Prólogo

Actualmente, la tecnología ha avanzado mucho y con ella, las formas de comunicarse con gente que está en el otro lado del globo terráqueo. Gracias a eso, podemos hablar (o mensajear) con familiares o amigos que por distintos motivos no se encuentran con nosotros.

Pero claro, eso también es un peligro, ya que también avanzaron las formas de hacer daño a la gente. Ahora, es común escuchar en los noticieros, de alguien que ha sido contactado mediante internet y no se ha vuelto a saber nada de él o ella, o, por el contrario, terminó bajo las garras de alguna organización criminal.

Debido a eso, es normal que los padres repitan a sus hijos que no le hablen a desconocidos por internet, ellos tratan de protegernos. Pero, a veces desobedecemos a sus indicaciones y terminamos hablando con desconocidos en una red social. A veces ellos te caen de lo mejor. A veces te encariñas más de lo que quisieras. A veces los quieres tanto, que tu único sueño es el de conocerlos y darles un fuerte abrazo.

Fue eso lo que le paso a Michelle Vega, ella nunca pensó sentir tanto afecto por alguien que apenas conocía, pero Adrián Olavarría le  demostró que la distancia no es más que un obstáculo, que, con perseverancia y dedicación, no tardaría en ser superado.

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