06|"Ansiedad" - (Parte 3)
27/08/2013
Entre una fuerte lluvia y dos corazones rotos, llego el encuentro de Abel y Laric donde cada uno a estado esperando, Laric por que quiere saber que le pasa a Abel de su comportamiento, Abel de querer aclarar que ya no quiere juntarse con el y no le quiere meter en problemas, ambos tienen sus propias razones, pero sus corazones solo tienen una, no querer apartanse nunca más del contrario...
-¿Abel?... que haces aquí..-Cuestiono el Durand al ser reseptor de tal imagen frente a sus ojos, sentía felicidad de verlo de nuevo, realmente lo estaba... pero dentro de el tiene un sentimiento agridulce, algo no andaba bien.
En momento entre ellos se quedo completamente en un rotundo silencio, donde dos miradas parecían ser manchadas de dolor donde dos corazones que estan doliendo en cada palpitar... pero ante eso, les gusta aquella situación.
-Que haces aqui, dejame.... esto se acabo.... ¡Me retiro!-Dijo parandose en un movimiento rapido y querer salir corriendo, sentía que el aire se le acababa, necitaba calmarse, sus manos tiemblan, ¿Porque?, no lo sabe solo quiere... quiere... tampoco lo sabe...
Por que cada vez que quieres quedarte y ser feliz, viene lo que más odias y a la vez lo que más necesitas ... la vida te odia eso ya lo aceptaste, entonces por que tienes varias preguntas si ya sabes las respuestas por que sigues sintiendo esto que esta prohibido, por que hay tantos por que.. solo muere y vive.
-Abel... ven, necesito decirte algo muy importante.-Declaró el Durand sintiendose como un mendigo de orgullo realmente necesitaba hablarle, necesitaba estar al lado del Lavanda quería abrazarlo, quería llorar, quería sonreir, quería escapar... no... solo quiere terminar todo esto... ¡No!... eres tan cobarde que no sabes lo que quieres.
Cada gota de lluvia que cae son como segundos cada respirar minutos pero el no tenerse cerca podria durar hasta la eternidad...
-Te dije que no quiero hablar, ¿Acaso no te importa lo que quiero?-Esta situación no podia seguir no queria lastimarlo pero...
-Claro que me importa por eso mismo estoy aqui, quiero saber que es lo que quieres y no me iré sin una respuesta... te lo estoy advirtiendo...-Decia mientras no apartaba la mirada del contrario lo cual ocasiono un pequeño escalofrío en el Lavanda pero por suerte o desgracia no se hizo visible para los ojos del Durand.
-...No tengo mucho tiempo... hay alguien que me espera-Dejo de moverse dandole la espalda al Durand.
El Durand solo sonrio un poco para luego ponerse completamente serio.
-Dime... porque estabas muy alejado de mi ultimamente, no quiero presionarte y mucho menos acerte sentir mal pero este sentimiento me esta carcomiendo más y más pero necesito saber y si esta es la manera correcta de trasmitirlo... lo diré claramente.-Agarrando valor como si el Lavanda fuera algo inestable... no lo era.. ¿Cierto?
El Lavanda solo escuchaba, por dentro sentía indignación ya empezaba a entender a donde quiere llegar todo esto... y no le esta gustando...
-Primero te veo con una chica que afortunadamente es Clemence, se que no me debo meter tal vez en tu vida amorosa ni nada pero me molesta y debo saber el porque y tu me lo diras.-Decia señalandolo.
-Continúa.-Dijo en voz alta para llamar su atención... pero con solo la mención del nombre de "Clemence" le hacia sentir profundamente mal y aún más refiriendose que con conocerla sería afortunado... que tontería... si supiera el daño que le hizo...
...
-Luego veo que cambias de actitud y te alejas, después si no fuera poco te veo con una chico abrazados ayer... dime que pasa, por favor.-Decía mientras derramaba unas pequeñas lagrimas.
Sin duda el pensar que a vista de la situación el fuese el malo y Laric el bueno de la historia no le gustaba para nada, simplemente quiere estar tranquilo.
-Laric Durand, mira como te explicó, actualmente vivimos en realidades diferentes, donde en tu mundo fluye la alegría, nuevas amistades o incluso nuevos amorios lo único que te atormenta... ¿Es mi actitud?..., solo por un problema insignificante te atreves a dañar tu mejor epoca de tu vida, ¿Te has puesto a pensar eso?, sin embargo, yo vivo en otra realidad donde estoy solo, donde me callé para que tu realidad sea la mejor de todas porque te guardo aprecio, donde recién encuentro un hombro donde desquitarme a pesar que me este rebajando por mi cuenta para mejorar tu realidad... tu eso no lo entiendes, asi que te pido que te alejes de mi... por favor, vive tu vida con... Clemence... donde yo solo soy un simple conocido y asi estaremos... estarás feliz ¿No crees?.-Decía mientras caminaba en círculos al alrededor de Laric cabizbajo solo dejando ver una fria sonrisa.
Laric no entendía que hiso mal... porque se siente culpable... a que se refiere con otra realidad por que el lo ve de ese modo... que paso.
No entendia a que se referia pero no queria dejar ir al Lavanda... no de nuevo.
-Bien después de lo aclarado, me retiro.-Empezó a caminar en otra dirección... parecía que quería huir
Correr y correr por que huyes... por que huyen realmente no tienen todo el coraje para aclarar las cosas como se merecen, diganme que si ambos..
-¡Espera!.-El joven Durand le agarro la mano del Lavanda para evitar que se vaya.
Ante ese movimiento, el Lavanda saca rápidamente un arma y le apunta en la cabeza.
-Ya te dije que me retiro.-Lo mira a los ojos.-Adiós Durand.-Quita el arma de la cabeza del Durand.
Lo siento Laric pero no te alejaras de otro modo...
-...-Realmente no se esperaba esa acción del Lavanda, ¿Como un niño tan pequeño es capaz de obtar un arma y además... como es posible que lo sepa usar? Estaba en shock.
El momento pasa... cada paso parece doler más y más la respiración bajo la lluvia las flores mojadas en el suelo de una gran soledad, si una vez en el día llego a sentir felicidad ya no lo hay en absoluto...
Después de unos cuantos minutos el Durand se dirijio a su departamento a pensar sobre lo sucedido y el Lavanda se encontraba en su habitación meditando lo que acababa de hacer si estuvo bien o mal... jaja que si estuvo bien... no hay nada de bien en esa acción... debería pedir disculpas?... tal vez eso sea lo adecuado pero no lo hara... ¿Por qué?... simplemente no puede.
Una hora... dos horas... cinco horas... seis horas... nueve horas...
El tiempo si que pasa...
-Por fin lo encontre... ahora podre comprenderte Abel... tal vez esto este mal... no lo se pero si tu lo haces yo lo hago...-Decia relajado, girando en una silla giratoria dejando prendida su computador.
¿Licencia de manejo de armas?...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top