Parte XI

—¿Cómo va todo con Jessica?—preguntó Michelle, de improviso.

Adrián abrió la boca para responder, pero la cerró de inmediato y eso hizo dudar un poco a Michelle. ¿Qué había pasado que ella no se enteraba? ¿Acaso algo malo había sucedido con su cuñada?

Sé quedaron en silencio por unos minutos, sin decir absolutamente nada. Michelle tuvo el impulso de apagar su computadora porque estaba algo incomoda, pero antes de que lo hiciera, Adrián había hablado.

—Esta de maravilla...—murmuró—Estamos de maravilla, en realidad…

Eso no convenció del todo a Michelle, lo conocía muy bien, lo conocía demasiado bien, y sabía que algo le estaba ocultando.

—¿Estás seguro?

Adrián se tomó su tiempo para responder.

—Cla-claro…

Era más que obvio que le escondía algo, podía mentirle a medio mundo, ¿pero a ella? A pesar de no vivir cerca, se atrevería a decir que lo conocía mejor que muchas de las personas con las que él convivía diariamente.

—Dime la verdad, ¿paso algo entre ustedes?

A ella no le gustaba andar con rodeos, ir al grano y tomar el toro por las astas era lo suyo.

—Jess está embarazada.—respondió Adrián, sonriendo mientras sus mejillas eran pintadas de rojo.

¿Tan difícil había sido decir eso? Y después decían que las complicadas eran las mujeres.

—Veo que no pierdes el tiempo, Romeo—lo felicitó Michelle, dedicándole una de sus mejores sonrisas.

Otra vez Adrián se tomó su tiempo para responder, ¿a qué temía tanto? ¿Acaso tenía la sospecha de que ese no era su hijo y que el verdadero padre de esa criatura fuera el lechero?

—Y nos ca-casaremos—soltó Adrián, sin anestesia previa.—Y yo quiero que seas la madrina de mi hijo, no me importa si no estas aqui, lo veras todo por Skype, pero quiero que lo seas...

Michelle se había quedado muda por unos segundos, mientras su cerebro procesaba toda esa información: ¿Adrián y Jessica se casarían? ¿La cigüeña los visitaria y la habían elegido a ella como madrina? ¿De tantas posibles y mejores candidatas tenían que haberla elegido a ella? Joder, era demasiado para solo un dia, pero por nada del mundo se iba a negar, es más, estaría presente en el dia mas feliz de su mejor amigo.

Creo que esta es la penúltima parte... creo.

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