Era de noche, el cielo nocturno no se podía apreciar gracias a la contaminación industrial de el ser humano, tanto así que ni la luna podía reflejar la luz del sol, y por ende alumbrar en la noche, aún así la contaminación solo era uno de los mayores problemas, en este mundo tan distópico había una criminalidad enorme, un grupo de terroristas llamados los Lanzas Esmeraldas peleaban contra la tecnología moderna, pensaban que los llevaría a la desgracia; habían muchas guerras y conflictos armados, y cada vez había menos seguridad, todo esto pasaba mientras a lo lejos, en una isla de gran tamaño en el océano Pacífico se construía una enorme fábrica, fábrica que manufacturaba robots industriales y los convertía en máquinas de guerra, un científico estaba dispuesto a salvar al mundo del mayor criminal de la humanidad, un hombre que no quería aceptar a la naturaleza, y para detener a tal hombre debía hacer un contraataque, debía hacerlo con lo contrario, sin afectar a la ética humana, ética que rompió y negó el doctor Thomas Light con sus abominaciones, sus llamados "hijos", mientras el doctor Albert Weil Willy estaba dispuesto a detenerlo por siempre, por un futuro seguro para la humanidad, una promesa que estaba dispuesto a cumplir…