"¿Qué pasa, tocino?" dijo con una voz alegre, actuando como si ayer nunca ocurrió. Estaba sonriendo y yo intentaba suprimir los chillidos.

"Hola" contesté monótonamente, tratando de ver si era posible empujarse lo suficientemente dentro de un libro hasta estar atrapado en él y no poder pensar más. Era tan tonto de mi parte estar enojada con él si consideramos que no tenía una razón válida. No éramos colegas teniendo una reunión, novios de secundaria distanciados juntándose para tomar café, compañeros discutiendo un proyecto grupal. No éramos nada más que extraños en un tren. Solamente extraños en un tren.

"Perdona que no vine ayer" puso su cabeza cerca mi libro, tratando de captar mi atención. Pegué mis ojos a la impresión esparcida en el desgastado y viejo libro. "Me quedé dormido por accidente."

"Está bien" sacudí mi cabeza, marcando la página y mirando en sus ojos. Algo parecido al alivio pasó por su rostro.

"Es raro, en serio, porque tengo una alarma programada y todo. Y estaba muy molesto porque probablemente te decepcioné y quizás tuviste que sentarte sola y supuse que un chico espeluznante vino y trató de acercarse a ti tú no supiste qué hacer y todo sería mi culpa" parloteó y lo miré divertida. "Así que" continuó sin aliento. "Programé una alarma especialmente temprano para hoy."

"Oh" murmuré, forzando una pequeña sonrisa. "Está bien, Luke. En serio."

"Entiendo si estás enojada o algo así" rascó la parte de atrás de su cuello.

Me reí, reposando una de mis manos frías en su antebrazo caliente. Sus ojos volaron al repentino contacto, aunque no pensé mucho en eso en aquel momento. "Lo estaba, pero era estúpido de mi parte."

"Tal vez debería tener tu número, ya sabes, ¿en caso de que me despierte tarde otra vez?" tomó el piercing de su labio entre sus dientes, arremangándose una de sus mangas. Escribí números grandes en su muñeca izquierda, asegurándome de agregar mi nombre.

"¿Crees que debería tatuarme?" le pregunté después de un rato.

"Sí" respondió casi de inmediato.

"¿De verdad?" miré por la ventana. "¿Qué debería ser?"

"¿Un verso de una canción?" preguntó.

"¿Cuál canción?"

"¿Qué te parece 'You are secondhand smoke'?" me preguntó y yo me volteé para mirarlo.

"The boy who blocked his own shot, Brand new" busqué su rostro y él asintió.

"Discutiremos esto más tarde, Ella" dijo con una sonrisa, notando que el tren se había detenido y estaba a punto de partir otra vez.

"Por supuesto, Lucas" le dije y él besó mi mejilla otra vez.

Pero hoy no me dejó sola, mi teléfono sonó segundos después de que el rubio alto hubiera atravesado las puertas hacia el pavimento.

"Hola, habla Luke" dijo al teléfono.

"Lo supuse" le dije.

"Adivina" me dijo como un niño ansioso.

"¿Qué?"

"Ya te extraño" susurró.

"También te extraño."