. Capítulo 16 .
El ambiente oprimente dentro del carro, no ayudaba a controlar mis lágrimas y fue un sollozo que se escapó de mis labios. Quise ya controlarme, ya no seguir exagerando las cosas, no queriendo ser una molestia.
—No quiero ni un ruido de tu boca. — me habló firme.
—Yo lo siento. — dije.
—¿Qué sientes? —me contestó molesto—, ¿Por estar llorando como una victima o estar de arrastrado?
—P- pero no es lo que crees —tartamudeé—. Y- yo no soy un arrastrado.
—Pasé por alto que el beta ese te hablara, pero con Jimin no, ¡oíste! — pude sentir el rugir del carro y la velocidad de la vibración— Con él no.
—Jungkookie — lagrimeé—. Yo no pretendo nada con el alfa.
<<Ni con él, ni con nadie>>
Quise decirle, pero él no me dejaría hablar.
— Y más vale que sea así —de nuevo su voz fue dura—, ¿O acaso estás tan desesperadamente urgido por sentir amor?
Yo negué solo con la cabeza.
—Debes de entender que no todo el puto tiempo te puedo estar cuidando las espaldas —sentí el frenado—. Nos convenciste a mamá y luego a mí; de que podías hacer las cosas bien, pero tu estupidez de ser tan confiado siempre arruina todo.
—Yo...
—Cállate, no he terminado —el suspiró cansado—. Solo eres un ingenuo que se está dejando llevar por palabras estúpidas —limpié mi nariz—. Demasiado tenemos en mente mamá y yo para que tú te dejes convencer por las primeras palabras de un alfa y dejándote acorralar —explicó—. Yoongi tú no eres importante para ellos, solo quieren jugar. Tú mejor que nadie lo sabe, el lugar que tienes en esta sociedad es en una donde no vales nada — sus palabras venenosas oprimieron mi corazón—. Pero si quieres convertirte en un cualquiera, adelante, pero yo ya no voy a cuidar de ti —paró de hablar—. Ahora bájate, mamá saldrá por ti. — asentí, mi respuesta no iba a ser escuchada, por eso no intente.
Bajé con pesar del auto, las lágrimas estaban tan presentes como las duras palabras de mi hermano, pero no podía culparlo. Jungkook siempre ha cuidado de mí, sus palabras solo reflejaban su preocupación. Y es que en quien podía confiar realmente cuando la verdad es que estaba tan solo.
Las manos suaves de mi madre acariciaban con lentitud mi cabellera, la tranquilidad del sonido de su corazón me hicieron parar con mis lágrimas y sus brazos me arrullaban incitando a mis parpados sentirse pesados.
—Sabes corazón que no debes hacer enojar a tu hermano —sus dedos bajaron a mis mejillas—. No sé qué este pasando, pero hablaré con Jungkook para decirle que no sea tan duro contigo, ¿está bien?—yo asentí—. En ese caso me iré a dormir, esto muy cansada. Trata de descansar también. —ella me arropó entre las sábanas y antes de salir por completo de mi cama, me dejó un sonoro beso en mi cabeza.
La cama se movió cuando mi madre se fue parando dejando todo su olor, tomé la almohada que estaba más llena de sus feromonas y la abrace con más intensidad.
Cerré mis ojos con la finalidad de dormir, pero el sonido del vibrador de mi teléfono invadió mi habitación.
No tenía ganas de hablar con nadie y mi lado perezoso ni siquiera quería pararse. Dejé pasar la llamada, pero a la tercera insistencia salí con pesadez de la cama, fui hasta donde lo había dejado y apreté el botón de contestar.
—¿Hola? – contesté. Lentamente fui tanteando la orilla de la cama tratando de acomodarme
- Por un momento pensé que no era tu número. — de inmediato alejé el celular de mi oreja y apreté el botón de colgar.
Lo último que quería era escuchar su voz. Ofuscado, tomé entre mis dos manos el teléfono y lo apretuje en mi pecho. No podía entender como había llegado mi número a él.
Pronto el teléfono comenzó a vibrar, rechacé la llamada. La insistencia estuvo plasmada por minutos y cuando creí que este había parado, este volvió a vibrar.
Con pesar contesté dispuesto a dejar unas cosas en claro, pero mi boca quedo callada cuando el alfa comenzó hablar.
—Si cuelgas de nuevo, no dejaré de insistir — dijo —. O en otro caso, tendré que ser una molestia el día de mañana.
Mi pesada respiración podía escucharse por la línea.
—¿Estás bien?— preguntó.
—No te importa. — le contesté.
—¿Acaso nunca bajas la guardia? – su voz denota cansancio.
—¿Acaso solo quieres provocarme problemas? – respondí.
—Desgraciadamente aunque quiera evitarlos, los problemas me siguen, por lo tanto, yo también soy un problema y quiero seguirte.
—Trataré de evitarte entonces.
—No va a ser tan fácil. — lineé mi boca.
—¿Cómo conseguiste mi número? – pregunté buscando cambiar el tema.
—Soy una persona influyente, a parte de que el directorio de la dirección estaba solo.
—¿Robaste mi número?
—Robar es una palabra muy fuerte, yo le diría investigar —su risa sonó por la línea. Apreté el teléfono en mi mano—. Sé que es tarde, pero... — pauso—, Yo de verdad quiero saber cómo estás.
—Ya te dije que no te importa. — mi disgusto era obvio.
—No puedes responder con un simple "si" o un "no" — su voz desesperada me dio ganas de colgar—. Solo quiero saber eso, no es tan complicado...
—Sí — contesté interrumpiendolo — Sí, estoy bien... ¿Contento? – hablé con sarcasmo.
—No me convence en nada, pero ya es ganancia —pauso—. Jungkook siempre es un exagerado. Es un jodido imbécil, así que no le hagas caso.
—Igual que tú. — le respondí venenoso.
—¿Entonces confirmas que Jungkook es un imbécil? – su pregunta contenía una pizca de broma.
—¿Qué? ¡Claro que no! ¡Yo no quise decir eso! — le hablé pronto—. Además, no tengo que darte explicaciones de nada.
—No quiero explicaciones, aunque no lo creas, te comprendo —fruncí mi ceño, él en que podría comprenderme—. Tener a Jungkook de hermano debe ser muy pesado.
— No más que tú. — respondí y pegué rápido mi palma en mi frente, dando me cuenta de lo que decía.
—Cuidado con esa pequeña lengua suelta. — rió.
—Sabes quiero dormir — le dije. —, debo colgar.
—Está bien, de todas maneras, ya confirmé que eres el dueño de este número. Te agendaré como: "Mi chico bastón" – mordí mi labio.
—Solo no me llames, no me gusta hablar contigo.
—Bueno, ya sabremos si en un futuro no quieres hablar conmigo. — dijo para después colgar.
Mordí mi labio cuando decenas de preguntas vinieron a mí en curiosidad. Tan mala suerte tendría de que el alfa se quisiera burlar de mí. Doble solo un poco mi cuello tratando de quitar lo cansado que se sentía y el dolor de cabeza debido a mi lloriqueo.
Traté de nuevo acostarme y olvidar solo un poco de lo que estaba pasando, pero me era inevitable no pensar un poco más en el alfa, su cercanía me estaba resultando peligrosa más bien él era peligroso.
—¿Te contestó?— le pregunté a Jimin.
La mirada juguetona de Jimin fue la respuesta a mi pregunta, subió sus piernas al escritorio y se recargó un poco más en su silla.
—¿Tenías que hacerlo llorar?— me preguntó de vuelta.
Vire mis ojos y tomé asiento en el mismo sillón negro de su oficina. Cómodamente, bebi de mi cerveza y dejé caer mi espalda en el respaldo de cuero.
—Tenía que hacerlo creíble... bueno, en parte lo que le dije es verdad. — encogí mis hombros. — Nada mejor que manipular con la verdad para ocultar la mentira.
Jimin no dejó de dar caladas a su cigarrillo, que pronto le dio unos toques para que la ceniza callera en el cenicero.
El tiempo en silencio nos mantenía pensando, pero no había intención de cambiar de tema y es que, aunque Jimin no lo admitiera, él realmente estaba interesado en la apuesta.
—Aunque no debo darte crédito de que lo encontrara solo en las jardineras.
—Talvez no, pero no me involucre en lo que lo estabas acosando —prendí también mi cigarro. El olor de la nicotina se volatizó por los aires de la oficina. —. Aparte de que te acabo de proporcionar su número.
—Solo para que quede claro, a partir de ahora no te involucraras, lo que le dijiste ya fue demasiado.
—Y tu tiempo ahora se redujo, esos serán ahora los únicos cambios. Lo que eran tres meses pasaron a ser dos meses.
La mirada de Jimin se agudizó a algo que estaba sobre el escritorio, pero no le di importancia.
—Bueno, en ese caso ¿A qué has venido? —me preguntó —. En realidad vine a buscar a Namjoon, pero veo que no está aquí.
—No, él justamente fue a cerrar un trato.
—Entonces vine en vano.
—Supongo que sí, pero si quieres puedes pasar a divertirte un rato. — señalo la salida de su oficina.
Yo le di un largo trago a mi cerveza hasta acabarla. Rápidamente, me pare, toque mis bolsillos repletos de dinero que con mi nueva suerte me había ganado.
(...)
Mi mirada observó todo el lugar en cuanto salí de la oficina, desde el pasillo gris hasta el lugar repleto de personas; alfa, omegas y betas estaban reunidas en el club escondido, una propiedad que Jimin se había encargado de administrar a lado de Namjoon.
Un club en donde en realidad ganar dinero y perderlo era más fácil que conseguir una buena vida.
La música insinuaba la sensualidad en la que el ambiente manejaba, con omegas en diminutos conjuntos y los alfas y betas estaban dispuestos a pagar cualquier cuerpo de alquiler. A lo que Jimin llamaba "club", en la universidad era conocido como todo un sitio de mala muerte en donde lo único que faltaba eran las cosas ilícitas. Aunque, Namjoon jamás dejaría que eso pase.
Fácilmente pedí un trago, el ardor de mi garganta lo recibía tranquilo, pero casi me ahogaba cuando a lo lejos pude reconocer con facilidad al beta que durante días había estado con Yoongi, sonreí cuando me di cuenta de que salía de los cuartos de "citas".
Mi deducción más fácil era que nadie se burlaba de mi hermano, sin que yo no sacara provecho de eso.
—Hola guapo— la voz seductora ataco mi oído—. ¿Buscas a alguien con quien pasar la noche? Volteé rápidamente y observé al omega que estaba ofreciéndose, con una pequeña bata transparente y finas plumas.
Le sonreí, tenía dinero de sobra y me quedé pensando que pronto conseguiría mucho más.
Holaaaa :)
Como saben, estoy muy agradecida por su apoyo. Yo de verdad pensé que esta Historia no llegaría a ninguna parte, pero ayer que vi los comentarios me hicieron muy feliz y me parecieron divertidos. De verdad muchas gracias.
Yo ya quería que llegara este capítulo y es que a partir de ahora, Yoongi ahora si va experimentar de verdad.
Las quiero mucho, les mando besos y de nuevo gracias.
ALICIELITO.
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