No era nada sencillo desliarse del follón de cuerdas que estaba enredado en ramas de árboles.
Vakypandy luchaba contra cada uno de los centímetros del paracaídas.
Seguía colgando,y llevaba así,estimaba,unos cinco minutos.

Había tenido un golpe de suerte. Recordaba el haber caído de forma rapidísima,podría haberse matado. Estaba agradecida a la rama que le había salvado la vida enganchando la anilla,pues sino estaría hecha papilla en el suelo,pero odiaba al resto del árbol por ponérselo tan difícil para soltarse.

Ni siquiera iba a llevarse el paracaídas,¿acaso la querían comprar cómo una rebaja?
Ése árbol necesitaba un terapeuta y un psicólogo muy buenos.
Oyó unos crujidos entre la maleza y dejó de moverse.

- Oh,genial...ahora vendrá alguna fiera a matarme...ha sido bonito mientras duró,planeta Tierra,pero sabíamos que algún día nuestra amistad terminaría... -la cabra resopló al oírse. ¿De verdad estaba diciendo aquello?

De entre la maleza que la rodeaba salió Trotuman,que llevaba mucho rato buscando a su amiga.
Al verla allí,tan cerca del suelo,supo que había salvado el pellejo por muy poco.

- ¿Necesitas ayuda?

- No,tranquilo,sólo estoy disfrutando de las vistas -dijo en un tono sarcástico- ¡Pues claro!

- ¿No puedes hacer un hechizo? Para soltarte,ya sabes.

- Crees que si pudiera haber hecho un hechizo...¿¡no habría tirado de la anilla en vez de esperar a estamparme contra el suelo!?

Trotuman se estremeció ligeramente. Odiaba que Vakypandy se enojara con él,así que la ayudó rápidamente a soltarse.
La cabra cayó cómo los gatos al suelo,y miró al paracaídas.

- Ahí que se va a quedar...¿dónde estamos? ¿Y Vegetta y Willy?

- La explosión nos trajo a cada uno a un sitio. Tenemos suerte de estar juntos. Ellos están separados y lejos,y sabes que no presto atención a clases de orientación... -la tortuga se daba cuenta de que así no animaba a su amiga- Pero están los verdipedruscos,y Mumúchumu...si los encontramos,nos ayudarán...

- Si supiéramos ubicarnos y saber en qué parte de la isla estamos,sería fácil. Pero sólo hemos estado una vez aquí,y cómo no somos ni unos verdipedruscos ni Mumúchumu,estamos fastidiados-la mascota de Vegetta miró a su alrededor. Recordaba a las fieras y a algunas serpientes,la amnesia de Vegetta...

Vegetta. Su mente se posó en él rápidamente. Sabía que podía haber abierto el paracaídas,así que no tendría amnesia...pero le preocupaba. Empezó a pensar también en Willy. Era difícil para una tortuga y una cabra sobrevivir,solos,buscar a sus amos...en un terreno que apenas conocían o sabrían reconocer...

- Tenemos que movernos Trotuman. Vamos...

- ¿Y adónde iremos? - a la tortuga no le agradaba la idea.

- Habrá partes de la isla que reconozcamos,cómo el Templo de Mumúchumu o el Puente Basculante. Y si damos de paso con el Poblado Veridpedrusco,mucho mejor. Aunque la prioridad está en encontrar a Vegetta o a Willy.

- Creo que Willy cayó más cerca,por allá... - la mascota señala una dirección.

- Vamos pues.

Empezaron a avanzar,espantando moscas comunes y no tan comunes.

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Willy se despertaba,en un sitio que no reconocía,en la otra punta de la isla,separado de su amigo Vegetta,y de sus mascotas Vakypandy y Trotuman. Cómo era de esperar,Trotuman no había adivinado la dirección,aunque esto Willy no podía saberlo,ya que no tenía ni idea de dónde estaba.

Se levantó y observó el panorama,dándose cuenta de la gravedad de la situación. No reconoció ni una sola hoja,así que dedujo que estaría en una de las pocas partes que no exploró junto a los verdipedruscos.

Estaba jodido,se dijo,porque si no sabía dónde estaba,se debía a qué estaría muy lejos de todo lo que ya conocía de la isla. Decidió subirse a un árbol para observar el panorama.

Le costó un riñón tener que trepar,y después se dio de bruces con que la isla era más grande de lo que en su momento pensó y tenía asumido hasta entonces: no veía nada más que maleza y montañas,ni siquiera veía playa o mar.

Se bajó del árbol seis veces más rápido de lo que se había subido,deduciendo que estaría en una zona deshabitada,ya que no sabía de la existencia de aquel lugar. Ni siquiera había visto el río de la isla. Tanto misterio le ponía nervioso.

Si la zona estaba deshabitada,lo cuál era muy probable por la falta de monumentos a Mumúchumu,las fieras deberían estar por allí. Era una simple deducción,pero tenía que ser cierta. Esto descartó la opción de ir por tierra cómo debería hacer. No sabía de fieras voladoras,así que los árboles eran su mejor opción. Trasladarse de árbol a árbol iba a ser difícil,ya que requería muy buenos saltos.

Subió de nuevo al árbol,y observó la ruta. Enseguida su mente se nubló. ¿Hacia qué lado ir? Podría ir a cualquiera,pero se arriesgaba a ir más adentro de la zona deshabitada y acabar más perdido de lo que ya estaba.

No podía arriesgarse,así que tenía que jugarlo todo a una carta: esperar  que sus amigos tuvieran la misma idea que él y pudiera verlos en un árbol. Con suerte,habrían caído algo lejos de aquella zona,y sería fácil verlos,excepto si era Trotuman,ya que todo era verde.

Se tendría que quedar a esperar,y bajar a por alimentos sólo cuándo fuera necesario.

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Vegetta estaba más solo que la una cuándo despertó. Tampoco reconocía el lugar. ¿Qué tan mala suerte podían tener los 4 que todos caían en zonas que no conocían?

El pelimorado se rascó la cabeza,y vio un mejunje morado,y brillante,que le recordó al material químico con el que trabajaba Homer Simpson.

Un rastro de ése mejunje se abría a su lado,dejando claramente ver que su caída había hecho que él lo creara,restregando por el suelo aquella sustancia líquida.

Siguió el rastro,indeciso. Podría estar metiéndose en un fregado muy gordo,y a nadie le gusta estar en medio cuándo aumenta el jaleo. Sin embargo,algo le decía que aquello era letal y venenoso,así que decidió meterse en medio del jaleo. Era Vegetta,después de todo,¿qué se le podía hacer?

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Ya era hora de actualizar ésta cosa XD

¿Me echaron de menos?