. Capítulo 22 .
Las respiraciones agitadas aun seguían siendo cómplices en cada aspiración por nuestras bocas, su cara sonrojada y labios temblorosos me llenaron de pavor a que cometiera un solo error.
El omega seguía impresionado y sus dedos nerviosos no dejaban de temblar, al igual que su cuerpo.
Cuando iba a moverme para bajarlo, él me apartó en un pequeño empujón.
Yo jamás había sentido el rechazo, no como en ese instante ante sus manos
—N- no diremos nada sobre esto - tartamudeo–. Y tampoco lo volveremos hacer.
Su barrera que de pronto se había formado, no relajo todo acto de mí, simplemente mis entrañas sintieron la presión.
—¿No te gusto? – sé que pude hacer una mejor pregunta, pero exponer mi decepción no era lo mejor.
El omega se quedó pensativo y su cara volteó a otra parte que no fuera enfrente, él estaba evitando mi cuerpo.
—Es mejor que nos vayamos. – dijo – Jungkook debe estarme buscado o Taehyung.
Llevé mis manos a mi cintura y bajé solo un poco mi cara.
—Está bien...
—Tienes que salir primero y después yo. – me avisó.
Me volteé mirando hacia arriba, solté un suspiro y solo di unos cuantos pasos, pero me agaché a recoger el bastón, lo miraba y le di solo una media sonrisa.
Cuando dirigí mi vista a su cara de nuevo; sus labios apretados y sus manos en puño no soltaban el borde de su suéter, me volví aproximar hacia él y con un ligero toque lo dejé sobre sus manos.
—Solo quiero que sepas..., que después de esto ya nada será igual.
El omega quiso decir algo, pero yo no quería escuchar más, y por ello salí casi con pasos apresurados.
Yo no lo llamaría pánico, pero el sentimiento abrumador se forjaba en gotas de sudor, cada nervio tocado en mi ser se comparaba con la adrenalina de correr y la emoción que se me forjaba una sonrisa amplia.
Recordé cada fase de nuestro beso, pero sin importar corrí; corrí lo más rápido posible atravesando los pasillos con gente que poco a poco iba disminuyendo, conforme iba llegando al estacionamiento fui bajando mi velocidad.
La emoción se construía con cada pensar o con cada nuevo paso.
Caminé directo con intención de llegar directo a mi auto, las luces bajas me permitieron ver el brillo de este a lo lejos, pero mis cejas se fruncieron cuando reconocí el cuerpo de recargado de Hoseok.
Sin flanquear, me fui acercando a él; su rostro apretado me daban la idea que no quería ser mi amigo.
—No pago por cuidar mi auto —le dije cada vez más cerca—, pero se agradece tu buen trabajo.
Su risa orgullosa, congenió con mi sonrisa pegada en los labios. El beta de cerca, tenía un rostro con aire característico de amabilidad y la comprensión, pero sus duras facciones contrastaban a todo aquello que podía abarcar la nobleza.
Con sonrisa sarcástica y mirada fija. Él se paró derecho y llevó lentamente sus manos a sus bolsillos de su pantalón, enderezó su torso y mordió su cachete por dentro; era una lástima que su pose de intimidación, no me llegara ni a los pies, menos cuando tenía en mente una presión de recordar unos suaves labios.
Algo que si valía la pena el solo pensarlo.
—¿Quieres decirme algo o solo estas aquí para admirarme? – mi pregunta fue directa, el bajo el rostro y volteó a un lado reprimiendo algo.
—Voy ser lo más directo posible – me dijo. Después su rostro estaba directo a mí, dio unos pasos más para acercarse–. No quiero que vuelvas atreverte mínimo a tocar, acércate o mirar a Yoongi. – me advirtió.
Alcé mis cejas y mi risa no tardo en salir de mis labios, caminé un poco más hacia él.
—Y supongo que tú lo vas a impedir... - dije sarcástico, lo miré de arriba abajo–. No lo creo. – el carraspeó un poco.
—He notado el cómo lo ves desde hace días y no voy a dejar que le hables o mínimo le toques un pelo, cuando tu reputación es una mierda – su voz fue amena a pesar de todo, pero aún estaba esa pizca amenazadora–. Tu facha de hacerte el héroe..., simplemente no te queda, no está en ti, así que sea cual sea tu plan yo lo voy a impedir.
—Para estar tan al pendiente de mi reputación, deberías saber que, unas cuantas palabras no me van alejar – le dije simple–. Y la decisión de que, si me acerco a él o no, no va a depender de ti o de mí.
Quise reírme a carcajadas recordando cada momento con el omega.
—A Yoongi le daría asco el solo saber qué tipo de persona eres.
"lo sabe"
-Parece que lo conoces muy bien, te felicito ... - dije bromista– Aunque, te aconsejo que deberías de ser más detallado con él, mirar un poco más de cerca a sus ideales, a sus facciones y sobre todo a sus deseos, pero eso es algo que no vas a lograr entender.
-¿A qué te refieres? – el beta apretó la quijada.
- Descúbrelo por ti mismo, tú lo conoces mejor que yo – mordí mi lengua—. Ahora, me gustaría seguir escuchando tus amenazas y la parte en la que me dices muchas idioteces bla, bla, bla; que si el cieguito frágil y no sé qué más, pero tengo que irme. – dije caminando a un lado de él.
El me detuvo del hombro rápidamente, mis manos se tensaron formando un puño.
—No te quiero cerca de Yoongi, solo es el primer aviso. – viré mis ojos.
—Si te hace sentir más tranquilo, no tengo planes de acercarme, pero nadie evitara que él quiera acercarse a mí.
Dije prepotente, aunque sabía perfectamente; que Yoongi era tan especial que sabia darse su lugar él solito.
"Yo confiaba en el omega"
-Ya te lo dije y de la forma amable. – terminó por hablar.
-Ahora si me permites, tengo que irme. – pase rozando su hombro, él se quedó de espaldas y no me dirigió la mirada en ningún momento.
(...)
Namjoon me esperaba recargado justo en frente de la bodega que conformaba parte de mi oficina. Su cara fruncida desbordaba enojo.
—¿Dónde mierda te has metido? – me preguntó apenas me acerque, pasé de largo y él me siguió por atrás.
—Estaba ocupado. – me encogí de hombros.
—Las estúpidas piezas chinas están en la cochera, ese negocio fue toda una mierda. – me dijo desesperado.
—¿Cuánto pagamos? – dije abriendo la oficina.
—Mas de un millón trecientos. – Namjoon se sentó en típico sillón.
—Mierda. No dejes que pierda el conocimiento así de nuevo.
—Soy tu administrador, no tu puta niñera. Pero con tal de no tener perdidas así de grandes lo tendré que hacer a base de darte una golpiza.
Me acerqué a la pequeña barra de alcohol y le serví a dos vasos el whisky, y le otorgué uno a Namjoon y este lo tomó pronto.
Dejé que la engorrosa bebida pasara quemando solo un poco en un solo trago.
—Las revisare mañana, tendremos que moverlas y poder sacarle solo un poco de provecho.
—Es imposible, quien quería piezas que no son originales.
—Siempre hay quien quiera algo. – le dije.
Namjoon viró sus ojos, estaba cansado de todo, pero había algo en su interior que se estaba guardando.
—¿Hay algo más que quieras mencionar? – le pregunté en cuanto me senté.
—No, nada. – dijo rápido.
—Tu cara dice otra cosa.
—No somos amigos para decirte lo que me pasa. – frunció su ceño.
—No somos amigos, pero me harta verte así. Apagas mi buen humor.
-¿Tú, de buen humor? – preguntó con ironía.
—Sí, lo estoy y – prendí el bereto de entre mis manos.
Deje salir el humo y también que el golpe de relajación me embriagara.
—No fumas hierba a menos que pase algo. – dijo seguro.
—Estoy bien solo me estoy tratando de relajar.
—Eso déjamelo a mí -Namjoon tronó cada articulación de sus dedos–. Yo debería de fumarlo.
—Vas a decir todo o solo darás indirectas de que te sientes como la mierda. – le sonreí.
—Me voy a casar con Seokjin – me dijo, fruncí mis cejas y después alce una.
—¿Qué eso no debería ser una buena noticia? —le sonreí divertido.
—Lo es... — sus expresiones no congeniaban con la felicidad de un futuro matrimonio —, solo que debió ser diferente —su mirada solo sostenía el fondo del vaso de vidrio vacío—. Como sea... — le resto importancia y se enderezó mostrando seguridad— Lo más probable es que nos vayamos a otra parte. – dijo mirándome.
-¿Me van a dejar? – fue lo primero que dije.
-Jimin, este lugar solo trae recuerdos que mi omega solo quiere evitar. – apretó sus labios. – Su deuda esta pagada desde hace un año y no hay nada que nos detenga. Consiguió un buen trabajo y estoy dispuesto a seguirlo por todas partes.
Me reí de repente.
¿Cómo creer en esas palabras?
—Nos iremos en cuanto nos graduemos y con suerte nos volveremos a ver las caras. – me dijo tranquilo.
El amor hace milagros, ver a uno de los jóvenes más tirados y embarrado de basura, era algo que no fácilmente crees. Kim Namjoon solo estaba huyendo de todo pasado al igual que su omega; omega en donde se refugió y lo acogieron..., donde se sintió en casa.
El vacío me embargó por completo y el miedo de estar al borde de volver a sentir emociones tan banales como lo era el amor; no era una elección, o al menos, no una que volviera acorralarme y dejarme guiar, pero inevitablemente la imagen de Yoongi llegó a mi mente.
De todas las personas fue la de él.
¿Cómo podía pensar en él, si solo era contado el tiempo que habíamos compartido?
Tiempo que solo contenía palabras sin sentido y sin una pizca de atracción.
<<Claro que hay atracción>>
Sí desde el primer momento que lo ví, fue su aroma que me había encantado.
—No creí que nuestra decisión te dejara callado. – su voz gruesa me sacó de mis pensamientos.
—Pensaba en todo, menos en ustedes. – le dije, él sonrió y se recargó un poco más.
—Jimin, tú también deberías de alejarte de esto. – me miró – Esto no es la vida que buscabas.
—No, pero eso murió junto con él. – le dije repentino.
—¿Y tú crees que a él le gustaría verte así?. – su pregunta fue lanzada con lastima.
—Tú no sabes nada – dije casi escupiendo—. Y ahora nadie lo sabrá. – di un trago a mi vaso cargado aun de alcohol—. Aparte las decisiones cambian.
—Jimin... - arrastró la palabra—, En cuanto yo me vaya, no habrá quien te cubra la espalda.
—Estoy acostumbrado. – le dije simple.
—Bueno entonces, me voy. – se paró dejando el vaso de cristal sobre la mesita. – Iré a correr, eso me destensara. Te veré mañana. – me dio la espalada.
—Por cierto, Jungkook te estaba buscando. – le dije antes que se fuera.
—Ya hablé con él – sonrió–. No te preocupes.
Abrió la puerta y salió por completo, boté el bereto en el cenicero y que este solo se quemara hasta consumirse, pero a pesar de que el humo estaba inundando toda la oficina con su olor, resaltaba sin pudor de entre mi ropa el aroma pegado a mí de Yoongi.
Llevé mi mano a mis labios, suspiré y terminé por mejor alejarlas mis manos para atrás.
Me confundía de sobremanera mi reacción, no quería sentir nada que no fuera lastima o solo un juego, pero su negativa me ponía temeroso. No, no podía darme el lujo de sentir algo así sea mínimo.
Los toques a mi puerta llamaron la atención y fijé mi vista directamente a la persona que se asomaba.
Lentamente un cuerpo curvilíneo, demostraba esas piernas esbeltas por lo corto de una falda rosada. El aroma dulce artificial ocultaba todo tipo de feromona -cosa que no pasaría con un omega-, así que deduje que era una hermosa beta, la cual le había mando mensaje mientras yo manejaba del campus hacia acá.
Ahora veo que hago capítulos cortos y luego muy largos. XD
Díganme les está gustando? Como se enteraron de esta historia?
Quiero que sus pensamientos aun sean muy enredados porque... #negación jaja
Les mando un millón de gracias y también muchos besos y perdón por las faltas ortográficas.
ALICIELITO.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top