. Capítulo 19 .

Mis piernas tambaleantes no estaban fijas sobre el piso y mi cabeza también sentía moverse.

-Tu estas más pálido de lo normal -me dijo el alfa. Él acariciaba mi espalda para relajarme solo un poco-. ¿Fue demasiada adrenalina?

-Creo que voy a vomitar -le avisé y el alfa comenzó a reír.

-No seas exagerado, solo fueron dos vueltas. - me dijo.

-Lo que no comprendes, es que esta es mi primera vez en una cosa así. -cubrí mi boca, pues las náuseas aun me perseguían.

Llevé mis manos a cubrir mi cara.

-Tal vez con un poco de agua se te pase. Ven vamos por una botella.

Jimin me enganchó a su brazo y comenzamos a caminar.

-¿Solo quieres agua o también quieres algo de comer? -preguntó mientras quitaba las gafas de mi cara-. Afortunadamente el señor Kim tiene un muy buen restaurante.

-Estaría bien solo el agua.

-¿Seguro?

-Muy seguro.

-Entonces deja voy rápido por ella -sus dedos rozaron rápidamente mi nariz-. No te muevas de aquí y acomódate esa camisa -los jalones en mi ropa eran solo un poco brusco-. Ahora sí, estas hermoso.

-Ay cállate. -le dije arrugando mi nariz.

Solo la risa de Park se escuchó lejos, pero inevitablemente le brinde también una sonrisa.

Aunque me sintiera mareado, mi estado de felicidad era alto. Desde mi niñez no había sentido tanta confianza estar en un lugar que me envolviera en el orgullo de ser capaz de disfrutar y circular en libertad.

De alguna manera la emoción de contemplar el entorno visual me estaba llenando en curiosidad-, curiosidad que nunca será comprendida a mi persona; deseaba saber los colores específicos del cielo, los árboles, las hojas y la tierra. Quería remarcar este día con cada lujo de detalle y poderlo guardar en el placer que contraía mi felicidad. Aun así, la guardaría en sensaciones que se brindaban a mi piel cada que el viento y calor del sol pegaba en mi.

-¡He llegado! -su presencia me espantó solo un poco. El colocó en mi mano la botella de'lo que supuestamente era agua y sin problema la abrí.

-¿En qué pensabas? -me preguntó.

Me quede callado, mi estrés había bajado tanto que el efecto de insultar al alfa no estaba en mis planes, pues una parte de mí solo quería que me describieran el lugar, y quisiera o no, él era mi única compañía.

-Mas bien..., ¿en qué sigues pensando? -quité la botella de mis labios y la cerré sin complicaciones.

-Park... ¿Podrías describirme el lugar? - le pregunté.

-¿Aun tienes nauseas? -me respondió con otra pregunta.

Me sentí un tonto cuando mi pregunta fue ignorada. Era de esperarse, pero al final asentí.

-Aún las tengo, pero ya son menos intensas. - le expliqué

-En ese caso vamos a caminar -me dijo-. Tengo que describirte algo.

Bajé mi cabeza ante su respuesta. Estiré mi mano para que la tomara y me dirigiera adonde sea que fuéramos.

Mi mano se quedó un rato suspendida en la espera y solo fue cuestión de una pequeña fricción con su piel para que mi lobo se alterara, y es que la percepción de seguridad ante el alfa fue única, hubo esa conexión que no podía explicar.

Sus dedos cubrieron por completos con los míos, con fuerza se ajustaban a mis entre ellos, la cual era de una manera casi perfecta y hasta ahora pude entender que a mi lobo no le importaba con quien estábamos.

<<Mis dedos no encajan así con los de Hoseok>>

Y era verdad, durante todo este tiempo que había compartido con el beta, nunca estuvo esa conexión presente, por eso la sensación de huir no era esa frecuencia de pensamientos bloqueados y la confianza era amena, pero incomoda y que no había nada más que coqueteos sin sentido por su parte.

-Empiezo a creer que tienes todo un mundo en la cabeza y no será fácil entrar en él. -me dijo, su jalón me persuadió a caminar.

<<Si supieras que ya había entrado y de la peor forma>>

-¿A dónde me llevaras? -le pregunté y comenzamos a caminar.

-A un acantilado.

-Genial, podría aventarte después que me regreses mi discman.

-No si lo hago primero. - me siguió.

No supe en qué momento su risa dejo de tensarme y que mi mal humor se fuera. Sin quererlo le sonreí para después apresurar un poco el paso.

-¡Pero qué es lo que veo ahí? - el jalaba de mi mano. - ¿Acaso es una sonrisa?

-No te hagas ideas Park, no sonrió por ti o tus ocurrencias bobas. Además ..., ¿Por qué te importaría que te sonriera?

-No importa que no sea por mí -habló- Aunque debo de admitir, que me llena de satisfacción observarla, y porque... -tanteó-, tu sonrisa es simpática, tus ojos se encojen solo un poco y mientras esa hermosa sonrisa no se borre en este momento, todo está bien.

-Oficialmente te aventare del acantilado. - bajé un poco la cara.

-Y si eso te hace aún más feliz, tienes el permiso.

-No digas tonterías.

Yo sonreí por inercia, pero solo mi corazón supo que en el trasfondo me agradó que hablanran así de mi.

Jimin tenía el permiso de guiarme, solo por este momento y despues lo daremos por perdido.

<<¡Jodida mierda!>>

De verdad que eres un idiota Park Jimin.

¿Cómo diablos se me había ocurrido traerlo a una maldita montaña?

Suspiré cansado cuando era la cuarta vez que el omega se tropezaba. Con esta lentitud llegaríamos a la punta hasta la madrugada.

<<¡Maldito Jungkook!>>

¿Dónde mierda lo tenía escondido?

Tanto lo protegían que no lo sacaban, tampoco era un adefesio para no sacarlo.

Ahora entiendo porqué había cedido tan rápido. Pobre, hasta yo me sentiría tan liberado si estuviera en su condición.

Las palabras siempre serían la llave perfecta para conseguir lo que uno desea en esos momentos.

Miré nuestro agarre, la satisfacción de conseguir al menos algo valía cada moneda gastada en este estúpido viaje. Sonreí orgulloso de poder sacarle unas sonrisas al omega.

<< ¡Ahora quien era el idiota, omega engreído¡>>

Por qué tenía que encapríchame con un ciego, hubiera sido más fácil con un mudo, así no estaría tan al pendiente de sus pasos y que no cayera.

Aún recuerdo las palabras de Jk:

Has lo que tengas que hacer, pero no lo quiero con rasguños, golpes, maracas visibles o nada referente a maltratos y esas mierdas. Porque cada mes tenemos ciertas visitas y si le notan al menos un rasguño; todo se acaba y créeme, que mi madre te ira a buscar hasta matarte.

-¿Él amor de madre es único?

- Su amor se basa en muchas formas cada mes, así que si lo quiere.

-Que hermosa familia, llenas de honra esta oficina.

-Como sea, solo te aviso para que no hagas idioteces.

-Como si me importara. Jungkook solo es un juego.

Pero todo cuidado no sirvió de nada cuando el tonto omega se tropezó con una piedra jalándome con él. El omega cayó bocabajo mientras yo caí de sentón casi a un lado de su cabeza.

El soltó mi mano y la sensación de vacío no coincidió con el desgrado que yo sentía por él, con apuro tomé de nuevo su mano para ayudarlo a voltearse, pero él de nuevo la quitó de mí.

Y lentamente él se fue volteando hasta que quedo por completo boca arriba.

Su risa era apenas sonora y sus mejillas se abultaban levemente, confundido lo miré contagiándome de su risa.

-Ya no caminaremos más, estoy cansado. - suspiró.

-Pero aún tengo que mos... -iba a alegar.

-No hay nada que me puedas mostrar en realidad -termino por mí, su sonrisa se iba desvaneciendo, pero nunca ocultó sus dientes -. El acantilado o lo que sea, no me lo puedo imaginar, se lo que es, pero no sé cómo es, aun así me lo describan. -frunció su nariz

Mordí mi labio inferior, ahí me di cuenta que sí era más idiota.

Como se me ocurrió traer a un ciego donde el paisaje es el atractivo principal.

<<Tienes un punto a tus insultos, Min Yoongi>>

Estiré mis piernas hasta que estas quedaron al ras de su cabeza. ¿Se enojaría si recargo su cabeza en mis piernas?, así él no estaría incomodo al notar que no era su intención pararse.

Con lentitud, tomé su cabeza y fui alzándola.

Su mirada era fija y los parpadeos algo constantes. El omega amaba desviarse por completo en sus pensamientos, perderse en su mundo.

Y fue ahí cuando pude verlo más cerca, me agaché un poco más para admirar su rostro y aunque ya lo hubiera visto tantas veces, no me dejaba impresionar lo fino y agradable que era.

El brillo de su piel y sus tiernas pecas, su nariz un poco pequeña, ojos pequeños alargados con pestañas medio largas y pequeños pliegues y por abajo solo un poco de pigmentación de sus ojeras, labios rosados y levemente secos, aunque un poco pomposos, y se podía notar cada pellejito sobre saliente también de estos, cejas gruesas y completamente negras que daba un contraste a su blancura.

Yoongi de cerca era perfecto, intenso y casi angelical.

Era una imagen tan diferente a la mi fantasía sexual de hace unos días que aún me perseguía.

Este Min Yoongi no era el osado chico negativo, sino, era un chico con los ojos en donde no se reflejaba el cielo, mas bien, él tenia el cielo, él tenía las nubes en sus ojos penetrantes y aunque nadie lo notara estaban llenos de curiosidad.

Si todo esto fuera en otras circunstancias definitivamente el omega sería el tipo ideal para mí, pero como no lo es, esto solo es algo pasajero. Y todos estos pensamientos solo serian reprimidos a mi alfa.

Llevé mi dedo medio a la punta de su nariz, pase por el puente, su entrecejo y daba pequeños círculos en su frente; acaricie cada ancho de su cara, y él gustoso, cerró sus ojos disfrutando los toques y tal vez algo más.

Mientras disfrutaba, empecé hablarle:

-El cielo esta despejado, demostrado cada rincón azul y pequeñas manchas blancas que hacen figuras inestables debido al viento -él abrió sus ojos-. Los árboles de copas altas y grueso follaje están relucientes con su típico color verde debido a la llegada del verano y su tronco de diferentes tonos de café. - dije mientras no dejaba de verlo.

-Todo suena muy liberal. -habló de pronto.

-Lo es ... -me fui agachando cada vez más.

Moría por probarlo, aunque sea solo un poco.

El timbre de su celular nos espantó y de inmediato Yoongi se trató de parar haciendo que chocáramos, su frente fue directo a mi nariz.

-¡Auch! -se quejó, pero no le tomó tanta importancia cuando se pudo sentar y se deladeó un poco para sacar su teléfono. Mientras yo me sobaba mi nariz, con mucha suerte no me había sangrado.

El omega mordió su labio y se quedó completamente pensando hasta que paró la llamada.

-¿Por qué estabas cerca de mí? -dijo apenas sobando su frente e ignorando la llamada perdida-. ¿Qué intentabas? -preguntó ceñudo.

-Nada - le respondí-. Solo tenías un bicho en tu cara, de hecho este te caminó por toda la cara.

-¿¡Que!? -se alteró- ¡Dime que ya no lo tengo! - él se sacudió toda su cara, yo reí ante mi broma-, ¡No es gracioso! -yo no paraba de reír y traté de parar cuando sentí su mano tantear en mi pierna y de pronto el me pellizcó.

-¡Ay! -me quejé-, ¡Eso dolió!

-¡Pues no te rías! Algo me pudó picar y tu no hiciste nada. -regañó -¡Pero que me puedo esperar de alguien como tu! - siguió su regaño.

-¡Una broma! ¡Todo fue broma! - le avisé y rápidamente me dió otro pellizco-. ¡Ay! ¡¿Y eso por qué?! - me quejé.

-Por estar haciendo bromas estúpidas. - me siguió reprendiendo.

Fruncí mi ceño y me fui acercando un poco más al omega, miré su pierna y le regrese el pellizcó el saltó ante mi tacto, abriendo su boca ofendida.

-¡¿Pero qué te pasa?! - me reclamó.

-Tu empezaste. - le respondí.

Su mano peligrosa buscaba mi pierna, pero yo las hice a un lado, sin embargo, llevé mi mano a su vientre y le di un picotazo. Él rápidamente cubrió el mismo con su cara seria.

-¡Ni se te ocurra tocar más! - me advirtió, sus manos estaba en defensa lo que provocó mi carcajada.

-¿Y si no qué? - lo rete.

-Nada -me respondió sin interés, aunque este había alzado una ceja-, no pasaría nada.

-En ese caso... - me fui acercando cada vez más.

Mentalmente estaba preparado para la reacción nada pacífica del omega a lo que iba hacer.

Esperé hasta que bajó las manos, por lo tanto había bajado la guardia.

Comencé atacarlo con pequeños picotazos por sus costillas, Yoongi se retorció entre mis manos cuando mis dedos ya no tuvieron más compasión.

-¡Basta! - el omega me pedía, pero sus pequeños ojos se achicaron por las cosquillas- ¡No! ¡Basta! - seguía diciendo.

-¡Nunca! - le dije.

Yoongi pataleaba y luchaba contra mí, pero era inútil cuando mis manos tocaban cada parte vulnerable.

Su risa y sus gritos me hacían también reír y no fue hasta que se pudo parar al encontrar mi hombro, tiró de él haciendo que perdiera solo un poco el equilibrio.

Cuando empujó por segunda vez, este aprovechó mi debilidad hasta dejarme acostado.

Era muy divertido ver su cara jovial y su cabello despeinado con la coleta apenas hecha, sus carcajadas eran menos suaves y más altas. Deje de luchar contra él, porque me pareció una lucha completamente dispareja, por lo tanto dejé que hiciera lo que quisiera con mis muñecas.

Sin resistencia, llevó mis manos a los lados teniéndome estirado y a su merced, fue ahí cuando su expresión dudosa cambio radicalmente a una juguetona, mordió su labio y sin pensar, él subió a horcajadas en mí.

Sin quitar sus manos de mi -ahora antebrazos-, se fue agachando y su cara poco a poco se estaba acercando.

El fondo verdoso de los árboles y espacios azules por el cielo le daban el mejor fondo a toda su persona. Mi alfa sintió toda la carga de mi corazón latiente de emoción.

-¡Dije que pararas! - dijo Yoongi aún con dotes de felicidad.

-Está bien me rindo, me rindo.

-No te soltare, hasta que me prometas que ya no me harás daño. -me dijo aun con una sonrisa plasmada en sus labios.

-A como yo lo veo, tú eres hoy el agresor. - le dije.

-Supongo que te lo mereces.

-Bueno, entonces hagamos esto... -paré de hablar y el omega entrecerró los ojos- Yo voy a prometerte no hacerte daño, si tú me dejas tener más contacto contigo.

-¿Por qué querrías eso? - me dijo casi de inmediato y ladeó su cabeza.

-¿Y por qué no? Eres una persona agradable.

-Esto es muy repentino -dijo bajo-. Aunque pensándolo bien; el respetarme es tu deber como persona. - su agarre se fue debilitando.

Quise soltar una carcajada en ese momento, pero básicamente tenía razón.

-¿Aceptaras o no? - le pregunté un poco ansioso.

-¿Me regresaras mis discman?

-Con promesa o sin promesa, te los tengo que regresar.

Su cara demostró interés, quitó una de sus manos de la mía, frotó un poco su barbilla y después rasco ligeramente su cabello. Él de verdad se lo estaba pensando.

Una parte de mi esperaba que aceptara y todo este teatro tuviera una buena recompensa.

El timbre de su celular, hizo que quitara de inmediato su mano, así como ágilmente quitarse de encima de mí y sentándose a un lado. Hice mis ojos en blanco, ¿qué no lo podían dejar en paz?

El timbre siguió.

-¿No vas a contestar? -le pregunté, pues su cara no se notaba decidida.

-No sé quién pudiera ser y si fuera Jungkook, no sabría que decirle. -el timbre dejo de sonar.

-¿M dejas ver? -me acerqué
Él sin pensarlo me dió su teléfono y yo sonreí.

Husmeé solo un poco su celular algo viejo solo de botones, pero no tenía nada interesante, solo varias llamadas de su madre, de jungkook y de Taehyung...

Fruncí mi ceño cuando el número de "Hoseok" comenzó a parecer mucho más seguido, al parecer el beta le marcaba casi todo los días.

La llamada entró de repente y el timbre salió en conjunto del nombre "Tae"

-Es Taehyung. - le avisé-, ¿quieres contestarle o lo hago yo?

-¡No! - dijo rápido-, ¡Tú, no! -se movió y se fue a un lado donde yo no estaba.

-Estoy aquí - lo jalé solo un poco y lo volteé-. ¿Por qué no? Le puedo decir que estás conmigo y que te llevaré a casa. - el timbre dejó de sonar de nuevo.

-Mucho menos puedo decirle eso. - apretó sus labios.

- Es mejor que le avises a él, antes de que entre en pánico y te busque con Jungkook. ¿Prefieres eso?

-¡Diablos! -ocultó sus manos dentro de sus mangas ocultando sus dedos-. Le avisare a Tae que no estoy dentro de la facultad, pero omitiré ciertas cosas.

-Ósea le vas a mentir.

-No; dije que le iba omitir algunas cosas - mordió su labio y pestaño algo rápido-. No es lo mismo.

-Si tú lo dices... - tomé su mano y dejé su teléfono en su mano-, Marca.

-Esperaré a que él lo haga de nuevo.

Me paré y lo dejé sentado, me fui alejando de él solo un poco para ir por las botellas de agua que había salido disparadas cuando caímos.

Miré mi reloj cuando bebía de la botella y abrí mis ojos en sorpresa cuando noté que ya era muy tarde.

-Yoongi son las siete y media de la tarde. - le avisé.

Casi como un resorte, Yoongi se paró llevando sus manos a su cabeza.

-¡Mierda! - se puso nervioso-. Jungkook está por terminar sus clases y este me esperará en la biblioteca.

Alcé ambas cejas y bebí un poco más de la botella de agua, mi risa quería salir, pero la aguante.

-Tienes que marcarle a Tae y pedirle que te cubra.

-¿Cubrir? -me miró curioso.

-Sí, que te cubra - viré mis ojos cuando este aún no entendía, era tan inteligente así como ingenuo-. Yoongi, le tendrás que decir que te fuiste con un caliente y ardiente alfa y que llegaras noche a tu casa, y que si Jungkook aleas el "idiota" pregunta por ti, él le diga que ... -

Pensé un poco, pero todo se complicaba cuando le iba a sugerir que mintiera y dijera que se había ido con otro amigo, pero el omega solo conocía a menos de cinco personas.

El timbre estaba ahí de nuevo, Yoongi se espantó y me acerque de inmediato.

-Es Tae de nuevo, contesta anda... - lo animé.

El omega apretó el botón de contestar y llevó muy lento su celular a su oreja, pero antes de llegar, yo se lo quité y puse el altavoz, Yoongi hizo mohín ante mi acción y yo me reí por su nerviosismo.

Yoongi! - hablo exaltado- ¡Por fin contestas! ¿¡donde estas!? - preguntó.

-Tra- tranquilo Tae, estoy bien. - tartamudeó solo un poco- Yo, yo salí solo un rato...

-¿De tu facultad? - preguntó interrumpiendo - Hoseok te está buscando en los campos de deportes, dime donde estas y lo mando por ti.

Yo viré más mis ojos en desesperación.

Yoongi de nuevo mordió su labio, una maña que estaba dispuesto a corregir siempre que lo miraba, no era normal que lo hiciera a cada rato. Acaricié su espalda para darle animos.

-¿Yoongi sigues ahí? - preguntó debido al silencio.

-¡Sí!- gritó de repente-¡Tae yo me fui con un alfa! - empezó a respirar rápido.

Mis ojos se abrieron en sorpresa y quise reír más alto cuando los nervios del omega eran casi palpables.

-¡¡¡Que!!! - la voz de Taehyung fue más alta.

-Q- que estoy con un alfa ardiente y llegaré tarde. - le dijo de repente. Y sin poder evitarlo solté mi carcajada.

- ¡Yoongi dime que estas jugando! - le pidió.

-No - dijo bajo-, ¿me puedes cubrir con Jungkook?

-Yoongi déjame entenderte - su voz denotaba un poco de pánico-. Me estás diciendo que te fuiste con un alfa ardiente a quien sabe dónde...

-Vine a una montaña. - le dijo de repente.

-Fuiste a una montaña... - paró de hablar - Yoongi, eso no me relaja en nada, estas con un desconocido a kilómetros de aquí. Al menos dime con quien estas ya que pude escuchar su risa.

-Tae, te puedo explicar mañana -esa pregunta fue más una súplica-. Jungkook esta por salir y a él no le gustará saber que no estoy en la universidad.

El único enojo que sentiría Jungkook, es que no le hubiera avisado y así no esperaría al omega en vano.

Yoongi estaba tan perdido con respecto a su familia.

<<Eso te está incluyendo>>

Pero eso daba igual, porque yo no era cercano al omega defectuoso.

-¿Te llevara el alfa a casa? - preguntó Taehyung.

-Sí. - dije seguro en un susurro cerca de su oído, sin perder la oportunidad de aspirar su aroma.

-Sí. - repitió el omega.

-Yoongi, Yoongi... - sonó resignado -, Al menos dime que ya lo conocías.

-Sí, ya lo conocía. Es un estúpido, pero ya lo conozco. - lo miré ofendido.

-Bueno..., y a Hoseok, ¿que le digo? -preguntó Tae.

Y al beta que le tendrían que dar explicaciones. No tiene nada que ver con Yoongi, así que no tendrían que preocuparse por alguien que no vale la pena.

-A él más que nadie no debe de saberlo. - dijo preocupado.

Abrí mi boca ante su respuesta e hice un mohín. El omega estaba preocupado por lo que pensara el idiota ese.

Si es un omega libre no tiene que dar explicaciones de nada. El beta, no debería demostrar lo desesperado que está por meterse con un omega tan bajo como lo era Yoongi.

De repente los recuerdos de como se trataban en la cafetería, pasillos y algunos lugares públicos, me ocasionaron ese pesar en mi estómago.

-Le hablaré más noche y le explicaré - dijo Yoongi -. Solo dile que estoy bien.

Tendré que borrar su número o tal vez bloquearlo. El beta resultaba ser todo un estorbo para mí.

-Está bien Yoongi, por favor cuídate y te hablare más tarde para saber si estas en casa - le dijo el otro omega-. Y dile al idiota del alfa que en cuanto me entere de quien es, le voy a cortar las pelotas, por confiado.

Yoongi río divertido.

-Sí, yo le diré. Nos vemos mañana Tae.

-Cuídate Yoongi. -terminó de hablar para que después sonara el pitido de colgado.

Yoongi suspiró y alejó el celular para meterlo a su bolsillo.

-Eso fue fácil. - le dije.

-Le mentiré a mi hermano - dijo-. Siempre lo cubro yo, pero esta vez, yo voy a ser el cubierto. - llevó sus manos a sus labios en preocupación.

-Yoongi siempre hay una primera vez.

-Sí, pero esta es mi primera vez, no entiendes - dijo estirando cada vez más sus labios a boca cerrada-, Hoy podría llegar hasta la madruga y brincarme por la ventana de la cocina o la de mi cuarto. - su cara maliciosa me dio gracia.

-Yoongi llegaremos como a las diez. - le conteste.

-Hoy podría ser un delincuente -siguió hablando ignorando mi comentario, alcé una ceja en cuanto su cara de malicia no se quitaba-. Después de que me dejes en casa y te vayas, yo podría irme a otra parte...

¿No estaba contemplado en sus planes?

Entrecerré mis ojos y la idea de que le hablara a Hoseok por la noche y le proponga cosas me estaba poniendo nervioso.

Era mejor ir a casa.

-Ok omega delincuente, es hora de ir a casa.

Yoongi fue destensando su cara y pronto me sonrió.

(...)

Durante todo el camino Yoongi estuvo callado, abrazaba con fuerza su mochila y su buen humor era casi palpable. Pero después recordé que no habíamos comido nada.

-¿Tienes hambre? - le pregunté.

-Eso me hace recordar...

Abrió su mochila y de ella, sacó un contenedor y unos panqueques relucieron de repente.

-¿Quieres uno? - compartió.

Justo en ese momento recordé "alfa ardiente"

-Sí, pero deberías dárselo en la boca a tu alfa ardiente. - dije bromeando.

El golpe al tanteo en mi hombro, fue mi respuesta. De reojo pude ver su perfil avergonzado con una pequeña sonrisa.

-¿Crees que soy ardiente? - le pregunté.

-No lo sé. Solo lo dije para no romper tu orgullo y que se viera como algo que un chico normal haría. - yo reí.

-No quiero alarmarte, pero estoy muy seguro que a los chicos bien como tú, no hacen esas cosas de huir con algún alfa.

-¿Y tú qué sabes?- habló con un panqueque en la boca. Yo estire mi mano y solo desvié un poco la mirada hacia los panqueques, tomé uno y regrese la vista al camino-. Tal vez con un alfa no, pero con un beta sí.

El pedazo de pan casi se me atoró en la garganta por su respuesta, junté mis cejas y mi garganta se sintió pesada.

-Si fuera normal ya lo hubieras hecho con el beta ese que no te deja ni una sola vez.

-Y quien no te dice que ya lo hice - el omega dijo tranquilo sin saber lo tenso de mis hombros y mis dedos que apretaron el volante.

Mi sonrisa sarcástica no tardo en brotar. Un omega como él, apenas podría saber que es lo que los demás querían, así como sus intenciones. Me daba gracia como confiaba en el idiota del beta.

-Lo sé, porque te he estado observando todo el tiempo.

Yoongi ya no dijo nada al respecto, solo siguió comiendo sin problema.

Durante todo el camino fue pegado a la ventana, mientras sus dedos jugaban con el vidrio, dando solo pequeños garabatos.

El silencio provocaba que mis dudas crecieran cada vez más. Él no pintaba ser un omega tranquilo y mucho menos cobarde, a diferencia de lo que me había dicho Jungkook. Pero sí era ingenuo.

Yoongi no era un omega ciego que no sabía hacer nada y que no podía cuidarse solo.

Min Yoongi era solo un chico que reflejaba una vida llena de límites y que él estaba dispuesto a romperlos siempre y cuando, consiguiera esa persona que no lo vea como una persona que merezca todos los cuidados como los de un bebe, sino, que lo haga sentir acompañado y que confíen en que él podía hacer lo mismo que todos.

Pero mis opiniones podrían variar, pues apenas es nuestro primer encuentro.

Observé las calles hasta que pude reconocer la casa de Jungkook, y aunque desde hace años no había venido a casa del alfa, me sabía su dirección. Recordé algunas cosas y mi estadía tan rápida de mi niñes.

-Joven Min YoonGi, siendo las diez con quince minutos, con un clima fresco, lo dejo justo enfrente de su casa, sano y salvo. - le informé seriamente.

-Buen trabajo Park -me sonrió-. Me jugué mi integridad a tu lado, pero todo salió mejor de lo que pensé.

-¿Mejor de lo que pensaste? -pregunté divertido-. Te aseguro que ha sido la mejor cita de tu vida.

El omega frotó un poco sus ojos y su sonrojes era apenas vista por lo tenue de la luz.

-Park fue todo menos una cita -me aseguró-. Falto mucho para ser una cita.

-Para mí fue una cita y punto -le afirmé-. Pero si no te gustó, te aseguro que la próxima será mejor.

-Yo que tu no estaría tan seguro. - rió.

-Yoongi nunca digas nunca. - él volteo su cara directa a la mía, como si supiese que le estaba mirando su perfil durante todo este tiempo.

Sentí mis mejillas arder solo un poco y tragué saliva.

-En eso tienes razón.

Mi palpitar fue más fuerte y la emoción me estaba haciendo sonreír nerviosamente, traté de recuperarme y carraspeé mi garganta.

-Por cierto, en la guantera esta tu discman. - le dije.

Él de inmediato me hizo caso y la abrió, palpó algunas cosas y sonrió tan grande cuando los encontró.

-Gracias. - dijo guardándolos en su mochila.

-Y sí. - le dije.

-¿Sí, que?- preguntó extrañado.

-Prometo no hacerte más daño. - le respondí.

Yoongi dudó, por eso hizo una línea con sus labios, pero sus cejas se destensaron cuando alzó su meñique.

-Es bobo, pero por ahí escuche que así se cierran las promesas. - dijo apenado, pero sin dudarlo enganche mi meñique con el de él.

<<Eres un maldito Park Jimin>>

Sonreí tan satisfecho de mi mismo.

-Bueno creo que no hay nadie en casa, no se ve ninguna luz por las ventanas.

-Con mucha suerte Jungkook no ha llegado. - dijo.

-Entonces te deseo toda la suerte para que no mueras en el intento de entrar a tu casa.

-Gracias. - palpó la puerta para buscar la manija y abrir.

Pero antes tomé su mano y la llevé justo a lo que estaba buscando. Mi cuerpo estaba casi sobre la de él, su aroma era más llamativo y su respiración se comenzó acelerar, él remojo sus labios lentamente y los dejó entre abiertos.

Sus labios brillantes, eran la más hermosa invitación que me he podido topar para besar a alguien.

-Tengo que salir -dijo de repente-. Ten una bonita noche. - dijo nervioso.

A pesar de sus palabras yo no me movía y no tenía planeado hacerlo.

Su aliento estaba más cerca y su aroma me estaba envolviendo en un punto donde quería comerle cada parte de sus labios.

El deseo me consumía en averiguar si con un beso lograría por fin entrar en esa cabeza llenada de pensamientos perdidos y resguardados ante mi presencia, conocer si mi deseo por él era mutuo como el mío y si solamente esta tención la estaba sintiendo yo.

Y sin esperarlo, su otra mano libre dió una caricia suave a mi mejilla y en un movimiento veloz, él pegó sus labios en la misma. Sorprendido, el omega huyó escurridizamente dejándome caer en el asiento del pasajero.

Solo noté como él azotó mi puerta nervioso y con pasos torpes así como manos al aire, fue caminando a su puerta de su casa.

Cuando me enderece el omega ya había cerrado la puerta. Llevé mi mano a mi mejilla y no pude evitar sonreír.

Lo tenía en mis manos.

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¡OMG!

Ahora si me pasé, espero que este capítulo no les parezca tedioso y aburrido por lo largo.

Quiero agradecer por todo el apoyo que estoy teniendo.

Una vez más, perdón por los errores y que tengan una linda y hermosa noche.

Las quiere mucho de aquí a las estrellas.

ALICIELITO.

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