Capítulo 22
Poco a poco, Deshelia se fue calmando y su agarre en torno al cuello de Optimus fue perdiendo fuerza. Él por su parte, lo notó, y solo pudo pensar que aquel abrazo había acabado demasiado pronto.
A diferencia de la joven femme, el legendario Prime recordaba perfectamente porqué habían estado tanto tiempo apartados, con esa tensión que había empezado mucho antes de que él acudiera a Protimax: una Deshelia muy enfadada con él por no dejarla pelear con su mejor amigo (con malas consecuencias para el Rastreador), le había dado un empujón que le había dejado el pecho ligeramente hundido y había dañado su sistema de refrigeración. Y al darse cuenta de lo que le había hecho, su propia hija había pensado que la temía.
¿Temerla? ¿Él? Optimus no podía comprender como su sparkling podía pensar aquello. Era absurdo. Temía por ella, eso sí, en todo momento. Pero no la temía a ella.
La depositó en el suelo ya que, debido al impulsivo abrazo y los diez metros de estatura de Optimus, Deshelia había quedado colgada del cuello de su padre a pesar de sus siete metros y medio.
- Lo... lo siento mucho- la oyó tartamudear. Optimus la miró sin comprender.
- ¿Por qué?
Un pensamiento rebotó en el procesador de la joven femme. Porque he matado a uno de tus soldados.
Pero no... no podía decírselo. No ahora. Acababa de volver después de meses sin verlo, la estaba mirando con cariño, y... no podía despedirse de eso tan pronto.
Tragó Energion. Desvió la vista hacia su hombro herido. Ver aquella herida hizo que recordara la que ella misma le había infligido en un momento de enfado... y el miedo con el que la había mirado.
- Yo... siento... el empujón... te hice daño... yo... perdóname, papá, no quería...- tartamudeó, recordando el aspecto del pecho de su padre tras el empujón.
- Está bien- la tranquilizó Optimus, posando una mano en su hombro-. Sé que no querías. Y apenas fue...
- Me miraste- interrumpió ella, temblando-, y me tenías miedo. Lo vi.
Optimus se arrodilló ante ella para sujetarla de dos hombros. Deshelia trató de apartar la mirada, pero su padre era enorme y ocupaba todo su campo visual. Imposible de evadir.
- Nunca te tendré miedo, Deshelia. Estaba preocupado por ti, eres más fuerte de lo habitual...- el Prime se frenó, no queriendo divagar sobre la extraordinaria fuerza de su hija. Nada que pudiera reavivar sus ganas de unirse al ejército- Quiero mantenerte a salvo.
- Lo sé- murmuró ella.
- Todo lo que hago, es para mantenerte a salvo.
- Lo sé- repitió ella-. Aunque a veces... a veces pienso que son los demás los que necesitan protección... de mí- bajó la cabeza, mirándose los servos.
Recordando, de nuevo, los ópticos llenos de odio del Guardia cuando la había acusado de matar a su compañero.
El horror golpeó a Optimus como uno de los brutales golpes de Megatron. No. No podía permitir aquello. No podía permitir que su hija pensara que era un monstruo. Puede que fuera impetuosa, perdiera las formas con facilidad y fuera un poco demasiado fuerte, pero... él había visto a los verdaderos monstruos. Y sabía que su hija no era uno de ellos.
- Deshelia...- empezó, pero ella se sacudió sus servos de los hombros y retrocedió un paso.
- No quiero discutir ahora. Llevas mucho tiempo fuera, sé que Megatron estaba allí, y yo...- se obligó a hacer una pausa para calmarse- Tenía mucho miedo por ti, papá.
- Deshelia, sé...
- Así que me alegro mucho de que hayas vuelto ileso... o en su mayoría, al menos. ¿Qué te han hecho en el hombro?- interrogó, sorprendida, al ver la herida de cerca.
Estaba claro que le habían hecho una reparación, pero también estaba claro que no habían hecho un buen trabajo: los bordes de la herida eran irregulares, estaban ligeramente ennegrecidos. Y teniendo en cuenta quién era su padre...
- Megatron me alcanzó en el hombro antes de que le obligara a replegarse- confesó el Prime-, pero...
- Ya me imagino que fue Megatron, fuiste allí a enfrentarte a él- le cortó ella, examinando de cerca la herida con óptico crítico-. Lo que quiero saber es quien te ha hecho semejante chapuza de reparación. ¿Se limitaron a soldar los bordes de la herida?- jadeó, horrorizada, cuando al rozar con la punta de su dígito el metal alrededor de la herida, lo notó cálido.
- Estoy seguro de que en otras circunstancias...- Optimus empezó a disculpar al médico que le había atendido, pero Deshelia estaba lanzada y no había manera de callarla.
- Ya, ya, me imagino que fue una reparación rápida para que pudieras volver a la batalla- gruñó ella, desdeñosa. Optimus sonrió levemente al ver su indignación-. Pero hasta una Auxiliar como yo sabe que el soldar una herida sin más no sirve de nada. Y si ya habías conseguido que Megatron se retirara, te tendrían que haber hecho una reparación en condiciones.
- Megatron se retiró, pero sus tropas seguían luchando- indicó Optimus, ocultando su diversión.
Ante sus palabras, ella rodó los ópticos.
- Oh, vamos. Una vez Megatron se retiró, la batalla estaba ganada. Magnus tardó, ¿cuánto? ¿Cinco ciclos en reformar las líneas?
Optimus parpadeó antes de fruncir el ceño, con un mal presentimiento.
- ¿Cómo sabes que Ultra Magnus consiguió reformar las líneas poco después de que Megatron huyera? ¿Cómo sabes que antes de eso, las líneas estaban deshechas?
Ella se quedó quieta. Chatarra, chatarra, chatarra.
Se suponía que ella no debía de saber eso. No debería de saberlo porque tampoco debería de haber estado en esa batalla. Tragó Energion antes de escupir lo primero que se le ocurrió.
- Llevo megaciclos (1) ayudando a Ratchet en el Ala Médica. Los supervivientes no hablan de otra cosa. De cómo todo era un caos, estábamos perdiendo, tú luchabas con Megatron... y cuando lo venciste, Magnus reformó las líneas a toda velocidad.
Optimus parpadeó y se dijo a sí mismo que tenía sentido. ¿Por qué había tenido aquel ridículo presentimiento? Su hija era Auxiliar, y los soldados hablaban como forma de olvidar el dolor. Por supuesto que se iba a enterar de lo que había pasado.
Por su parte, ella se contuvo para no sonreír aliviada. Se había salvado por un tornillo mal apretado. Y menos mal que no había tenido ninguna herida grave: Deshelia había recibido varios golpes, incluso habían estado a punto de estrangularla, pero ninguna de esas heridas era lo suficientemente seria como para traspasar el holograma y dejar secuelas visibles en su verdadero cuerpo.
Sin embargo, Deshelia era consciente de que si seguía peleando, acabaría por recibir heridas más graves. No era tan inocente como para pensar que podía pelear y salir siempre con heridas menores. Tarde o temprano, tendría una herida que el holograma no conseguiría ocultar y aquel sería el día en que su padre la descubriría.
Pero se preocuparía por eso cuando llegara el momento.
Se acercó para seguir examinando la herida y elevó el servo hacia ella, dispuesta a arreglar aquel estropicio.
Entonces, las palabras de Ratchet en su primera guardia, hacía ya meses, resonaron en su procesador: solo eres una Auxiliar así que, antes de nada, si el paciente está consciente, asegúrate de que está de acuerdo en que lo atiendas tú en vez de un médico más cualificado.
Deshelia se había sentido insultada al principio, pero luego lo había entendido: al fin y al cabo, un Auxiliar era básicamente un Médico en prácticas (2). Y a ella le quedaba mucho por aprender de Ratchet antes de poder considerarse Médico.
- Esto... ¿te importa que lo haga yo? También podemos llamar a Ratchet- se apresuró a añadir-. Estoy segura de que encontrará un hueco para atenderte.
Optimus le sonrió levemente.
- Eres la principal Auxiliar de Ratchet y en cuanto a tu trabajo allí, solo tiene buenas palabras- Deshelia trató de evitarlo, pero un más que evidente sonrojo se hizo presente en sus mejillas-. Estoy seguro de que puedes arreglarlo tú sola.
Ella, abrumada y azorada, asintió y le señaló la silla tras la holomesa. Obediente, Optimus rodeó la mesa y se sentó, dejando su hombro a la altura apropiada para que su hija pudiera alcanzarlo cómodamente. Deshelia aún seguía sonrojada por las palabras de su padre, no solo por el hecho de que Ratchet hablara bien de ella, sino por el orgullo que había detectado en las palabras de su padre.
Era lo que más le gustaba en el mundo: que su padre estuviera orgulloso de ella.
Algo en el fondo de su mente se agitó: no estaría tan orgulloso si supiera que has matado a un Autobot.
Deshelia se esforzó por echar a un lado ese pensamiento: también la salvé la vida a papá. Y al Guardia que estaba ayudando. Y a Wheeljack y Bulkhead. Y a muchos más.
Apartó todos esos pensamientos y se centró en la herida mal reparada: lo primero de todo sería eliminar la rudimentaria soldadura, reabrir la herida para revisar todos los componentes internos.
- Iré a buscar algo de éxtasis para el dolor.
- Está bien, no es necesario- intervino Optimus de inmediato.
- Pero...- dijo ella, subiendo la mirada. La protesta murió en sus labios al verle la cara- De acuerdo.
Porque al mirarle a la cara, supo que su padre sabía perfectamente que los recursos empezaban a escasear en el Ala Médica, el éxtasis no era una excepción. Su padre no malgastaría en si mismo el escaso analgésico. Y pese a que le partía la spark, Deshelia admitió que tenía razón: la herida de su padre no era grave. Había otros que necesitaban ese medicamente mucho más que él.
Pero eso no significaba que iba a dejar que sufriera a lo tonto. Tenía que conseguir que se olvidara de ello. Así que... tenía que hacerle hablar.
- Tengo que reconocerlo... no soporto a tu Comandante, pero sabe lo que se hace.
Optimus estaba perfectamente enterado de que su hija y su principal Comandante no se caían nada bien, de modo que hubiera sonreído de no ser porque justo en ese momento, sintió la ardiente mordedura del pequeño láser de su hija en la precaria soldadura, reabriendo la herida.
Se esforzó en contestarle, sin embargo.
- Ultra Magnus es un excelente Comandante...
- ... que necesita que alguien le dé un bote de Energion sobrecargado urgentemente- terminó ella por él con ironía, mientras finalizaba de abrir la soldadura-. Sonríe incluso menos que tú, y eso ya es decir.
- Deshelia...- empezó su padre con diversión a la vez que ella escaneaba con el sensor integrado en su brazo los componentes internos del hombro de su padre.
Casi tuvo un cortocircuito del alivio al comprobar que su padre simplemente tenía una fisura en el anclaje del brazo con el hombro. Gracias a Primus, solo tenía que calentar el metal de alrededor lo suficiente para que perdiera algo de solidez y rellenara la fisura.
La reparación no era precisamente indolora, pero sabía hacerlo y no entrañaba muchos riesgos.
- Ya, ya, estamos en guerra, lo sé, pero si fuera más cercano con los soldados, o simplemente con que no pareciera una máquina, ayudaría bastante con la moral. No me mires así- se defendió cuando vio la mirada de su padre-. No solo lo digo yo. Algunos de tus queridos soldados le han puesto unos motes la mar de interesantes- finalizó.
Deshelia tenía un brillo divertido en los ópticos al recordar las risas en los Barracones cuando los compañeros de Brigada de Bumblebee la habían sorprendido con unas cómicas imitaciones del estirado Comandante. Había sido en aquella época que no podía mirar a su padre sin querer destrozar a palos, así que los compañeros de Bumblebee la hubieran hecho reír en aquel momento tenía su mérito.
Elevó su pequeño soplete y miró a su padre. Él simplemente asintió y ella metió la mano en la herida.
- ¿Y cuáles son esos "motes", si puede saberse?- inquirió su padre, divertido, a pesar de que él mismo había escuchado unos cuantos y, sobre todo, a pesar del ardor que empezaba a notar en sus estructuras internas.
- No revelaré a mis fuentes- replicó ella, aireada, y Optimus reprimió una nueva sonrisa a pesar del dolor.
Primus, que bien sentaba estar hablando con su hija. O escuchándola divagar, más bien. Era fácil, ameno y... le recordaba tanto a Elita.
- Tu madre- ella se envaró, atenta, pero sin perder de vista la herida. Su padre casi nunca hablaba de su madre-, solía llamarlo Ultra Amargado.
Deshelia dejó escapar una risotada rápida.
- Ya se de dónde me viene, entonces. ¿Tampoco se llevaban bien?- preguntó, ansiosa. Sabía que si preguntaba directamente por su madre... él cambiaría de tema. Y necesitaba que siguiera hablando. Casi había calentado el metal lo suficiente.
Por su parte, Optimus estaba intentando con todas sus fuerzas no gritar. Por Primus, dolía. Pero confiaba en que su hija estaba haciendo lo que debía.
- Su relación era cordial- se forzó a decir-. Se respetaban. Pero tu madre solía decir que Ultra Magnus era...
- Déjame adivinar. ¿Un parche de óxido en el maletero demasiado apegado al protocolo?- inquirió ella, con ironía. Un poco más... un poco más y habría terminado con el soplete.
Optimus torció el gesto y ella volvió a reír cuando supo que había acertado. Él la miró, contento a pesar del grito que tenía en la garganta y el ardor del brazo. Le sabía mal usar a su Comandante como excusa para alegrar a su hija... pero a lo largo de los años había comprobado que era una buena estrategia.
Deshelia, por su parte, esbozó una sonrisa: ya estaba. Retiró el soplete y percibió como el cuerpo de su padre se relajó en la silla.
- Ya está- murmuró, y su padre asintió.
Sintió una profunda admiración en el pecho. No era la primera vez que hacía aquello, y había visto a enormes mechs curtidos en mil batallas gritar y llorar del dolor. Su padre no había gritado. Ni una sola vez.
Comprobó que, calentado y parcialmente derretido, el acero de los componentes de su padre rellanaba la fisura poco a poco antes de enfriarse rápidamente por la falta de calor del soplete. Sonrió antes de volver a encender el soplete, pero cambiando la intensidad de la llama: tocaba soldar la herida de forma apropiada.
Miró de reojo a su padre y musitó.
- Me... me hubiera gustado... conocerla.
Optimus la miró un momento: la soldadura no era nada en comparación con el calor abrasador de antes, era un dolor fácilmente soportable.
Pero el dolor que le surgió de la spark al oír a su hija era mucho peor.
- Te amaba más que a nada en el mundo, Deshelia. Más que a su propia vida.
Deshelia sintió un violento impacto en el pecho. No pensaba mucho en ello, realmente no era algo que le quitara el sueño, pero... cuando lo hacía, sentía la rabia burbujeando desde muy dentro de su cuerpo: le habían arrebatado el derecho a tener madre.
Bajó el soplete: el hombro de su padre representaba un aspecto mucho más pulcro que hacía unos ciclos.
Optimus percibió el cambio de humor de su hija y se arrepintió de haber sacado a Elita a colación. Intentando animarla, confesó:
- Si quieres saber cómo era... solo tienes que mirarte a ti misma.
Deshelia volvió a buscar refugio en sus brazos, con mucho cuidado de no tocar el hombro. Optimus, sin embargo, no fue tan cauteloso cuando la levantó para sentarla en su regazo.
- ¿Me parezco a ella?- dijo ella por lo bajo. Optimus sonrió con tristeza.
- Más de lo que te puedas imaginar.
Permanecieron así, en silencio, unos momentos antes de que ella se volviera a levantar. Optimus la miró, interrogante.
- Yo... debería volver al Ala Médica. Tenemos muchos heridos y necesitarán mi ayuda- dijo la femme con una sonrisa de disculpa.
Él asintió, orgullo pulsando en su pecho.
- Bien. Yo también tengo trabajo- Deshelia frunció el ceño.
- Sé que no vas a quedarte quieto, pero... tómatelo con calma, ¿vale? Aún estás herido.
- Estoy bien- la tranquilizó su padre. Pero ella rodó los ópticos.
- Si me dieran una unidad (3) cada vez que un paciente me dice eso...- refunfuñó-. Hazme caso en esto, papá. Con tranquilidad, ¿vale? O mandaré a Ratchet- amenazó.
Optimus rio ligeramente: desde luego, su viejo amigo era el único que tenía suficiente confianza y autoridad para decirle cuando estaba siendo un inconsciente y debía descansar. Ratchet era el único que conseguía obligar a Optimus a tomarse un descanso.
- De acuerdo- Deshelia sonrió y asintió, dispuesta a salir del despecho. Pero cuando ya estaba en la puerta, se volvió.
- ¿Bebemos Energion juntos esta noche (4)?- propuso, esperanzada. Optimus asintió.
- Por supuesto.
Deshelia sonrió.
- Te quiero, papá.
- Y yo.
Después de eso, Deshelia salió por la puerta y Optimus volvió a quedarse solo en su oficina.
***
Habían pasado varias semanas desde el ataque a Protimax y en la Ciudadela, todo había vuelto a la normalidad para Deshelia. O casi: había cierto revuelo en la Ciudadela, debido a la enorme cantidad de heridos que el ataque a Protimax había causado. El Ala Médica estaba abarrotada y Deshelia tuvo que permanecer en el Ibex, ayudando a Ratchet.
Hacía semanas que no salía del Ala Médica, pero Deshelia estaba relativamente contenta. Su padre estaba a salvo, Bumblebee estaba a salvo y ella... ella estaba encerrada en el Ala Médica, curando heridos, salvando heridas. Bien alejada de las armas, los campos de entrenamiento.
Bien alejada de cualquier cosa que pudiera matar a alguien.
Durante el día hacía todo lo que podía por mantenerse ocupada, pero por la noche, cuando se acostaba... su procesador la bombardeaba con imágenes de la batalla, explosiones y gritos. Deshelia se despertaba con ganas de vomitar, sin saber cuáles de aquellos gritos los había provocado ella. Cuáles serían los de aquel Guardia de Élite al que había asesinado. Preguntándose si aquel sería el único Autobot al que había matado.
La joven femme incluso había renunciado a sus descansos, con tal de que cuando la noche cayera, ella estuviera agotada. Pero nada conseguía apagar las pesadillas.
Bueno, sí, había una cosa: una tranquila conversación con su padre antes de recargar. Optimus solía presentarse casi todas las noches en el cuarto de Deshelia cuando la actividad de Iacon decaía, con un par de botes de Energion, dispuesto a conversar con ella de lo que fuera.
Las noches que su padre conseguía arañar algo de tiempo para ella, Deshelia conseguía descansar algo durante su recarga.
Bumblebee, perfectamente enterado de lo que le pasaba a su amiga, le había suplicado que le pidiera a Optimus que fuera todas las noches para compartir su Energion con ella. Pero Deshelia se había negado en rotundo: si su padre no iba todas y cada una de las noches, era porque estaba intentando ganar una guerra. No se sentía capaz de pedirle aquello, no cuando ella había matado a uno de los suyos. Aunque aquello supusiera tirar por la borda su salud mental.
Además, tampoco tenía forma de pedirle aquello a su padre sin hablarle de las pesadillas. Y una Deshelia que no hubiera pisado un campo de batalla no tenía razones para tener pesadillas. Así que no le contaría absolutamente nada de aquello a su padre.
De modo que así funcionaba Deshelia, tratando de ocultar el cansancio que la embargaba en todo momento, intentando que no se filtrara en el trato con el paciente... mintiendo a Ratchet cuando este le tenía que repetir algunas cosas dos veces.
Hasta que llegó un momento que fue demasiado evidente y el propio Ratchet tomó medidas:
- Pero...
- Pero nada. Estás exhausta, llevas trabajando sin parar semanas, Deshelia- la cortó el médico-. Te agradezco la dedicación, pero ahora quiero que te vayas a tu cuarto, te acuestes, y recargues hasta mañana.
- Pero Ratchet, estoy bien. Puedo...
- ¡No estás bien! ¡Has confundido el líquido refrigerante con el engrasante!- estalló Ratchet antes de calmarse- Deshelia, no sé qué te pasa, pero soluciónalo cuanto antes porque así no puedes trabajar.
Deshelia bajó la mirada. Necesitaba seguir trabajando. Ratchet suspiró.
- Sé que quieres ayudar, Deshelia, pero necesitas descansar. Vete a tu cuarto.
- Pero...- trató de insistir ella, desesperada. Si se quedaba encerrada en su cuarto, se volvería loca. Los gritos la volverían loca.
- Vete a recargar, Deshelia. O lo llamo.
Ratchet no necesitó especificar a quien pensaba llamar si Deshelia no se marchaba. Ella, derrotada, bajó la cabeza y asintió levemente antes de dar media vuelta y marcharse.
Arrastró los pies en dirección a su habitáculo. Estaba aterrada. No quería oír los gritos. No quería oír los gritos.
Estaba tan cansada que casi se le pasó por alto el característico sonido de un Puente Terrestre abriéndose tras ella. Se giró; una idea saltando en su procesador. Ratchet la había echado de su Ala Médica, pero Iacon no era su única opción. Ella también era Auxiliar en la base Wrecker. Estaba segura de que el viejo Médico Wrecker no le haría ascos a su ayuda.
Los operarios del Puente ya la conocían, así que ni siquiera le hizo falta decir a donde quería que la mandaran. Nadie trató de detenerla y unos segundos después, estaba en plena base Wrecker. Sus pasos la llevaron sin vacilar al Ala Médica de la base, bien conocedores del camino. La puerta se abrió para ella y no le costó distinguir la armadura azul claro del Médico Wrecker, revisando un paciente sumido en éxtasis.
- ¡¿Quién scraplets se atreve a...?! ¡Ah! Eres tú, Deshelia. ¿Dónde te habías metido?- Deshelia sonrió levemente.
Aquel médico era incluso más gruñón que Ratchet, y odiaba que le interrumpieran mientras trabajaba.
- Hola, Pumps.
El Médico se llamaba Pumpsmoke y había sido un Wrecker letal hasta que una bomba le había dañado seriamente la cámara de spark, lo que le impedía seguir luchando. Se había convertido en médico para poder seguir ayudando a la causa, pero realmente, se notaba que no era lo suyo. Quizá por eso se había acostumbrado tan rápido a la ayuda de Deshelia, quien siempre estaba decidida a quitarle algo de trabajo.
- No me llames así- le gruñó el médico, pero ella sonrió de lado.
- No te sulfures tanto. No es bueno para tu spark- dijo ella, haciendo referencia a su lesión. Pero el antiguo Wrecker volvió a gruñir.
- Ponte a trabajar.
- Claro.
Y esa era su intención, pero los pies se le trabaron por el cansancio y casi se cayó al suelo. Por supuesto, Pumpsmoke lo notó, y frunció el ceño.
- ¿Estás bien?
- Sí. Solo algo cansada- contestó ella, agitando la mano, desdeñando su preocupación.
- ¿Mucho trabajo en Iacon?- inquirió Pumpsmoke, retornando a los informes reflejados en su datapad.
- Bastante. He venido en cuanto he encontrado un hueco. ¿Tienes algo para mí?- preguntó, irguiendo la espalda.
- Solo quedan operaciones leves y guardias para los que tenían heridas más graves- el médico tecleó algo en su datapad y seguidamente, la de Deshelia pitó-. Son informes de los pacientes de las camillas de ómicron a psi. Encárgate.
- Enseguida.
Pumpsmoke no la conocía tan bien como Ratchet, así que le costó bastante más notar que Deshelia estaba realmente exhausta. Pero al final, era demasiado evidente: los servos le temblaron y se le cayó una jeringuilla.
- Por la Allspark, Deshelia, ¡ten más cuidado!- gruñó Pumpsmoke.
- Lo-lo siento- tartamudeó ella, agachándose para recuperarla. Pero Pumpsmoke ya se había fijado en sus manos temblorosas y la miró a la cara con óptico crítico, buscando explicaciones. Deshelia apartó la mirada, pero no lo suficientemente rápido como para que el médico no se diera cuenta del agotamiento que escondían sus ópticos.
- Por el amor de Primus, femme, ¿cuánto tiempo llevas sin recargar?- maldijo.
- Yo...
- Lárgate. Así no me sirves de ayuda.
Deshelia sabía que no era nada personal, que Pumpsmoke era así, pero... le dolió. Salió del Ala Médica con paso renqueante. ¿Qué iba a hacer ahora?
- ¡Deshelia! ¿Qué haces aquí?
Ella subió la mirada y debido al cansancio, le costó reconocer a Bulkhead. Sonrió levemente.
- Hola, Bulk.
- ¿Estás bien? Parece que te ha pasado una apisonadora por encima- comentó el Wrecker bonachón con preocupación.
- Solo estoy cansada- musitó, llevándose un servo a la espalda baja, donde empezaba a notar un dolor sordo.
- ¿Sabes que tienes derecho a dos descansos al día, verdad?- inquirió Bulkhead, tomando en cuenta su postura caída.
- Sí, es solo que... no recargo bien últimamente...- Bulkhead la miró con preocupación antes de preguntar suavemente.
- Tu padre... ¿volvió de Vos?
Deshelia tuvo un mini cortocircuito cuando Bulkhead preguntó por su padre. Pero luego se relajó al recordar que ella misma le había dicho a Whelljack que su padre estaba en Vos, obviamente sin revelar quien era su padre.
- Sí, volvió. No tenía heridas demasiado graves, pero no consigo convencerle de que se tome un descanso... dice que hay mucho trabajo que hacer.
- Quizá podrías dar ejemplo- sugirió Bulkhead-. Parece que necesitas recargar durante tres años.
- Hay mucho trabajo por hacer- replicó ella, sonriendo débilmente. Bulkhead sonrió ligeramente también.
- Vamos- dijo con suavidad mientras alargaba un servo para ayudarla a caminar-, te llevaré al laboratorio de Jackie.
- Vale.
Gracias a la ayuda de Bulk, Deshelia pudo caminar con más ligereza. Fue gracias a eso que se dio cuenta del atípico ambiente en la base Wrecker. Había muchas caras largas, ella vio la indignación en algunas caras.
- ¿Qué ha pasado?
- ¿A qué te refieres?- inquirió Bulkhead, pero ella enseguida notó algo raro en la voz del enorme Wrecker. Cuando se giró hacia él, se dio cuenta de que hacía todo lo posible por no mirarla.
- ¿Bulk?
- No pasa nada, no te preocupes.
- Mientes de pena.
Bulkhead suspiró antes de mirarla de nuevo, vacilante. Ella enarcó una ceja, esperando, y Bulkhead no aguantó demasiado el peso de la mirada de la femme.
- No puedes decir nada, ¿vale? Se supone que es alto secreto- ella asintió-. Ha habido algo de jaleo últimamente porque... bueno, porque un Guardia de Élite ha denunciado a una de los nuestros por matar a su compañero.
Deshelia se tropezó y si no fuera porque Bulkhead la tenía cogida, hubiera caído al suelo a plomo.
- ¿Cómo?- jadeó ella.
Sintió que se ahogaba. El Guardia. La había denunciado. Deshelia notó algo apretándole la garganta.
- Sí... al principio ninguno queríamos creerlo, chatarra, yo incluso hablé con ella justo cuando acabó la batalla, y no parecía una traidora- Deshelia empezó a sentir el terror cubrirle el cuerpo-. Pero... nadie la había visto hasta que nos fuimos a Vos. A mí incluso me dijo que le costaba diferenciar amigo de enemigo. Y Titanfist...
- ¿Titanfist?- jadeó ella, recordando el Wrecker que había intentado cubrirla al principio de la batalla. Había sido amable, dispuesto a jugarse el maletero por cubrirle las espaldas a una novata a la que no conocía de nada. Chatarra, ¿lo había matado a él también?
- Es un compañero, nos contó que la vio en la sala del Puente y que la acompañó a la batalla. Y que al principio apenas se manejaba... pero que de repente, fue como si algo la poseyera, porque empezó a matar Decepticons como si no fueran nada. Pero que también la vio darle un golpe a un Guardia y que cuando trató de detenerla... lo tumbó a él también.
Deshelia estaba mareada y sentía que iba a vomitar el poco Energion que había conseguido tragarse aquella mañana.
- Titanfist... tu compañero. ¿Está bien?
- Bueno, le dio un golpe feo en el casco y lo dejó inconsciente, pero tuvo suerte y nadie lo remató, así que está perfectamente. Lo único herido ahora mismo es su orgullo.
Deshelia jadeó, aliviada. No había matado a Titanfist, ni lo habían matado por su culpa. Era un pobre consuelo, pero algo hacía.
- ¿Y... qué va a pasar con ella?
- Nadie la ha vuelto a ver, lo que la hace parecer bastante traidora... pero también la vieron matar a muchísimos Decepticons sin vacilar, y hay rumores de que le salvó la vida a Optimus Prime, y ¿por qué iba a jugarse el maletero para salvar a Prime si es una traidora?- la miró- Lo primero, quieren encontrarla y luego... no sé, interrogarla, supongo, porque nadie tiene muy claro si es una traidora o no.
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So... ¡yo dije que habría consecuencias! Lo que Desh ha hecho es algo muy grave y estaba claro que no se iba a librar con una mentirijilla, por muy verosímil que esta fuera.
Opiniones, teorías, ideas, dudas!!! Como siempre, estaré encantadísima de leer todo lo que se os pase por la cabeza mientras leéis el cap.
Este capítulo lo tengo acabado desde hace un par de días, pero lo estaba reteniendo porque quería tener el siguiente algo más avnazado... pero tengo parciales dentro de poco y no sé cuando podré subir el siguiente. Así que os dejaré este por aquí y me iré a quemarme las cejas estudiando. Rezad por mí.
Os amo muy mucho, creo que no os lo digo lo suficiente, pero gracias de verdad por leer a la cabraloca de Deshelia y a mí, que también estoy algo pirada... Besis!!
Aclaraciones del cap:
(1) Megaciclos: horas
(2) Auxiliares como médicos en prácticas: más que una aclaración, es una puntualización mía, pero me toca de cerca y si no lo digo, reviento: UN AUXILIAR AUTOBOT NO EQUIVALE A UN ENFERMERO HUMANO. En Cybertron (o al menos en mi fic), médicos y auxiliares hacen el mismo trabajo, los auxiliares ayudan y aprenden de un médico en particular, para luego convertirse en médicos ellos mismos. Por eso Deshelia está considerada una muy buena Auxiliar: porque está aprendiendo de Ratchet, el mejor médico de la causa Autobot. Aquí, en cambio, UN ENFERMERO NO ES UN MÉDICO EN PRÁCTICAS. Un enfermero es un personal sanitario cuyo trabajo y responsabilidades no son las mismas que las del médico. Lo que quiero decir, es que ENFERMERO, FISIOTERAPEUTA, TERAPEUTA, PSICÓLOGO Y RESTO DE PROFESIONAL SANITARIO QUE SE OS OCURRA NO SON MENOS QUE UN MÉDICO. Siento este parrafazo que ni os interesa, pero me toca mucho las narices que haya gente (médicos incluidos), que se piensan que todo aquel que trabaja en algo relacionado con la salud y no es un médico, es como de segunda clase. Y lo dice alguien que quiere ser cirujana y que por culpa de un médico gilipollas que pensaba de esa manera, se ha quedado con un brazo parcialmente inservible. Y ya está, dosis de ira diaria descargada. Paaaz.
(3) Unidades: dinerito
(4) Beber Energion por la noche: lo que sería cenar, vaya.
PD: Decidme que no soy la única a la que no le mola nada el nuevo aspecto de Wattpad. Tanto blanco me va a fundir los ojos, joder.
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