Capítulo 6
Seokjin observaba desde la plataforma contraria a Hoseok, quien estaba tan preparado que incluso se puso un traje de actuación para ensayar. No era el mismo que estaba programado para utilizar al día siguiente, en la apertura del circo, sino que seguramente era alguno que ya tenía desde un show anterior. Era uno de cuerpo completo, ajustado, color carmín, con un sombreado más oscuro demarcando los músculos.
Se veía muy atractivo, como la personificación de lo demoníaco y sus tentaciones, encendido y fogoso.
- No te esperaré toda la tarde Seokjin
- Voy
Hoseok comenzó a balancearse y se invirtió, como Taehyung lo había hecho antes. Seokjin estuvo columpiándose y saltó hacia Hoseok, con un salto doble, y luego se devolvió, saltando a la plataforma del centro. Repetía la secuencia, hasta empezar con los quíntuples.
El pelirrojo recibió cada uno de sus saltos, y mientras lo sostenía, pensaba en qué pasaría si simplemente soltaba a Seokjin el día del show. No habría arnés ni redes que le impidieran caer. Luego, sintió su garganta contraerse, y tuvo que pedirle a Seokjin un momento de pausa. El de cabello rosa lo entendió, y permaneció sentado por un rato en su plataforma.
Hoseok estaba hiperventilando, por la angustia de imaginarse a sí mismo haciendo algo tan ruin.
- ¿Estás bien? - preguntó Seokjin, notando algo extraño en su comportamiento.
- Sí, no pasa nada
- ¿Comiste bien?
- Sí
- ¿Seguro? El otro día me sentí mal después de practicar, había comido sólo un tomate con sal
- Comí bien, nunca haría una estupidez como esa. Sigamos.
Volvieron a poner en marcha los saltos. Cada vez que Hoseok lo recibía en sus manos, Seokjin intentaba descifrar la expresión en su rostro, pero el pelirrojo miraba hacia otro lado. ¿Por qué evitaba su mirada? Nadie más lo hacía. Quizás había contestado en forma demasiado humillante ese primer día, y Hoseok aún se sentía menoscabado, pero Seokjin jamás se dejaba pasar a llevar por alguien, y si tenía que contestar con ponzoña, lo hacía.
El trapecista con más tiempo en ese circo decidió poner fin al entrenamiento. Seokjin aceptó, y bajó de su plataforma, casi al mismo tiempo que Hoseok. Fueron a lavarse las manos, y en ese tiempo vacío en el lavadero, el de cabello rosa no pronunció palabra, no sino hasta que Hoseok lo buscó.
- Así que estás intentando seducir a TaeTae
- Hm... estábamos entrenando
- Yo vi otra cosa
Jin suspiró. - Lo que hayas visto, no es de importancia.
- No vayas a decir eso frente a él, vas a quebrarlo.
- Me refiero a que no es de importancia para ti
- Es cierto. Aunque a ti si debería importarte - Hoseok respiró con calma, con un gesto altanero y despreciativo. - El pobre chiquillo tiene un tema con eso de la fidelidad... mira, quizás babea por ti ahora, pero nunca querrá involucrarse en algo serio con alguien que hizo exactamente lo mismo que llevó a su hogar, y a su circo, a desmoronarse.
Muchas cosas fueron cobrando sentido. Lo que llevó al circo de la familia de Taehyung a fracasar fue alguna aventura de su padre, muy probablemente. De todas maneras, ¿cómo se atrevía Hoseok a hablar tan ligeramente de un tema que, de seguro, era doloroso para el muchachito? No se lo permitiría. - No eres Taehyung, y no tienes idea de lo que él quiere.
- Quiere follarte y ya, así funcionamos, ¿no? Hay chicos que son para novios, y otros... pffftt...
- Sí, claro... un consejo: esos comentarios de señora despechada deben ser aburridísimos para Yoongi.
Hoseok lo tomó del collar de su camisa, y lo arrastró a la pared con la clara intención de golpearle la cara.
- No te dejo la cara morada porque mañana actuamos
Seokjin se reía. - No es terrible, lo tapo con maquillaje, así como tendré que tapar los chupones que tengo en el cuello
Hoseok le rasgó la camisa, buscando alguna mancha en su piel, pero no había absolutamente nada. Soltó al de cabello rosado, con rabia, e intentó contenerse, apretando los puños.
- Sé más seguro de lo que tienes, Hoseok. No vine a quitarte nada, vengo a trabajar. Permiso, y te espero para el ensayo de mañana en la mañana.
Hoseok lo vio caminar hasta el bus que le servía como casa, y sin pensarlo apoyó la cabeza fuertemente contra la pared. Dolió un poco, dejaría un chichón, pero se lo merecía, estaba sacando la peor de sus caras, únicamente por celos.
Se desconocía, no era el Hobi alegre, risueño y brillante de siempre, que se hacía respetar únicamente por el amor que entregaba a su arte y a los demás.
~
La cama se sentía húmeda y calurosa. Despertó con la piel ardiendo, a eso de las cuatro, y se sobresaltó al darse cuenta de que obviamente estaba acompañado. Observó definitivamente, y lo vio, un muchachito rubio estaba acurrucado contra su cuerpo, durmiendo profundamente.
Lo movió con suavidad, para despertarlo sin asustarlo. - Taehyung-ah
El chiquillo abrió los ojos con lentitud y parecía estar entendiendo nada tampoco.
- Oye, Taehyung, te metiste a mi cama, ándate a la tuya - se quejó. - ¿Cómo sudas tanto?
- ... malo
- ¿Por qué viniste a mi cama?
- Me sentía solo
Quiere follarte y ya.
Hay chicos que son para novios, y otros... pffftt...
- Siempre has dormido sólo, ¿cuál es el problema ahora?
- Que estoy más lejos de mi casa
Seokjin miró al techo y suspiró. Eso lo había conmovido. Abrazó a Taehyung, olvidando el calor sofocante de su piel tostada, y comenzó a jugar, deslizando las yemas de los dedos por sus hombros y brazos, lentamente, como un sutil masaje. Avanzó por su espalda, rodeándolo, y dibujando patrones, como mandalas adornando su dorso. Taehyung dio un gemidito de gusto, y se abrazó más apegado a Seokjin, enterrando su rostro en aquella región que le parecía tan segura, sobre la clavícula del mayor.
El rubio quiso tentar a la suerte, y depositó un beso suave sobre la delicada piel allí. Seokjin cerró los ojos, y respiró audible, siendo imposible mantener la calma, pero intentándolo de todos modos. Taehyung continuó explorando, embriagándose con el aroma de Seokjin y trazando un camino enredado, con la punta de su nariz, desde la clavícula, subiendo hasta la oreja de su acompañante.
Seokjin sintió un escalofrío recorriendo su cuerpo y, en forma involuntaria, los dedos de sus manos se recogieron, arañando la espalda de Taehyung en un punto. El rubio gimoteó, y luego cerró sus ojos, sonriendo satisfecho, y volvió a abrirlos cuando el mayor buscó sus labios y lo besó. Fue un beso intenso y apasionado, Taehyung se internaba en el misterio de Seokjin, explorando con su lengua y degustando la suavidad de los labios del otro, esos belfos tan llenos y tan blandos entre sus dientes depredadores.
Las manos hacían camino al conocer cada espacio en la piel del otro, y poco a poco Jin fue enredando sus piernas con las de Tae, hasta montarse a horcajadas sobre él; entonces el rubio entró en pánico. Anhelaba el cuerpo delgado y pálido sobre el suyo, y oír la voz de Seokjin sometido al placer, pero no podía hacerlo. Pensaba en que apenas lo conocía, y en todas aquellas cosas que se decían de Seokjin lo convertían en alguien con quien no se involucraría sentimental ni carnalmente.
Apretó los muslos del mayor, quien intentaba besarlo toda costa, y empezó a negarle sus besos, poniendo la mejilla en vez de recibirlo con sus labios. Al ver a Seokjin erguirse confundido, le habló, poniendo freno a sus avances. En su mente, se reproducían millones de imágenes explícitas del mayor encima suyo, debajo, con las piernas abiertas, en cuatro, de rodillas, y sobre todas las superficies del circo, imágenes que habría adorado poder ver con sus propios ojos, pero no, no debía ceder.
Nunca le había costado tanto negarse a algo que deseaba. Solía tener autocontrol, pero estaba completamente doblegado por los instintos.
Jin lo miró a los ojos con un gesto interrogativo, pero paciente. Tenía la leve noción de que Taehyung era del tipo de chico más reservado e inocente, por lo que no cuestionaría su decisión.
- No... no puedo seguir - dijo Taehyung, avergonzado y aproblemado consigo mismo. Seokjin no hizo más que sonreírle con ternura.
- No importa, está bien
- Pero sí quiero, Seokjin-ssi
- Estuvimos a punto de hacerlo ¿y aún me llamas Seokjin-ssi? - el mayor rió, intentando mantener el silencio ambiental, susurrando.
- ¿Cómo debería...?
- Con hyung está bien
- ¿Jin hyung? - preguntó, con una voz suavecita que provocaba someterlo. Jin también estaba lidiando una lucha contra su parte más impulsiva.
- Así es mejor
Seokjin le acarició el rostro, y luego se desmontó del cuerpo del rubio y se sentó de lado en la cama. Estaba frustrado, pero coincidía en que sería la mejor decisión. Después buscaría la forma de desahogarse sin involucrar los sentimientos de nadie. Taehyung se levantó, y Jin confirmó que no sólo había sentido lo caliente que estaba el muchacho, también podía verlo allí, prisionero y desesperado bajo su ropa interior.
Taehyung seguía expuesto, de pie al lado de la cama, mirando las sábanas, luchando contra las ganas de quedarse.
- Ve a tu cama, Taehyung
El chico mordió su labio inferior, conteniéndose.
- Hmm... ¿te ayudo con eso? - le ofreció Seokjin, al ver su erección imposible de disimular.
- No, hyung, no lo hagas más difícil...
- Está bien, como tú quieras
- Sabes que me encantaría...
Seokjin sólo le sonrió, y para despedirlo comenzó a taparse con las sábanas y cobertor. Finalmente, el muchacho salió del cuarto de Jin y fue hasta su propio lecho, intentando convencerse de que había tomado la mejor decisión, sin embargo, no pudo dormir. Se deshizo en gemidos ahogados, mordiendo el cubrecama, y sujetando la sábana con la mano desocupada, con tal fuerza, que la arrancó del colchón, tras un orgasmo consigo mismo muy poco satisfactorio.
Sabía que no aguantaría demasiado seguir así.
Antes que todo, Feliz Año Nuevo a todos/as ♥
Espero que cumplan todos sus propósitos y metas para este año, y que todos/as podamos ver a Bangtan en vivo, siiii!! No es mucho pedir, verdad?
Les dejo muchos besos y abrazos, y en el próximo capítulo Seokjin debuta en el Circo Wings! So, stay tuned querida gente! Gracias por leer!
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