Capítulo 18
¡CRASH!
El Decepticon salió volando cuando el puño de Deshelia impactó en su placa facial. Ella resopló y sacudió la cabeza.
En el momento, en el momento.
Evadió de un salto el sable Decepticon que amenazaba con cercenarle el antebrazo y contestó con una patada circular.
El frío amenazó con ascender y ella apretó la mandíbula, luchando por contenerlo, mientras daba una mirada a su alrededor: estaba completamente rodeada de Decepticons, pero no estaba sola. Bumblebee luchaba a su lado. Durante aquel tiempo, habían descubierto que aquel frío que amenazaba con dominarla en cuanto se atisbaba el combate era mucho más fácil de controlar si Bumblebee estaba cerca de ella, luchando a su lado.
Parecía que el monstruo que llevaba dentro apreciaba al Rastreador tanto como Deshelia y no tenía ninguna intención de dañar la juvenil y amarilla carrocería.
Bumblebee disparó a la pierna de un Decepticon de exoesqueleto azul oscuro, volviéndola pura chatarra, y se giró para disparar de nuevo mientras Deshelia perforaba el pecho del Con azul con una espada.
- ¡Abajo!- el cuerpo de Deshelia se agachó antes de que ella procesara la orden de Bee, y oyó cómo el disparo de Bumblebee le volaba la cabeza al Con que había intentado atravesarla de parte a parte por la espalda.
Gruñó y se puso en pie sin dejar de mover la espada de un lado a otro, luchando por recordar los entrenamientos con Bumblebee hacía ya tanto tiempo: sin el frío controlandola, su habilidad en combate había caído en picado, aunque aún era capaz de defenderse moderadamente bien en combate.
Ella estaba más acostumbrada a pelear con los puños, pero reconocía que una espada era mucho más eficiente. Así que luchaba por mejorar en esgrima todos los días que podía escaparse de la vigilancia de halcón de Ratchet, a la vez que intentaba mantener a raya el frío.
Evitó un golpe, descargó una estocada y sintió un disparo en la parte baja de su espalda. Grito y cayó al suelo pero se obligó a rodar y a incorporarse: su armadura humeaba, Deshelia hizo un esfuerzo por ignorar el dolor. Otro inconveniente de no tener el Frío: los golpes dolían.
No es real, es una simulación. No es real.
Sabía que la herida dejaría de doler una vez el entrenamiento acabara y no dejaría marca, pero mientras ella estuviera dentro del Simulador, la tecnología de aquel aparato mantendría el dolor en sus sistemas.
Así que entrecerró los ojos y se lanzó hacia Bumblebee, que peleaba contra tres cons a la vez. Le cortó la cabeza a uno mientras Bee remataba al segundo, pero el tercero consiguió colarle una daga a Deshelia entre las placas abdominales. La femme sintió el dolor como un estallido y se dobló hacia delante con un grito imposible de evitar.
Bee apartó al Con que la había herido de un golpe y Deshelia, aún de rodillas, agarró la guarda de la hoja y tiró. Tampoco pudo evitar aquel gritó cuando el filo le destrozó los sistemas al salir.
Bee disparó al último Con. Los hologramas se desintegraron y ambos se miraron, jadeantes.
- ¿Estás bien?- preguntó Bumblebee.
Deshelia asintió, jadeante, y luchó por incorporarse.
El dolor no es real. Es una Simulación, no es real.
No es real.
La última cuchillada dolía muchísimo, el Energion falso le manchaba los servos, pero había mantenido el frío a raya. Eso ya era una victoria, así que se esforzó por sonreirle un poco a Bumblebee.
Él se la devolvió.
- Cada día te cuesta menos, Desh. Lo noto- murmuró mientras el Simulador se desconectaba a su alrededor.
Deshelia se irguió en el mismo momento que las heridas desaparecían junto con el dolor que provocaban.
- Apenas consigo pelear sin el frío, Bee- murmuró.
- Tonterías- bufó él, con una ligera sonrisa-. Sigues peleando bien, Desh, lo que pasa es que te has acostumbrado a ser muy buena, tanto que ni siquiera llegaban a golpearte- se mofó él-. Ahora luchas como un soldado, no como una de la Generación.
- Pero tengo que pelear como una de la Generación, Bee, si no todo esto no tiene sentido- siseó.
Él la miró, serio.
- Eso llevará tiempo, Desh.
Ella gruñó y bufó. Bumblebee le puso una mano en el hombro y apretó ligeramente, consciente de que nada la aliviaría. Sabía por qué estaba tan desesperada. Por qué sentía que todo iba muy lento. Por qué ningún avance era suficiente.
Todo porque había pasado un mes y medio desde que Megatron había atacado Protimax. Mes y medio desde que Optimus había tenido que salir hacia Vos con una parte de la Guardia de Iacon para apoyar a Ultra Magnus, con tanta premura que ni siquiera había podido despedirse de su hija. Mes y medio, no dos semanas como le había dicho Ratchet en un principio.
Mes y medio en los que Deshelia no había tenido noticias de su padre.
Se aferraba a la esperanza que estuviera bien porque no había malas noticias y estaba segura de que si su padre... cayera, Megatron no tardaría en proclamar la noticia.
Deshelia llevaba mes y medio prácticamente encerrada en el Simulador, luchando por controlar el frío y mejorar su técnica cuando este no la embargaba. Por que en el momento que lo consiguiera, iba a plantarse en Vos e iba a destrozar a cualquier Con que se acercara más de lo debido a su padre.
De nada habían servido los intentos de Ratchet por retenerla en el Ala Médica: Deshelia se había librado del médico con facilidad. Entre que Deshelia había perdido la paciencia para andarse con remilgos, dejando de fingir que su único interés era su trabajo de Auxiliar, y que sin Optimus ni Magnus en Iacon, las responsabilidades de Ratchet en el Ibex se habían multiplicado... el viejo médico de campo no había podido mantener un óptico encima de Deshelia, por mucho que lo había intentado. Y en cuanto los Autobots que había mandado para vigilarla, solían huir despavoridos en cuanto Deshelia les mandaba una mirada que dejaba bien claro que los despedazaría si no la dejaban en paz.
Así que cuando su data-pad personal empezó a llenarse con mensajes por parte del Médico Wrecker, exigiéndole que le enviara un buen Auxiliar, Ratchet se había visto desbordado. Tanto, que cuando Deshelia se ofreció para ocupar ese puesto, se sintió tan aliviado que aceptó y la mandó allí sin pensarlo dos veces.
Sin pensar en cómo Deshelia podía saber de aquellas exigencias, sin recaer en que quizás, una Auxiliar con apenas experiencia no era la mejor opción para lidiar con los Wreckers heridos.
Sin pensar en lo que representaba para una femme de la Generación de la Guerra pasar tanto tiempo con unos Autobots que tenían mayoritariamente dos pasatiempos: destrozar cosas y desobedecer órdenes.
De esta manera, Deshelia consiguió una excusa para poder permanecer largas jornadas en la Base Wrecker sin levantar sospechas. Pasaba la mayoría del tiempo dentro del Simulador y cuando lo desocupaba para que los demás entrenaran, dividía su tiempo entre la Sala Médica Wrecker, para prestar una ayuda que realmente hacía falta, y en el laboratorio de Wheeljack, ayudando al ingeniero en cualquiera de sus proyectos o desarrollando los suyos propios: había diseñado un par de armas y también había construido unos cuantos proyectores de hologramas. Aquellos pequeños discos metálicos podían servir para mucho más que esconder su identidad en combate.
La relación con el Wrecker se afianzó de tanto tiempo que pasaban juntos, y fue el único que tuvo el valor de preguntarle por la rabia y la preocupación que empeñaban sus ópticos en todo momento.
- ¿Qué te ocurre?- preguntó en uno de sus descansos.
Deshelia hundió la mirada en el pequeño bote de Energion que sostenía entre los servos.
- Es... - suspiró- Supongo que te habrás enterado de lo de Protimax.
Wheeljack asintió.
- Megatron atacó Vos hace mes y medio, incluso Prime salió hacia allí para defender la planta. Siendo sincero, me extraña que aún no nos hayan llamado- se encogió de hombros, sin detectar como Deshelia se encogía un poco al escuchar el título del líder Autobot. Pero sí que detectó su aire abatido-. Tienes a alguien en Vos.
No era una pregunta pero Deshelia asintió de todos modos.
- ¿Quién?- preguntó con suavidad Wheeljack- Bumblebee no es, ha estado por aquí estos días...
- Mi padre- graznó ella-. Mi padre está luchando ahora mismo en Protimax, no tengo ni idea de si aún sigue vivo y yo sigo aquí encerrada, sin poder luchar.
- Estamos ocupándonos de eso- le recordó Wheeljack.
- No lo suficientemente rápido- gruñó ella-. ¿De qué chatarra sirve todo esto si no puedo ayudarle y luchar a su lado cuando lo necesita?
- ¿No confías en él, en que pueda volver?- preguntó Wheeljack.
- Muchas veces, el volver no depende de lo bien que luches, sino de la suerte que tengas. De a quien te encuentres cara a cara en la batalla.
Y papá se va a encontrar de frente con el hijo de Unicron de Megatron.
Sabía perfectamente a qué había ido su padre. Por qué había salido tan rápido que ni siquiera se había despedido de ella, por qué se había limitado a intentar llamarla una única vez por radio.
Su padre había ido a enfrentar a Megatron.
Su padre era posiblemente el mejor luchador de todo Cybertron. Pero Megatron le igualaba; auquel sádico prácticamente se había criado en los pozos de pelea de la Ciudad Esclava (1), y cuando ningún gladiador se atrevía a meterse con él en el foso, se había mudado a los malditos pozos de Kolkular, convirtiéndose en el gladiador más famoso de la historia.
Y su padre iba a enfrentarse a él.
- Eh- le dijo Wheeljack, aunque tuvo que pegarle un ligero empujón para hacerla reaccionar-. ¿Quieres que te acompañe a ver la Lista?
La Lista de los Caídos, que se actualizaba cuando los oficiales al mando tenían tiempo para apuntar los nombres de los caídos. Esas listas se enviaban automáticamente a todas las bases Autobots.
- La miré al llegar- le contestó Deshelia-. Anoche seguía vivo.
No es que a Deshelia le hiciera mirar la lista, si su padre caía la noticia correría como la pólvora, pero era la respuesta que Wheeljack esperaba. Y es que empezaba a confiar en el Wrecker, todavía no podía revelarle la verdadera relación que la unía con el líder Autobot.
Wheeljack asintió y tras mirarla un momento, suspiró:
- Mira, Deshelia, no te voy a decir que volverá a tu lado. Los dos sabemos que hay muchas posibilidades de que no lo haga- ella sintió las palabras como un demoledor golpe directo a su cámara de chispa, pero aún así asintió, agradeciendo la honestidad-. Lo que sí te puedo decir... es que si te pareces en algo a él, tu padre tiene muchas más posibilidades que la mayoría de volver.
Deshelia se quedó callada y Wheeljack, sin más que decir, bajó la cabeza hacia el prototipo en el que estaba trabajando. Ella trató de imitarle, pero su procesador no estaba en aquel laboratorio, sino en Protimax.
Al menos, hasta que la estruendosa bocina de alarma la sobresaltó. Dio un bote y su mano buscó algo que usar como arma por instinto.
- ¿Qué pasa?
Wheeljack no le contestó, sino que salió disparado. Deshelia se apresuró a seguirle. Por el camino, Bulkhead se les unió y Deshelia no tardó en contactar a Bumblebee por radio.
- Hola, De...
- La alarma está sonando a todo volumen en la Base Wrecker, Bee, no sé que scraplets pasa.
- Estaré allí en tres ciclos- le respondió de inmediato su amigo.
Que la bocina de alarma en la Base Wrecker sonara cuando su padre llevaba mes y medio tratando de frenar a Megatron no podía ser bueno, más cuando los Wreckers solían ser los refuerzos de emergencia.
A los que llamaban cuando todo parecía perdido.
A los que se les encargaba el trabajo sucio.
Deshelia tragó Energion y elevó una plegaria a Primus.
Por favor, que mi padre esté bien. Es el último Prime, tu último descendiente (2). Por favor, mantenlo a salvo.
Pero parecía que sus súplicas habían quedado en saco roto porque para cuando Wheeljack dejó de correr y tanto Bulkhead como ella se detenían tras él, había un gran Wrecker al que ella conocía solo de vista subido en una plataforma.
- ¡Wreckers!- bramó- ¡Todos sabemos que el hijo de Unicorn de Megatron llegó a Vos hace mes y medio, dispuesto a volar Protimax por los aires! ¡Si lo consigue, nos quedamos sin energía!- unos cuantos Wreckers gritaron, enardecidos, y Deshelia se giró al notar un servo en su hombro: Bumblebee.
- Todo estará bien- le susurró su amigo. Pero el Wrecker que se elevaba sobre los demás parecía empeñado en contradecirle.
- ¡Pues bien, parece que Prime se ha dado cuenta que esos Soldados de Élite de pacotilla no son suficientes y ha pedido un destacamento de Wreckers!
Algunos vitorearon mientras que Deshelia sentía desaparecer un peso de su pecho: por fin, noticias de su padre. Le daba igual que en parte lo estuvieran insultando, su padre estaba vivo.
Pero había tenido que pedir refuerzos, se dio cuenta entonces. Wreckers, nada menos. Las cosas debían de pintar realmente mal si su padre había juzgado necesario juntar a Ultra Magnus con un destacamento de Wreckers.
Se sintió a nada de tener un cortocircuito al escuchar como los Wreckers rugían, decididos y deseosos de entrar en combate. Su padre estaba en peligro. Y ella estaba encerrada. Sin poder ayudar. Sintió que el Energion empezaba a burbujear en su interior. Bumblebee la sacó de la aglomeración agarrándola del antebrazo.
- Tranquilízate, Desh, por favor.
- Necesitan a los Wreckers, Bee- siseó ella-. Las cosas deben de estar muy mal en Vos.
- Desh, los Wreckers son los mejores luchadores y van a ponerse bajo el mando de tu padre- le recordó Bumblebee, luchando por no dejarse llevar él mismo por la preocupación.
Pero incluso él sabía que llamar a los Wreckers como refuerzo siempre era el último recurso.
Miró a Deshelia, a su hermana. Estaba temblando, pero no de miedo, se dio cuenta al mirarle a los ópticos. Temblaba de rabia. De excitación.
- ¿Deshelia?- la llamó, preocupado.
Temiendo la decisión que sabía que había tomado.
La vio erguirse, y mover los hombros, soltando las extremidades, tomando consciencia de su cuerpo, registrando su fuerza y agilidad.
- Vas a ir a Vos- susurró por lo bajo. No era una pregunta.
Deshelia lo miró con los ópticos chispeando con seguridad y decisión.
- Me necesita, Bee. Y si no acepta mi ayuda... aceptará la de Hestia- el proyector de hologramas circular brilló en sus dedos cuando Deshelia lo descubrió para él.
Bumblebee miró el aparato durante unos segundos antes de subir la mirada hacia ella.
- Date prisa en colocarlo sin que te vean o se irán sin nosotros- Deshelia sonrió ligeramente y Bumblebee le sonrió de vuelta antes de girarse hacia los Wreckers que se preparaban para salir-. Yo voy a decirle a Wheeljack que me ofrezco para ir con ellos. Date prisa- repitió.
Deshelia asintió y salió disparada para ocultarse en un recodo del pasillo antes de activar el disco.
Parpadeó, abrió y cerró los servos un par de veces, acostumbrándose al nuevo cuerpo. Iba a volver a las filas pero... algo la hizo recordar en la espada que Wheeljack le había estado prestando durante aquel tiempo para entrenar.
Quería luchar con esa espada.
Así que salió escopetada hacia el Simulador, donde la había dejado tras el entrenamiento del día anterior, y se la colocó en la espalda. La hoja de la espada del color grisáceo característico del acero templado, con una guarda plateada y la empuñadura azul profundo pero cuando el holograma la cubrió, pasó a ser una monstruosidad de filo negro y empuñadura roja.
Volvió con los demás y se metió entre los Wreckers que se preparaban para la batalla, esforzándose en pasar desapercibida mientras buscaba a Bumblebee de reojo. Afortunadamente, los Wreckers eran bastante más caóticos que el resto de divisiones Autobots, así que no le costó demasiado llegar hasta Bumblebee sin que nadie reparara en ella.
Tras cruzar una mirada con él, Deshelia se quedó unas filas por detrás: Bumblebee estaba junto a Wheeljack, Bulkhead y Ironhide. Si se acercaba a él, las preguntas serían inevitables.
- ¡Ey! ¿Quién eres tú?
Deshelia/Hestia maldijo internamente y se volvió: un Wrecker más bien bajito aunque no tanto como Bumblebee, de ojos zafiro chispeantes y exoesqueleto blanco y gris con detalles en negro y azul oscuro. Era ligero y aerodinámico; Deshelia no necesitó más que un vistazo para saber que la técnica de lucha de aquel bot era la evasión y rapidez, no la fuerza bruta.
- ¿De dónde has salido?- la interrogó, con la cabeza levemente ladeada.
Chatarra, chatarra, chatarra.
Miró a su alrededor, un vistazo rápido buscando desesperadamente algo de ayuda para que no la descubrieran. Por el rabillo del óptico vio a un Wrecker cuya carrocería dorada le recordó a la de su mejor amigo. Y así tuvo su respuesta.
- Vengo de los Rastreadores, cambié de división hace unos ciclos orbitales (3).
Él esbozó una sonrisilla torcida.
- ¿No le caías bien a tu Capitán?- Deshelia dejó escapar una carcajada que no era del todo fingida.
- Supongo, no puso muchos problemas cuando le pedí el traslado- el Wrecker arqueó una ceja cuando "Hestia" le dijo que el pasarse a los Wreckers había sido decisión suya. Ella sonrió-. Las misiones de exploración empezaban a ser muy aburridas para mí.
- ¿Y no crees que para haberte cambiado hace unos ciclos orbitales, es un poco pronto para un misión de este calibre?
En realidad, ha pasado demasiado tiempo.
- ¿Y perder la oportunidad de patearle el maletero a Megatron? Ni muerta.
El Wrecker se rió y tras ellos, por fin estalló el Puente. Deshelia se volvió hacia la luz verdosa, con su spark brillando como nunca en su pecho. Sentía como el Energion hervía por todos sus cables y como algo poderoso, frío y mortífero latía y cantaba desde su interior: pelea, pelea, pelea, pelea, pelea.
Deshelia se estremeció ante la excitación, la sensación de hormigueo que le recorría el cuerpo. Una batalla. Su primera batalla de verdad. Quería atravesar ese Puente y correr y matar y golpear y disparar y...
- Ey, quédate conmigo, ¿vale? Tú cubres mi espalda y yo cubriré la tuya- dijo el Wrecker antes de posar su servo en el hombro de ella.
Aquel Wrecker jamás sabría la suerte que había tenido de hablar primero y tocarla después. De lo contrario, muy probablemente se habría quedado manco. Pero habló primero, lo que sirvió para que ella recordara donde estaba. Se volvió con una sonrisa.
- Claro- su sonrisa se volvió burlona-, siempre que puedas seguirme el ritmo.
Deshelia vio la chispa de humor en los ópticos de su interlocutor y se giró hacia el Puente, buscando al que verdaderamente le iba a cubrir las espaldas con la mirada: Bumblebee seguía con Wheeljack y con Bulkhead, pero la estaba mirando. Ella le guiñó un ojo, contestando así a la pregunta escrita en los ópticos de su amigo.
"¿Todo bien?" "Mejor que nunca"
- Sigo sin saber tu nombre- oyó a su espalda.
- Si sobrevives, quizá te lo diga- contestó sin titubeos.
Oyó una risa tras ella antes de que los demás soldados comenzaron a gritar, animándose a sí mismos y a sus compañeros.
- ¡Vamos, vamos, vamos!
- ¡Yo no vuelvo sin una cabeza más para la colección!
- ¡Espero que se hayan llevado a Sneakhead! ¡Ese Hijo de Unicron me debe la revancha!
Muchos empezaron a correr en dirección al Portal. Ella no se quedó atrás.
***
Yiep, tiempo sin dejarme ver. Excusa? A ver quien es el guapo que consigue compaginar la universidad, el trabajo y un fic de Transformers.
No, en serio, si conocéis a alguien que lo haga, decírmelo. Le vendo mi alma a cambio del secreto para conseguir hacerlo xD.
En cuanto al cap... AY MAMITA QUE SE LÍA. Desh se ha plantado, ha dicho que ya no más mierda de entrenamientos y que ella quiere patear maleteros de verdad. A ver quien es el listo (o el gilipollas, más bien xD), que se atreve a decirle que no a nuestra femme.
C'mon girls, quiero leeros animar y desearle suerte a nuestra Desh!!! QUE ES SU PRIMERA BATALLA REAL GENTE.
Aclaraciones de este cap.
(1): Ciudad Esclava: Es una ciudad en Kaon. Ya sé que en TFP, se refieren a Kaon como la capital Decepticon y en parte es así, pero en la serie lo simplificaron mucho para mi gusto, así que en esta historia el tema de las ciudades va a variar mucho (ya os lo dije xD).
Kaon no es una ciudad, sería más bien una provincia. La verdadera capital Decepticon es la gigantesca ciudad-fortaleza de Kolkular.
La Ciudad Esclava, por otra parte, es una pequeña ciudad a unos cinco días de camino de Kolkular, dentro de los límites de Kaon. Era una ciudad tradicionalmente obrera, Megatron nació aquí, en una familia humilde tirando a pobre así que en cuanto tuvo edad suficiente, se lanzó de cabeza a sus pozos de pelea. Se convirtió en un gladiador tan famoso, que tuvo que mudarse a Kolkular para seguir peleando, tal y como se comenta en este cap.
En el momento en el que se ubica el fic, Ciudad Esclava es más bien un montón de ruinas que se caen a cachos, está prácticamente abandonada.
(2) Los Primes como descendientes de Primus: al ser un Prime, Optimus está considerado como un descendiente de Primus aunque no en el sentido estricto de la palabra, por que como nos explica Ratchet en la serie de TFP, el ser un Prime es un honor que se gana, no se hereda. Esta es la razón por la cual a pesar de que Deshelia sea hija de Optimus, no es una Prime.
(3): Ciclos orbitales: meses.
NOS LEEMOS EN LOS COMENTARIOS!!
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