Capítulo 15


- Trataré de ser cuidadoso con las palabras que use en esta segunda parte de la narración... - expuso, iniciando a explicar y aclarar las dudas que aún me aquejaban sobre mi venida a este mundo.

Navimoon, Ermac y yo nos hallábamos sentadas en el sofá más grande, dispuestas a escucharlo, mientras que Chris se hallaba frente a nosotras en uno de los sofás individuales de aquella sala.

- El gobierno - continuó - tomó como opción principal a una mujer de raíces y nacionalidad puramente venezolanas, con el fin de que el producto... mejor dicho, el ser que crearían, desarrollara las habilidades y fortalezas propias de un venezolano, aquellas que obtiene de vivir en un sitio del mundo estratégico, tropical y que presenta todas las estaciones existentes. Esto ayudaría también a fortalecer el sistema inmune, puesto a que desarrollaría anticuerpos contra las enfermedades más peligrosas del mundo: las existentes en el clima tropical.
El lugar traería ventajas también a su estabilidad emocional.

- Espera espera... - le interrumpí - entonces... sí me desarrollé en un ambiente natural... en un útero, quiero decir.

- Por supuesto. El programa no iba a exponerse a riesgos innecesarios desarrollando el feto en un ambiente de laboratorio. De lo contrario te hubiesen expuesto a una muerte fácil y a mutaciones que realmente no interesaban al proyecto, y porque deseaban inocular un buen estado físico y mental al individuo de manera natural... pero continúo.
Por otra parte, necesitaban de ADN que prometiera agilidad, fuerza, inteligencia y lealtad propias de un militar especial norteamericano...

- Y es ahí dónde entras tú.
Expresó Navimoon.

- Típico. El soldado perfecto.
Dijo Ermac a su vez.

Yo me limité a observarle con sorpresa. Sabía a lo que venía en esa parte de la exposición, pero aún así no pude evitar sentirme anonadada.

- Así es - confirmó con una leve sonrisa -, fue por esa razón que fui elegido para ser parte importante de su proyecto.

- Te consideran el mejor soldado de América, y del mundo. Y a decir verdad, no están equivocados... pero te falta algo.
Expresé.

- ¿Como qué?
Preguntó él.

- Pues... serías un mejor soldado si no te dejaras manipular por ellos.

Por su gesto noté que entendía a qué me estaba refiriendo.

- Mi entrenamiento, desde sus inicios, tuvo mucha dosis de lealtad a mis superiores, Made. Trato en lo posible de eliminar, o cuando muy poco, disminuir el efecto de esa "programación" en mí, pero no me ha sido tan fácil, cuesta lo suyo.

- Entiendo.

- Sé que sí. Pero quiero tranquilizarte diciendote que estoy arreglando en lo posible todo el mal que pude haber hecho con o sin razones... y jamás dejaría a un lado el bienestar de mi hija. Por eso hice lo que hice.

Sonreí al escucharle decir esas palabras. Las estaba esperando.

- Muy bien. Solo espero que no vuelvas a caer en sus garras... creo en ti, ¿sabes?

- Yo, pues... prometo no volver a caer.

Sonreí.

- Ahora... continúa por favor, prometo no seguir interrumpiendo.

- De acuerdo...
Teniendo... teniendo en su poder y conocimiento el ADN perfecto para su nuevo soldado especial, no tardaron en implantar mi código genético en la muestra y porteriormente en la mujer elegida para el desarrollo del próximo prototipo de soldado americano. La decisión del sexo del individuo tampoco fue dejado al azar, ellos realizaron un estudio y concluyeron que una mujer sería un excelente prototipo de soldado debido a sus experiencias, habilidades y mejor manejo de las situaciones...

- Un momento, disculpa... ¿cómo lograron hacer consentir a aquella mujer un experimento como ese? Porque de eso se trataba, me parece.
Interrogó Navimoon.

- No lo hicieron - respondió él -, no fue necesario siquiera.

- La mujer no supo entonces lo que hicieron con ella... malditos.
Expresó Ermac.

- De esa forma actúa este gobierno. Ustedes lo saben, no es ningún secreto su fórmula de trabajo... Ahora bien, la mujer pensó que se había embarazado de manera natural, y se lo hizo saber a su esposo. Este, sin embargo, descubrió algo anormal al enviarla a hacer exámenes unos meses después.

- ¿Qué sucedió? ¿Descubrió que la otra mitad del ADN del bebé no era suya? ¿Pensó que le fue infiel?
Preguntó Ermac.

Los tres la miramos.

- ¿Qué? Solo pregunto.

- Sí y no. Primero que nada - él mismo me lo hizo saber -, jamás desconfió de su esposa. Pero sí halló que el bebé tenía una codificación genética que no le pertenecía a él y fue entonces que inició estudios más exhaustivos.

- Pero, ¿quién era él? ¿Cómo contaba con tecnología como para detectar tal cosa?
Pregunté intrigada.

- En su momento lo diré, permiteme continuar por favor. En el momento que supe de su acción decidí actuar y me presenté ante él. Tenía que hacerle saber por mi cuenta para que luego no desconfiara de mí. Fue un instante en el que chocó mi razón con mi corazón. A pesar de mantener la discreción y ética militar, mi moral humana se hizo presente y me ayudó a continuar.

- El amor paternal le gana a la lealtad militar.
Expresó Navi.

- Así es - sonrió orgulloso -. Informé a este gran hombre lo que sucedía y le imploré total discreción. Al enterarse quiso matarme a mano limpia, pero procedí a discutirlo con él de manera pacífica, y sí, aceptó. Su razón y estoicidad me conmovieron a tal punto que tomé una decisión: para alejar a mi hija del peligro que corresponde estar cerca del gobierno estadounidense - me miró -, tenía que dejarla con ellos... allí nuestra buena amistad inició.

- Entonces...

- Sí hija mía, ese hombre era Conrad Silva. Tu padre adoptivo.

Recordarlo causó que algunas lágrimas recorrieran mi rostro. Lo que conmovió a las chicas y a Chris. Él, primero, se levantó para consolarme.

- Está bien hija, tranquila...

Dejé escapar un sollozo y, aún abrazada por él, sequé mis lágrimas y lo miré.

- ¿Por qué no conocí a mi mamá?

- Ella... lamentablemente falleció después de darte a luz. Pero en su ausencia, Conrad hizo un buen papel de madre-padre para ti. De eso no hay dudas.

Lo empujé un poco.

- ¿Por qué no estuviste para mí?

Las chicas, tanto como yo, esperaban la respuesta real de su ausencia.

- No se trató de que no te quisiera, Made. Era para protegerte. No estuve ausente, muchas veces te visité y jugué con la pequeña tú, pero cuando comenzaste a crecer tuve que alejarme para que no me vieras presente. No aparecía ante ti, pero siempre visitaba el lugar para verte... cuánto comencé a añorar abrazar a mi propia hija. Mis decisiones sobre ti siempre eran tomadas en cuenta por Conrad, 《ella es tu hija después de todo》, decía. Y comprendía la razón de mis furtivas visitas; siempre fuiste inteligente y podía ser peligroso que me siguieras en algún momento. Las preguntas, además, iban a importunar y te iban a herir las respuestas... fueron las razones también por las que Conrad no quería dejarte salir de la base al descubierto y sin compañía de él o de sus hombres.

- ... ahora lo entiendo.

Navi y Ermac se miraron sorprendidas.

- Esto es increíble.
Dijeron al unísono.

- Desde que te conocí... aunque en realidad ya te conocía...

- Si... una captura y posterior interrogatorio sobre lo que conocías en cuanto a los cybertronianos no fue la mejor forma de presentarme ante ti nuevamente, pero no podía levantar sospechas y deseaba verte y protegerte del gran lío en el que te estabas metiendo.

- Desde entonces siempre sentí algo en ti. Mi subconsciente me estaba indicando quién eras... por eso te aprecio tanto. Todo tiene sentido.

Chris sonrió y me abrazó nuevamente.

- Ahora no deseo dejarte ir.

- ¡Pero dejame respirar, por favor!

Me soltó y nos reímos del suceso.

El medio día estaba sobre nosotros y el hambre empezó a hacerse sentir. Chris cocinó por decisión propia y quedamos tan satisfechos que todos al mismo tiempo caímos en una salvadora siesta. Entrada la tarde volvimos a reunirnos en la sala, debíamos terminar de esclarecer absolutamente todo antes de proceder con nuestra misión los días posteriores.

- Ahora... ¿qué tal si continuamos con el tema de los bots?
Solicité.

- Es momento, por supuesto...

- ¿Por qué lo hiciste?

- ... Nuevamente entra en acción el gobierno. Se acababan de enterar que había sido yo quien alteró el para ellos importante proyecto de la super militar y te usaron para mantener mi lealtad hacia ellos. Si no cooperaba...

- Iban a lastimarme, supuestamente.

- Cobardes, siempre usan algo o alguien para hacer cumplir sus objetivos.
Dijo Ermac.

- Desean demostrar un poder que no les pertenece.
Matizó Navimoon.

- Exactamente. El gobierno no puede tocarme porque poseo inmunidad internacional y porque soy de sus mejores hombres de fuerzas especiales. Es por eso que usaron mi debilidad: a ti, Made. Y no puedo mentir, todo lo que te importa, hija, se vuelve también mi debilidad. Como ustedes dos - señaló a mis compañeras - y los cybertronianos. Si algo les sucede mi hija sufre y por ende, yo también.

- Me alegra saber que también estarías dispuesto a proteger a quienes me importan - sonreí-. Pero, ¿cuál fue la razón que te impulsó a hacer lo que hiciste con los cybertronianos?

- En aquel tiempo no las conociamos a ellas, y eso era una buena ventaja - las miró -, de lo contrario hubiesen estado en peligro. Por otro lado, los cybertronianos estaban en la línea de fuego y tenía que hacer algo para alejarlos y protegerlos. Por el momento la única solución viable era hacerlos pasar por muertos, de esa forma el gobierno creería que ya no serían un problema para sus objetivos. Porque la otra razón para tenerlos como target* era que fueron considerados muy vistosos y peligrosos para su estabilidad política y militar. Comenzaba a ser difícil mantenerlos en secreto, ya habían muchas pruebas de su existencia en internet y no todos lograban ser eliminados de la red a tiempo.

- Lo sabía. Comencé a intuir eso último cuando me enteraba por Smokescreen que el Agente Fowler se 《volvía cada vez más irritante con sus absurdos regaños》, según sus palabras. Me decía que los trataba de reprender por destruir, así fuera lo mínimo, de propiedades o terrenos en Estados Unidos, y por dejarse al descubierto. Smoke me decía: Es imposible,  cuandos los Decepticons atacan debemos detenerlos, no podemos cuidar de las infraestructuras humanas y permitir que ellos ataquen. Tampoco podemos evitar toparnos con un muro en nuestras peleas. Y sobre los 《satélites espía》, que el gobierno se haga cargo, no tenemos la habilidad de hacernos invisibles. No somos dioses, también cometemos errores. Siempre que Howler aparecía en su base él se desahogaba conmigo porque tenía prohibido replicarle.

- Pobre Smoke.
Lamentó Ermac.

- Lo sé... siempre sentí que los bots no eran bienvenidos por ellos... pero perdieron su hogar y necesitaban de un lugar para sobrevivir, ¿es tan difícil entender eso?

- Sabes que a las fuerzas militares no les interesa. Sólo querían deshacerse de ellos. Para evitarlo decidí actuar por ellos. Propuse "eliminar" a los Autobots y llevar sus restos a la Antártida hasta que fuera 《necesario el uso de su biotecnología》, que fue pautado para el 2030 por tener proyectos y operaciones en curso. Entonces me concedieron el permiso, pero me ordenaron hacerlo con todos los cybertronianos presentes en la Tierra. Y así lo hice, pero no se sobresalten, no los lastimé ni los extinguí. Con mi pelotón fuimos en busqueda de cada cybertroniano en el planeta, Autobot, Decepticon o sin facción alguno, los rociamos con un producto clasificado de muy baja temperatura que los obligó a activar involuntariamente el modo hibernación y logramos transportarlos hasta la Antártida, donde, sin que nadie sospechara nada, personalmente procedí a inducirlos a un apagón que mantuviera sus sistemas estables hasta la próxima reactivación... lamentablemente han pasado siete años y no ha llegado el momento de activar sus sistemas.

El silencio llegó y se hizo cada vez más denso...

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*Target: un objetivo en la jerga aeronáutica militar / objetivo en el radar.

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