02
Mingi no pudo volver a su casa sino hasta tres días después, pero volvió, a salvo. Se tiró a su cama sin reparar en el hecho de que todo su cuerpo se resentiría con él.
Estaba sucio, sus pantalones estaban empapados del semen que resbalaba de su trasero y había semen seco en su camiseta, ni siquiera le habían ofrecido una ducha o un cambio de ropa, ni siquiera atención médica.
Llevó una mano a su rostro, cubriendo sus ojos de la luz del techo.
No se permitió flaquear cuando el señor Jeong, Yunho, lo desnudó, tampoco dijo nada cuando unas manos asperas lo sujetaron con fuerza de la cintura y presionaron una erección entre sus muslos. Dos de ellos le besaban el cuello y los otros miraban con atención. Para Mingi era difícil recordar lo que había pasado con detalle, tenía imágenes en su cabeza que iban y venían y no estaba seguro de lo que realmente había sucedido.
Sólo recordaba algunas cosas.
San, el primero que se acercó a él después de Yunho, fue amable, tocándolo con esas manos asperas delicadamente. Mingi apretaba la mandíbula incapaz de reaccionar a lo que estaba pasando. Yunho no fue tan amable como él, sus dientes mordían la piel de sus hombros y su cuello, sus manos tiraban de su cabello con fuerza para que Mingi lo mirara a los ojos. Había hambre y molestia en esos pozos negros.
No hicieron más que tocarlo descaradamente en ese lugar, pero cuando lo llevaron a una casa apartada de la ciudad cuyo camino tomó más de una hora, fue diferente.
Hongjoong, a pesar de ser más pequeño que él, lo inmovilizó cuando Mingi trató de luchar, susurrando en su oído que solo aceptara lo que iban a darle, que era muy afortunado por haberle gustado al jefe. Mingi no encontraba la fortuna en ser violado por esa gente.
Cuando abrieron las piernas de Mingi, él se concentró en el pájaro en el árbol detrás de la ventana y al principio no sintió nada más que molestia y rabia. Jamás en su vida había sido tocado de esa manera, ni siquiera en prisión donde había todo tipo de violadores.
Fue atado de manos y dos de ellos se encargaron de él, Hongjoong y Seonghwa. Los vio compartir besos entre ellos al mismo tiempo que lo tocaban a él y Mingi sintió que se le revolvía el estómago. Luego, hubo algo que lo hizo temblar y gemir, Hongjoong se reía como un maniático tocando ese punto en su interior con su polla, desenfrenado, completamente feliz de tener una reacción de parte de Mingi.
Cuando terminaron, Mingi se hizo una bola en la cama y trató de recuperar su respiración. Él era un hombre, pero se había corrido por la polla de otro hombre, eso lo enfermó. Más tarde ese mismo día, Jongho entró a la habitación con algo de comida y esperó hasta que Mingi comiera, pero Mingi no tenía hambre. Sentía náuseas y dolor en todo el cuerpo.
Jongho le ofreció cigarrillos y Mingi los aceptó. El hombre lo miraba con curiosidad, pero no hizo nada para alterar a Mingi.
La primera noche lo dejaron en paz en esa cómoda cama, pero Mingi no pudo dormir.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top