Capitulo 2: Eridan Lars

(Eridan Lars)

Hayden

La clase de ciencias transcurrió como si nada, al ser el primer día sabía que los profesores nos dejarían hacer lo que queramos. Ya todos teníamos la lista de materiales, pero las clases iran en serio a partir de la segunda semana. Por le momento estamos libres. Estuvimos hablado con los chicos toda la clase, siempre mirando a Eridan cada vez que podía. En mi defensa no era el único, porque Eridan en verdad es hermosa. Su cabello rubio lacio cayéndole poco después de los hombros y su raya al costado derecho, sus facciones faciales eran finas y podría jurar que tiene pecas. Y sus ojos son tan azules que resaltan en su piel blanca, tan blanca como la nieve. Notamos que los populares la incluyeron rápido. Digo... ¿Como no? Es guapa, extranjera, interesante. Todo lo que ellos buscan. Los chicos y yo no somos parte de los populares, pero tampoco somos nadie. Nos llevamos bien con todo el mundo, bueno, con casi todo el mundo. Nos llevamos bien con los populares en realidad, nos invitan a sus fiestas y a veces nos sentamos con ellos en la cafetería. Somos como sus guardaespaldas por así decirlo, Nick y Luke son los típicos matones de secundaria, pero una vez que los conoces son buenas personas. Ellos son lo que por lo general meten la cabeza al inodoro a los niños inocentes. Y Chales y yo somos los que tratamos de intervenir. Aún no se como es Eridan en realidad, pero parece agradare a Mía Thompson.  Es mi compañera desde preescolar, es buena chica. A esta distancia puedo oír la suave y firme voz de Eridan. Me gusta su pequeño asento, es... lindo. 

-Chicos, creo que estoy enamorado-dijo Nick sin despegar la vista de Eridan, vire los ojos.- Es en serio, es la mujer de mis sueños. 

-Oh que coincidencia, tu pareces ser el hombre de sus pesadillas-se burló Luke.

-Es muy linda-admite Chales- Ahora entiendo a la amiga de Charlotte, solo miren al resto de la clase.-le obedecí y note que no eramos los únicos babosos que miraban a Eridan, casi todos los varones nos limpiábamos la saliva. Las chicas por otro lado, las que estaban en su grupo la rodeaban de preguntas y alabanzas y las demás la miraban con recelo. Supongo que si yo fuese chica y me topara con alguien como Eridan también estaría celosa. 

-Quiero hacerle tantas cosas en estos momentos-siguió Nick ignorando a todos. Solo negué con la cabeza y mire a Eridan quien justo levantaba la vista. Me encontró mirándola que horror, esto es muy incomodo. En reflejo levanto la mano en forma de saludo, gesto el cual ella me devuelve.- Amigo nunca creí que la perfección fuese real y que estuviese al alcance de mis manos...

-Puede que ella sea real, pero no esta a tu alcance. De seguro todo el colegio ya esta tras ella.-lo freno Chales. 

-Por favor averigua más sobre ella con Charlotte-rogó Nick.

-De acuerdo, de acuerdo. Pero si te limpias el hilo de baba que te cuelga de la boca, es desagradable. 

Me reí ante el comentario de mi amigo y mire una última vez de reojo a Eridan, esta vez yo la atrape mirándome. 

Luego de las clases nos toco la hora del almuerzo, corrí a dejar mi mochila en mi casillero y tome mi billetera. Había estado trabajando como camarero en un restaurante mexicano cerca de casa, así poder ayudar un poco a mama, además ya tenía unos cuantos ahorros para el resto de este año y para cuando entrara a Stanford. Alcancé a los chicos en la cafetería poco después, me esperaban en la fila, me habían reservado un lugar. Les agradecí y me serví una hamburguesa, papas fritas y tome una lata de Coca. Ellos pidieron lo mismo que yo y nos sentamos en la primer mesa libre que hayamos. En la mesa del medio veía como Eridan hablaba de forma animada con Mía quien estaba comiendo un sándwich de queso con ensalada y Eridan comida una hamburguesa incluso más grande que la mía. 

-Ni lo pienses amigo, yo la vi primero-me dijo Nick llevándome lejos de mis pensamientos.

-De ninguna manera Nick. ¿Recuerdas el nada de citas hasta conseguir la beca? Pienso cumplirla y ni siquiera una chica como Eridan me desviara de mi misión. Este año es el más importante.

-Exacto-me dijo Luke, oh no, ya creo saber a donde va la conversación.- Es un año en donde se supone que debes divertirte, no digo que no estudies, pero se un adolescente por el amor de las papas fritas. 

-¡Chicos!-una voz chillona resonó por mis oídos mientras una voz en mi cabeza me repetía: "PELIGRO" Charlotte junto a su siamesa Kathe Jordan. Una morena bajita con una melena llena de risos. Las dos se sentaron entre Chales y yo cosa que me incomodo bastante- Estábamos buscándolos, te dije que vendría a comer contigo hoy Chales. 

-¿Como están? Jiji...-Oh no, todo menos la risita tonta por favor, entiendo una risa nerviosa pero esto es ridículo. 

-Oh...em... bien-le contestó Chales.

-¿Vieron a la nueva?-nos pregunto Charlotte.

-¿Y como no verla...?-le respondió en otra pregunta Nick volviendo su vista a la noruega. Charlotte pareció molestarse al notar que yo también miraba a Eridan.

-Dios, ¿Acaso no pueden ver a una chica nueva sin babear? 

-Por Dios Charlotte ¿Viste esas piernas? ¿O su cintura? ¿O su cabello?

-Solo es una chica guapa que viene de otro país. No pueden ponerse así por eso. Me dan asco.

-¿Entonces porque te sientas con nosotros Charlotte?-le espeto Chales. Charlotte enrojeció de ira, tomo a Kathe de la manga y la arrastro molesta por la cafetería. Chales rodó los ojos. Nunca supe que era tener un hermano, y a veces me lo lamento, hasta que veo como se llevan esos dos. 

El día transcurrió sin antecedentes. Todos estaban mu ocupados mirando a Eridan como para hacer algo más interesante. Fue cuestión de tiempo para que Luke y Nick comenzaran a  hacer planes para saber quien la conquistaría primero. Yo no apuesto a ninguno de los dos ya que seguramente Eridan no tardara en comenzar a salir con un jugador de equipo de fútbol, tal vez el capitan si se hacía lo suficientemente popular. Esperando el autobús vi como ella se subía a un auto gris en el asiento del copiloto. Niña rica, seguro. Yo solo termine de hacer la fila y fui a mi asiento del fondo del autobús. Note como Charlotte y su grupo de amigas se sentaron, pero ella seguía estando tan molesta que ni siquiera volteo a verme. Mejor para mi. Me deje relajar y me quede pensando en varias cosas. Entre ellas Eridan. No es muy común que un extranjero sepa tan bien el idioma y también como ocultar su asentó, aún que eso no lo hace del todo pues noto una leve pronunciación en sus "R". Note que todos en el autobús hablaban de la misteriosas chica nueva que viene de un país distinto. En especial las chicas como Charlotte, quienes no tenían nada mejor que hacer que criticarla. "Seguro es una zorra" y "No me cae muy bien, le veo mala espina" o el típico y original "¿Quien se cree que es?" Dios estas niñas si que son celosas. Oí a algunas quejarse de como sus novios quedaron embobados por la belleza de Eridan. Bueno, esos celos son comunes y los entiendo, pero luego están las que hablan por hablar. La chica apenas lleva un día en la escuela y ya han inventado miles de chismes seguramente falsos sobre ella. Hay la que le espera. 

Al parecer me perdí nuevamente en mis pensamientos porque cuando me doy cuenta el autobús ya paro en mi vecindario. Bajo junto a Axel, notó que tiene la cara mojada. Ya se que le paso. A veces siento culpa, pero voy a irme este año y no podre estar allí para salvar su pellejo siempre.  Cuando bajamos nos despedimos con la mano y corro a casa a trote. Revisó me agenda mental y recuerdo que mama tenía una cita para esta tarde por lo cual bajo mi velocidad y comienzo a caminar, así cuando llegué la sesión casi habrá acabado. Preparo mentalmente lo que le diré a mama respecto a mi primer gran día de escuela. Y la verdad no estuvo tan mal salvo por Charlotte. Le diré que los chicos disfrutaron de sus vacaciones y me hablaron de ellas, que la comida en la cafetería era igual que siempre, que no hicimos nada en clase aún y que tengo una nueva compañera noruega el cual todo el mundo se la quiere tirar. Mejor mejoro lo último, le dire que en vez de "se la quiere tirar" a un "es linda". 

Mierda, pensando en cualquier cosa pase la casa de largo, doy vuelta sobre mis pasos y camino hacía allá. Cuando llegó saco mi llave y abro la puerta, automáticamente un fuerte olor  a sahumerio invade mi nariz, me dan ganas de estornudar. Me aguanto para que después mama no diga que rompí su conexión. Trato de subir rápido pero ella me detiene. Mi madre es curandera, pero no de las comunes, ella no cura el cuerpo físico en si, si no sana el alma y le otorga fe. Claro que también hace masajes a veces porque sino no le alcanzaría el dinero. Muchos le dicen que tiene manos de ángel. 

-Hayden, hijo ven a ayudarme, la señora McNail ya se fue y necesito que me ayudes a despejar la sala para comer.

Dejo mi mochila aún lado y entro a la sala de estar, mama prendió las luces rojas, según ella le da un aspecto más relajante, pero a mi me da miedo, las apago y prendo las normales. Estaba en una sesión de masajes porque veo la camilla en el medió de la sala con las sabanas blancas y una pequeña almohada. Doblo la camilla y la guardó en un armario que utilizamos para eso y junto a ella pongo la almohada y las sabanas recién dobladas. Apagó los sahumerios y termino con mi trabajo. Mama nunca hace los rituales de curandera cerca de alguna comida porque no le alcanza el tiempo por lo que este tiempo se dedica a los masajes. Veo que esta guardando sus aceites en su caja y la coloca sobre el armario de la camilla. 

-Gracias por ayudarme hijo.-me dijo mientras se caminaba a la cocina a prepararme las cosas de la cena. Aún son las tres y media de la tarde y nosotros cenemos a las cinco o seis a mama le gusta tener todo a mano antes de cocinar por lo que lo prepara antes. No tengo nada que hacer así que me siento en la mesa y la miró trabajar listo para cualquier pregunta, la cual no tarda en venir- ¿Como te fue en tu primer día?

-Bien supongo...-comienzo a contarle todo el guión que me prepare mientras venía, ella parece satisfecha con la información y me frena de vez en cuando a hacer un pequeño comentario de algo y luego dejarme seguir, ya casi termino- Oh si y llegó una nueva chica al curso desde noruega. 

-¿Noruega?-pregunto impresionada dejando su trabajo par mirarme- Eso si es una noticia ¿Como es ella?

-Linda, creo. Habla muy bien el ingles pero le notas un poco el asentó noruego, la verdad no hable con ella. Solo se que se llama Eridan Lars. 

-¿Color de pelo y ojos?

-Es rubia como la mayoría de los noruegos y tiene los ojos azules si mal no recuerdo.

-Vaya, ¿Se ve simpatica?

-Ya te lo dije mama a penas si la vi. 

-Bueno, lo siento, me pareció curioso saber que tienen una nueva compañera, ningún otro llegó a tu curso desde el inicio de la preparatoria. 

Mama tiene razón, nunca tuvimos en realidad un compañero nuevo, todos estamos desde el inicio. Me pregunto porque habrá venido a la escuela pero de segura lleva más tiempo en este país o no podría hablar con tanta fluidez sin que se note casi su asentó. Eridan sin duda tendrá una historia interesante. Para calmar mi hambre tomo una manzana del refrigerador y subo a mi cuarto. Primer día, no tengo tarea y por lo tanto nada para hacer. Nick esta en la oficina del profesor cumpliendo su castigo, como Chales y Charlotte pelearon hoy en el almuerzo seguro están peleando ahora en su casa y no quiero llamarlo en un momento inoportuno, y Luke, ninguno de los dos tiene auto y no me parece oportuno molestar a su madre para que nos haga de taxi mientras decidimos que hacer. Bufó, eso es lo malo también de la primer semana de clase. No hay nada para hacer. En verano al menos podía trabajar. Tomo una pelota de tennis que tengo guardada por ahí y comienzo a tirarla a la pared para que rebote y vuelva a mi. Pared. Yo. Pared. Yo. Pared. Yo.

-¡Hayden!-grita mama desde la cocina, bajo las escaleras y me la encuentro- Hijo ¿Podrías ir a buscar unas cosas a la tienda? Me di cuenta que hace mucho no hacemos las compras.

-Claro-digo feliz de poder hacer algo.

Me de la lista, el dinero, las llaves y un beso en la mejilla y salgo a mi misión de comprar: Vegetales, frutas, arroz, fideos, unas galletas de miel, papel higiénico, queso y leche. Guardo la lista en el bolsillo y entro a la tienda. Tomo un canasto y me dirigió a la sección de lácteos, tomó la leche y el queso y los tacho de la lista. Y así de apoco la estoy acabando, solo me quedan las frutas y los vegetales. Tomo lechuga, naranja, zanahorias, plátanos, y solo me quedan los tomates, comprare cuatro. Tomo una bolsa y lleno de los mejores tomates que encuentro hasta que queda uno. Al parecer otra persona más quería tomarlo y nuestras manos chocaron a mitad de camino. Miró para disculparme y me quedó estático al ver a Eridan frente a mi quien me miraba de la misma forma.

-Lo siento, no te vi-reacciono apartando mi mano, ella hace lo mismo, notó un ligero rubor en sus blancas mejillas, no la culpo yo también lo tengo.- ¿Eres Eridan cierto?-asiente- Yo soy Hayden Dunne, voy a tu misma clase. 

-Oh si, recuerdo haberte visto-me habla con su voz y su pequeño asento, sonrió.- Tu estabas con los otro tres chicos. 

-Si, son mis amigos. 

-El rubio me incomodaba un poco-se refiere a Nick, seguro abra notado que la miro todo el día, yo también estaría incomodado, al parecer mal entiende mi expresión porque me dice: Lo siento no quería ofender a tu amigo.

-Tranquila no lo hiciste-digo riendo para que deje de estar tensa, funciona- El es Nick, no le hagas caso, el solo es así. ¿Vives por aquí?

-Me acabo de mudar con mi padre, si. Vivo dos cuadras a la derecha de la tienda. 

-Yo vivo tres-digo riendo, luego recuerdo para lo que vinimos, me agacho y le doy el tomate por el que nos encontramos, parece sorprendida pero lo acepta.

-Gracias.

-No hay porque. 

Yo tomo otro del montón que parece estar bueno y ella se queda a comprar espinaca. Hago la fila, frente a mi esta la señora McNail quien vive a la izquierda de la tienda, me saluda con la mano y yo le devuelvo el gesto con mi mejor sonrisa de niño bueno. Veo que Eridan hace fila en la otra caja, no distingo sus comprar pero se ve que lleva los tomates. Pagó por lo mío y volvemos a coincidir a la salida. Me sonríe de lado. 

-Si quieres te acompaño a tu casa, de todas formas seguimos la misma ruta.-me ofrezco. 

-No hay problema. 

Salimos juntos y yo como buen caballero le abro la puerta y ella me sonríe en agradecimiento, caminamos media cuadra sin soltar palabra y el silencio se torna incomodo. Noto como ella va mirando a cualquier parte como para hacer algo. Supongo que tengo que iniciar una conversación. 

-Y dime... hace cuanto te mudaste de Noruega...-parece aliviada de que al fin podamos hablar de algo, seguro que ya le preguntaron eso en la escuela, en especial Mía.

.Oh, bueno... mis padres se divorciaron cuando tenía cinco años y mi padre vino a vivir a América. Desde entonces vivo dos años en Noruega y dos en Estados Unidos. Pero visito a ambos países con mucha frecuencia. De ahí que mi asentó no sea tan marcado. Ahora mi padre conoció a una mujer aquí con quien salía a distancia y para ser oficiales se mudaron aquí. 

-Vaya, ¿Y que piensas hacer cuando te gradues de la secundaria. 

-Hay una Universidad en Noruega que me gusta bastante, quiero ser Administradora de Empresas desde que era una niña. Pero me gustaría ejercer la profesión aquí. ¿Y tu?

-Estoy tratando de ganar una beca para ir a Stanford.

-¿Que te gustaría estudiar?

-Abogado, sin duda... ¿Y como te llevas con la novia de tu papa?-se quedó pensativa un momento.

-Bien supongo, no es mi mama pero tampoco nos llevamos mal o nos peleamos. Es una relación de respeto mutuo-dijo moviendo las manos para explicar mejor. Voltea así las casas y se detiene frente a una de pintura azul, tiene dos pisos como la mía pero se ve más grande- Aquí vivo yo, bueno nos vemos mañana en la escuela Hayden.

-Adiós Eridan-alzó la mano en señal de despedida y ella hace lo misma para luego entrar a su casa. 

Sigo mi camino a casa, me falta poco. Al parecer Eridan es una chica agradable. Le diré a mama que me la cruce en la tienda cuando íbamos por el mismo tomate y que me contó su historia mientras caminabamos para volver porque vivimos a una cuadra de distancia. Miró asía atrás. La tarde no estuvo tan mal después de todo. 




Al otro día volví a la escuela, a mama le pareció interesante mi historia de la tienda y repentino encuentro con Eridan. Para mi buena suerte Charlotte seguía molesta así que no se acerco a mi en el autobús. Choqué los puños con Chales y Nick cuando llegué, me esperaban cerca de mi casillero, pronto se nos unió Luke. Hablábamos de todo y nada, las típicas "Cosas de hombre" al parecer ninguno se dio cuenta de las chicas escondidas en el baño espiándonos. Bueno, salvo Chales, suerte que Charlotte no se encuentre allí o sería un escandalo. Chales jamás me perdonaría "enamorar" a su hermana, a pesar de que y no tenga la culpa. Cierro mi casillero y le presto más atención a la conversación cuando  Luke le dio un codazo a Chales y todos miramos a su dirección. Era el grupo de Mía, pero no estaban todos. Solo Eridan ella y Rachel, las tres juntas al parecer se hicieron inseparables en veinticuatro horas. Me pregunto si les contó sobre nuestro encuentro. Las tres frenan al vernos y se acercan a saludar, notó como Nick se tensa.

-¡Hola!-saluda Mía, ella me agrada bastante porque pertenece al pequeño grupo de chicas que no hablan con el "Jiji". Acabo de darme cuenta que Eridan tampoco.- Eridan, te presento a los chicos.

-Oh si, yo ya conocí a Hayden-su comentario parece impresionar a todos menos a mi- Nos vimos ayer en la tienda, vivimos en el mismo vecindario.-explico como si nada, pero yo sentí la mirada de mis amigos sobre mi. 

-Cierto ¿Como están chicas?-salude.- Eridan ellos son Nick, Chales, y Luke-dije señalando a cada uno de ellos. 

-Es un gusto.

-El gusto es nuestro-se apresuro a decir Nick. Vire los ojos riendo. Note como Eridan se incomodaba, me mordí el labio para no reír. 

-Bueno, nosotras ya nos vamos tenemos clase de francés.-se despidió Mía colocándose en medio de Eridan y Rachel cruzando brazos con ambas.-Nos vemos chicos.-los cuatro movimos la cabeza en forma de despedida. Las tres disponían a marcharse cuando Eridan se freno y me miró.

-Adiós Hayden.

-Adiós Eridan.

-Er, vamos.-insistió Rachel moviendo la cabeza asiendo que su cola de caballo se mueva con ella. 

Las chicas se fueron tan rápido como llegaron, Eridan volteo a vernos una vez más y movió ligeramente la cabeza, yo le sonreí, Rachel nos miró y hizo adelantar el paso. Se que no le agradamos mucho a Rachel, nunca nos hizo nada ni nosotros a ella, simplemente la relación nunca se dio. Y creo que fue culpa de Nick. Lo quiero y es mi amigo pero es un mujeriego de eso no hay duda. Recuerdo que comenzando la preparatoria vino contento a contarnos que perdió su virginidad con una chica, le preguntamos quien era y solo nos dijo que era una de las populares y que era pelirroja y que se enojo con el por no querer ser nada más. Solo hay dos chicas pelirrojas entre las naturales, Tamy siempre fue simpática con nosotros y sabemos de buenas fuentes que es virgen y la otra es Rachel. Nick se para frente mío y me mira. 

-¿Porque no nos dijiste que te encontraste ayer con Eridan o que vivían en el mismo vecindario? No recuerdo haberla visto cerca de tu casa antes.-todos me miraron expectantes.

-No se los conté porque llegué hace cinco minutos y no la viste antes porque acaba de mudarse. Y si la encontré en la tienda cuando fui a comprar las comida. Chocamos nuestras manos por un tomate. 

-¿Porque estas cosas te pasan a ti? ¿Porque esas cosas le pasan a él?-preguntaba Luke- Hay hermano me gustaría estar en tu posición. 

-No seas tan baboso. Solo la acompañe a su casa luego, vivimos a una calle de diferencia. 

-¿Y como es ella?

-Agradable la verdad.-admito

La campana resuena por los pasillos y nos dirigimos a Historia. 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top