Capítulo 14


Desperté una hora después, había comenzado a anochecer.

Me mantuve pensativa, no sabía si enojarme o emocionarme por saber que Chris era mi padre.

- No es posible, no es posible... ¿cómo puede ser? Nunca estuvo conmigo hasta hace poco... ¿por qué?

Pronto llegó a mi memoria el recuerdo de a quien consideraba mi verdadero padre: Conrad Silva. El ya fallecido General en Jefe de Venezuela.

- ¡Papi!

Le abracé.

- ¡Jajaja! hija mía. Te quiero mucho mi pequeña Mady...

Siempre me lo decía, y demostraba por supuesto... a pesar de no haber sido mi padre biológico, jamás me habló ni trató mal.

- Por qué no se acercó siquiera una vez...

Si Chris era mi padre biológico lo correcto hubiera sido que me visitara en la infancia.
Por lo menos era lo que creía.

- Ahora que lo sé... me hubiera encantado escucharle decir que me quería mucho, en la infancia... siento que no lo conozco, yo...

Me sentía confundida y que desconocía mucho de él y de mí misma. Pronto la tristeza se dejó ver.

Al momento Chris entró en mi habitación con delicadeza.

- Made... ¿quieres... quieres hablar?
Preguntó.

- No.

Hizo caso omiso a mi negativa y se acercó para abrazarme, limpiando mis lágrimas luego.

- Perdoname... te debo una explicación.

- Ah, no me digas, Chris...

- Entiendo que desees continuar diciendome por mi nombre. No importa, me lo merezco. Pero por favor, escucha lo que tengo que decir.

Dudé.

- No espero que entiendas al momento, hija, pero deseo que escuches la verdad al fin. Es correcto que lo sepas.

Lo miré y asentí levemente, permitiendo que iniciara su explicación.

- Sólo te pido que intentes comprenderme... por favor.
Todo inició cuando contaba con veintitrés años. Apenas me había graduado de la academia militar y ya era un soldado distinguido, con varias misiones en campo cumplidas con éxito rotundo.
Uno de mis superiores me sugirió un programa secreto del que él deseaba yo fuera parte. Me emocioné, fuera lo que fuera iba a ser increíble, pensaba. Por supuesto acepté y enseguida me informó del programa en concreto...

Se detuvo un momento, parecía meditar sobre sus propios recuerdos. Me miró e hizo un gesto de desaprobación hacia sí.

- Si me hubiera negado...

Suspiró.

- Pero ya no hay marcha atrás... y actualmente no puedo arrepentirme.

Me sonrió. Por supuesto no entendí al momento a qué se refería, pero decidí mantenerme en silencio. Sabia decisión.

- Pronto - continuó - fui llevado hacia unas instalaciones cientifico -militares, donde el proyecto, o programa militar, se concretaría. Fui informado de las máximas medidas de seguridad del lugar y recibí ciertas órdenes... Alrededor de media hora después obtuvieron lo que necesitaban de mí.

Mantuvo el suspenso, más yo quería saber con ansias a qué rayos se estaba refiriendo, pero me contuve de emitir comentario o interrogante alguno.

- Horas después recibí información de las fases siguientes: elegir a una portadora, o nodriza en un territorio elegido con anterioridad muy detalladamente. Nada quedaba al azar. Ello iba a influir en el comportamiento del 《producto》 final. Luego, llevar ese 《producto》 de regreso para iniciar con el entrenamiento preestablecido. Por último y en pocas palabras, tener en poder de Estados Unidos el primer militar eficaz creado en laboratorio...

Me inquieté, creo que comenzaba a intuir.

- Chris.., ¿a qué te estás refiriendo?

Me miró con unos ojos que demostraban culpabilidad y arrepentimiento al mismo tiempo.

- Debí ser más responsable, negarme a ese proyecto antinatural y atroz y buscar la forma de destruir sus planes... me di cuenta de lo que había hecho muy tarde... entonces decidí alterar el proceso normal del proyecto y busqué la forma de proteger al ser que vendría al mundo, pidiendo ayuda del, en aquel entonces, Comandante del equipo Alfa de las Fuerzas Especiales venezolanas... Conrad Silva. Quien, por supuesto, aceptó con todo gusto.

Mi respiración y latidos del corazón se habían acelerado... no podía ser.

- Made, perdoname... pero, eres el resultado de un equivocado proyecto estadounidense que tenía como finalidad crear el soldado perfecto. O eso fuiste en un comienzo... la realidad es que eres mi hija y te acepto como tal, desde el momento en que recapacité sobre mi ética militar esos primeros días de tu vida...

- P-pero... Chris...

No podía creerlo, me dolió mucho tal revelación... una manera de venir al mundo totalmente antinatural y por parte de personas faltos de alma y moral humanos.

- No... ¡no quiero oir más! ¡Vete Chris!

- Mady, por favor...

- ¡No quiero oir más! ¡Dejame sola!

Dicho esto oculté mi rostro en la almohada, sollozando.
Chris, por su parte, decidió cumplir con mi deseo y abandonó mi habitación. Levanté la mirada y observé cómo se alejaba de ahí, me sentí mal pero necesitaba algo de tiempo para digerir la revelación que acababa de recibir por él.

No quería aceptarlo, ¿por qué tenía que nacer así? ¿Quién era mi madre entonces? Porque debía tener ADN de una mujer, por supuesto.
Sobre Chris tenía las respuestas, ¿por qué lo hizo? Era fácil de adivinar...
Pero no podía hallar culpabilidad en él, simplemente no me nacía hacerlo y recapacitó a tiempo, según su narración explicativa. Sin embargo seguía dolida por el hecho de que no estuvo conmigo en el proceso de crecimiento, y aún tenía muchas dudas que deseaba despejar.

Pero, ahora que lo detallo con la ventaja del tiempo, caigo en la cuenta...
Hacía bastante tiempo atrás, mientras vivía con quien consideré mi verdadero padre, tuve un sueño donde, en esencia, el mundo onírico me mostró mi verdad. Me explico, en el sueño (que se repetía cada noche) veía a quien al parecer era mi padre biológico, de manera confusa y en lo que parecía ser un escenario de escape en medio de un ataque...
Luego, en un sueño mucho más detallado todo fue esclarecido, en parte.
Aquel ser que yo reconocí como mi padre era Shockwave; un cybertroniano de la facción Decepticon, luego de haber sufrido los procedimientos que ellos denominan Shadowplay y la Empurata, quien aceptó que me había creado en un laboratorio a favor de la misma facción, incluyendo en mi ACN una parte de ADN humano. Pero luego rectificó y me alejó de aquel mundo despiadado, ayudandome a escapar...

En esencia se trataba de lo mismo que con Chris... la mente, lo confirmo, es un mundo misterioso, e inexplicable con el método científico humano.

Pero retomo la narración original.

Habiendo pensado con más tranquilidad mis siguientes pasos, decidí por fin salir de mi habitación y enfrentarme a la realidad, pedirle a Chris que me explicara con profundidad.

Mientras más me acercaba a la sala del apartamento, donde lo ubiqué por su voz, escuché que daba la misma explicación a Navi y a Ermac. Supuse que decidió, ellas tenían el mismo derecho que yo de saber la verdad.

- ... Y es así cómo Madeleine llegó a este mundo. Ahora veo con claridad, ella tiene una importante misión que cumplir en esta vida. Ella junto con ustedes dos.

Acabé por escuchar. Y salí del pasillo, mostrandome ante ellos.
Los tres se levantaron.

- ¡Mady!

Soltó Ermac con emoción. No lo evité, le correspondí con una amplia sonrisa.

- Nos alegra verte bien.

Dijo Navimoon. Chris sonrió al verme mejor y esperó mi próximo movimiento.

- Yo... estoy dispuesta a seguir escuchando la verdad, Chris.

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