Capítulo dieciocho.

Dos sentimientos volvieron a mí de golpe al igual que el recuerdo, lo primero fue de tristeza el segundo fue de un amor profundo y arraigado, nada te provocaría tal dolor a no ser que fuera por una decepción causada por alguien de quien esperabas más.

Me alejé bruscamente de Darren.

—Por favor vete —dije sin verlo.

Sentí su cuerpo levantarse, escuche sus pasos y la puerta cerrándose. Jaden se quedo conmigo.

—¿Que hacen aquí Jaden? ¿a que han venido? —exigí saber.

—Quisiera poder darte todos nuestros recuerdos May, pero no puedo hacer eso, es cansado y no sé hasta qué punto consuma de mi energía.

No proferí palabra alguna.

—Estaban saliendo —comenzó mi amigo al ver que no decía nada— lo hicieron durante mucho tiempo antes de que borraran tu memoria por esa razón no se te sentías cómoda en su presencia, tú te quedaste con la idea que él nunca te amo— las últimas palabras de mi amigo salieron forzadas como si no quisiera decirlas.

En los últimos días me sentía tan apegada a Darren, no quería estar mucho tiempo lejos de él, mi corazón latina con fuerza cada que me hablaba o tocaba, no quería aceptar lo que sentía, lo negué por mucho tiempo y aun así creía que lo mejor sería fingir que no sentía nada, algo me decía que las cosas irían mejor si actuaba de esa manera.

—¿Estás bien? —preguntó mi amigo frotando mi brazo.

—Lo estoy —dije sorbiéndome la nariz e ignorando todo lo que dijo con anterioridad.

Le dio una mirada escrutadora a todo el cuarto y sonrió.

—Creo que te costara trabajo remediar esto.

—Se quedara así —sentencie— necesito ver a Leen—. Me levante, Jaden me imito y salimos del cuarto.

Mi amiga se veía cómoda en el sillón, descansado, al verme sonrió y me alcanzo atrapándome en un abrazo.

Le regrese el abrazo pensando que se sentiría extraño pero no, todo fue muy familiar.

Solté un suspiro entre irritado y cansado.

Quería odiarlos, a todos, tal vez hubiese sido mejor que me dejaran morir.

«¡No, eso no! » Ese es un pensamiento muy cobarde.

Abrace más fuerte a mi amiga, como si ella fuera la vida y yo me estuviera aferrando a ella.

—Les traeré algo de comer —dijo Jaden, acaricio mi cabello y camino en dirección a la cocina.

—Tú me pusiste mi nombre — contó Aileen con la mirada ausente una vez que Jaden nos dejo—Nosotros solo teníamos códigos, tú eras A11 y yo C15 aún lo recuerdo —habló seria—. Cuando dormíamos en el recinto apagaban las luces a las ocho treinta en punto, tú no podías dormir y te daba miedo la oscuridad. Eso cambio cuando yo llegué, robé una lámpara para ti y una revista, poco tiempo después me dijiste que ya no necesitabas la lámpara y me la regresaste pero la revista la conservaste. Semanas después noté que ya no temblabas en las noches. Te pregunté: "¿Por qué ya no tienes miedo?". Tú me diste una sonrisa y me dijiste: "La luz está a mi lado", creí que te estabas volviendo loca y me espanté, así que te pedí que me explicaras más lento, tú solo me diste una mirada de ''¿En serio eres tan estúpida?'', tus diminutas cejan se juntaban interrogantes —dijo con una sonrisa— Odiaba esa mirada pero estaba tan asustada que no quise enojarme y te dije lo más tranquila que pude: ''A11 no puedo dormir que te parece si intentas explicarme un poco mejor en lo que me entra sueño'', y tú contestaste: ''no me gusta que me digan A11, es un nombre feo. Tú no eres B15 eres Aileen'', y te quedaste dormida.

Aileen finalizo su relato e intente evocar todo lo que ella me dijo, fue inútil, no podía recordar ni la mínima cosa de lo que me contó, intente crear mi propio recuerdo imaginando a dos pequeñas niñas, juntas, siempre juntas.

Darren entró a la sala y ella no hablo más.

—Veré si Jaden necesita algo —un mero pretexto para no estar en la misma estancia que Darren.

—Oye —él colocó su mano encima de mi hombro, sentí un ligero cosquilleo en esa zona.

—¡No!, no te molestes, lo entiendo y está bien —dije amablemente, retirando su mano de mi hombro de la misma forma—, Lo hiciste por los demás, lo entiendo no hay necesidad de que lo hagas otra vez —sonreí, aunque mi corazón se rompiera cada vez más, con cada palabra— Todo irá bien—. Repetí, pero esta vez fue más para mí misma, él solo se me quedo viendo.

Jaden sacaba un par de platos del horno de microondas.

—Jaden ¿puedo hablar contigo?

—Un segundo —dijo mientras colocaba los platos en la mesa— listo, dime.

Metió sus manos dentro de los bolsillos de su pantalón y ladeo un poco la cabeza, en espera.

—No huiré a ningún lado, quiero salvar a mis padres —Hablé con solidez.

—Tienes que hablar con Darren —contestó sin verme a los ojos, una de sus manos se removía inquieta.

—No lo aceptara, entréname por favor, ayúdame a ser más fuerte, hare lo que sea necesario — con ojos suplicantes, mis ojos ardían por las lagrimas contenidas.

Me dio una mirada cargada de ternura y medito un momento antes de responderme.

—Empezamos mañana.

(**)

—Una vez más —Jaden levantó su mano a la altura de la cara para que yo la pateara. Habíamos estado entrenando así toda la semana, y no me iba mal, aprendía rápido.

—¿Entonces qué más pueden hacer? —me coloque en la posición que Jaden me enseño con anterioridad para lazar un patada, sin caer o fallar.

—Concéntrate —gruñó.

—Enojón —dije lanzándo una patada, antes de darme cuenta él me tenía sometida boca abajo con una de sus rodillas en mi espalda.

—Bien ya probaste tu punto, no eres enojón solo eres precavido —una de mis mejillas quedo presionada contra la colchoneta por lo que mi voz sonaba extraña.

Levantó su rodilla y me ayudó a incorporarme.

—¿Qué es eso? —pregunté señalando a la puerta, él volteo y yo golpeé su trasero. Corrí hacia el jardín, comenzó a reír y me persiguió. Tropecé con una piedra y caí, Jaden rio más fuerte y se dejó caer a mi lado.

—¿Cuántos años tienes, cinco?

—Casi diez —contesté riendo.

Nos quedamos acostados en silencio un buen rato, el cielo estaba completamente azul, no había ni una sola nube. Nada más que el infinito cielo azul.

—El mar también es azul y parece ser infinito como el cielo, de igual manera es hermoso —comenté pensado en color de mar.

—Tú deberías de ser azul —dijo Jaden. Giré mi cabeza en su dirección y vi que él no veía lo mismo que yo. Él me miraba fijamente.

—¿Cómo un pitufo? —repliqué para sentirme menos incomoda.

Él comenzó a reír y aproveché para pararme. Era una idiota. Por eso peleó por mí cuando mis padres me tomaron: estaba enamorado de mí, y yo no podía amarlo. Porque amaba a la persona equivocada.

—Iré a darme un baño —extendí la mano para que él se pusiera de pie.

—No —negó con la cabeza— estaré aquí un rato más, gracias.

(**)

Todas las noches antes de dormirme Jaden tocaba a mi puerta pidiendo que le leyera algo.

''En vano he luchado. No quiero hacerlo más...'' —Leía la parte en la que nos habíamos quedado la noche anterior.

—May —interrumpió Jaden.

—Uhm —giré para verlo y tenía la mirada más triste que jamás había visto, dejé el libro de lado y me acerqué— ¿Qué tienes? —busqué su mirada.

—¿Tú lo amas no? ¿A Darren? —preguntó viendo aún al piso.

Me mordí el interior de mi mejilla...

—No debí de mostrarte esa visión, él lo hizo por tu bien —Sentí como si un balde de agua fría cayera sobre mí—. Te ama. Darren te ama como tú a él, jamás haría nada que te hiciera daño May.

—¿Por qué me dices esto?

—Porque te amo también —esta vez levanto la vista y clavo sus ojos ambarinos en los míos. Silencio reino durante unos segundos— eso ya lo sabes ¿no? puedo sentir cosas y sentí tu cambio de ánimo esa tarde en el patio.

—No puedo perdonarlo Jade, él dijo que era su pase de salida y lamento no poder amarte de la misma forma —no tenía ni la menor idea de cómo reaccionar, no quería lastimarlo.

—No puedes culpar a tu corazón por no latir más rápido cada vez que me ves —Me dio una media sonrisa— En la visión él dijo eso para que no te resistieras, nosotros pasamos hambre, frío y recordamos casi todo lo que nos pasó en los laboratorios. ¿Pero tú? No pasaste nada de eso, ni siquiera nos recordabas. Está sufriendo y sé que tú también lo estás, no sabemos cuándo vendrán a buscarnos, no sabemos si podremos escapar o si algo pueda pasarnos, deberías aprovechar el tiempo.

Jaden tenía razón pero no podía acercarme a Darren de esa manera.


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top

Tags: #wattys2015