Capítulo I
Existió un día, cuando tenía once años, que leí un libro de robots muy particulares (me atraían mucho ese tipo de cosas) y en él vi un dibujo de un robot muy extraño pero amigable; comencé a desear convertirme en su mejor amiga, para ese entonces aún era aniñada y divertida.
Comencé a explicarles a los adultos mi deseo, que realmente quería se cumpliera, pero recibía como respuesta que nunca sería amiga de robots, y que buscara amigos reales. Fue ese día cuando decidí olvidar mi aniñada forma de ser y la esperanza de que mi sueño se hiciera realidad. Los adultos me aconsejaban aprender a pilotear aviones y naves, para ser alguien importante, y tal vez para olvidar mis sueños «absurdos», como se dirigían a ellos.
...
Crecí y justo aprendí a pilotear; me convertí en astronauta, la más conocida en ese tiempo; había estudiado la Física de todas las maneras posibles, la anatomía humana y un montón de especialidades más. Terminé realizando el descubrimiento de una nueva forma de hacer viajes interestelares, pensé en que había ganado tanta fama como para conseguir a alguna persona que compartiera mi deseo original; por lo que comencé por explicárselo a una sola persona, le expliqué que deseaba ser amiga de un robot extraterrestre, pero ésta persona no entendía lo que le explicaba, y opté por no seguir con la misma explicación, comencé entonces a hablarle de física, política y deportes, y ésta persona agradeció la conversación tan agradable.
Así de solitaria viví, sin lograr hablar con nadie sobre mi deseo, hasta el día en el que fui asignada a un viaje intergaláctico, hace tres años exactamente. El fin de dicho viaje era realizar una travesía interestelar a un planeta desconocido, apenas descubierto, en el que sus descubridores creían había vida inteligente; también me había sido asignada la misión de contactar «en son de paz» con estos seres. El viaje sería realizado de manera rápida gracias a que yo había descubierto, recientemente (para aquellos días), la forma de viajar a la velocidad de la luz, y mucho más allá, gracias a mis experimentos.
Todo había sido preparado para mi viaje, de aproximadamente tres días, tenía lo necesario: comida, agua, ropa, oxígeno extra, armas de defensa por si algún suceso inesperado se presentaba, una pequeña habitación para mi descanso a la llegada de aquel planeta y sólo debía usarlo si mi viaje era exitoso y aquellos seres no eran considerados por mí como hostiles; la nave no necesitaba combustible, no el utilizado en las naves espaciales convencionales, en la que yo me encontraba, era una nave espacial de nombre M-2025 que obtenía su combustible de la filtración de todo tipo de radiación, podía ser de cualquier estrella por la que pasara a una distancia considerable y no peligrosa, hasta de los rayos gamma ocasionados por una supernova, o explosión de una estrella, o también de la radiación expulsada por un agujero negro, del cual mi nave estaba preparada para absorber tanto de una distancia lejana, como cercana, aunque ésta última distancia era mucho más peligrosa teniendo en cuenta la poderosa gravedad que éstos agujeros negros pueden obtener (dependiendo de si son supermasivos o no, aún tienen un alto grado de peligro). Mi nave también contaba con una muy buena aerodinámica para mejor experiencia del viaje y facilidad de maniobre, y como era una nave del tipo «solitaria» (de un solo tripulante), no era de un tamaño tan colosal, sólo el tamaño considerado necesario por el ingeniero (o la ingeniera en mi caso). Era mi primer viaje interestelar, ya había realizado viajes interplanetarios pero no es nada comparado con el anterior, además de que, en éste viaje asignado para mí, debía cumplir con una importante misión.
...
Me encontraba ya curso al intrigante planeta, faltaban apenas minutos para llegar; no sentía emoción extravagante alguna, «solo era un trabajo», pensé.
Llegué a mi destino, un planeta del todo metálico, sólido; aterricé mi nave en una gran extensión llana de terreno metálico, parecía lo más llano de todo el planeta ( o por lo menos desde el punto de vista donde me encontraba), debido a que la mayoría de las zonas alrededor de esta extensión, contenía grandes estructuras que, en comparación con las terrestres, eran construcciones titánicas, me sentía una pequeña e insignificante hormiga con tan solo observarlos, pero debía continuar con mi misión.
Ya aterrizada mi nave, me coloqué mi traje espacial y salí de la misma con esperanzas de encontrarme con alguien o algo acercándose a mi nave. Esperé lo que me pareció una hora terrestre (claro está, no sabía la designación del tiempo usado en aquel planeta); decidí volver a mi nave e ir a alguna otra parte del territorio en el que sí encontrara a algún habitante, pero cuando me propuse a encender mi nave, ésta no me respondía, lo que empezó a preocuparme, y la civilización de este planeta era, por lo visto, lo suficientemente inteligente como para reparar lo que consideré una nave 'primitiva' para ellos. Salí nuevamente de la misma esperando conseguir, ésta vez, algún individuo. Me senté y apoyé de la nave. Luego de esperar una hora terrestre más, mis ojos comenzaron poco a poco a cerrarse, hasta terminar por dormirme.
¡Saludos a mis queridos lectores! Les traigo una nueva historia con una trama que los dejará enganchados, no dudo en que les gustará a todos. Deseo que todos disfruten de su lectura, y no se desesperen, los próximos capítulos serán aún más largos que este. ¡Hasta la próxima! ;D
P.D.: La historia no será tan larga, pero me encargaré de que no termine tan rápido para su disfrute.
P.D.2: La actualización de un capítulo será cada tres días.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top