— Estoy seguro —me dijo Hoseok, el cual caminaba mi lado —. Nadie sospechó que te estabas durmiendo. – me aseguró.

—No puedo creer que me durmiera en clase.

— Oh, cuidado un bote basura. – me avisó, de forma hábil me jaló a su costado para evitar que mi bastón chocara con el. Sus manos tomaron mi cintura y su aroma a manzanilla me provocó una sonrisa. 

— A veces me desconcierta ese basurero. Hay días en los que esta y en los que no – le sonreí–. Me confunde.

—¿Puedo preguntarte algo? —me dijo. 

Raramente su agarre no había desistido.

—  Claro. — lo animé.

— Bueno tal vez creas que soy grosero, pero — se detuvo—... estuve pensando si era correcto.

—  No te preocupes por lo que vas a preguntar, sinceramente si no estuviera preparado para las preguntas incómodas, sencillamente no estaría aquí.  — le respondí con el fin que me tuviera confianza.

— Es que yo creo que eres genial, es solo eso. Desde hace dos semanas te he estado observando. — yo me sorprendí, no me esperaba aquello— .No creas que soy un acosador. – el río nervioso.

— Tranquilo... solo no me lo esperaba. — apreté el mango de mi bastón.

— ¿Y cómo fue que entraste aquí? — me preguntó— No es que crea que no eres capaz, al contrario. – dijo rápido.

Yo reí por lo nervioso que estaba.

— Mi madre habló con su jefa y ella le comentó que había planes de estudios para personas que sufren alguna discapacidad — dije simple—. No era del otro mundo según ella, aparte de que tendría una pequeña beca e instalaciones adecuadas y en cuanto me lo explico; yo le insistí entrar y dejar de lado los tutores personales.

— ¿Tenías tutores personales? – preguntó – Debió ser una fortuna.

— Sí, desde niño los tuve, pero mamá siempre me dijo que no me preocupara por los gastos.

— Ella se ha esforzado mucho. — confirmé asintiendo.

— Ella y mi hermano, son muy buenos. – sonreí.

— ¿Tienes un hermano? – preguntó y volví asentir— ¿Y como se llama?

— Jungkook — respondí —. Es un alfa más grande.

— Entonces tendré que tener cuidado.

La vergüenza de nuevo se apoderaba de mí y volteé a otra parte que no fuera el pesado aroma a un lado mio, deseaba ocultarlo. 

Las palabras de Hoseok me estaban simplemente agradando y sentirme atraído por su voz era algo nuevo, algo que no sabría siquiera describir. 

— ¿Alguna vez te han dicho que eres muy bonito cada vez que te sonrojas? – sus dedos suaves hicieron que regresara mi cara a donde él la apuntó—.  Tal vez sea muy osado, pero desde anoche muero por probar esos labios. – dijo cerca de mis labios.

Su aliento acaramelado estaba tan cerca de mí que mis piernas estaban temblando. Pero puse mis dos manos en su pecho alejándolo.

— Perdón – le dije –. Es solo que no te conozco lo suficiente. — le dejé en claro.

Pude sentir el aire cuando se alejó.

— No te preocupes. – me dijo un poco bajo, pero después carraspeo. El ambiente cómodo pronto cambio a un incómodo. – Mejor dime, ¿ya te tomaste tu tableta?

— No, lo que pasa es que no he comido nada. – le dije, ambos comenzamos a caminar.

— ¿Y tienes hambre? –me preguntó–. Si quieres puedo invitarte algo de comer – sugirió –. Y así comenzar a conocerme un poco más.

— Creo que eso es más factible.

— Son millones de wons — pasaron una mano enfrente de mí tratando de llamar mi atención— . Dime que en que mierda piensas que no me has puesto ni un pelo de atención. – los ojos de Namjoon estaba justo ahora enfrente de mí.

— No te importa. – dije tajante.

— Me importa cuando mi cuello está en juego. El proveedor del norte está exigiendo su paga, Jimin y tú solo estás pensando en quien sabe qué. – me habló.

— No es mi problema.

— Claro que es tu puto problema. – Namjoon me contradijo.

— Bueno entonces dale lo que pide y cierra el trato.

— Bueno eso indica que no has escuchado nada de lo que te he dicho – hizo sus ojos en blanco—. Jimin, hiciste un estúpido trato de millones de wons y las putas piezas son chinas. ¿Si lo captas o tengo que explicarlo una vez más?

— Solo págalo, la verdad no me interesa.

— Con gusto lo haría si no hubieras gastado parte del dinero en putas y fiesta durante dos semanas seguidas – suspiró cansado–. Jimin, el negocio va bien, no tienes por qué estar haciendo tratos ridículos. Tu parte y la mía están en problemas.

— Toma la mía por la tuya — le dije— . Si el que pierdas te afecta demasiado, solo tómala.

-Jimin, no se trata de eso; se trata de que te estas excediendo — llevó su cabello para atrás – Por estar borracho, te vieron la cara y ahora tendremos que pagar millones por basura.

— ¡Ay ya basta! – me expresé cansado— Suenas igual a mi padre.

— Pues no estaría mal que le hicieras caso.

— Da la casualidad Namjoon, que te pago para administrar; no para que me des consejos que me van y me vienen.

"Idiota"

La palabra apretada de Namjoon no me importó, no cuando miraba al pálido a lo lejos dando pequeñas sonrisas coquetas.

— JK, es un ingenuo. – lo dijo en voz alta.

— Te doy la razón. – me dijo Namjoon.

— No te hablaba a ti, pero dado al caso – pare de hablar y seguí viendo como su "acompañante" limpiaba su mejilla –...  ¿Sabías que su hermano es el omega pálido de hasta el fondo?

Namjoon volteó rápido alzando su cuello.

--No veo quien – regresó a su posición–. Sé más específico.

Tomé mi la pajilla de mi jugo y la metí en mis labios.

— El omega pálido, el que tiene su cabello castaño y está con el otro tipo juntos.

Namjoon volteo de nuevo y mostró un rostro no neutral, pero tampoco una sorpresa exagerada.

— ¿Ya lo viste? Es el de cabello largo. – sonreí.

— No te creo, ¿el ciego? – me dijo.

— Exacto.

— Sé muy poco respecto a él. JinJin debe estar igual que yo – río –.  Esto es una verdadera sorpresa.

—  No me sorprende que pocos sepa de eso, a JK ni siquiera le importa.

— ¿Cómo sabes eso? – preguntó, yo metí una papa a mi boca.

— Tu cuñado se vende muy fácil — alce mis hombros no dando importancia—... Unos cuantos wons y este me habló de él y la relación con su hermano. - Namjoon negó.

— No me sorprende lo de Tae. Lo que me sorprende, es que pagaras para sacar información de él  — dijo volteando a ver al omega –.  Dime, ¿tiene algo que ver que Jk aún tenga su auto?

— Que comes que adivinas. – le dije irónico.

— No como nada, pero hay que ser muy tontos para no saber que tú solo buscas algo.

— Bueno en realidad, no busco nada – le dije –. Solo un poco de diversión.

— Jimin ¿Qué le propusiste a JK? – entre cerró sus ojos curiosos.

—  Una noche con su hermano. — bebí de mi jugo, mientras Namjoon reía.

-- Me estás jodiendo – mordió su hamburguesa – ¿Y el muy maldito acepto? – habló con la boca llena, yo solo asentí. Cuando termino de tragar y beber de su gaseosa, me sonrió. – Los dos son unos hijos de puta.

-- No me vas a lanzar un sermón, ¿verdad? – le pregunté.

--No, es tu problema y el de JK — dijo simple— . No soy quien para juzgar tus acciones básicas morales. – me señalo–, pero literalmente al amor lo pintan ciego. – río y yo con él.

--No digas tonterías — miré de nuevo al omega— . Solo es una tonta apuesta. Jamás me enamoraría de un omega tan básico y mucho menos siendo una escoria. Es más, lo único que podría llegar a sentir por él, es lástima y eso no tanto.

-- Nunca digas nunca, Jimin. – me advirtió.

--Solo lo dices por qué tú estás enamorado de Jin. – hice una mueca de desagrado.

--Como sea — su curiosidad seguía—  ¿Pero qué no era más fácil mandarlo a golpear y quitarle las llaves a la fuerza?

— Y así te dices ser su amigo- le dije. – Tú fuiste el que me dijo que le diera una oportunidad de pago.

— Si, pero creí que sería más rápido otros métodos. – dijo obvio.

— Escucha. Jungkook aceptó porque él cree que su hermano jamás me haría caso, aparte de que sería muy idiota si en tres meses no junta el dinero que me debe – le expliqué –. La parte en que, si me lo cojo o no  a su hermano, pues ya otra cosa, solo lo voy a intentar. No me emociona mucho la idea de cogerme a un ciego inexperto que se vendría con un solo beso.

— Bueno, creo que ahora lo entiendo todo – me sonrió–.  Y aunque digas que es una cosa horrible, yo te diría que está muy bonito. – no le di relevancia a su comentario.

— Según Jk, me dijo que no aceptaba nada de ningún alfa, pero al parecer de los betas sí.

— Entonces tan santo, no es. – dijo Namjoon viendo su teléfono.

El beta que reía muy amenamente con el omega, cruzó una intensa mirada con la mía. Ambos no la bajamos en ningún momento. Pude notar como el omega movía sus labios y redactaba con sus manos.

Sin importar, dirigí la mirada por completo al hermano de Jungkook.

Namjoon tenía una parte de razón. 

El omega era realmente simpático: una piel tan blanca y tersa que aparentemente estaba hidratada dado que brillaba, unos pequeños ojos que daban la semejanza a lo tierno cuando reía, unas cejas pobladas y bien formadas, un cabello castaño y lago cayendo en medianas hebras onduladas que caían llegando a sus pómulos, un cuello largo y fino así como su mandíbula, y unos labios rosados que eran maltratados cada que los mordía, una nariz pequeña y fina, pero nada como esa bonita sonrisa y no hablaba de esa sonrisa donde enseñaba sus dientes y sus encías; sino de aquella sonrisa juguetona, llena de coqueteo, una sonrisa ladeada dada inconsciente de que había algo que le gustaba y le interesaba.

Min Yoongi era un omega hermosamente defectuoso, pero eso jamás lo admitiría.

— Le pones más interés a algo que supuestamente no te importa, pero a lo que estoy hablando de los negocios ni te interesa.

— ¿Crees que su piel tenga pecas? – le pregunté.

— ¿Qué? – me miró confundido.

— ¿Qué si crees que tenga pecas? – le volví a preguntar.

— Jimin sin ofender, pero en lo que menos quiero pensar o escuchar es; si esa zorra tiene pecas.

"Zorra"

 No, él no era una zorra; era un chico con el cual iba a ser fácil jugar y con el cual me van a pagar.

— Ese idiota no se le despega. — dije con cierto desagrado

Namjoon hizo sus ojos en blanco.

(...)

Dejare otro capítulo. ¡Cuénteme! ¿les esta gustado? 

Espero que estén muy bien y tengan un casi fin de semana muy bonito. 

ALICIELITO.