0001.
Thomas se deslizó en el asiento trasero de su coche con una expresión cansada, pero mantenía su ceño fruncido.
—Cuida que nadie nos vea, sobre todo la prensa— le dijo a su chofer—. Si Dylan se entera— se lamentó tallando su cara con las palmas de sus manos—. No sé qué voy a hacer.
—Él lo ama joven— aseguró Tyler en el volante—. Sabrá entender.
—No lo conoces realmente— le dijo mientras movía nervioso el talón de sus pies golpeando el piso del coche.
Cuando el auto se detuvo miró con asombro el lugar donde se encontraba, nunca había conocido la pobreza, al igual que Dylan habían nacido en cuna de oro, económicamente mucho mejor que estables y después de observar aquel lugar decidió que nunca quería conocerla.
Tocó a la puerta y unos minutos después, el dueño de sus pesadillas más recientes apareció.
—Haz venido— dijo con esperanza, el joven miró a los alrededores y le dijo que pasara, conscientes de que tenían que ser precavidos por la prensa.
Lo dejó acomodarse en una silla vieja y, entre más observaba el lugar, peor la pasaba. Paredes en mal estado, humedad por todas partes, un departamento de una sola pieza si es que a eso se lo podía considerar departamento, ropa húmeda colgada en hilos.
—Pensé que me ibas a dejar solo con esto, yo de verdad que no quiero darte problemas y por eso he esperado tanto para contártelo, nunca ha sido intención mía arruinarte la vida, pero cómo puedes ver, no puedo solo.
—Sí, te daré dinero por lo mientras para que te mudes a un lugar mucho mejor que esto y te pasaré una pensión mensualmente para que tengan todo lo necesario, este no es solo tu problema también es responsabilidad mía.
—Muchas gracias de verdad— le dijo Jacob, aquel jovenzuelo con el que se había liado hace años—. ¿Quieres verlo? Está acostado en la cama pero puedo despertarlo.
—No es necesario— negó, prefería no tener ningún vínculo afectivo con el niño, no planeaba hacerlo parte de su vida así que entre menos contacto mejor.
—¿Y cuando lo registraremos?— preguntó Jacob, Thomas pasó de pálido a amarillo.
—No, lo siento mucho pero eso no, te daré el dinero que quieras, sin embargo no lo registraré como mi hijo. Si hago eso no hay forma de que nadie se entere.
Jacob frunció el entrecejo—. No, tú no entiendes, estás acostumbrado a su se haga tu voluntad pero no voy a arriesgar el futuro de mi hijo así como así, ¿que va a pasar si te aparecen otros hijos y desamparas al mío?
—¡No me van a aparecer otros hijos joder! Solo me equivoqué contigo y no sabes cuánto me arrepiento.
—Ese no es mi asunto. Ya te dije que no voy a arriesgar su futuro. ¿Que pasa si algo te sucede? No es que quiera que pase, pero si pasa dudo que tu esposo quiera seguir dándole una pensión o parte del dinero que le corresponde, entiende que hago esto por mi hijo.
—No lo voy a registrar y te conformas con eso— Thomas se levantó furioso—. Mañana te mandaré a alguien para que te ayude con la mudanza y olvida lo que acabas de pedirme.
Jacob apretó los puños, quiso razonar con el hombre por las buenas pero ahora no le quedaba de otra que por las malas.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top