Capítulo 6

Todo ese tiempo que transcurrió en mi recuperación (quizá desde mi 《resurrección》), estuve en la famosa base Edwards, en ese momento cuartel general de Chris y sus hombres.

Había llegado el momento de mi salida de aquella zona, gracias a mi recuperación. Chris había insistido en trasladarme a su base personal, de la cual no quiso revelarme su ubicación, por seguridad según él.

Y sí que se tomó en serio tal seguridad, pues, mientras me escoltaba hacia nuestro medio de transporte - el cual era un auto militar tipo SUV cuatro puertas, blindado, que no supe identificar, dbido a que era impenetrable por ajenos - comenzó a explicarme que era menester usara una venda que cubriera mis ojos, por supuesto, ello debido a que la ubicación en cuestión era alto secreto, y por mi condición de extranjera, debía acatar su orden. Sin desconfiar de él. Era protocolo. Nunca se sabía qué podía suceder con el portador de esa información, me explicó.

-¿Desconfías de mí?- le pregunté decepcionada.

-Debes entenderme, Madeleine. Perteneces a un país extranjero y ahora te encuentras bajo mi cuidado. No puedo asegurar que esa información - en tal caso de que lo supieras - se mantenga en secreto. No te arriesgaré a peligros mayores. - Expresó, con razón.

Pronto nos detuvimos ante el vehículo que nos llevaría al sitio secreto. El conductor, militar, nos esperaba. Chris se detuvo y me observó, yo hice otro tanto.

-Pero... no comprendo, ¿a quien le daría esa información, Chris? En cualquier caso, no tengo razón mayor para volver...

Hice una pausa, luego pregunté algo más.

- ¿A quién le interesaría a tal punto de hacer daño por obtenerla? ¿Qué hay a donde vamos?

-No me refiero a que tú entregues la información conscientemente... hay muchas formas de adquirirlo sin permiso del poseedor de dicha información. Existen muchas personas malas en el mundo, Made.

Respondió. Sin embargo, la última pregunta que había formulado quedó en ese momento en el aire...

Sin más que decir, me ayudó a subir a la camioneta militar, procediendo a tapar mi vista con dicha venda para evitar que memorizara la ruta que usaríamos para llegar.

La venda en cuestión era un grueso pedazo de tela, con camuflaje militar oscuro, que evitaba siquiera la entrada de luz a los ojos de quien la portara, en este caso, los míos.

Chris permaneció sentado a mi lado, ambos estábamos en la parte trasera de la cabina de aquel vehículo.

Pronto sentí que el auto comenzó a movilizarse, emprendiendo el viaje a nuestro destino, no muy lejano de la base Edwards. Sin embargo, con mis ojos tapados, el tiempo me pareció largo. Así lo sentí, mas no había transcurrido si quiera una hora.

El vehículo de pronto se detuvo, habíamos llegado al lugar. Supe que era nuestro destino porque Chris me lo hizo saber, procediendo luego a ayudarme a bajar, aún sin retirar mi venda.

Me guió hasta dentro de una construcción extensa, según mi intuición, mi sentido de la orientación y del espacio del entorno. Fue entonces cuando retiró aquello que me evitaba ver, despacio, para no exponer directamente mis ojos a la luz externa y acostumbrarme poco a poco a ella.

Cuando logré ver observé el lugar. Era tan grande como una mansión, parecía ser el hogar de alguien. Con muchas habitaciones, una gran sala - comedor junto a otra habitación que no logré detallar en ese instante porque se hallaba cerrada, y una extensa cocina.

Estos tres últimos en la planta baja o inferior, pues la 《casa》 contaba con dos pisos. Era hermosa a la vista, aunque había imaginado con anterioridad llegar a algún cuartel militar, no a una mansión, hogar de familia.

No logré formular palabra alguna al principio, la sorpresa y admiración era total.

Chris observaba mis reacciones, sonriente.

- Increíble ¿no? ¿Te gusta? Aquí viviremos - se adelantó a decirme.

-Espera espera...

Lo miré directamente.

-¿Viviremos?

-Por supuesto - respondió -, no pensarás que iba a dejarte desprotegida y a tu suerte ¿verdad?

-Pues... no, pero... a decir verdad ni siquiera creí que me llevarías a una casa.

-Es parte de tu recuperación física y mental. Quería que te sintieras en casa, literalmente. Tendrás tu propia habitación, y privacidad total si así lo deseas. No te molestaré si no me necesitas.

-Guao... esto es... gracias Chris.

Como parte de mi agradecimiento, lo abracé. Siempre fui muy cariñosa en estos aspectos. Mi cariño hacia aquel hombre aumentaba aún más, así como la confianza anteriormente perdida. Se lo estaba ganando. Chris realmente demostraba cuán arrepentido estaba por las acciones del pasado, ayudándome en todo aspecto y ganándose a una buena amiga cada vez, como era antes.

Pronto me invitó a seguirle.

- Ven, te mostraré el lugar.

Sonriente, le seguí. Estaba emocionada por conocerlo todo, por conocer mi nuevo hogar.

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