03|"Los Laurent"
26/08/2013
Abel Lavanda
Después de que cada uno se dirigiera a su casa, el joven Lavanda esa noche no durmió por andar pensando en lo aquel sucedido esa tarde, su pensamientos daban vueltas y vueltas, no sabía que hacer ahora, si decirle la verdad o no.
-Que hago... si le digo tal vez se ofende y se aleja de mi... y si no le digo no podré estar tranquilo conmigo mismo... espera... por que ando pensando en ese raro, ni debo preocuparme... que me esta pasando.-Después de decir eso se hizo bolita entre las sabanas de su cama.
Aquella tarde al llegar de su "Salida" sus sirvientas lo vieron muy feliz tarareando una melodía, ellas estaban felices como también sorprendidas de aquel comportamiento del Lavanda, desde hace una semana que no lo veían así pensaron que tal vez ese día no lo golpearon o saco buenas notas.
Aquellas sonrisas de sus sirvientas se desvanecieron cuando vieron al joven Lavanda al dia siguiente metido en su mundo y sin salir y tomaron la decisión de ir a hablar con él menor.
-Joven Lavanda ¿Se encuentra bien? Lo veo muy pensativo.-Dijo Babette mientras entraba al cuarto del Lavanda.
-Si le gustaría hablar con alguien, aquí estamos jefe.-Dijo Anette mientras entraba último.
El Lavanda al verlas entrar se levanta de su cama y se dispone a hablar.
-Gracias por su preocupación, pero me encuentro bien, por favor les pido que esta relación que tenemos solo sea entre sirvientas y Jefe.-Dijo mientras pasaba entre medio de ellas para irse a alistar para un día más de clases.
Las sirvientas al verlo irse solo se sonríen con melancolía y se van a seguir con sus labores mientras Abel cuando les dio la espalda sonrió con relajación, le gustaba que se preocuparan por él pero no quería ser una carga.
Esta vez sus sirvientas lo llevan en su vehículo a su escuela, se despide de ellas y va directo a su salón de clases hasta que... la misma chica que apareció hace una semana a golpearlo de nuevo estaba hay mirándolo detalladamente, él pensaba que lo volvería a golpear así que sin decir nada se sacó su mochila y la puso en el suelo, la chica al ver su acción se ríe a carcajadas.
-Jajaja eres muy gracioso... bueno a lo que venia, te advertí que no te le acercaras a Larice, y lo primero que haces es ¡Eso!-Dice mientras se acercaba un poco más al Lavanda.
-Lo siento... -Se estaba cansando, para él... estaba bien que lo golpeen por que era débil... lo soportaba, era cierto... estaba bien si le golpeaban porque estaba solo... lo soportaba, era cierto... estaba bien que lo golpearan por que era un estorbo... lo soportaba, era cierto... pero que lo golpearan por hablar con alguien que no lo conocía era otra cosa
... no lo soportaba.- Disculpa pero yo no conozco al tal "Larice".
-Si lo conoces muy bien que hasta ayer estaban sentados tomados de la manos que te pasa eres un asqueroso homosexual... para tu información, Larice, no le gusta los chicos como tu... a él le gusta las chicas lindas como yo, así que te estoy haciendo un favor para que no termines con el corazón roto, ¡Ah! Mira hay viene así que con permiso adiós~.
26/08/2013
Laric Durand
Después de llegar a su departamento con toda la felicidad del mundo, sinceramente durmió muy bien esa noche, al día siguiente apenas se levanta entra dando una patada a la puerta con gran orgullo al comedor de su departamento, donde se encontraba su padre que estaba sentado esperándolo para ¿Desayunar?
Ambos, hijo como padre, se miran durante unos segundos hasta que recién el joven Durand capta la situación.
-Padre... ¿Que haces aquí, no deberías estar en tu trabajo?-Dice Laric mientras se reincorpora y se sienta al lado de su padre.
-Ah.. bueno quería al menos pasar el desayuno contigo y pasar un tiempo, aunque sea corto, con mi único hijo.-Dijo para luego sonreírle y tomar un poco de leche de su taza.
-Bueno... ¿Debería de agradecerte?, siempre estas bien metido en tu trabajo y nunca estas cuando te necesito, siempre fue así ¡Siempre!.-Dijo para luego darle un mordisco a su sándwich con el ceño fruncido y ojos cerrados.
-Por eso quiero empezar de nuevo, además, a pesar de no estar casi presente, siempre te enseñé los buenos modales y respeto... ¡Que es eso de patear la puerta ah!.-Dice enojado al ver la acción que hizo su hijo al entrar al comedor.
-Ah..ah.. lo siento jeje, solo que estaba muy feliz y no pensé en mis acciones.-Dice un poco nervioso no se acordaba que hizo eso solo siguió a sus acciones.
-Que no se vuela a repetir por favor.-Dice mientras se levanta y agarra su maletín.-Alistate rápido, te llevaré a tu escuela.
-Bien.
Al terminar de alistarse su padre lo lleva a su escuela y el se dispone a ir a su trabajo cuando llega a su escuela lo primero que quiere hacer es ver al Lavanda, siente que ahora si puede hablarle sin ponerse nervioso... ahora si llego la hora de establecer mejor su amistad.
Se dispone a correr... lo necesita, necesita verlo, cuando llega se queda perplejo al verlo a Lavanda con una ¿Chica?, Siente su corazón romperse un poco... ¿Porque?... hasta que llego con ellos...
-... Hola Abel y... ¿¡Clemence!?.
26/08/2013
Mientras Abel escuchaba cada palabra que salía de esa chica sentía su corazón poco a poco romperse... ¿Acaso "Larice" era Laric?.
Cuando la chica se fue a saludar a Laric el simplemente se dispuso a caminar eh irse no quería quedarse hay se sentía incomodo.
Laric al llegar vio a la chica de la otra vez que se abrazaba a su brazo, no le molestaba pero era incómodo y aún más sabiendo que delante suyo esta Abel.
-¡Hola Larice buenos días!-Decía la chica mientras le sonreía.
-¿"Larice"?-Dijo confundido de aquel nombre.
-¡Si! Larice así te llamaré.
-Pero me llamo Laric y no "Larice"-dijo con desagrado.
-Yo quiero llamarte asi.-Decía mientras se aferraba más a su brazo.
-Como quieras... oye ¿Y Abel?-Miro a todas partes y lo vio yéndose.-¡Abel! Ven aquí.
En eso Abel voltea y con una mirada fría y deprimida se acerca lentamente.
-Que quieres Durand... tengo prisa.-Decía mientras su mirada se mantenía fija en Clemence.
-...Abel... ¿Estas molesto? Porque me hablas así.-Decía casi evitando llorar... primero lo veía con una chica y ahora le hablaba frío, no entendía.
-No estoy molesto... que quieres.-Le dolia hablarle así a Laric pero no quería acercarse más a él no quería sufrir.
-Después de clases te gustaría salir conmigo a caminar un rato.-Dijo un poco deprimido.
-Oye eso tienes que decírmelo ami.-Dijo con enojo Clemence.
-...-Miro fijamente a Clemence y luego a Laric.-Me parece bien, nos vemos luego.
-¡Gracias!.-Decía mientras de sus ojos parecian brillar de emoción.
-Oye... ¿También puedo ir yo?.-Dijo la chica a lo que Laric solo asintió.
Todos se fueron a sus salones y al terminar de las clases todos se reunieron en la entrada del colegio.
-Llegue.-Decía Abel mientras movía su mano en señal de saludo.
-¡Hola Abel!.-Dijo el Durand con toda la alegría del mundo.
-Hola.-Fue lo único que dijo la chica para luego jalar del brazo al joven Durand eh caminar.
-Una pregunta... ¿Ustedes de dónde se conocen?.-Dijo tratando de resolver sus dudas.
-Yo no la con-.-Fue interrumpido por la chica.
-Nos conocimos hace poco por unos amigos.
-¿"Amigos"?... ya veo.-Dijo con duda... desde que conoce al Lavanda nunca lo vio con otros amigos.
-Disculpa me gustaría saber tu nombre.-Dijo el Lavanda arruinando su plan de la chica.
-Ah..Ah.. que rápido te olvidas de mi jajajaja me llamo Clemence Laurent.-Dijo medio nerviosa y enojada con el Lavanda.
-Un gusto me llamo Abel Lavanda.-Dijo tratando de interferir en sus planes y el Durand se diera cuenta... estaba molesto, el nunca mentía y que alguien mienta en su nombre le parece lo más bajo posible.
-Bueno en ese caso igual me presento soy Laric Durand un gusto.-Decía sintiendo dos miradas, una de alegría y otra de una mirada fulminante.
Así pasaron toda la tarde mientras más pasaba el rato más le dolía al Lavanda ... él parecía el que sobraba en ese lugar, se sintió traicionado.
Al atardecer el Durand recordó que su padre hiba a venir temprano y decidió irse primero a lo que se quedaron ellos dos... otra vez.
-Debes dejar de intentar estar a su lado todo el rato... ¿Lo viste que feliz lo hago?.-Dijo mientras ponía una botella de agua en la cabeza del Lavanda mientras el solo se dejaba con una mirada triste hacia el lugar donde se dirigio Laric desde abajo.
-Me tengo que ir adiós.-Dijo mientras se levantaba y caminaba.
-¡Espera!... Sabes a pesar de que Larice me ama ami y yo a el... me das pena... tengo un hermano pequeño y siempre está solo, yo hago lo que puedo por estar con él pero no tengo tiempo y ahora que empesare a salir con Larice... me gustaría que lo cuides y le hagas compañía de esa manera ambos ya no pareceran unos pobres antisociales, si quieres te pago... ¿Aceptas?-Dijo sacando un poco de dinero y exteniendole el dinero.
En eso el Lavanda ya llegó su límite y le da una bofetada en su mano de la Laurent en donde sostenia el dinero que salio volando, en eso decide decirle sus verdades...
-¡Oye! Ven escúchame niña engreida, primero no es como tu lo dices "Larice" es ¡¡Laric!!, segundo tú no tienes ningún derecho a decir que ustedes estarán en una relación o ¡¡no!!, tercero te soporte muchos de tus estupidos insultos hacia mi persona... pero no soportaría que alguien como ¡¡TÚ!! Después de todo ese desprecio hacia ¡¡Mi!! vengas a decir que tienes piedad y me hagas rebajar tanto poniéndome como niñera de tu hermano, eres la persona más ¡Horrible! que eh conocido durante tantos años de mi vida que eh soportado maltrato por todos, si quieres que no me acerque a Laric ... lo haré, pero con una condición... dile la verdad sobre nuestro primer encuentro... me retiro.-Dijo después de desquitarse todo lo que tenía guardado.
-... -Simplemente se quedó callada era la primera vez que alguien le amenaza, estaba en shock.
En otra parte, exactamente en un departamento se encontraba un padre y su hijo conversando.
-Hola padre ya llegue.-Decía el Durand un poco deprimido.
-Hola... que pasa hijo, hoy en la mañana estabas con una inmensa alegria y ahora te veo muy apagado.-Se puso a pensar un poco las acciones de su hijo.-Oh... ya puedo deducir que es, se trata de una persona especial, ¿No?.
-Ah... podría decirse que si... hoy fue muy cortante, padre que me recomendarías.-Decía tratando de encontrar ayuda de su padre.
-Bueno puedes llevarle a un lugar muy bonito y romántico y decirle cuanto quieres a esa personita.
-¿Ro-romantico?-Dijo medio sonrojado nunca habia hablado sobre eso con nadie y le sorprende que su padre sea quien le hable de eso.
-Claro por supuesto, así podrá relajarse y contarse sus inquietudes.
-Bien... oye padre ¿Que opinas de las relaciones entre chicos?.-Dijo por qué quería saber su opinión respecto a eso.
-De que estas hablando hijo, eso no debería existir, esas relaciones solo traen desgracias tras desgracias ¡¡AH!!.-Decía con el ceño fruncido.
-Okey me voy a mi habitación.-Decía mientras trataba de irse no podía creer que clase de persona era su padre.
En otro lado se encontraba un Lavanda llorando en su habitación, nunca le habían ofendido tan feo en su vida llamándolo "Asqueroso Homosexual"... le dolía mucho.
-Si sigue comportándose de esa manera se lo diré a Laric y nunca más me les acercare a esos dos.
Al día siguiente con duras penas se levantó de su cama y fue llevado a su escuela, al llegar vio de lejos a joven Durand con la señorita Laurent en eso evita ir con ellos y se sienta en una banca cercana sin darse cuenta que alguien estaba a su lado solo.
-Esperare a que se vayan, ni loco pasare por ese lugar.-Murmuraba mientras se quejaba hasta que sintió a alguien agarrarle su hombro, y lo primero que pensó fue "Otra vez no" y volteó con desgano.
-Oye este es mi lugar para pasar el rato solo...-Al ver el rostro del Lavanda sintió palpitar su corazón.
-Lo siento ya me voy-Decia con desinterés agarrando su mochila.
-Oye espera... quieres hacerme compañía siempre estoy solo.
-Esta bien.-Dijo por que no le quedaba de otra, bien era ir pasando cerca donde esa pareja o quedarse con ese tipo, definitivamente eligió la última opción.
-Un gusto me llamó Dane Laurent... ¿Y usted?.-Decía mientras pasaba un brazo por los hombros del Lavanda estando muy cerca entre sus rostros.
-Tu.. Tu.. no eres ¿¡El hermano menor de Clemence Laurent!?-Dijo con sorpresa mientras se paraba, ¿De verdad era menor? Era un poco más alto que él y muy atractivo para su parecer.
-¡Si! La conoces de seguro... ella es muy problemática y engreida... ¿¡Oye por que lloras!?-Decía alarmado parandose y abrazando al Lavanda.
-No es nada.-Al menos encontró a alguien que si lo apoyaba y no se dejaba llevar por la Laurent.
-No te preocupes yo estoy aquí, mientras estoy aqui nada ni nadie te hará daño-Decía mientras deducía que alguien le hacía daño por las vendas en sus brazos.
-¿Hasta te pondrías en contra de tu hermana?.-Decía quería saber si el era de confiar.
-...Si...-Estaba un poco confundido pero respondio sinceramente.
-Me llamo Abel Lavanda un gusto. -Decía mientras le mostraba una sonrisa.
-El gusto es mío, bueno me tengo que ir hasta luego-Decía mientras le daba un pequeño beso en la mejilla del Lavanda.
-A-adios.-Decía sonrojado.
Todo eso pasó a vista del Durand, ahora si necesitaba hablar con el Lavanda el porqué lo evitaba y ahora esto.
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