Intentaba caminar lo más rápido posible sin parecer sospechoso o raro. Los auriculares en sus oídos reproducían "i write sins not tragedies", raro considerando que antes la reproducida era "Tierra Zanta". Pero sus gustos eran raros, así que no pasaba nada.
Estaba muy ansioso. Sentia los latidos de su corazón como martillos golpeándole el pecho. ¿La razón? Para él, fácil, para los demás, una estupidez. Su novio lo había invitado a su casa.
Eso, era muy malo.
Era obvio que iba a querer hacer "eso". Y él, simplemente y cómo cualquier persona, no tenía ganas. ¿Era tan difícil de entender?
Pero, si no lo hacía era "un mal novio".
Quería irse lo más rápido que pudiera de la escuela, ir a su casa y luego le inventaba alguna excusa para aplacar, aunque sea, un poco su enojo.
Estaba a unos pasos de la puerta de la escuela cuando sintió que lo jalaban.
Olió la característica fragancia del chico, esa que antes le gustaba tanto y ahora sentía tan asfixiante. El pelo teñido de rojo, que tanto le gustaba tocar en sus momentos a solas, esos que ahora intentaba evitar a toda costa.
-Hola precioso, ¿Cómo estás?-el chico más alto lo tomo de la cintura y lo apego a su pecho. YeonJun, con su cara en el cuello del otro, sintio que su respiración se cortaba.
No pudo y no supo que responder.
-Ey, ¿Qué pasa?, ¿ Estás guardando voz para más tarde?mmh..-solto una risita y...le lamió el cachete. El pelinegro soltó una respiración entrecortada. Y lo que tanto odiaba empezó: fue consciente de sus manitos temblando, el sudor bajando por su cuerpo, sus ojitos a punto de derramar las lágrimas que venía conteniendo desde ayer, y su corazón queriendo salirse de su pechito.
-No, está bien...Solo...tengo exámen, es todo-le regalo la mejor sonrisa que pudo- gracias por preocuparte, Tae- no se preocupaba.
-Mmh,pobre Junnie-se formó un puchero en sus labios, los cuales se curvarón luego en una sonrisa socarrona-vamos bebé.

A esta altura no sabía si era mejor estar con Taehyun o en su casa.
Le dolía todo, cortesía de su precioso novio. Lo único que esperaba era que, cuando llegue a su casa, no le duela algo más.
Abrió la puerta lentamente, dio un par de pasos cerrando la puerta y la mezcla de olor y cigarrillo en el ambiente lo recibió con los brazos abiertos. No como su familia.
-¿dónde estabas?-hizo aparición una mujer de aproximadamente 40 años
-haciendo un trabajo para la escuela,ma...-se excuso mintiendo. No se podían enterar que andaba haciendo cosas, no muy propias de hombres.
La mujer le levanto una ceja inquisitiva- no me importa, tu padre tiene cáncer y vos-lo apunto- no haces nada para ayudarlo. Así que ahora vas a su cuarto y le preguntas si necesita algo, porque yo, no me pienso meter en el cuarto de ese enfermo.
El adjetivo y la información le hizo fruncir los labios. Ella, ella que ni siquiera acompaña a su esposo al hospital le venía a reprochar a un chico de 17 años... Era ilógico.
Se limitó a asentir y se dirigió al cuarto de su progenitor.
Cuando entró vio al hombre hecho un panquecito entre las sábanas
-holi pa-dijo suavemente, el hombre lo miro, sus ojos denotaban cansancio, y le asintió suavecito para hacerle saber que estaba escuchando-¿cómo te sentís?
-y... Ahí. Con frío
-¿te prendo la estufa?-pregunto el chico mirando en dirección de el dicho aparato.
-no, gracias YeonJun, no quiero problemas con tu madre-el mayor al ver la mirada desconcertada de su hijo, le aclaro- dice que va a haber una falla y que nos vamos a morir asfixiados. Viste que le agarró la loca-se encoge de hombros.
No entendía. Podía haber muchas fallas con todo, ¿y se venía a quejar de el gas? Si dejaban algo abierto que haga corriente no debería haber problemas, a menos que haya un incendio, pero la instalación estaba perfecta.
Y, otra vez, se limitó a asentir.
-¿necesitas algo más?,okis, hago la tarea acá para hacerte compañía-le sonrió con cariño al hombre.
-gracias, hijo

Holiss, ¿Cómo están?ฅ^•ﻌ•^ฅ
No me maten por TaeHyun.
Ahora sí, adiós.
Gracias por leerʕ ꈍᴥꈍʔ