Tranquila Amor
Ya pasaron algunos años desde que Shadow y yo estamos juntos. Diez años para ser exactos, incluso yo estoy sorprendida que a pesar de los obstáculos y tropiezos sigamos juntos hasta hoy. Aún recuerdo todos los detalles: Todo nuestro romance comenzó cuando cumplí quince años. Por otro lado Shadow me llevaba con un año, en efecto, él tenía diesiseis. Para esa edad yo había madurado bastante y mis intereses iban más allá de lo que fue mi amor de infancia, Sonic the Hedgehog. En realidad, mis ojos se habían trasladado a otro erizo de actitud fría e indiferente, pero me había demostrado más de una vez que en realidad era alguien que tenía mucho más que entregar. Comenzé de a poco, dialogaba más con él y procuraba estar cerca siempre que lo necesitara. Así fue como nació nuestra amistad, pero con cada día que pasaba todo mi afecto por Shadow iba creciendo más y más. Llegué a un punto en que no pude soportarlo y traté de evitarlo. Un gran error de mi parte, por cierto, ya que como todos saben es imposible evitar a "la última forma de vida perfecta". Por lo que un día me siguió hasta encontrar el momento adecuado para hablar conmigo. Yo me encontraba sentada en la banca del parque central, pensaba sobre mi amistad con Shadow que de seguro nunca podría llegar a un amor correspondido. O eso creí...
-Rose... - susurro muy cerca de mi oído que incluso pude sentir el cálido aliento del azabache chocar contra el mismo - Por favor, te lo ruego, no escapes.
Me quedé estática al escuchar su voz que sonaba desesperada e incluso vacía. Me limité a hacer lo que él me pedía. De modo que me sujetó de la mano y empezó a caminar, sin soltarme en ningún momento. Hasta que se detuvo de golpe y se giró para verme. Allí nos encontrábamos nosotros frente a frente.
-¿Por qué? - me dijo Shadow rompiendo el silencio - ¿Por qué te acercaste tanto a mí para luego terminar ignorándome por completo? Es como si mi existencia hubiese desaparecido en un abrir y cerrar de ojos. Así que responde Amy, ¿acaso buscabas lastimarme desde el principio?
-Shadow por supuesto que no... Es solo que... bueno yo... - pero no me animaba a decirle lo que sentía por él, temiendo a su rechazo.
-Supongo que después de todo solo fue un pasatiempo para tí. - dijo desviando la mirada y saliendo de mi alcanze.
-¡Shadow! - reaccioné de inmediato al ver que podría perderlo para siempre - Por favor, escúchame. Sé que he sido muy cruel al ignorarte de repente, pero es porque tengo miedo de que seas tú quien se aleje.
-¿De qué hablas Rose? Yo no haría eso. - niega por completo el azabache.
-No puedo estar segura de eso, al menos no hasta que me escuches. - trato de que mis lágrimas no se desborden - La verdad es que me fui de enamorando de tí. Al principio era un afecto casi de amistad, pero mientras más te iba conociendo y nos ibamos haciendo más cercanos no pude evitar pensar en tí como algo más. Pero tenía miedo, aún siento miedo de que gracias a mis sentimientos por tí termines alejándote. Eso sería tan doloroso que no podría soportarlo.
-Amy... - murmuró Shadow acercándose a mí.
-Es por eso que yo... yo... - pero el azabache sujetó mi mentón antes de que siga hablando.
-No te imaginas cuan feliz me acabas de hacer. - tras decir eso Shadow me acercó a lentamente. Con sus labios cada vez más cerca de los míos, hasta por fin juntarlos en un fugaz, pero cálido beso - El plan era decístelo cuanto antes, pero contigo evadiéndome no encontraba como hacerlo. Temí que mis sentimientos te ofendieran y por eso te alejabas.
-¿Qué... C-Cómo... - no podía ni pronunciar palabra con toda la confusión de aquel momento.
-Que te amo, pequeña rosa. - dijo para volver a darme un beso que yo correspondí.
***
-¡Qué adorables! - dice Cream tras escuchar mi historia - Se nota que se aman demasiado señorita Amy.
-Demasiado sería poco Cream. - dice una voz gruesa y profunda detrás de mí.
Lo reconozco de inmediato y me doy la vuelta para verlo. Allí frente a mí un par de lamparines carmesíes me observa con dulzura. Lo saludo con un beso y me envuelve entre sus brazos. Cream se sonroja un poco por nuestro acto, pero se mantiene sonriente al vernos juntos.
-Bueno señorita Amy es hora de que me vaya a casa. - observa a Shadow - Recuerde cuidarla muy bien.
-Tenlo por seguro pequeña. - le responde el azabache.
-Dígame señor Shadow, ¿qué lo trae por aquí? - llamo su atención con una mirada pícara.
-Pasaba por aquí con la intensión de llevar a mi novia a comer. - me devuelve la mirada - Pero creo que el menú tendrá una ligera modificación. - rodea mi cintura y me acerca más a él - Caos Control.
De inmediato aparecimos en nuestra habitación y no faltó asimilarlo ya que en ese instante empezamos a dejarnos llevar por la pasión. Los besos, las caricias y las dulces palabras de amor eran el detonante de lo que pronto de convertiría en deseo, lujuria y pasión. De modo que mi azabache se disponía a quitarme la ropa, pero se detuvo en cuanto el timbre de su comunicador se hizo escuchar.
-Dime Rouge. - contesta de mala gana Shadow. - ¿Ahora? Estoy algo ocupado... Ya veo... Esta bien, voy de inmediato. - cuelga.
-¿Qué quería Rouge? - pregunto preocupada ya que sonaba serio.
-Parece ser que hay algunos problemas en G.U.N. y se me llamó de urgencia. - dice a la vez que prepara su equipo - Lo siento preciosa, pero debo irme de inmediato. Prometo estar en casa esta noche.
-Esta bien Shady, es tu trabajo. - le doy un beso antes de verlo partir - Vuelve asalvo.
-Lo prometo. - tras decir eso y despedirse con un beso Shadow se fue.
***
Ya es casi media noche, me preocupa la tardanza de mi Shady. Pero debo tratar de mantener la calma. Aunque es más fácil decirlo que hacerlo. Me acurruco entre los convertores de la cama. A pesar de que la noche no es fria siento el vacío penetrar mis huesos mientras los congela. Un par de lágrimas terminan saliendo de mis ojos. De repente escucho pasos acercarse a la habitación, la puerta se abre y un extraño aroma a perfume de mujer invade el lugar. Pero ahora estoy demasiado asustada para reaccionar. Un par de brazos me rodean y no puedo resistir más un grito de espanto.
-Traquila amor. - la voz de Shadow resuena en mis oídos y logro clamarme al ver su mirarda - Traquila. Ya estoy de vuelta, lamento haberte asustado. Vamos duerme que todo está bien.
Doy mi afirmativa asintiendo con la cabeza. No me atrevo a hablar en ese momento sin evitar ponerme a llorar. Lo menos que quiero ahora es preocupar a Shadow. Entonces me limito a aferrarme a él entre las sábanas y convertores para recién caer en un profundo sueño. Aunque no puedo evitar pensar a quien le pertenece ese aroma que envuelve a Shadow.
***
Una semana pasó y se repetían los episodios de pesadillas para mí. Shadow se dio cuenta de ello y trataba de quedarse conmigo la mayor parte que su tiempo le permitía. Ya que de la misma manera que mis pesadillas eran diarias, las llamadas de Rouge eran siempre a la misma hora. Pero eso no era algo que me pareciera extraño, después de todo era su compañera de trabajo. Lo que si me traía un poco alarmada era ese perfume. Siempre que regresaba a casa estaba impregnado con el qroma de ese perfume, indiscutiblemente, de mujer.
***
Dos semanas y mi ansiedad no hace más que aumentar. Shadow cada vez pasa menos tiempo conmigo. Incluso hay noches en las que no regresa a casa, pero ese perfume. Cada vez que regresa por la noche ese perfume se hace más y más potente. Una esencia de rosas y amapolas, con un leve aroma a canela. Tal vez estoy enloqueciendo, pero juraría que ese aroma lo he sentido en otra parte.
Me encuentro tan desesperada al encontrarme sola en casa que decido salir y dar un pequeño paseo por el centro. Tal vez haga algunas compras y me dé el gusto de empalagarme con algo dulce. ¡Eso es! Solo necesito despejar mi mente. De modo que me arreglo y salgo de casa con tal de sentir aire fresco en mis pulmones. Cuando por fin llego al centro paso por cada tienda de ropa que llama mi atención. Pero no me divierto tanto como me esperaba.
-Supongo que no es igual sin tí, Shadow. - digo pensando en mi amado que salió a una misión de G.U.N.
Por lo que echo un leve suspiro y sonrio ante la idea de que pronto todo volverá a ser como antes. De modo que tomo la decisión de regresar a casa, pero me veo tentada a pasar por el parque central con el fin de rememorar algunos recuerdos que guarda ese lugar. Me paseo por aquel lugar contemplando su hermoso paisaje, adornado por el verda césped, árboles y sus coloridas flores. No es hasta que me desvio un poco de mi recorrido que visualizo la espalda de un erizo de vetas rojas. Mis ojos se abren por la sorpresa al confirmar que se trata de Shadow, per no está solo, sino que lo acompaña Rouge. Sé que no debería, pero de todas formas me acerco sigilosamente a ese par mientras me escondo en el arbusto que está junto a ellos. Los veo demasiado cerca que incluso me llega el aroma del perfume de Rouge. ¡Es el mismo! No puede ser, esto tiene que ser una coincidencia o un mal entendido. Desde luego, Rouge pasa más tiempo con Shadow debido al trabajo. No es de extrañar que Shady se impregne de eso durante el día. Me dispongo a retirarme, pero me detengo en cuanto escucho a Rouge mencionarme.
-No le abrás dicho nada a Amy, ¿verdad? - observa con mirada severa a mi amado.
-Para nada. - afirma Shadow a su pregunta - Ella no puede enterarse, al menos no por ahora.
-Además, si mal no recuerdo me comentaste que ha tenido demasiadas pesadillas.
-Nada que yo no pueda manejar. - Shadow se pone serio - Por otra parte, lo único que tengo en mi cabeza es que todo va cambiar para bien.
-Así se habla Shad. - Rouge lo abraza con fuerza a lo que él corresponde - Estas a punto de dar un gran paso y me alegra poder formar parte de él.
-No podría estar más de acuerdo contigo ahora. - susurra dulcemente el erizo que tanto amo.
No lo aguanto más. Mis piernas tiemblan y siento la gran necesidad de desplomarme en ese mismo lugar. Pero me niego a darles el gusto de verme derrotada. Por lo que con el mismo sigilo me alejo de ese par. En cuanto me encuentro lo suficientemente lejos comienzo a correr a todo y cuanto mis piernas me pueden llevar. Llego a casa y apenas cierrro la puerta caigo de rodillas en las entrada. Mis lágrimas emergen como un par de cascadas. El dolor en mi corazón es tan fuerte que me obliga a retorcerme en el piso. Es insoportable, toda esta traición es insoportable. El ser que creí amar, a él que le di mi corazón se atrevió a traicionarme. ¡Esto no puede ser cierto! Pero no tiene caso que me lo niegue más. Shadow solo ha jugado conmigo... Pero... Pero... Pero esto no se va a quedar de esta manera.
***
Ya anocheció y me repuse lo mejor que pude de lo que hoy había sido testigo. Me encuentro recostada en cama y como ya es habitual estoy arropada de sábanas y covertores. No pasa mucho tiempo antes de que escuche a Shadow llegar. Que se acerca a mí lentamente y de la misma manera en que hace cada noche rodea mi cintura. Pero antes de que se acuesto me giro repntina para poder quedar frente a él.
-Amy, ¿qué haces todavía despierta? - pregunta serio pero delicado.
-Yo no puedo conciliar el sueño.- digo con un nudo en mi garganta.
-Ya veo. - suspira cansando - Tranquila amor, esta noche no habrá pesadillas.
-No me quedé despierta solo por eso. - digo acercándome a él poco a poco.
-Entonces dime la raz... - interrumpo lo que dice ya que mis labios han tocado los suyos. Shadow corresponde e intensifica el beso, pero se separa para recuperar aliento - Eres una pequeña traviesa.
Es lo último que dice antes de rasgar mi camisón con toda su fuerza. Mientras baja sus besos a mis pechos provocando que yo deje escapar suspiros cargados de placer. Me apresuro a quitarme el brasier y simultáneamente, mi azabache se quita todo su equipo de misión. La desesperación por sentirnos es tanta que no esperamos a unas cuantas caricias más. Sino que Shadow ya se ha metido dentro de mí. Sus movimientos son bruscos y con cada embestida me deja sin aliento. Me aferro a él y rodeo sus caderas con mis piernas. Lo único que se puede escuchar en medio de la noche son nuestro gritos y gemidos de placer. Pero nos vemos interrumpidos cuando la luz del sol ingresa por la ventana. Shadow al notar el amanecer se detiene de la nada y se acerca a su comunicador que de inmediato empieza a sonar.
-Hola Rouge, lamento si llego tarde, pero yo... - no termina de decir lo que sea que iba a decir. Solo se limita a darse la vuelta con una expresión de dolor en su rostro - ¿Rose?
-¿Pensabas que me verías la cara de idiota? - digo mientras entierro con mayor fuerza el cuchillo en su espalda - Pues déjame decirte amor. Puedes estar tranquilo porque toda esta farsa ya se terminó.
Saco el cuchillo de golpe y Shadow cae de espaldas al suelo. Lo tengo justo donde lo quería, aunque admito que no esperé que hablara con su amante todavía delante de mí. Me arrodillo sobre él, que tiene una expresión confundida, pero yo solo levanto el cuchillo con intensión de clavarlo a su corazón.
-¿Amy qué estás... - pero lo interrumpo.
-¡¡¡Ni te molestes maldito!!! Ya lo sé todo. - grito desesperada - esas caricias que me dabas no solo eran mías, ni las palabras que siempre decías. Yo para tí estaba en la noche, pero ella se quedaba con tu vida. Ya ni siquiera te tenía a mi lado, seguro todo ese tiempo de mí te reías. ¡¡¡¡¡Todo fue mentira!!!!!
En ese momento entierro el cuchillo en su pecho. El brillo de los ojos de Shadow desaparecen en ese instante. Pero no tengo tiempo ni para lamentarme ya que la puerta se abre de golpe y desde allí todo se pone confuso. Solo recuerdo ponerme a gritar mientras torrentes de lágrimas recorren mis mejillas. Agentes de G.U.N. me sujetan con fuerza y terminan inyectándome una sustancia a mi parecer dudosa. Pero es allí cuando todo cae en completa oscuridad.
***
Me encuentro aquí desde aquel día. No tengo idea de cuanto tiempo ha pasado desde entonces. Pero puedo jurar que cada noche es peor que la anterior. Las pesadillas se fueron eso es seguro. Sin embargo, ahora soy atormentada por algo peor ya que cada noche al acostarme lo escucho junto mi oído todavía: Tranquila amor; tranquila. Ya estoy de vuelta, lamento haberte asustado. Vamos duerme que todo está bien. Siempre es su voz. Su cálida voz la que invade mis pensamientos. Pero cuando me giro para poder abrazarlo no hay nadie. Entonces recuerdo lo que hice y el porque se lo merecía. Pero a pesar de eso siempre termino llorando.
-¡Rose puedes salir ahora! - me ordena un guardia - Tienes una visita.
Una visita. Es lo mejor que me ha ocurrido desde que llegué a este lugar. Estaba segura que gracias al malentendido ocacionado todos se llevarían una idea equivocada de mí. Pero es claro que todos me apoyan con mi decisión. Entonces salgo casi corriendo a la sala de visitas y en cuento tomo asiento mi felicidad se desvanece. Debido a que quien se encuentra frete a mí es la misma Rouge the Bat. Aquella que pensé que era mi amiga.
-Amy... - dice mortificada al verme.
-Por favor, te ordeno que te largues. - digo seria y agresiva - Ya me has destrozado la vida lo suficiente. Traidora, no puedo creer que siquiera tengas cara para venir a verme.
-¿Amy de qué estas hablando? - se asusta un poco.
-No te molestes en mentir Rouge. - la miro con odio - Ya lo sabía. Los vi ese día en el parque, descubrí su amorio. - mis lágrimas caen - Si vienes a reclamarme pues ahórratelo. Para empezar todo fue culpa tuya, fue culpa de ambos. Me engañaron todo ese tiempo y se jactaban de lo ingenua que era.
-Espera un momento Amy. - dice al darse cuenta de algo importante - ¿T-Tú creíste que Shadow y yo t-teníamos una aventura? - da un pequeño grito al notar mi reacción - Entonces fue por eso que tú... - el horror no hace más que aumentar en su rostro - Amy cometiste un grave error.
-Eso no fue lo que ví aquel día. - digo incrédula a sus palabras - Cada día lo llamabas para una misión que no existía, él siempre regresaba con el aroma de tu perfume, cada vez pasaba menos tiempo conmigo y luego esa conversación. ¡No puedes negarte Rouge!
-¡Shadow te amaba! - grita y se levanta de la silla.
-¡Él no me amaba! - grito en respuesta - Todo fue una mentira. Un plan para deshacerse de mí.
-Shadow jamás hubiese hacho algo como eso. - grita en mediio del llanto - Te amaba incluso más de lo que pudo amar a María, él mismo me lo dijo. Además, sus planes eran muy distintos a los que tu piensas.
-¡Mientes! - me niego a escucharla más.
-¡¡¡Shadow planeaba pedirte matrimonio!!! - grita ella - Te lo puedo probar. Después de todo a eso vine.
Rouge saca de su bolso una carta y una pequeña caja. Me las entraga en mis manos y se retira sin ser capaz de decir nada más. Por mi parte me retiro a mi selda, escondiendo muy bien lo que la vampireza acababa de entregarme. Apenas llegada la noche y con la última guardia de turno abrí la carta para leer su contenido. De inmediato reconocí la letra del erizo de vetas rojas.
***
Querida Amy:
Tal vez te sientas algo confundida al encontrar esta carta en lugar de a mí. Pero tranquila que todo es parte del plan.
Amy, mi amor, en estos diez años junto a tí he sido capaz de conocer lo mejor que me podrías ofrecer. Tu amor. Pero supongo que es el momento de dar el siguiente paso.
Amy, no tengo idea de lo que vendrá en el futuro. Pero puedo estar seguro de que te amaré mientras me sea posible. Mientras me dejes, mientras el mundo nos regale un nuevo día. Voy a entregarte mi corazón sin preámbulos ni prejuicios. Voy a amarte mi amor aunque no quieras, aunque no te encuentre, incluso aunque la vida se me vaya en ello.
Amy Rose lo que realmente quiero preguntarte es...
¿Te casarías conmigo?
Por cierto, creo que es momento de que subas la mirada.
***
En ese momento y en medio de lágrimas levanto la mirada. Me encuentro con una pequeña caja que sujeto de inmediato. La abro con mis manos temblorosas y lo veo. Un hermoso anillo de diamante perfectamente hecho a mi medida. El corazón se me parte al abrir los ojos y no puedo evitar llorar como si el mundo se acabara en ese mismo instante.
-¡Shadow! - grito desesperada - Nunca me metiste. Esas caricias si eran solo mías, tus palabras me pertenecían. Yo fui la dueña de tu vida, pero no estas con vida. ¡Lo siento!
Mil agujas se clavan en mi corazón al igual que el frio cuchill que enterre en su pecho. Pero no podía terminar de esa manera. Así que aprovecho que no hay más guardia por esta noche y sin esfuerzo abro mi celda. Antes de que amanezca salgo e ese lugar. Salgo a buscar a mi amado para estar juntos como en quellos días con risas. Corro con todas mis fuerzas y llego al cementerio donde todavía puedo escuchar su voz llamándome. Lo busco entre todas aquellas lápidas, pero la de él es inconfundible ya que está rodeada por varias rosas rojas del mismo tono de sus ojos. Me acerco desconsolada y caigo rodillas frente a su tumba, trato de cavar la tierra. Pero un par de brazos rodean mi cintura y me detienen. Asustada de que me separen de su lado me doy la vuelta para enfrentar a quien me abraza.
-¡¡Shadow!! - grito al verlo frente a mí, era él quien me abrazaba como siempre solía hacerlo - Y-Yo... Todo fue mi culpa. - rompo en llanto - Ahora comprendo, pero es tarde ¿verdad? Es muy tarde.
-Descuida mi rosa, también fue mi culpa. - se aferra más a mí - Sufriste mucho a causa mía. Perdóname.
-Shady.. yo no sé que hacer. - no soy capaz de separarme ahora.
-Solo ven conmigo. - susurra en mi oído.
-¿Cómo? - entonces en sus manos veo que lleva su pistola y me apunta directo al corazón - Ya veo. - lo miro directo a los ojos y sonrio - Juntos por siempre.
Cierro los ojos y escucho como le quita el seguro a su arma. Pero antes de disparar me da un fugaz beso y me susurra unas palabras.
-Tranquila amor. - dice y luego dispara.
***
A la mañana siguiente los guardias del reclusorio a cargo de G.U.N. salen en busca de la fugitiva Amy Rose. La cual fue encontrada en el cementerio de la ciudad a los pies del fallecido miembro Shadow the Hedgehog. Todo apunta a que fue un suicidio. Pero hasta el día de hoy nadie a logrado encontrar el arma que utilizó.
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Holiwis mis sensuales lectoras y lectores.
Incluso yo creo que me pase un poco con la historia. Pero en mi defenza... Todo es culpa de mi mente. Bueno de mi mente y las canciones que escucha mi mamá.
Para los que identificaron la canción en la que estaba inspirada esta narración un aplauso. Bien por ustedes, estan atrapados en una buena parte del pasado.
Para los que no la reconocieron o de plano no la conocen. La canción en la que me inspiré para esta narrativa es: "Dueña de la noche" del duo Pimpinela.
Aún así espero que hayan disfrutado de esta narrativa. De ser así recuerden picar a la estrella. Además de dejarme sus opiniones en los comentarios.
De antemano les agradezco por haberla leído y por su constante apoyo.
Los amodoro.
Sin más que decir...
...Eve cambio y fuera.
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