21 | Estallido

—Mi amor, si te quedas quieto podré revisarte más rápido, ¿está bien?

Todavía no entiendo la necesidad de las ambulancias esperándome a la salida del avión. Solo me di un pequeño golpe en la cabeza y perdí el conocimiento por unos segundos. No tengo una contusión, ni tampoco tengo ningún tipo de sangrado. ¿Para qué tanto revuelo? Qué dramáticos.

—Es que estoy bien. Ya se lo dije, señorita —refuto, pero la paramédica sigue revisando mi cabeza y obligándome a seguir los puntos que marca con su dedo para asegurarse que no tengo daño cerebral.

A unos cuantos pasos de mí, temblando y viéndome con un porte de profunda preocupación, están Bárbara, Isaac y Takeshi. Corro mi mirada. Espero que no se piensen que por haberme golpeado la cabeza me he olvidado de lo enojado que estaba.

—¿Estás seguro que no quieres acompañarme al hospital por una tomografía? —insiste.

Niego con la cabeza.

—Muy bien. Entonces creo que eso es todo. Si llegas a sentirte mareado o con dolor de cabeza, por favor no dudes en contactar servicio médico.

La paramédica le dice algo a su compañero y me libera de su cuidado. Salgo de la parte trasera de la ambulancia, donde mis piernas colgaban en el aire esperando a que terminara de revisarme, y me acerco hasta mi grupo sin un gramo de alegría en mi rostro.

—Finn, nosotros...

Le dedico a Bárbara una mirada de hielo mientras le quito mi equipaje de sus manos y empiezo a caminar lejos de ellos hacia el interior del aeropuerto. Una serie de empleados del lugar me indican el camino, y no pierdo mi tiempo observando hacia atrás para chequear si alguno de mis "amigos" me está siguiendo.

Isaac no me hizo nada, pero como no se ha pronunciado para defenderme y se siente tan a gusto al lado de los otros dos ahí parado, imagino que piensa que Bárbara y Takeshi no hicieron nada mal en absoluto. Pues qué iluso. No le hablaré a él tampoco.

Hijos de puta. Se besan en frente de mí como los egoístas que son. No tienen la decencia de decirme lo que sienten por el otro, como si yo no fuera parte de este grupo de amigos, y sabiendo las nulas chances que tengo yo de encontrar a alguien que me quiera. Se ríen de mí en mi cara.

No se los voy a dejar pasar.

Camino en silencio y a una velocidad considerable. Es una caminata furiosa, la misma a la que me había sometido antes de perder el conocimiento dentro del avión. No puedo tolerar estar cerca de ellos ahora mismo, así que continúo alejándome. Escucho sus pasos apurados en la retaguardia, pero ninguno se atreve a decirme nada. Sin embargo, cuando ya estamos en la salida del aeropuerto y nos encontramos rodeados de un mundo de gente, un brazo frena mi avance:

—¡Detente, por Dios! ¡Solo quiero hablar contigo! —exclama Bárbara.

La miro sin decir nada. En verdad es mejor que no lo haga. Si hablo ahora le dolerá más que si no lo hago, y no tengo ganas de escuchar sus estúpidas excusas ahora mismo. Isaac y Takeshi están todavía muy atrás, manteniendo una distancia considerable en una conversación en la que se ve que no han sido autorizados para participar.

—¿Me puedes decir qué te sucede?

Hay un reclamo en su voz. Un pedido de "ya basta". Está cansada de tener que interpretar lo que me sucede. Pues, qué bien. Yo estoy cansado de pretender que no me molesta lo que ellos me están haciendo.

—¡¿Qué pasa, Finn?! ¡Nos tienes a todos aterrados, por favor! ¡Háblame!

Estallo.

—¡Son una mierda! ¡Ustedes son una puta mierda! ¡Dicen que son mis amigos pero lo único que veo es dos personas falsas y miserables! —Las palabras hieren a una Bárbara descolocada, que me mantiene la mirada con pesar—. ¡Tú y Takeshi me usaron todo este tiempo! Aprovecharon para estar cerca de mí cuando no tenían amigos, y ahora que se hacen los enamorados... ¡Ualá! ¿Qué se siente tener a alguien que te quiera, eh? ¡Ríanse en mi puta cara, total no es como si yo tuviera una familia que siente pena por mí! ¡Les doy vergüenza! —Bárbara niega con cada uno de mis dichos, pero yo sigo escupiendo todo—. ¡Yo ya no existo para ustedes ni para nadie, porque yo no importo! ¡Yo ya no les importo un carajo! Así que eso es lo que son ustedes, una puta, puta mierda, igual que mis padres, igual que toda la gente que habita este mundo de porquería, ¡y estoy cansado de soportar...!

—¡Cállate! —estalla ella—. ¡Cállate, cállate, cállate de una vez, Finn!

Varias personas en el aeropuerto se giran para mirarnos ante los reiterados gritos. Takeshi y Isaac, preocupados desde la lejanía, amagan a acercarse, pero Bárbara los frena con un gesto determinado.

—¿Tú te crees que eres el centro del universo, Finn? ¿Crees que el único que existe eres tú? —Su voz es mucho más baja que la mía, ahora me habla con nervios de acero, mucho más ubicada—. ¿Crees que Takeshi y yo estamos juntos para lastimarte? ¿Eso es lo que crees?

Ruedo los ojos, no sé qué contestarle. Solo quiero seguir gritándole.

—Estamos juntos porque queremos ser felices. ¿Y sabes qué? Por mucho tiempo nos negamos esa felicidad. La negamos porque te priorizamos, porque sabíamos lo mucho que necesitabas a alguien que te tuviera la mano y te acompañara. —Bárbara sonríe con tristeza—. Y lo hicimos, una y otra vez, sin pedir nada a cambio. Porque te queremos. Porque te queremos ver bien. Pero no hay amor que podamos darte que pueda cambiarte, Finn...

Bárbara toma coraje para pronunciar las palabras que está por pronunciar:

—Tú no quieres ser ayudado. Tú no quieres ser feliz. Quieres hundirnos a todos en este hoyo en el que te encuentras, pero con Take no vamos a permitirlo más. —Sus barreras se rompen, y su voz también. Soporto el impulso de volver a gritarle, no quiero saber nada con lo que me está diciendo—. El único que puede ayudarse ahora mismo eres tú, Finn. Nosotros no podemos cargar el peso por ti. No puedes correr más de tu identidad. No puedes lastimarte así para siempre, tienes que enfrentarlo, tienes que enfrentarte o no te quedará nada... ni nadie.

Sus dichos hierven mi sangre. No me hacen reflexionar. No tiene razón. Puedo vivir como yo quiera, puedo ser Finn para toda la vida. Lo hice hasta aquí, ¿no?

—Si tan amigos fueran, no se rendirían conmigo —contesto mordaz.

—No nos estamos rindiendo, Finn. Solo decidimos empezar a vivir. —Emite una risa ahogada, como si ya estuviera agotada de esta discusión—. La vida es muy corta para no tratar de ser felices. Así que despiértate y empieza a vivir. Yo ya no voy a dejar de vivir la mía porque tú te rendiste antes de siquiera intentarlo.

Bárbara toma su maleta. Da media vuelta y empieza a caminar lejos del aeropuerto. Pero yo no la voy a dejar ir tan fácil. Doy unas largas zancadas hasta su encuentro y la tomo con fuerza del brazo.

—¿Con qué cara te crees que puedes hablarme así? —aprieto con más fuerza—. ¿Piensas que eres mejor que yo porque tienes la vida resuelta?

—Finn, suéltame —pide, tratando de zafarse de mi agarre.

—Me prometiste que nunca ibas a irte a ninguna parte. Me lo prometiste.

Mi voz quiere quebrarse, pero no la dejo. Soy más fuerte que esto. Ya no voy a llorar.

—Suéltame, me estás lastimando.

—Eres una arpía mentirosa, Bárbara. Te odio. Te odio.

Logra liberarse. Cuando lo hace, me da una bofetada que me termina volteando. Bárbara sale despedida del aeropuerto, y Takeshi, quien ya estaba a menos de cinco metros, corre detrás de ella. El despeinado se gira antes de seguir su rumbo:

—Acabas de destruirlo todo, Finn. Felicitaciones. —Se acerca a mí y me susurra al oído—. La próxima vez que le pongas una mano encima, te voy a sacar todos los dientes.

Una profunda ira me embarga. Una ira incontrolable, desatada e irracional. Tengo ganas de golpear y lastimar, de gritar e insultar, y no creo que nada ni nadie puedan frenarme ahora mismo. La bola está tomando velocidad, aprovechándose de todos los días en los que se consumió por el silencio.

Dejo salir la peor versión de mí como un estallido que no tiene cura.

Y no la tiene. Enfermos como yo no tienen ninguna cura.

Isaac viene a mi encuentro con una caminata dudosa.

Perfecto. Solo me queda una persona más con la que arruinar mi relación en la lista.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

bueno. este cap no es mejor que el anterior. pero al menos no tiene final abierto!!!

¡Hola, mis queridos lectores! Este capítulo también fue tremendo de escribir. Siento que es un capítulo bisagra porque muestra lo peligroso que puede ser embotellar lo que nos pasa... hasta estallar en la peor de las formas posibles. ¿A ustedes qué les pareció? ¿Qué reflexión hacen sobre el capítulo? Es muy triste que el grupo se esté quebrando así :((((

La ilustración de xwyver de este capítulo es ESPECTACULAR e igual de triste. Gracias, mi queridx <33333

Tuve una semana demasiado complicada. Diría que de las más intensas desde que comenzó el año. Casi que no puedo terminar de escribir el capítulo, así que ya se imaginan. Por eso no tuve posibilidad de contestar sus comentarios de la semana pasada, pero sepan que los leo todos y que los llevo siempre en mi corazón y pensamientos <33 Me quedan dos semanas más de intensidad a tope, espero que después de eso volvamos a la normalidad.

¿¿¿CÓMO ESTÁN??? ¿Tuvieron una linda semana? No se vayan sin dejarme algún resumen que me hace bien leerlos, ya me siento muy metido con todo lo que pasa en sus vidas xD

Sepan que todo va a estar bien. En serio les digo. Aguanten que siempre vienen tiempos mejores (y para Finn esperemos que también). Y tomen mucha awita, no lo olviden. 

Nos leemos pronto, mis queridos. 

Los quiere,

Su despeinado <333

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top