04|"Ansiedad"-(Parte1).
27/08/2013
Abel Lavanda
Después de su encuentro con Dane Laurent empieza una linda y agradable amistad, después siguió su día normal en clases aunque sentía una mirada atravesandole todo su alma aunque era lo que menos le importaba... o eso creía, prefirio evitarlo y al llegar a casa decidió pensar sobre la situación en la que se encuentra y los posibles sucesos que ocurriran al dia siguiente, exactamente hoy.
En sus planes hoy tenia que salir con el Laurent a conocerce mejor y claro tambien para hablar mal de la Laurent... Es lo que hacen los amigos, ¿No?.
Si, incluso siendo su hermano, la odia con todo el alma, asi que saldran a hablar mal sobre la albina y desquitarse un poco. Si, para eso acordaron, de esa manera se forjan buenas amistades.
Ya era de mañana, todo era muy tranquilo y relajante, ya después de desayunar se dirige a un sillón muy elegante y a simple vista un poco antiguo. Ese sillón era de todas las generaciones de los Lavanda y ahora ese lugar le pertenecia al pequeño Abel.
Estaba acompañado con sus sirvientas una cada lado, a su fiel servicio.
-Señorita Anette como va el negocio con los Grimaldi.-Dice con un tono muy serio.
-El señor Grimaldi no le interesa el negocio que usted lo ofrece, sin embargo propuso un negocio mas sencillo donde Usted gana el 80% y el señor Grimaldi el 20% de beneficios recibido.
-Me interesa, me interesa... me podrias dar mas detalles de tal negocio.
-Por supuesto Jefe.-Abre un sobre que tenia entre manos.
"Un grato saludo mi estimado Joven Lavanda, vengo a hacerle conocer que el negocio acordado anteriormente, no me interesa... en cambio le hago otro acuerdo donde usted obtendra la mayoria de las atenciones, solo quiero que usted joven Lavanda sea pareja con mi hijo heredero de mi grupo criminal y usted obtendra guardia asegurada de mis hombres, cualquier intruso metido en sus negocios saldra del tablero inmediatamente... en cambio nosotros recibiremos una reputación mayor al formar lazos con una de las mayores familias mas respetadas de estos ultimos años, ojala acepte mi oferta y esperaré su respuesta gracias".
Mientras su sirvienta leia la carta la mirada del Lavanda hiba cambiando de pasar a una mirada seria a una mirada completemanete nerviosa.
-Eso es todo jefe.-Decia la joven sirvienta Anette.
-Gracias Anette... Babette podrias llamar a los Grimaldi a una imvitacion para hoy en la tarde como a eso de las tres de la tarde, por favor.
-En seguida joven Lavanda.
-Pueden retirarse.
-Con permiso-Decian al unisono para acto seguido dejar al Lavanda totalmente solo.
-Esto sera un gran sacrificio pero necesito hacerlo, Debo cuidarlas... -Decia mientras sonreia.
El joven Lavanda siempre les tenia un gran aprecio a sus queridas sirvientas son las únicas que estaban para él en todo momento.
"¿Porqué acepto la oferta?"
Bueno, hace unos meses donde el Joven Lavanda no se encontraba en un hogar debido a que salió con un "Egoísta" y dejo solas a sus sirvientas como tambien su hogar al descuido.
Aquella tarde fue informado por uno de sus guardias que estaban imvadiendo su vivienda, unos hombres vestidos de negro que estaban acabando la vida con todos, al escuchar estan palabras el Lavanda se quedo sin palabras estaba en shock hasta que de la otra linea se escucho un balazo y se corto inmediatamente... por mas que el Lavanda le gritaba diciéndole "¡¡QUE SUCEDE CONTESTA POR FAVOR!!" Se tranquilizo un poco y se dispuso a correr en camino a su hogar acordandose que sus amadas sirvientas estaban en peligro, corrio sin parar, ya estando unas cuadras cerca escucho varios balazos y afuera de su vivienda estaba tirado el cuerpo sin vida del guardia que le llamo hace unos minutos atrás, tan solo ver eso tenia los nervios a flor de piel, sin pensarlo dos veces salto entre los cuerpos sin vidas de las víctimas de esa emboscsda y llego a dentro de su hogar donde tenian a sus dos sirvientas atadas de manos con sus vestimentas desgarradas y unos cuantos golpes hechos por los hombres que tenian segundas intenciones con ellas.
En eso el joven Lavanda corre hacia ellas y empuja con toda su poca fuerza a los hombres y se para delante de ellas.
-¡¡Dejenlas asquerosos!!.-Después de decir eso se acerca a sus sirvientas a preguntarles si se encuentran bien a lo cual ellas afirman.
-Vaya vaya, al parecer ya te pasaron la voz jajaja... sabes solo estoy aqui por tu herencia, los Lavanda siempre han sido una familia muy respetada como tambien adinerada, pero ¿Sabes algo?... se su pequeño e insignificante secretito jajaja... esta familia a comparado con las otras, no creció de manera natural... sino uno de ustedes estaba imvolucrado con las mafias... asi que dame tu fortuna y a cambio guardare tu secretito ¿Te parece?.-Decía mientras sonreia de lado, a apariencia era un hombre mayor y dueño de esa mafia enemiga que estaba atacando su vivienda.
Todo quedo en un silencio muy incomodo y tensó donde ambas miradas se miraban fijamente atento a cualquier movimiento, en plena escena se escucha unas pisadas que poco a poco se escucha más cerca, ambos participes de la situación voltean y se encuentran con un joven aparentemente dos años mayor que el Lavanda.
-Hola.-Decia mientra le daba una sonrisa al Lavanda quien estaba muy asombrado de la acción del repentido aparecimiento del sujeto.
En un movimiento rapido el sujeto saca una pistola y empieza a matar a cada uno de la mafia enemiga, obviamente empezando con su supuesto "lider", al terminar voltea a mirar al Lavanda invadiendo su espacio personal diciéndole unas palabras que solo era audible para el Lavanda, "Yo no tengo vida... estoy muerto, pero me encontre con una nueva... y muy bonita, pero esa vida tiene un dueño, salve tu vida, asi que tu vida me pertenece"luego le entregó su preciada pistola al Lavanda.
Después de lo sucedido especialmente todo los días venía ese sujeto más preciso en las noches, ya que según él era lo único de tiempo libre que tenía, Abel dejaria pasar ese acto si el sujeto fuera normal, pues le salvo la vida... pero él no era normal era lo opuesto a lo que se veía en la primera vez que se vieron, parecía un animal, normalmente él no tiene miedo a nadie incluso a ser alguien muy pequeño y debil siempre tenía esa exprecion seria y acuerdo a sus acciones, pero ese sujeto no lo dejaba ser asi, siempre que venia le abrazaba por detras con sus manos recorriendo su cuerpo, le causa muchos nervios y en pocas ocaciones miedo, hacía mucho berrinche siempre buscaba atención de Lavanda, eso le incomodaba no estaba acostumbrado a dar afecto, es muy glotón, podria pasar todo el día comiendo postres sin parar, eso si le daba pena parecia que no le daban de comer cosas dulces en su hogar, aunque vez en cuando se preguntaba cuanto puede caber de comida en un cuerpo Delgado.
Hubo veces donde cuando llegaba tarde y para ese emtonces el Lavanda dormía y el entraba por la ventana cuando llegaba al día siguiente se encontraba al sujeto abrazado por la cintura bien apegados entre ellos o en pocos casos el sujeto dormir encima de él, que obiamente cuando el contrario despertaba encontra una almohada debajo suyo en vez del Lavanda aunque no solo era eso, el sujeto en los pocos dias que podria estar Abel casi todo el día le enseño a usar el arma que le entrego para poder autocuidarse y cuidar a su gente como él decía, aunque abel lo tomaba como familia.
Pero al paso de un mes el sujeto tuvo que irse del pais por trabajo de su padre, que no fue para nada facil llevarse ya que no queria irse solo mencionar que el sujeto se escapo de su propio hogar y se fue a esconder a un lugar muy obio para su padre, en la recidencia del Lavanda donde rogaba a llantos al Lavanda que le permita quedarse y no diga nada a su padre o más bien "Viejo arrugado" como se referia el sujeto hacia su padre, al principio Abel accedio pero luego al razonar bien la situaciones le nego a lo cuál el otro se descontrolo al llegar su padre no fue una visita normal, mas bien fue una emboscada a aquella casa y atraparon como a un animal salvaje al sujeto con cadenas y todo, aunque al ver la cara del sujeto antes de entrar a aquella pequeña celda se logro visualizar que el sujeto derramaba una lagrima eso si le rompio el corazón al Lavanda porque según lo contado él desde que perdio a su madre no volvio a derramar lagrimas y eso paso como hacer 8 años y verlo asi capto que no era ningún capricho del mayor si no algo serio.
-Lo siento por interrumpir en su trabajo y decisión Señor Grimaldi pero... podria aceptar que Álvaro se quede durante esos meses en mi hogar.-Al decir esas palabras se encucharon como las cadenas dejaban de forcejear.
-Primeramente me disculpo por la manera de invadir su hogar pero voy a negar su opinion, mi hijo es una pieza importante para este viaje.
-Entiendo... pero podría al menos ser un poco mas amable con Álvaro y tratarlo mejor por favor.-Decia con un semblante serio aunque por dentro estaba preocupado.
-Bien eso tratare pero usted ya vio como es mi hijo y dudo que se suavise... bueno me retiro, lo siento las molestias.-Al decir eso empezaron a abanzar aunque Álvaro ya no estaba tan mal, él penso que era el único interesado en el Lavanda y lo único que queria era que se vaya, pero al escuchar como le defendio le agrafo mucho... lloro si, pero de felicidad.
En pocas palabras la despedida de ese entonces termino con un Abel preocupado, Álvaro feliz y... un brazo herido de su padre y unos cuantos muertos por el berrinche del Álvaro.
"Actualmente"
Ya habia pasado las horas y llego el momento de la reencontrarse con los Grimaldi, de un momento a otro le llego un inusual mensaje.
"Hola, hola mi vida ya me regresaron mi teléfono para escribirte... al paso me contaron que a partir de ahora tú eres completamente mío y nadie nos separara."
-Vaya el loco ya se enteró.-Suspirar.-Bueno aqui de nuevo.
Tocan la puerta principal.
-Anette puedes habrir la puerta principal por favor, si son los Grimaldi diles que en seguida bajo.
-Esta bien jefe.-Al atender a los invitados que obviamente eran los Grimaldi que ya hacían esperando abajo les dijo.-Bienvenidos el jefe ya baja enseguida.
Mientras tanto en la habitacion del Lavanda se encontra Abel alistandose para pasar de nuevo al pasado.
-Uff... Laric, lo siento, ya no podre verte tan seguido... de hecho no se si pueda.-Decía un poco preocupado.
-Joven Lavanda los invitados ya están esperando abajo.
-Gracias Anette puedes retirarte.-Decia mientras salia tras su sirvienta bajando las escaleras dirijiendose unicamente al señor Grimaldi.-Mucho gusto me da verlo de nuevo Señor Grimaldi.-Decía mientras se estrechaban las manos.
-El gusto es mío y bien, que opina de nuestro nuevo contrato ¿Aceptará?.
-...Si acepto el nuevo contrato, por favor me podría decir sus condiciones como de igual manera les hare saber las mías.
-Bien, pero prefiero que usted comienze primero.
-Como guste, primeramente... que su hijo mantenga cierta lejanía hacia mí, segundo... que no lastime ni se meta con mis amistades, ya sean hombres como mujeres, tercero... que no se acerque a mis sirvientas, cuarto... no seremos pareja hasta que cumpla mi mayoria de edad y quinto... si el se aburre de mí... el contrato ya no seguirá en pie.-Decía mirando fijamente al señor Grimaldi, quien lo miraba con diversión.
-Bien acepto tus condiciones, pero mi hijo no es un salvaje para hacer las cosas sin pensar...-Miro unos momentos al Lavanda.-Jaja bueno tal vez si lo sea pero hablare con él, no tienes nada de que preocuparte, bueno yo no pido bastante solo tengo una condición... si es que mi hijo cumple con todo... cuando usted tenga la mayoria de edad vendra a vivir con nosotros a Canadá especificamente en Quebec donde va a vivir una vida junto a mi hijo.-Decía con una gran sonrisa.
-Entonces ya esta el contrato.-Decia el Lavanda estrechando sus manos.
-Bien ya es hora ¡¡SUELTEN AL ANIMAL!!.-Decia el Grimaldi llamando a sus hombres.
El Lavanda volteo su rostro viendo como traían una gran caja de rejas que estaba cubierto con una gran manta negra donde unos de los hombres del Grimaldi entraba con terror donde se escuchaban como abriendo esposas y removiendo cadenas, luego se escucharon gritos y vio caer el cuerpo sin vida del hombre que entro.
Lentamente del lugar enpieza a verse una silueta de estatura más alta que el Lavanda y sale con una navaja en mano que estaban empapadas de sangre.
-Padre, ¿Ya llegamos? ese lugar apesta horrible.-Decía mientras miraba a su padre hasta que su mirada se centra en el Lavanda, se ve que sus ojos brillan siente su cuerpo llenarse de alegria.-¡¿ABEL?!.
-Ah... Hola Álvaro Grimaldi.-Decía conteniendo su nerviosismo, a pesar de ser alguien que literal no tiene miedo a nada, él Álvaro era la excepción.
En un abrir y cerrar de ojos Álvaro ya se encontraba atrás de Abel abrazandolo, metiendo sus manos dentro de su camisa.
-Hola~A~a~A~a ¿Cómo estas mi vida?, ¿Te hizo algo este viejo arrugado? Dime sin miedo que soy capaz de matarlo.-Decia el joven Grimaldi apuntando con la navaja a su propio padre.
-Oye, oye que te pasa mocoso imprudente más respeto a tu padre, recuerda quien te eseño a usar esa cosa.-Decia mientras en un movimiente muy rapido quito la navaja a su hijo ahora apuntandolo a su hijo.-Oye animal el Joven Lavanda puso unas condiciones en este contrato y unas de ellas es el espacio personal.
Al decir eso su hijo fruncio el ceño y solto al Lavanda.
-Bien, no hace falta que me lo digas yo y-.Fue interrumpido por su padre.
-Ya lo escuchaste todo, lo siento por la acción de mi hijo joven Lavanda hasta aqui nuestra conversación, vendre a visitarlo una vez al mes, hasta luego, ¡¡RETIRADA!!.
-¡Oye viejo arrugado aún no hemos terminado, nunca me dejas hablar viejo gordo, feo y malo!.-Decia mientras pataleaba en su lugar.
El Lavanda solo estaba callado sin decir ninguna palabra, realmente se le hara muy dificil convivir con el Grimaldi durante los proximos años.
-Abel ¿Me extrañaste cierto?, yo se que si ¿Verdad,Verdad?.-Decía mientras miraba al Lavanda con una gran sonrisa.
-Ahh...-Supiro.-Si ya lo sabes no preguntes, Álvaro voy a salir y tu te quedarás aqui ¿Entrendido?, Adios.
Ya paso el dia y era hora de salir a distraerse, salió de su hogar al lugar acordado con Dane Laurent estaba muy feliz al recordar como era Álvaro estaba realmente feliz aunque sea ya no tendría una vida aburrida, estaba tan metido en sus pensamientos hasta que escucho una voz saliendo de su ensoñación.
-Abel ¿Como estas?.-Decia en signo de amor y paz con sus manos.
-Ah! Hola Dane que se te ofrece.-Decia con una mirada perdida.
-...Abel... ¿Estas bien?, se supone que nos debiamos de encontrar.-Decía mientras agarraba de los hombros al Lavanda.
-Lo siento, lo siento estaba distraido.-Decia alejandose un poco de Dane.
-¿En quien piensas?.-Decía en broma pensando en molestarlo.
-En Álvaro... hoy llego de meses a vivir en mi casa.-Decía mientras volvia en su ensoñación de pensamientos.
-¿Álvaro? ¿Quien es Álvaro?... oh... ya se es tu hermano o primo ¿Cierto?.-Decia el Laurent con nerviosismo.
-No... es un amigo, se quedara a vivir conmigo en mi casa... ahh.-Bostezar.-Espero que ya no se meta a abrazarme y tocarme por las noches...-En ese momento se puso a temblar del miedo que le podia dar ese sujeto.
Mientras dejaba sus pensamientos fluir atravez de palabras sin que se de cuenta, el Laurent se estaba molestando de lo que decía el Lavanda... no conocia ese tal "Álvaro" pero ya le estaba callendo mal.
-Abel espero que algun día me lo presentes.-Le da un beso en su frente del Lavanda.-¿A donde quieres ir?.
-¡Ah!... yo.. nose...-Decía sonrojado sin duda ya no pensaba en nada más, lo que queria el Laurent lo logro, tener toda su atencion en él.
-Ya se en donde ir... hasta que hora tienes que regresar a tu casa?
-Bueno, tengo que regresar un poco temprano estaré ocupado.
-Oh.. ya veo, pensaba ir a un recorrido de terror jejeje...-Decía nervioso.
-Oh me encantaria ir pero... eso inicia en la noche creo.
-Si bueno que te parece si vamos a un parque de diversiones.
-Bien.
Ambos se encaminaron al parque de diversiones, al llegar se emocionaron mucho aunque el Lavanda aun tenía su expresión seria.
-Abel mira vamos a subirnos a la rueda de la fortuna y tendremos un momento para enparejar nuestras ideas.-Decía poniendo su brazo en los hombros del Lavanda.
-No se... creo que seria inapropiado.
-Inapropiado porq-.-Se quedo callado al pensar la situación más con el hecho del tal Álvaro y que le hacia, con solo pensar eso su cara se tiñio de rojo.-Lo siento no queria decir de esa manera me refiero que...
-Bueno entiendo... pensé que me darias la contra y tomabas marcha atras de lo acordado...-Decía un poco desanimado.
-¿¡Que!?... Realmente quieres hacerlo, por mi no hay problema, puedo hacerlo si tu gustas.-Noto la mirada del Lavanda sin dar respuesta alguna.-Vamos de una vez.
-Ah... ok...-Decía con mucha confusión de lo que hablaba el Laurent.
Esperaron para el siguiente turno, al llegar subieron solo ellos dos a una cabina después de unos 3 minutos empezo a avanzar lento, Laurent se veia como un tomate.
-¿P-puedo?.
-Bien, pero no es necesario pedir permiso, de hecho para eso vinimos aqui ¿No?... para liberarnos de todos y coincidir juntos para disfrutar a nuestra manera.-Decía mientras miraba con cariño al Laurent quien estaba entrando en el ambiente por las dulces palabras del Lavanda.
-Abel... realmente es la primera vez que hago esto, pienso aún que es muy temprano para nosotros pero si tu lo quieres te complacere con gusto, solo quiero verte feliz.-Le agarra el muslo del Lavanda frotandolo suavemente, a Abel le incomodo un poco e incluso le hizo sentir raro pero no le tomo importancia ya que como casi nunca tuvo amigos pensaba que haci era un afecto físico entre amigos.
-A pesar que nos conocemos poco... ¿Estas seguro?...-Decía poniendo su otra mano en su otro muslo del Lavanda.
-Ya estamos aqui si te estas arrepintiendo no hay diversión... solo empieza...después de todo así entramos en comfianza y vemos nuestros problemas juntos... quiero desquitarme lo que tenia guardado estos ultimos días... yo no puedo solo.-Solo basto con esas palabras para alterar al Laurent.
En eso el Laurent agarra las piernas del Lavanda y las pone en sus hombros, entrelaza sus manos y sus labios se posan en el cuello del Lavanda dando pequeños besos con mordidas.
-O-Oye que estas... ¡Haciendo!.-Dice completamente rojo no entendia nada de lo que estaba pasando.
-No te preocupes, sere gentil.-Decía dando su mejor esfuerzo para complacerlo.
Pasaron unos 5 minutos así, un Lavanda tratando se separarse del Laurent y un Laurent dando su mejor esfuerzo, hasta que el Laurent mete su mano por debajo de la sudadera acarisiando su suave piel y su pequeña figura, en el momento que metio sus dedos para empezar a bajar el short del Lavanda se escucha un ruido rechinar por todo el lugar... tenian la gran mala suerte que la rueda de la fortuna se averió y estaban justamente en la parte más arriba.
-¿Que ah pasado?¿Porque se ah detenido?.-Decía dejando el agarre que tenia al Lavanda.
-¡¡OYE IMBECIL QUE ES LO QUE TE PASA PEDAZO DE INUTIL!!.-Decía empujando al Laurent al otro lado de la cabina haciendo que la cabina se tambalee mientras las demás personas de abajo gritaban que dejen de moverse o se caeran.
-Yo solo hice lo que me dijiste... que querias hacerlo y reforzar la amistad, además dijiste que era inapropiado y de lo que me contaste de Álvaro pensé que a eso te referías.-Decía con una pequeña sonrisa.
-¡¡YO TE DIJE QUE SI ERA INAPROPIADO HABLAR DE CLEMENCE SIENDO TU HERMANA, PENSE QUE TE PRECIONABA A HACERLO, POR ESO TE PREGUNTE ANTES DE INCOMODARTE¡¡, !!Y NO SE QUE SE TE OCURRIO EN TU MENTE PARA HACER ESO MAL PENSADO!!.-Decía mientras hacia mover toda la cabina, claro que era un chico serio pero esto sin duda no lo dejaria pasar.
-A.-Decia mientres re enrojesia.
-OIGAN NIÑOS NO SE MUEVAN POR FAVOR SI LES PASA ALGO ME DARAN MULTA, POR FAVOR COOPEREN.-Decía el encargado del juego mecanico.
Mientras el señor decía eso todos saldrian de sus cabinas bajando lentamente como pudieron ahora solo quedaban los más propensos al peligro... los de arriba.
-Ahora como haremos para salir de aquí sin salir lastimados.-Decía el Laurent.
-Mmmm... ya se, te ayudare a bajar de aquí.-Decía mientras habria la puerta de la cabina.
-Y tu como bajaras Abel... no te quiero perder.-Decía al filo del llanto.
En eso se escucha un crujido y resulta que se ah salido un tornillo que sujetaba la cabina.
-Yo estaré bien... confía en mí.-Decía cargando con su mano el brazo del Laurent y aventandolo hacia abajo, luego se agacho en la plataforma de la cabina y dejo caer al Laurent al techo de otra cabina y estaba mas cerca a abajo y luego saltará facilmente al suelo con seguridad.
Al momento de soltar al Laurent se mueve toda la cabina y se escucha otro ceujidos y resulta que se callo el segundo tronillo... ahora solo quedaban otros dos.
-¡Abel ya estoy abajo como te ayudo a bajar!.- Decía saliendo lagrimas de sus ojos.
-... Esa es la pregunta ¿Ahora como bajo yo?.-Murmuraba el Lavanda, en eso se cae otro tornillo ahora solo queba uno, lo cual hace es subirse y sentarse en las baranda que rodeaba en circulo a la ruleta de fortuna.
Estaba pensando que ya llego la hora en que todo acabaria por fin podria descansar de todos los maltratos y abusos de aquellos "Egoistas"... hasta que olió un olor a sangre combinado a un perfume de lavanda acercandose.
-... jajaja siempre me salvas cuando estoy al borde de la muerte... bien.-Mientras decía eso se paraba en la ligera barra de metal mirando a todos.-Aqui voy...-Decía mientras daba una patada a la barra donde se desprendio el ultimo tornillo que quedaba y hacer caer la cabina donde estaban, luego salta con una sonrisa al vacio, en eso se escucha el grito de todos que en ese preciso momento era música para sus oidos.
De un momento a otro se ve a una persona con atuendos oscuros saltar sobre la cabina que estaba en medio de caer y agarrar rapidamente al Lavanda y desender por las demás cabinas con facilidad soltando al Lavanda para que este comodo abajo donde un Laurent se acerco corriendo para poder abrazarlo pero fue detenido por una navaja que fue dirijida hacia su cuello del Laurent sin cortarle.
-Alejate de mi vida.-Decía con una mirada de sed de sangre, estaba enojado por la culpa de ese niño casi pierde lo más importante para él, facilmente podia agarrar un arma y dispararle a ese niño junto con todos pero primero no tenia un arma por que su única arma que le pertenecia se la dio al Lavanda y no era idiota para lanzar la única navaja que tenía para luego quedarse sin nada, dos ese tal niño parecia ser alguien importante para el Lavanda y no queria verlo triste además que lo odiaria.
-Álvaro, gracias por la ayuda... pero ¿Puedes regresar a casa?, esque me tengo que despedir de mi amigo.-Decía mientras ponia una de sus manos en la cabeza de Álvaro para darle pequeños golpecitos de cariño.
Normalmente el Grimaldi se hubiera negado a separarse de él Lavanda, pero al recibir su primera muestra de cariño de parte del contrario después de meses de conocerce le hacia muy feliz y no podia negarse ante ello.
-Bien, me retiro...-Decia mientras se hiba corriendo.
-Dane, ¿Nos vamos?.
-Esta bien... ¡No!... digo esperame un momento.-Decía mientra corria y desaparecia de la vista del Lavanda.
En Lavanda al estar confundido decide distraerse con las personas que andan caminado y disfrutando en familia hasta que vio a alguien en particular.
-...¿Laric?...¿Tambien tu?...-Decia sorprendido con un hilo de voz.
De por si el Lavanda no recuerda como fallecieron sus padres o por que no tiene familiares quien le haga compañia, lo único que sabia era que murieron de una manera muy trágica... el solo piensa que todas las perdidas son terribles y podrian morir de varias maneras, queria saber más pero en ese entonces solo prefirio callar y vivir el presente tranquilo, aunque no lo parezca el Lavanda tenia un odio a aquellos niños que si tenian con quien contar sus problemas y recibir cariño, porque todos los niños que conoció siempre se burlaban de él restregando su felicidad en su cara o almenos de esa manera miraba el mundo a excepción de un niño que conocio hace mucho, ... a Álvaro... y a Laric que tenian problemas con sus padres y vivian independientemente por su cuenta aunque ahora entiende por que Laric no es igual a todos es único... tiene familia que lo quiere y es bueno con los demás aunque muy ciego ante las situaciones como los engaños de la Clemence, no queria dañarlo penso que seria mejor dejarlo ir... por otra parte también estaba Dane aunque de él no sabe mucho, hablando del Laurent ya hacia acercandose a pasos rapidos hacia él.
El Laurent al venir se sorprendió al ver al Lavanda con una mirada vacia más de lo que ya es... y su cuerpo temblar.
-Abel ya llegue... ¿Te encuentras bien?.-Decía mientras queria tocarlo pero fue detenido al ver que la atenta mirada del Lavanda se posaba en el.
-Dane... ¿Te puedo preguntar unas cosas?.
-Claro dime.
-Tus... padres ¿Son rubios y albinos?.-Decía mientras acortaba su distancia entre ambos empujando al Laurent contra una pared con una mano en el hombro y la otra acarician los cabellos blancos platinados mientras sus ojos se acercan mucho a los ojos contrario.
-A-Ah... yo... ¡No!, digo, no mis padres son albinos como dos gotas de agua.-Decía mientras se sonrojaba.
-oh... ¿En serio?.-Se acerca lo suficiente para que sus respiraciones choquen.
-¡¡SI!!.-Decía mientras queria apartar al Lavanda de él por que no es una buena idea estar asi de juntos podria reaccionar de otra manera.
-Entonces por que tu hermana tiene los ojos celestes y tu rojos.-Decía mientras se separaba del Laurent.
-Ah..-Suspirar-Bueno, mi hermana utiliza lentes de contacto por que no le gusta su color natural.-Decía mientras evitava mirar al Lavanda.
-Oh... ya veo... ¿Podria saber el por que?.-Decía mientras comenzaba a salir del parque de diversiones.
-Bueno... ella sufrio insultos desde muy pequeña por sus ojos, bueno yo tambien solo que a diferencia de ella trate de defenderme y tal vez ahora estoy un poco en malos pasos... pero mi hermana no lo soporto en uno de esos días vi que la estaban insultando a Clemence y como buen hermano menor la fui a ayudar, pero en vez que me agradezca lo único que hiso fue agarrar un objeto y acerme una herida en el brazo que actualmente quedo una cicatriz.-Decia mientras le mostraba su brazo.-Me dejo bien en claro que no quiere mi ayuda y todo lo que le decian era cierto y necesitaba alcanzar sus expectativas de los demás para ser alguien ideal... esa fue su única escapatoria de lo que sufrio, actualmente es una persona horrible sin sentimientos a pesar de ser mi hermana la odio con mi alma.-Decia mientras apretaba sus puños.
En eso Abel voltea y le da un abrazo.
-Tranquilo esta bien, te quiero ayudar en lo que sea.-Decía mientras frotaba la espalda del contrario.
-Gracias Abel...-Decía aferrandose mucho al contrario.-Abel tengo algo que darte.-Detrás de él saca un ramo de rosas rojas.-Toma es para ti ojala sean tus favoritas.
Abel se sonroja mientras toma las rosas y le da un pequeño abrazo, a vista del Laurent se veía muy tierno.
-Gracias Dane.-Decia sonriendole.
-D-De nada.-Decía Sonrojado y nervioso-Nos vemos otro dia adiós.
En eso el Lavanda solo fue caminando unas cuadras para llegar a un lugar y sentarse y hecharse a reir...
-Vaya asi que... vienen cosas interesantes en mi corta vida... pero no esta él...-Decia derramando una lagrima.-Laric ¿Donde estas ahora, cuando me dijiste que siempre estarias conmigo?.-Decía mientras se hacia bolita.
-¿Abel?...
El Lavanda al escuchar esa voz solo piensa "Gracias por venir... pero esto no esta bien... lo siento", mientras levantaba la mirada y veia a quien estaba frente suyo.
Continuará...
Lo siento por la demora y si es muy largo el capítulo 😄, gracias por leer❤.... este capítulo estará dividido en tres partes, nos vemos :).
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