Capítulo 6
Observé un lugar, desde mi perspectiva era un gran lugar, había una titilante luz roja, tal vez avisando algún peligro; no podía detallar mucho , ya que no lograba enfocar bien mi vista, pero sabía que se trataba de una nave.
Estaba luego en una posición diferente, podía observar con anterioridad gran parte del lugar, luego podía observar solo hacia arriba, lo que significaba que estaba recostada en algo, observé que habían dos personas frente a mí observándome, pero, al enfocar bien noté que no eran personas, sino que eran cybertronianos, un Mech y una Femme, intentaban decirme algo pero no lograba escucharlos, tan solo podía observar cómo movían sus labios tratando de pronunciar alguna palabra y procedieron a encerrarme, no sabía dónde me habían encerrado, pero me asustaba, ahora todo se había vuelto oscuro.
Desperté notando que había sido todo un sueño, del que por ahora no le daba importacia, ya que no recordaba donde estaba realmente o lo que había sucedido, lo último que recordaba era que iba a ser atropellada por el auto blindado de mi padre. Observé a mi alrededor, estaba en lo que parecía un cuarto individual de hospital, me senté con delicadeza, tratando de analizar el lugar o lo que había ocurrido, me sentía confundida cuando sin aviso mi padre entró en la habitación, y al verme despierta se acercó.
-¿Cómo te sientes?- me preguntó, realmente se veía preocupado.
-..Bien, pero. ¿Qué fue lo que sucedió?- pregunté con confusión.
-... Conducíamos, cuando repentinamente nos topamos con que te encontrabas en nuestro camino... estuvimos a punto de arrollarte... tuve miedo, pensé que había sucedido, por suerte solo te habías desmayado, tal vez por el susto-. Me respondió, la verdad no recordaba haber visto el auto antes de desmayarme, ahora solo recordaba al Autobot y nuestra conversación mientras conducía conmigo en su interior.
- Fue mi culpa, estuve a punto de que me arrollaran por un tonto descuido, lo siento-. Me sentía culpable de haber provocado tal susto a mi padre. Por suerte, no sabía nada sobre el Bot.
-Lo importante ahora es que te encuentras bien, ahora descansa, te hará sentir mucho mejor-. Me dijo sonriente, yo acepté, y al salir mi padre de la habitación, volví a dormir, sin mucha confusión.
Desperté el día siguiente, me levanté, me sentía alegre, pues ese día iba a ver por segunda vez a mi amigo el Autobot. Me vestí y esperé la llamada de Smokescreen, la cual no tardó mucho en llegar, contesté mi teléfono, y alegre le saludé, para luego decirle en el código base 64 mi ubicación, era el código que había elegido junto con él para mostrarle o decirle lo que necesitara y fuera de gran importancia o hasta secreto, para no levantar tantas sospechas y, en ese caso, rastrearan mi ubicación. De hecho, la llamada estaba segura, no se mostraba forma de detección de ubicación ninguna.
Finalizando la llamada, Smokescreen me notificó que llegaría pronto, yo tenía lugar ya para ocultarlo.
Luego de una corta espera, el Autobot finalmente llega a mi ubicación, rápidamente desactivé toda seguridad encontrada en el estacionamiento subterráneo de mi padre, donde se encontraban sus autos modificados con tecnología extraterrestre. Smokescreen entró, y al hacerlo volví a activar el sistema de seguridad, para evitar que mi padre se percatara de lo que estaba escondiendo. El estacionamiento era un lugar lo bastante ámplio y alto como para que Smokescreen puediera transformarse a su modo robot; él me preguntaba tantas cosas, y de esa manera comenzámos a charlar, y frecuentarnos en el mismo lugar, nadie sabía ni sospechaba nada, gracias a nuestras habilidades silenciosas.
Pasaban los días, y nos conocíamos aún más, él a mí y viceversa, hasta llegaba a contarme sobre su vida en su planeta natal, historias increíbles, y más... yo amaba cuando me contaba sobre el gran Alpha Trion; había leído sobre este gran Cybertroniano, realmente me llamaba la atención su misteriosa forma de ser para mí, todo lo que Smokescreen me contaba lo archivaba secretamente, era un archivo que celosamente guardaba en mis aposentos, nadie podía tocarlo, ni siquiera mi padre.
Un día, mientras esperaba la llegada de mi amigo, fui secuestrada, no supe por quién ni cómo hasta que desperté en un cuarto oscuro, de interrogatorio podía imaginarme, era el típico lugar en el que se encontraba una mesa, dos sillas y una luz en medio; aclaré mi vista y observé, que sentado frente a mí se encontraba quien sería un militar estadounidense, por su uniforme y rasgos físicos. Aquel hombre comenzó a interrogarme al percatarse de que había despertado ya.
-¿Quién eres y de dónde provienes?- comenzó con la interrogación fríamente. No respondí palabra alguna.
-Repetiré la pregunta. ¿Quién eres y de dónde provienes?- vuelve a decir con frialdad. Continué sin respuesta.
-Será más fácil si respondes algo, niña- se dirigió a mí con más calma.
Sabía cómo eran ellos, fríos, a veces sin personalidad, crueles y demás... pero, este militar en específico, era más diferente, no tenía idea, pero algo en mí interior me decía que él era diferente.
-... Mi nombre es Madeleine Silva...- respondí finalmente.
-Empezamos bien. ¿De donde provienes, y cómo sabes la existencia de los Cybertronianos?- me preguntó con calma. Yo tenía conocimiento de toda la información que ellos contenían sobre los cybertronianos, y que no estarían calmados hasta sacarme toda la información, tal vez me torturarían, no lo sabía, pero no llegaría a soltar ninguna palabra.
-Bien, sé que no responderás. No te haré daño, puedes confiar en mí...- al decir esto, se levantó y acercó a mí para desatarme de aquella silla-... Mi nombre es Chris-. finalizó.
Que dijera su nombre había causado en mí una pequeña confianza hacia él, podía sentirlo amigable, observaba cada movimiento que realizaba.
-¿No eres de muchas palabras?- bromeó -Puedes confiar, Made-.
-Estoy de vacaciones aquí, no entiendo por qué me interrogas... Comandante Chris.- sabía su rango, gracias a una rápida observación a su uniforme.
-Sabes más de lo que dices, Madeleine. Tengo conocimiento de que te frecuentas con un Autobot.
-No tengo idea de lo que dice, comandante- expresé, debía saber lo próximo que diría.
-Esto es algo serio, niña. Si te descubren estarás en serios problemas, en este país se prohíbe totalmente, con castigo a muerte, el conocimiento de secretos de manera internacional.
Con aquello me di cuenta de que este militar llamado Chris, intentaba ayudarme, al contrario de lo que pensaba sobre él.
-Entiendo... - observé mi alrededor, debía saber si nos vigilaban para poder continuar, pero no, era solo una habitación de interrogación sin vigilancia, este militar realmente me estaba ayudando -... Conozco a solo un Autobot, no tengo mucho conocimiento de él, pero realmente me agrada, su existencia y forma de ser. Si realmente me estás ayudando, necesito que me avises cada vez que esté en peligro de ser descubierta.
-Esto no sucede de la manera en que piensas, Made, estoy comentiendo un delito de estado al ayudarte, es complicado guardar un secreto tan grande en este país, pero intentaré todo por ayudarte- finalmente sonrió.
-Se lo agradezco de corazón, comandante.- De esta manera, pudo finalizar la "interrogación" sin que ninguno sufriera daños, ahora había conocido a alguien más que podía considerar mi amigo, y quien estaba involucrado en el gobierno estadounidense.
Pasaron varias semanas, hasta que se cumplieron los dos meses de haber conocido al Autobot, todo había estado de maravilla, nadie había sospechado nada, y mi nuevo amigo militar me había ayudado en mucho para evitar la detección del Autobot en mi ubicación, tenía conocimiento del Agente Fowler, quien se encargaba de hablar directamente con los Autobots, en especial su gran líder Optimus Prime; Chris me había avisado de que debía evitar totalmente toparme con aquel agente especial, ya que, si sucedía, podía notificarle al Gobierno en sí, y eso sería un problema.
Llegó un día más, pero era diferente, esta vez no sabía nada de mi ahora mejor amigo, Smokescreen, me preocupaba su pronta ausencia, no se había comunicado conmigo y yo no podía llamarlo, porque no caía la llamada desde mi teléfono y él nunca había dejado de comunicarse conmigo, mucho menos de manera tan repentina.
Pasaron dos días en los que no había sabido nada aún de Smokescreen, aquella situación me preocupaba infinitamente, había llegado a pensar que los Decepticons estaban involucrados en su desaparición, temía por él, tal vez los Cons, como les decía, tenían conocimiento de mí y debía irme, escapar, pero no podía siquiera pensar en dejar a Smokescreen, debía ayudarlo. Traté por días comunicarme con él o hasta preguntarle a Chris lo que le podía haber sucedido, no soportaba más la ausencia del Autobot, hasta que supe, Chris también se había ido, no sabía su ubicación ni podía contactarme con él, y ya había llegado el día en que volveríamos a Venezuela, mi padre creyó que habíamos fracasado en nuestra misión de conocer a algún cybertroniano, pero yo sabía que no era así, solo yo lo sabía, había tratado de hacer cambiar de opinión a mi padre de irnos, insistía e insistía pero no funcionó, ese día nos íbamos definitivamente a Venezuela, tal vez nisiquiera volvería a los Estados Unidos, o a ver a mi querido Smokescreen.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top