solté mi bostezo. El sueño me estaba venciendo y estar a oscuras mientras la profesora pasaba las diapositivas no me estaba ayudando.
Froté mis ojos y decidí sacar mi móvil. Traté de distraerme solo un poco y olvidarme de la engorrosa voz de mi profesora.
Movía mi dedo de un lugar a otro, desesperado por no notar nada nuevo; fui directo a mi galería, bajé un poco el brillo y con comodidad pude cachar algunas fotos que durante días me estaba persiguiendo en curiosidad.
Le hice un pequeño zoom a la pantalla hasta agrandar la adorable sonrisa de Yoongi e inevitablemente también le sonreí.
Recordaba con ánimo las fotos que le había tomado a escondidas de aquellas todas esas veces en donde no se notaba agobiado y esa postura con una defensa baja. Las luces repentinamente se encendieron, y mis ojos no se complicaron en acoplarse a la iluminación.
Con pesar varios de mis compañeros se movieron en guardar sus cosas y salir casi de inmediato del aula.
Di un rápido suspiro cuando a la salida del aula la cara feliz de Soi me miraba de oreja a oreja.
Ella se acercó con rapidez a abrazarme.
—Te estaba esperando. -le dijo feliz.
—Ya me di cuenta.
—No has cambiado de humor desde la mañana, ¿te pasa algo? – ella me abrazó – Si quieres puedes desahogarte un poco conmigo. – sus palabras daban una dirección provocativa.
—Yo preferiría que no. – le negué. – Me siento cansado y me gustaría ir a casa. Mejor ve con tu amigas a platicar o a comer algo, te haría bien distraerte.
—¿A casa? – dijo sorprendida e ignorando mi recomendación. - ¿Hablas en serio?
—Sí – dije simple –. No tengo ánimo de nada. Así que ve a donde quieras y descansa.
—Yo creí que no se...
—Bye Soi
No dejé que siguiera hablando y solo apreté su hombro como despedida.
Caminé seguro y dejándola sola en el pasillo. Sin complicaciones vagué por la caminata normal de mi aula hasta el estacionamiento.
Las luces opacas hacían resaltar los toldos y la pintura brillante de los autos. Sin prisa me fui acercando a mi coche presionando el botón del seguro y este desactivara la alarma, abrí la puerta y enseguida me metí al asiento del piloto.
Escuché con orgullo como al encender mi auto este no tenía ningún problema, provocando que alzara levemente las comisuras de mi boca. Y cuando traté de moverlo para salir del estacionamiento, las luces reflejaron por enfrente iluminando dentro de otro auto; a lo lejos pude notar como Taehyung y Yoongi estaban en el interior; riéndose mientras comían alguna cosa.
Taehyung volteo hacia a mí, pero las luces altas solo lo cegaron y solo tapó sus ojos alzando su palma. Sonreí por los gestos que este había hecho, al menos sabía que el omega estaba a salvo.
Hablar con Kim fue todo un reto desde el día de la fiesta, la sospecha crecía en mí de la simpleza del omega.
Que no era novedad que el omega se acercara a alguien sin ningún fin. La sorpresa de mirarlos juntos en el campus solo daba aun mas rienda a que las lengua sueltas de las personas dedujeran tantas cosas.
Pero nada era mejor que acercarse personalmente y preguntar si ciertos rumores eran verdaderos.
Puedo recordar que se ventilaba que Yoongi era un hijo de algún acaudalado y por eso Taehyung se acercó a el con el fin de beneficiarse; o aquel en donde mencionaban si el omega no salvaría las materias y tendría que hacer servicio social experimental y por eso se acercó al ciego.
Kim Taehyung no se acercaba a nadie sino había un monto de por medio, y eso era un hecho.
Durante los años que lo conocí, las traiciones, las calumnias y los problemas; siempre lo rodeaban y aun mas si Jungkook estaba de por medio. Y a estas alturas no era de sorprenderse que su relación con Yoongi fuera lo contrario.
Pero lo que si me había sorprendido, era el hecho que mi sugerencia no fuera ni contemplada el día que lo había interceptado fuera del campus.
—Te daré el doble de lo que te están ofreciendo por acercarte al omega.
—Entonces es un doble de nada – me dijo –. No hago tratos con personas que quiero. – yo me reí ante su respuesta.
—Solo quiero, que no lo dejes solo y le cuentes algo de esto – le dije –. Vamos, el necesita un amigo y yo alguien que me diga lo hace.
-No, y lo que me diga él o hagamos se quedara entre nosotros – me dijo seguro–. No me voy a contribuir en lo que estés planeando.
—No estoy planeando nada malo.
—Jimin, ambos fuimos cortados de la misma tijera, así que no vas a lograr engañarme.
—Por primera vez no tengo planes. — él me miró confundido.
En ese momento supe que Taehyung no sabía nada de la apuesta, era obvio que Jungkook no le dijera.
—Me ayudaste en la fiesta. —le recordé.
—Si y ahora veo que fue un error. – dijo cansado.
—Solo quiero ser su amigo, hay algo que me gusta del omega. – mentí.
—Eso lo hubieras pensado antes de ser un patán con él. – el omega, me observó de reojo mientras caminábamos.
—Ahora te harás el difícil. – le dije divertido.
—No, solo no pienso ayudarte en nada – dijo –. Y más vale que no te le acerques. – me advirtió.
—Mis planes con él, son verdaderos y solo quiero no se acercarme. Ya te lo dije. -hablé desesperado—. ¿Acaso eres como los demás que piensan que una persona normal se pudieran fijar en alguien como Yoongi?
—Claro que no, pero tu si eres como los demás alfas que les gusta jugar — respondió—Y de todas maneras ya te dije que no – él se detuvo—. Y no me harás cambiar de opinión.
—Si no me ayudas le diré del trato – lo tomé del brazo—. Apuesto lo que sea a que no le gustara saber que su único "amigo" – entrecomillé— Esta con él, solo por dinero.
Taehyung abrió la boca sorprendida y su labio tembló.
—Hijo de perra —comenzó a señalarme—. Mas vale que no te atrevas
—No pienso morderme la lengua si no aceptas, omega.
Su cuerpo se enderezó.
—Así le digas, no voy aceptar – dijo seguro –. Yo no dejaré que tu o alguno de tus amigos, se metan con él. – su voz no demostraba nada de titubeo.
Él se soltó de mí y solo me dio una mirada retadora.
Sí, Taehyung no estaba dispuesto ayudarme.
El día que me había llevado al omega me pude dar cuenta que la preocupación de Taehyung era tan verdadera y que lo quería como un amigo.
Sin problema sonreí al saber que Yoongi no estaría tan solo y que no solo se podría refugiar en los brazos estúpidos del beta.
Manejaba por la carretera pensando y escuchando un poco de música. Los edificios con parpadeantes luces solo adornaban mi camino haciéndolo ameno.
A Yoongi le agradaba mucho la música, a él le agradaría estar ahora escuchando esta canción, no evité suspirar al recordar cuando en el viaje abrazó su preciado discman.
Nuevo plan; hacerle un repertorio de música.
<<¿Qué genero le gustara más? ¿Qué canciones sabrá? ¿Sabrá tocar algún instrumento?>>
No lo creo, su familia lo tiene tan resguardado que no debe saber mucho sobre instrumentos o tal vez lo estoy infravalorando.
Miré a lo lejos mi casa y doblé mi cuello para que este se destensara. Solo pisaba mi hogar cada que no tenia algún motivo de siquiera salir.
Estacioné el auto en el garaje y fui directo a la parte principal de la casa, con pesadez miré cada florero bien puesto y lo arreglado que estaba la sala sin una solo gota de presencia.
Mis piernas agotadas pisaron cada escalón llevándome directo a mi habitación, caminé y rápidamente me aventé en un brinco a mi cama.
Mi habitación tan organizada estimulaba cierta ansiedad y la sensación de soledad me embargó de repente. Los toques a mi habitación me hicieron dar un pequeño gruñido.
—¿Qué quieren? – pregunté.
—Joven Park ¿quiere que le sirva la cena? – dijeron detrás de mi puerta.
-No, solo vete. – dije cansado abrazando una almohada.
—Como usted diga. – no insistió.
Cerré mis ojos y mis manos fueron directo a mi frente; quité cada molesto zapato dejándolos caer, y que solo el sonido hueco embargara por un momento la habitación.
La oscuridad me daba paz, pero esta no duro mucho, cuando la imagen de Yoongi siendo abrazado por Hoseok me inquietó.
<<¿Yoongi habrá aceptado?>>
Rasqué solo un poco mi cabeza tratando de no preocuparme, pero el dilema cada vez era más grande. Abrí mis ojos solo con el fin de darle un vistazo a mi reloj del pequeño buro.
"22:45pm"
Torcí mis labios pensativo, en realidad no era tan tarde. Sin dudarlo saqué de nuevo mi celular de mi bolcillo y con agilidad tecleé hasta mirar su contacto, apreté el icono de "llamar" y lo llevé hasta mi oído.
Mordí un poco mi labio por cada pitido de espera, pero estos se hicieron eternos hasta que la contestadora habló señalando la llamada desviada. Apreté un poco más mi labio entre mis dientes y volví a insistir, pero de nuevo la contestadora fue la que habló.
"solo una vez mas"
-¿Diga? – su suave y gruesa voz me hicieron parame de inmediato.
—Empiezo a creer que me estas evitando. – dije sonriente.
—Tienes razón. – dijo y una pequeña risilla se me escapó.
—Hoy no te vi – mentí – ¿o eras el omega que se veía hermoso? — coqueteé.
—Yo creo que no era yo, y era una omega — por la línea no podía distinguir el tono de su voz.
—No, estoy seguro que eras tu. — sonreí.
—Yo creo que no —negó—. Tal vez me confundiste con una tal Soi. Dicen que es de la misma facultad en donde estoy.
Y por primera vez mi vientre se contrajo ante una declaración.
—Sí, creo que la conozco.
— Debes de conocerla mas que bien.
—Es una buena amiga.
—Sí claro. Y esperas que yo también sea un buen amigo, ¿no es así?
—Yoongi, tu jamás serias mi amigo. Mi lobo y yo, no te queremos para ser amigos.
—¿Cómo puedes ser tan descarado?
—De la misma manera con la que nos besamos y después das una tierna y fea escena con el beta en los pasillos.
—No es lo mismo.
—Claro que lo es.
—Esto es ridículo. —dijo indignado— Como sea..., ¿para qué has llamado? – preguntó – Estaba por dormir.
—¿Los niños bonitos se duerme tan temprano? – dije.
—Deberías de preguntarle eso a Soi – fue lo único que dijo.
—Solo por que no te conozco lo suficiente diría que estas celoso.
—No estoy celoso. Estoy molesto —dijo y yo viré mis ojos cansado—. No puedes besarme cuando tienes novia.
Sentí que todo lo que estaba logrando se estaba yendo por la borda en un segundo.
—Yoongi, yo no tengo novias. Pero tu puedes ser el primero.
—Hasta una piedra tiene mejores frases que tu. — alejé mi teléfono y miré la pantalla ofendido.
—Entonces supongo que el beta tiene mejores piropos que yo. Escuché que aceptaste la cita.
<<Muy bien Jimin, así me enteraría sin parecer interesado. Un punto para mi.>>
Yo volví a mirar desde lejos el celular, pues creí que Yoongi me había colgado por el tiempo que se quedo en silencio por mi pregunta.
—Estoy seguro que en nuestro beso no te quite la legua.
—Deja mencionar el beso como si hubiera sido especial.
¿Que?
Me removí incomodo
—Espero que esas palabras las repitas, si es que aceptaste esa cita —dije disgustado y escuché su risilla—. Voy a disfrutar de la idea de que nadie te dará mejor beso que yo —hablé orgulloso —. Prueba los del beta, te doy permiso y cuando lo hagas avísame, porque será la única vez que los pruebes. – dije.
—Tú no puedes mandar en lo que haga, un beso no quiere decir absolutamente nada. – dijo y algo en mi se encogió.
—Solo te aviso que no me gusta que toquen de más lo que prácticamente es mío. – dije sin pensar – Así que no te emociones mucho sobre la cita.
—No soy tuyo – dijo seguro y pude imaginar su ceño fruncido—. Y deja de mencionar la cita, no te incumbe...
—Me incumbe mas de lo que piensas. Ahora dime, ¿aceptaste sí o no?- lo interrumpí.
Mi ilusión de que no aceptara se aplastó cuando me dijo:
—Sí. – su suspiro llegó a mi cabeza imaginando su aroma.
—Tienes suerte de que no sea celoso. – bromeé.
—Y tú de que no me importe. – el omega era ingenioso.
Suspiré decepcionado.
—¿Llevaras tu suéter? – cambié solo un poco la conversación. – Porque me niego a que uses esa cosa espantosa.
—¿Que? —dijo confundido.
—El suéter horrible que tienes y con el que nos besamos, aquel suéter que te hace ver mas lindo y que te hace resaltar entre todos. No quiero que lo lleves porque esa cosa nos representa.
Quería tenerlo de frente y dejarle algunas cosas en claro
-Entonces tendré que quemarlo. – me dijo rápido e ignorando mis palabras.
Todo había salido al revés.
-No te atreves, es demasiado para ti aunque lo niegues – la risa silenciosa del omega invadió la línea.
— Te contestaria mas cosas pero tengo que ir a dormir. – avisó.
Yoongi me estaba evitando una vez mas y el silencio parecía ser el protagonista de esta ridícula conversación. Lo único bueno de todo, era que su respirar estaba ahí; esperando por algo y no negaría que yo también.
Nos quedamos sin dar señal de querer colgar, pero solo fue un suspiro para después es cuchar el pitido de colgado.
Apreté el celular en mis manos y mi energía se agotó. No debía rendirme.
Espero y estén bien. Las amo <3
ALICIELITO.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top