🌸Capítulo 40🌸

Lo mejor de estar de vacaciones, además de no hacer tareas ni exámenes era dormir hasta tarde.

Es por eso que _______ no sabía porque alguien parecía llamarla, cuando apenas el sol parecía levantarse.

Ella no entendía quién molestaba su sagrado sueño.

¡Dormir era su privilegio! Nadie debía interrumpirlo, no señor.

O eso es lo que Yoongi siempre decía cuando lo levantaba.

—Hey...______ —el susurro de una voz suave la hizo fruncir el seño.

¿Acaso pensaban que con eso iban a despertarla? Pfff que ilusos.

Pero después hubo muchos susurros, un golpe resonó en la pared y risas amortiguadas lo secundaron.

¿Acaso ya no podía ni dormir en su propio cuerto? Ella estaba a punto de hacer una queja al departamento de quejas.

—Ya levántate, pareces gusano moviéndote de un lado a otro —Está vez distinguió la voz burlona de Jungkook.

—Kook, no le hables así —Jimin lo regañó.

—Es que parece epiléptica con esos movimientos —se defendió el nombrado—Además nunca la vas a despertar con esos susurros. Duerme como tronco igual que Yoongi.

La pequeña sonrió entre sueños, sin tener la mínima intención de pararse o dignarse a hablar. Estaba muy cómoda así como estaba ahora, gracias.

—Hey, se movió otra vez —Este fue el turno de hablar de Taehyung.

Automáticamente la menor se quedó totalmente quieta.

—Les dije que estaba despierta —Jungkook chasqueó la lengua.

—No es cierto, estoy dormida —la pequeña no pudo evitar responder, ganándose la risa de los tres chicos en la habitación.

—¿Ah sí? ¿Y por qué estás hablando? —Taehyung preguntó divertido.

—Es porque puedo hablar y dormir al mismo tiempo —afirmó la pequeña voz.

—Patrañas —Jungkook refutó— Jimin, quitale las sábanas.

—¡No, no, no! —gritó la menor con un puchero. Esta vez se levantó, abrió sus ojos hinchados por el sueño y los miró resentida.

—Está bien. No lo haremos, pero ya debes levantarte —condicionó el mayor de los tres, que era Jimin.

—Pero no quiero, Mimi —los miró con sus enormes ojos de cachorro herido.

—Bueno...—los tres titubearon.

La pequeña casi sentía la victoria al ver como Jungkook, Jimin y Taehyung querían ceder.

Hasta que la puerta se abrió y Jin entró junto a NamJoon.

—¿Ya se despertó? —espetó con una sonrisa que titubeo cuando miró a los tres encargados de despertar a la menor casi ceder a los ojitos de cachorro.

—Te lo dije, no debimos mandar a los tres más blandos con ella —Jin le recriminó a Nam, quién los miró con una ceja alzada.

—Ese fuiste tú, yo no tuve nada que ver —se defendió Nam.

—Es que lo sabía, ni con tres hacen uno —Jin negó.

Los tres nombrados los miraron un poco ofendidos.

—A ver convencela tú, hyung. Esa niña ni prometiendo algo se para de la cama. —afirmó Taehyung.

—¡Oye! Son mis vacaciones, tengo derecho a dormir —puchereó.

—Te dije que no la debíamos juntar tanto con Yoongi —otra vez Jin le recriminó a NamJoon.

—¡Nunca me dijiste eso, hyung! —Nam rodó los ojos.

—Igual todos lo pensamos —los cinco chicos en la habitación asintieron de acuerdo.

—¿y por qué me tengo que levantar? No quiero, hace frío —la menor se quejó.

En ese momento Yoongi entró, extrañado de que los cinco miraran a la menor en un duelo de miradas.

Habiendo escuchado la pregunta de la niña ante de entrar, respondió calladamente.

—¡Gigi! –la pequeña se emocionó a lo que pensó sería su salvador.

—_______ debemos ir a un lugar muy interesante ¿no quieres ir con todos nosotros? —cuestionó Yoon con una sonrisa.

—¿Con todos? —ella ladeó la cabeza interesada.

—Claro, todos iremos y compraremos pizza y helado —Jin le siguió el juego a Yoongi.

—¡Pizza y helado! —se emocionó, olvidando la traición que sintió de su hermano dormilón.

—¿Qué tal si te alistas rápido para ir a pasear? —Yoongi sugirió y la pequeña asintió entusiasmada.

Se levantó de un brinco de la cama y corrió por todo el cuarto feliz y alegre.

Les dió un beso en la mejilla a todos de buenos días y abrazó un poquito a Yoongi.

—¿Lo prometes? —lo miró a los ojos con sus grandes ojitos.

—Claro que si, pequeña —la niña hizo la promesa del meñique y rió contenta para ir al baño a cepillar sus dientitos.

Todos en la habitación la miraron con ternura, incluso Jungkook.

Nadie quería volver a desperdiciar ninguna oportunidad con la pequeña que había iluminado sin querer su solitaria vida.

—Solo dos dormilones, pueden entenderse —fue el último comentario de Jin al ser el último de salir de sus hermanos de la habitación.

[●●●]

La pequeña recorría de la mano de Nam el gran centro comercial. Estaba feliz porque había comprado su helado de oreo.

Lo que no entendía es porqué sus hermanos parecían concentrados en mirar las tiendas de ropa.

¡Ya habían pasado como cinco! No entendía nada. Si querían comprar ropa, solo debían entrar a una, escoger y pagar.

Eso siempre hacía Nene cuando iba con ella.

—¿Por qué damos tantas vueltas? —preguntó ya cuando se había acabado su helado.

Sus hermanos la miraron un momento y fue Hoseok quien habló.

—Estamos buscando tiendas de ropa para comprar los trajes para el día de la boda —le explicó con una sonrisa.

—¿Trajes como usa papá para trabajar? —ladeó su cabeza.

—Exactamente —la niña asintió comprendiendo.

—¿Y yo que hago aquí? —cuestionó ella sin saber.

—¿Ayudarnos a escoger? —Jungkook dijo, pero fue más como pregunta. Igual se encogió de hombros.

—Mamá nos dió sugerencias, pero no sabemos bien —Taehyung comentó.

—Igual ya hemos escogido trajes antes, no se porqué estamos tan preocupados —Dijo Yoongi desinteresado.

—Porque es la boda de mamá y quiere que nos veamos perfectos, hyung —le dijo con obviedad Jimin.

—Así es, nos colgará si no nos vestimos bien —NamJoon asintió rascándose la nuca con la mano que no sostenía a la menor.

—¿Por qué no sólo vamos a gucci y elegimos un traje? —se entrometió Tae.

—Dijo que fuéramos formales, no extravagantes, Taehyung —Jungkook rodó los ojos.

—¿Y si checamos en Chanel? —cuestionó Jimin.

—No se si sea buena idea —Jin lo pensó.

—Por eso no deberían dejarnos a los siete decidir sobre trajes para una ocasión tan importante —Yoongi negó.

—¿Por qué no vino Jinyoung Hyung? —Hoseok se quejó.

—El ya ha escogido su traje, Hobi —les recordó Jin—El día en donde ninguno quiso ir por flojera.

—Mierda... —se escuchó un murmullo colectivo por parte de los siete hermanos.

—¿Qué dijeron? —La menor los miró con sospecha, ya que no había oído la conversación al estar más enfocada en mirar alrededor.

—Nada —respondieron todos casi al instante.

—Mira, veamos a ese pingüino —Jimin le señaló con nerviosismo a la botarga de pingüino que parecía bailar enfrente de la tienda de postres que promocionaba a unos metros.

—¡Pingüino! —la niña se soltó de la mano de Nam y corrió emocionada.

—¡______! —los siete gritaron, ocasionando que varias personas que pasaran los miraran raro.

La pequeña hizo caso omiso y siguió adelantándose hasta llegar al pingüino.

—Ni se les ocurra perderla de vista, ya de por sí se nos ha perdido varias veces —Jin los miró serio y cada uno asintió.

Mientras los hermanos caminaban rumbo a la menor, la pequeña sonreía al pingüino que la miraba.

—¡Hola, señor pingüino! —lo saludó y el pingüino hizo lo mismo. Le entregó un pequeño bote platillo con lo que parecía un pedazo de postre.

—¿Para mí? —el pingüino asintió— ¡Muchas gracias! Entonces lo probaré —la pequeña probó con gustó y se le iluminaron los ojos con el sabor tan suave y dulce.

—¡_______! No debes correr así —Yoongi la regañó con suavidad, llegando así sucesivamente los demás.

—¡Gigi, postre! —señaló la pequeña al platillos y luego al pingüino— ¡Me lo dió y sabe muy rico! ¿Podemos comprar?

Los siete chicos miraron a la botarga con ojos asesinos, causando que el pobre pingüino se asustara y volteara a ver a otro lado.

—¿Entonces, podemos? —la pequeña insistió y los chicos cambiaron su expresión.

—Claro que si —asintió Jin—Elige los que quieras, solo si prometes ya no separarte de nosotros.

—¡Si, lo prometo! —la pequeña asintió y se llevó a Hobi y a Jimin de la mano para que la ayudarán.

—Tenemos que escoger los trajes rápido e irnos —Yoongi, Jungkook, NamJoon y Tae asintieron a lo que Jin les dijo.

Lo que no contaron es que el pingüino era muy chistoso, por lo que se quedaron más tiempo de los esperados porque la pequeña andaba muy entretenida.

—¿Te llamas pengsoo? —La niña se percató al ver un cartel con el nombre.

El pingüino asintió.

—Woah, me gusta —ella asintió con una gran sonrisa que alegro a Pengsoo.

—Ya tenemos que irnos, _______ —Yoongi la llamó y la pequeña asintió.

—Adiós, Pingüino Pengsoo —se despidió con su manita y la botarga hizo lo mismo efusivamente.

Tae y Jungkook se habían tomado fotos con Pengsoo, la pequeña igual emocionada. Hasta que se tuvieron que ir.

—Si lo piensas bien, se ve un poco turbio —Jin comentó.

—¡No es cierto! Es lindo —la pequeña frunció el seño.

—Si lo ves de esa forma —Nam se encogió de hombros.

Ninguno dijo más nada, no queriendo que la menor se enfadara. Igualmente tenían postres para llegar a comer y una pequeña niña feliz que rogaban, que no se perdiera como era costumbre.

【●●●】

Al final los chicos entraron en una tienda que les llamó la atención. Parecía ser buena marca y el personal era amigable, así que decidieron probar, hartos de caminar por todo el centro comercial.

—Mamá dijo que quería que vistieramos de blanco ¿Cuál estaría bien? —Hobi se razcó la nuca mirándo a NamJoon.

—No tengo idea —suspiró—Igual probemos todas las opciones para descartar.

—Señoritas ¿Nos puede mostrar todos los trajes en color blanco o crema? —Jimin preguntó amablemente con una sonrisa.

—Enseguida les traemos las opciones— las señoritas se sonrojaron, asintieron y fueran por lo pedido.

—Hey, se serio. Vinimos a comprar trajes, no a coquetear con empleadas —Yoongi le dijo.

—Hyung, solo fui amable —Jimin rodó los ojos—No es mi culpa ser guapo.

—Sigue soñando alto, Jimin —Jin puso los ojos en blanco—Aún no estás a mi altura.

—Ni a la mía —Jungkook se entrometió, sin querer perder la oportunidad de molestar a Jimin con su altura.

—Hey, más respeto mocoso —Jimin le dió una palmada en pecho a Jungkook que se reía.

—Dios ¿Pueden comportarse? Estamos en una tienda —Nam negaba.

—Será mejor que no pierdas tu tiempo, hyung. Desde que vinimos los siete juntos, se sabía ya que era un desastre —Tae negó para sí mismo.

—No se que pensaba mamá, al enviarnos a todos juntos —Hoseok rodó los ojos.

—Incluso ________ parece comportarse —La pequeña que estaba entretenida en ponerse un saco, se quedó quieta volteando a ver a sus hermanos.

—¿Cuándo vamos a comer? —preguntó inocentemente dejando el saco en su lugar y sin poder retener su risa al ver la cara de sufrimiento de sus hermanos.

—En cuanto decidamos que trajes llevar —Yoongi permitió que la pequeña se saliera con la suya.

—Vamos a morir —dramatizó la menor.

—No, significa que no vamos a comer hoy —dijo Jimin con desgana.

—Sean optimistas —Hoseok animó—Entre más rápido nos decidamos, más rápido comemos.

Y con eso dicho los siete chicos de desplazaron por toda la tienda, con un nuevo ánimo mejorado.

Todos tenían un solo objetivo: Ir a comer.

Jin fue el primero en entrar al probador seguido de Hoseok y Taehyung.

Al parecer les había gustado un traje.

La pequeña que parecía aburrida y con un poco de suello en el mullido sofá de la tienda donde los clientes esperaban, se reincorporó cuando Jin salió.

—¿Y bien? ¿Creen que es apropiado para la boda?


Todos en ma tienda parecieron quedar boquiabiertos, era increíble como un traje que parecía delicado y un poco simple se viera tan bien en una persona.

Resaltaba completamente el cabello y la piel de SeokJin, incluso el botón de la camisa por la parte del cuello desabotonado le daba un aire atrevido.

—Woah, pareces una super estrella —Los ojitos de la pequeña brillaron.

—No se para que les pregunto, claramente me queda bien —el mayor asintió mirando al espejo y soltando un guiño sin querer.

Las señoritas que estaban a cargo de los trajes asintieron de acuerdo un poco embobadas.

—Entonces lo llevaré, es muy mi estilo.

—Estás lleno de ti mismo, hyung —NamJoon negó—Aún así, no puedo negar que te queda muy bien.

SeokJin fue en centro de atención hasta que del probador de al lado, salió Hoseok con una sonrisa fresca.

—Hey, me gusta —habló más para sí mismo.

—¡Hobi! Así parece que brillaras —la pequeña asintió asombrada.

—Ni tanto —Jin rodó los ojos—Pero te queda bien, Hope. Tienes mi aprobación.

—Aigo, que nervios —Hoseok se empezó a reír—No es mi boda, pero casi parece.

—No digas tonterías —Jin se rió.

—Daebak, te queda bien hyung —Jungkook se acercó con su traje en la mano para ir a probarselo.

—¿De verdad? Ahg no sé —Hobi andaba indeciso.

—Es verdad, te queda muy bien Hobi —la menor asintió con ojos brillantes—Incluso las Noonas de allá se tr quedaban viendo —la pequeña señaló a las señoritas que estaban sonrojadas.

Lo que ocasionó que estas se miraran entre ellas, y se fueran avergonzadas.

—______ no ahuyentes al público —Jin negó riendo por el sonrojó de Hobi.

En ese momento Taehyung eligió salir del probador. Una mirada suficientemente y parecida a la satisfacción se reflejaba en su rostro.


—¿Qué piensan? Elegante ¿no?

Jin, Hobi, Jungkook y la pequeña se sorprendieron por la vista que les otorgaba Tae. Usualmente era de vestir formal y un poco vintage, pero sin duda parecía otra persona ahora mismo.

—Oh Señor Taehyung ¿A donde va tan elegante? —Jungkook quiso seguirle un poco el juego.

—A donde la gente elegante va —Taehyung estaba inmerso en su personaje sacado de los años noventa.

—¿Dónde es eso? —preguntó la pequeña curiosa.

—Eso es... —Jin lo interrumpió—al asilo y al campo de golf.

—¡Hyung! —Tae se salió del personaje. Ocasionando las risas de los demás.

—Taehyung-ah, no quieras ser el centro de atención —Jin le dió un sabio consejo.

—Está bien, Tae. Te ves super super mega bien —la pequeña asintió con entusiasmo y Tae le sonrió.

—Yo tampoco me voy a quedar atrás —Jungkook se determinó con una sonrisa.

Entrando a un probador, seguido de NamJoon y Jimin.

—¿Creen que tarden mucho? —Hobi preguntó dándose cuenta que no pudo cambiarse otra vez—Ya quiero quitarme el traje, no quiero maltratarlo.

—Siéntate cómodo un rato, Hope. Esto puede tardar —Jin negó.

Los tres chicos se sentaron a esperar y la pequeña también, muy emocionada ahora que sabía lo divertido de ir a comprar ropa.

Era genial ver como sus hermanos cambian por un traje.

Nam salió primero, una sonrisa tímida en su rostro un poco avergonzado.

—Oh, NamJoon-ah —Jin aplaudió queriendo avergonzarlo—Que guapo te ves.

—El hombre hace al traje —Taehyung asintió aplaudiendo.

—Aigo, ese es el cuerpo de un hombre que se la pasa rompiendo cosas —Hobi asintió orgulloso.

—Oh, vamos chicos —Nam se razcó la nuca.

—¡Nam! Pareces un modelo de revista —la niña lo miró con ojos ilusionados, muy contenta—Me gusta, me gusta, me gusta.

—¿En serio queda bien? —preguntó un poco sorprendido.

—Sip —la niña asintió y recibió cuatro pulgares arriba.

Yoongi aún estaba lejos decidiendo un buen traje.

—Entonces lo llevaré, la tela es muy suave —Nam asintió con una sonrisa.

Fue en ese momento que Jimin hizo su aparición, con una sonrisa avergonzada en su rostro.


—¡Jiminnie! Woah, pareces un muñeco —la pequeña no sabía como explicarlo, pero realmente Jimin se veía muy bien, como si fuera delicado, pero a la vez no.

El traje resaltaba su piel y su cara la hacía más varonil. Incluso se había puesto el cabello hacía atrás.

—Jiminnie eso es trampa, arreglaste tú cabello —Jin lo señaló.

—¿Acaso estamos jugando? No hay reglas, hyung —Jimin se rió.

—Alguien quiere ser el centro de atención —Taehyung se rió.

—¿Qué dijiste? —Jimin lo empujó en broma, avergonzado.

—Woah, Jiminnie con el cabello hacía atrás, muy buena defensa —Hobi asintió.

—No, no, no —Jimin negó muriendo de vergüenza— Solo quería ver como me quedaba ¡ya!

—Ha crecido —Jin asintió y Jimin se desplomó de la vergüenza en el sofá junto a la pequeña que sonreía.

—No me miren, ya —dijo un poco cohibido.

—Creo que lo molestamos mucho —Hobi se rió junto a Tae y Jin.

—Son un caso —negó Nam.

—No te preocupes, Minnie. Yo creo que te ves muy guapo con ese traje —la niña asintió con una sonrisa.

En ese instante el probador de en medio emitió un ruido. Jungkook parecía a punto de salir.

Así fue, salió con una sonrisa en si rostro,  haciendo un desfile y un pequeño paso de Michael Jackson.


—Woahhhh —todos corearon.

—El sabe como ponerle emoción —Hobi sonrió.

—Ya, ya —Jungkook se cohibio con las miradas y dejó su fachada seria por una sonriente avergonzada.

—Llegó el opacador—Jimin rió.

—No, no, no. Ah Hyung —Jungkook negó cuando NamJoon revolvió su cabello.

—Yo crié a este muchacho.

—¿De qué hablas? Fui yo —Jin rodó los ojos mientras abrazaba de un lado a Jungkook que rodaba los ojos.

Para sus hyungs, aún era un niño. Incluso aunque sus tatuajes lo hicieran parecer rudo.

—Oppa, te ves muy bien. Hay mucho blanco —la niña se le acercó emocinada—¿Siempre fuiste tan guapo, oppa?

Jungkook se ruborizó y sus orejas se pusieron rojas.

—¿De qué hablas? Claro que si —tosió— ¿Acaso estás ciega?

Recibió un manotazo colectivo. Hey, él estaba nervioso.

—Yo veo muy bien. Soy un halcón —la niña colocó sus manos como binoculares en sus ojos— Igual siempre mis compañeras me preguntan por ti, parece que les gustas.

Jungkook se coloreó, aunque no sabía como tomar que niñas de la edad de _______ les gustara él.

—¿Oyeron eso? Jungkook atrae incluso a niñas —los hermanos se rieron.

—Cuidado, Jungkook. Te pueden secuestrar sobornandote con helado y dulces —Jin se rió a carcajadas.

—No es gracioso —refunfuñó Kookie.

—¿Qué no es gracioso?

Todos voltearon al escuchar la voz grave de Yoongi, más se asombraron cuando lo vieron salir del probador.

Nadie lo vió entrar.

Era como un gato, sigiloso incluso en sus pasos.


Todos se quedaron sin palabras. Algo anodados por la imagen frente a ellos.

—¿Qué, qué? —Yoongi los miró extrañado—¿Tan mal me queda? Pensé que había elegido bien.

—Gigi —la pequeña fue a sus brazos con ojos brillantes—Daebak, te ves distinto.

—Woah Yoongi-ah ¿te bañaste? —Jin dijo cuando dejó el aturdido de lado.

—Por favor, no hagas rumores, hyung.

—Claramente a sí se ve una persona arreglada, te queda bien —Jimin asintió.

—Están siendo muy atrevidos hoy, chicos —Yoongi se sonrojó, sus mejillas tiñendose de rojo.

—Son los trajes, tienen algo —Jimin rió.

—Bien, bien. Mucho show, si ya eligieron vamos a pagar e ir a comer.

—¡Comida! —todos asintieron de acuerdo. Queriendo lo más posible salir para poder comer.

Comida rica en carbohidratos, ahí iban.

【●●●】

—Woah, estoy lleno —Jungkook se sobre la panza.

—Yo igual, teníamos mucha hambre —todos asintieron de acuerdo al comentario de Hobi.

—Aún no supero la cara de mesero cuando pedimos casi todo el menú —Jimin se rió a carcajadas con Tae.

—No me hagan reír, siento que voy a vomitar —Jin les pegó un manotazo.

—Igual llevamos más comida para la cena —Yoongi comentó, sabiendo que todos más tarde tendrían hambre.

—Creo que le hicimos el día al dueño —NamJoon sonrió.

—Más porque ________ le preguntó si su bigote era falso —Taehyung rió.

—Su cara fue un poema —Jungkook asintió de acuerdo.

Yoongi se paró de golpe, sintiendo su mal presentimiento hacerse realidad.

—¿Y ________? —Dijo con calma.

Todos lo miraron extrañados, hasta que se dieron cuenta y abrieron los ojos.

—No, mierda —NamJoon no pudo evitar decir.

Nadie lo quiso corregir, estaban más asustados.

No por lo que dijera su madre si se enteraba. Si no porque la pequeña era demasiado ingenua para ir por ahí.

¡Maldita sea! Siempre se les perdía en algún momento.

—Dios, díganme que no está perdida —Hoseok sintió frío.

—¿Qué esperan? ¡Vamos a buscarla! —Jin los despertó del shock.

—Sabía que debía ponerle una correa —Jungkook se lamentó.

Y por un momento a todos no les pareció una loca idea.

Por su lado, la pequeña que se había quedado tiendas más atrás al vislumbrar algo que la había dejado curiosa.

Alas.

Pero no alas cualquiera, eran alas de hada.

Ella sabía que eran de hada porque tenían brillo y brillaban de forma iridiscente.

Las alas de mariposa no eran así, y ella lo sabía porque le gustaban las mariposas.

Ella realmente deseaba esas alas, sus ojos no podían mirar nada más que esas hermosas alas en su visión.

Tanto que no notó cuando sus hermanos siguieron caminando y ella se quedó.

A través del vidrio miraban las preciadas alas, sus ojos casi podían atrevesar el cristal.

—Hola, pequeña —una voz joven hizo que _______ mirara a su lado. Una joven chica la miraba con ternura, era muy recurrente esa mirada y la niña no sabía porqué.

—Hola —le sonrió un poco tímida. Al parecer había mirado mucho que la joven tuvo que salir a verla.

—¿Te gustan mucho? —le señaló a las alas que había estado mirando. Asintió con mucho entusiasmo.

—¿Por qué no pasas y miras más de cerca? —la animó la joven con ternura. Un poco preocupada de ver a la niña sola.

—Uhm...¿puedo? —cuestionó sin poder resistirse.

—Claro, pasa —le abrió la puerta que emitió una campanada.

—Woah, que bonitas ¡alas de hada! —la pequeña no pudo evitar tocarlas con cuidado.

—Me llamo Solar, cariño —se presentó queriendo ganar la simpatía de la niña. Después de todo era raro ver a un niño solo sin nadie a la vista en esa parte de la plaza— ¿Cómo te llamas?

—Uhm...me llamo _________ —dijo algo tímida.

—Bien, _______. ¿Me.puedes decir con quien viniste? ¿Estás sola? —no quiso abrumarla con preguntas, pero estaba preocupada por la menor al verla sola.

—Eh, no sé —la niña parecía distraída mientras veía las alas de fantasía.

—¿No sabes? —preguntó con sorpresa Solar. No parecía una niña de la calle, sus ropas eran muy finas.

—Es que no sé dónde están mis hermanos —habló la pequeña con duda—Solo vi un ratito las alas y después puff se desvanecieron —explicó con sonidos saliendo de su boquita.

—¿De la nada? —Solar intentó no reírse, la pequeña parecía tan seria y no quería que se lo tomara a mal.

—Si —asintió con convicción.

—¿Qué tal si damos una vuelta a ver si los encontramos? ¿Sabes dónde fue la última vez que los vistes? —ideó, ya que su tienda quedaba un poco escondida y no creía que fuera bueno tener a la menor ahí con ella con sus hermanos afuera buscando.

O al menos eso esperaba, que los hermanos de la pequeña la buscarán.

Porque si no era así, tendría que llevarla a seguridad para reportar a la pequeña pérdida.

Daría unas vueltas con la menor, a ver si tenían suerte y si no, la llevaría con seguridad, era lo menos que podía hacer. No la conocía, pero no deseaba que le pasara nada malo.

—Claro, Solar Noona —la niña asintió, pero pareció un poco triste de tener que decirle adiós a las preciosas alas.

—¿Qué te parece llevarlas? Vamos, un regalo por visitar mi tienda solitaria—No pudo evitar dárselas, sería casi un pecado que la niña tuviera esos ojos tan tristes.

Tan pronto como hizo la oferta, los ojos de la menor de iluminaron como dos estrellas centellando en el cielo. Woah, lo que un simple regalo podía hacer en un niño.

Pero para lo que ella era un simple regalo, para la niña era más que eso, era como si Solar misma fuera un hada madrina que le hubiera concedido el deseo de tener alas.

Solo por eso, la menor le regaló las mejores de su sonrisa.

Cuando salieron de ahí, con una preciosa _________ luciendo sus alas como una bonita hada hecha y derecha. Solar se sintió bien consigo misma, y a la ve un poco encariñado con la menor.

Realmente dieron varias vueltas, la mayor al pendiente de ver alguna cara asustada o desesperada que buscara a algo o alguien. Sin embargo, nada.

La pequeña parecía feliz, parecía un pulgar colorido, lo que era bueno. Así sería reconocida rápido.

Las personas se le quedaban mirando, pero no se le acercaban. Suspiró.

Si tan solo sus familiares la estuvieran buscando...

Fue en ese momento que Solar se paró, casi juró escuchar un grito.

No fue que la menor se soltó de su agarre y corrió en dirección contraria a donde se dirigían.

Solar corrió detrás de ella

—¡Jiminnie! —gritó ella corriendo a los brazos de un chico alto y rubio. Él la cargó y miró a Solar con el seño fruncido.

Ugh, debía hablar antes que se formara un malentendido.

—Disculpa ¿es tu hermana? —preguntó casi lo obvio, pero debía comenzar con algo—Estaba afuera en mi tienda sola, parece que se había perdido.

La expresión del chico se tranquilizó un poco, pero había sospechas.

—_______... te estuvimos buscando. Nos tenías muy preocupados cuando no te vimos.

—Lo siento...es que vi estas alas muy lindas y puff ya no estaban —la menor se intentó expresar.

—¿y quién te las dió? —suspiró Jimin, mientras sentía su corazón latir más despacio ahora que la menor estaba en sus brazos.

—Ella —señaló a la chica que estaba un poco incómoda—Solar Noona dijo que eran un regalo, entre a su tienda y me ayudó a buscarlos. Es muy buena —asintió para sí misma.

—¿Es cierto? —Jimin arqueó una ceja.

—Sip

—Entonces me disculpo por los inconvenientes, mi pequeña hermana se distrae muy rápido —Jimin esta vez la miró con una sonrisa amable.

Solar suspiró.

—Entiendo, me alegro que ya esté con su familia. Me preocupé cuando la vi sola —expresó con sinceridad.

—Lamento las molestias, realmente estamos muy agradecidos de que haya encontrado a ______.

¿Estamos? Solar iba a hablar, hasta que varios chicos parecieron correr en su dirección. Parecían desesperados. ¿Había alguna oferta?

Se quedó muda cuando todos gritaron el nombre de la menor.

—Aigo, deja de darnos esos sustos pequeña —Hoseok se tocó el corazón.

—Recorrimos todo el centro comercial —Dijo Jungkook con la voz entre cortada.

—¡Incluso los baños! Casi muero cuando intenté revisar el baño de mujeres —Taehyung negó, como si hubiera vivido una experiencia traumatica.

—Definitivamente mi corazón no necesita esos sustos —Yoongi negó mientras tomaba a la menor de los brazos de Jimin.

—Que bueno que la encontraste, Jimin —NamJoon asintió con un Jin que bebía agua como si hubiera pasado una semana en el desierto.

—Oigan, no fui yo... —Jimin los interrumpió y todos voltearon a verlo, y darse cuenta que había una chica un poco divertida a su costado—Ella lo hizo.

—Me llamo Solar, al parecer su hermanita se separó de ustedes y dió con mi tienda —explicó otra vez— la vi sola y me preocupé. Iba a llevarla a seguridad, pero pensé que la estarían buscando. Me alegra que fuera así.

—Estamos agradecidos, Solar-ssi —todos hicieron una reverencia, incluso la pequeña que se había bajado de los brazos de Yoongi.

La pelirubia estaba avergonzada, no había hecho casi nada realmente.

—No pasa nada, solo me gustaría que estuvieran más pendientes. Los niños necesitan mucha supervisión —todos escucharon un poco avergonzados.

—Nos gustaría pagarte tu bondad, realmente estamos muy agradecidos. Nos has salvado —Jimin se acercó cuando parecía despedirse de la niña.

Solar sonrió y le dió su tarjeta que daba para los visitantes de su tienda.

—Bastaría si compran algo en mi tienda y la visitan —se despidió de la singular familia.

Después de unos regaños por parte de Jin y NamJoon leves a la menor, todos suspiraron más aliviados.

—Nadie le dirá esto a mamá.

Todos asintieron de acuerdo y la pequeña sonrió, porque tenía sus preciadas alas de hada.

Incluso si el día había sido agotador, había valido la pena.

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¿Cómo les explico que a la vuelta de la esquina está el final?

Ah sí, yo estoy bien^^. Trataré de terminar esta historia antes de que entre a la Uní. Se les ama💜


—Luna 🌙

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