Capítulo 27 [Final]✅
Subió a su auto dejando en el asiento de copiloto su arma, su vista vago mucho más lejos de su posición, a unos cuantos Kilómetros encontró el auto del viejo y sin pensarlo arranco en la misma dirección.
Su mente maquinaba mil formas de matarlo, pero para su mala suerte no podría llevarlas a cabo, debía acabarlo rápido y lo más limpio posible.
Cuando pudo ver el auto acelero hasta posarce a la par, una sonrisa apareció en su rostro cuando el rostro de Daniel mostro terror, choco el costado del auto un par de veces hasta distantiarlo, bajo un poco la velocidad hasta quedar detrás, tomo su arma y saco su brazo por la ventana, disparo esperando que con suerte diera en el blanco y lo hizo, la bala se incrusto en la llanta y el coche perdió el control quedando volcado después de varios vueltas.
Samantha sonrió al frenar, irónico que terminaran delante de la playa, mucha gente viendo aterrados el espectáculo llamaban a la policía que ya estaba en camino. Se acerco donde el cuerpo de Daniel se arrastraba tratando de alejarse, sus brazos, rostro y todo a la vista de su cuerpo estaba sangrado, tocio y mucha más salio de su boca.
-¿Qué me hiciste?
No hizo falta que especificara porque ella ya lo sabía y eso la hizo sonreír.
-Un pequeño químico que destroza todo a su paso con lentitud, inteligente, lo sé, nunca pasaría una noche contigo -lo miró con desprecio mientras le susurraba las últimas palabras que lo destruirián -lo único que tu provocas en mi es asco
-Te iras al infierno, maldita zorra -escupio con desprecio después de que hiriera su orgullo de aquella forma
-Ya te alcanzare, Daniel
Apunto el tanque de gasolina donde esta se derramaba, miro una ultima vez a ese hombre y sin expresión alguna, disparo. A causa de la explosión su cuerpo fue empujado haciéndola impactar en el parabrisas de su propio coche sin nada de tacto.
Tardo un par de segundo en recuperarse y entonces la realidad le golpeó.
-Soy libre -se susurro con nostalgia y desconfianza, ambas jugando un papel importante en el torbellino de emociones que se creaba con lentitud en su cabeza
Todo había acabado, había eliminado a todos aquellos que la usaron, había trabajado, traicionado y asesinado a personas de las cuales nadie conocía existencia, de las cuales obtuvo algo y pago con plomo, podría decirse que después de todo si llevaría secretos a la tumba y estaba totalmente complacida de ello.
Se levanto con una pequeña sonrisa, y aún con su arma en mano camino a la playa, antes de tocar la arena se quito los tenis que llevaba, mordió su labio reprimiendo la sonrisa cuando pudo sentir el arena tocando su piel.
Los últimos años se había concentrado en todo menos en disfrutar los placeres de la vida, por ello había olvidado como se sentía. Camino hasta la orilla del mar, el agua quieta como si quisiera dar placer a sus ultimas horas. Miro una vez más el arma, sonrió con burla y usando todas sus fuerzas la lanzó al agua y está se hundio al instante. Se dejo caer y disfruto del atardecer, cerrando sus ojos para sentir paz por una vez en su vida.
Ya no había mascaras, después de todo las personas habían sacado su verdadera cara en el momento correcto.
-Sami
Se había perdido tanto en la calma que al abrir los ojos toda su familia y amigos estaban frente a ella, sonrió a su hermano y se permitió abrazarlo como había deseado por muchas ocasiones. Después se unieron Hanna al igual que Adam, los otros estaban tentados en unirse pero entendieron que necesitaban espacio en un momento tan familiar.
-Seremos de nuevo una familia -el corazón de Samantha se volvió a romper cuando la voz de Adam salió tan malditamente entusiasmada -¿verdad?
-Está vez no, hermano
-¿Por qué dices eso? -la voz de su padre la hizo girar para mirarlo, pero ya no se sentía como antes, él se sentía tan diferente -¿volveras a irte? -le molesto que eso se escuchara como un reproche de alguien que no debería siquiera opinar
Miro a todos los que se encontraban con ella, una sonrisa melancólica se instalo en su rostro al saber que los extrañaría tanto.
-Ayudar a Daniel tenia consecuencias al igual que traer a mamá a casa -sonrio y miro detrás de su padre
Dylan se giro y rompió en llanto cuando apretó contra él el cuerpo de su esposa. Emma O'Connor había regresado. Nadie se resistió y la abrazaron después de haberla perdido. Samantha sonreía complacida de reunir a la familia que siempre -apesar de los obstáculos- seguirían siendo.
Siempre.
La vista de Emma llego a su hija, sonrió y ambas se abrazaron mientras las lágrimas rodaban por ambos rostros.
-Mi Pequeña niña
-Te amo, mamá -su voz salio débil pero esta vez no se arrepintió de ello, apretó con más fuerza el cuerpo de su madre sintiendo el calor del de su padre cuando se unió a su abrazo, el dolor en su pecho le molesto sabiendo que ese nunca fue su padre o al menos no el que siempre había creído
-Es hora, Samantha -el oficial trago el nudo en su garganta al ver el escenario tan conmovedor, él había desaparecido cuando Samantha le hizo llegar información de donde tenían a su madre y fue a buscarla para que pudieran ambas despedirse
-¿De que habla?
Samantha lloro aún más cuando escucho la voz triste de Hanna, abrió sus ojos y les dijo aquello que todos sabían pero esperaban escuchar algo diferente salir de su boca.
-Todo tenia un precio... Y es hora de pagar
-¡No! -Sebastián se aferro a ella queriendo desaparecer a otra parte, donde ambos pudieran estar juntos
-No lo hagas más difícil, Sebas
Miro a Luke conteniendo el llanto y se acerco a él, no dijo nada, solo dejo un pequeño beso en sus labios y se alejo de nuevo. Abrazo a todos sus amigos y quienes fueron como una segunda y tercera familia para ella.
-Gracias -le susurro a Edward con cariño y este le sonrió de vuelta dando un ligero apretón a sus manos
Camino hasta el oficial que le regalo una pequeña sonrisa seguida por un asentimiento de cabeza, ella repitió la acción, a unos cuantos pasos se encontraban varios oficiales más cargando las armas.
-¡Samantha! -un grito doloroso que al escucharlo te desgarraba el corazón
<<No me lastimes más, Sebastián >>
No respondió sabiendo que le lastimaría verlo por ultima vez.
Se posicionó frente a los hombres donde después se coloco Parker frente a ella mirándola con pena.
-¡Samantha O'Connor! -grito potente y autoritario como una vez se le enseñó -¡se te declara culpable por robo!, ¡asesinato a más de cien niños y docenas más de personas!, ¡quedas condenada a pena de muerte por diez disparos al cuerpo aún cuando estés sin vida!, ¡Así lo declara el congreso antigobierno! ¡separa las piernas y manos a la nuca! -su voz se quebraba pero se obligo a ser fuerte por unos momentos más -di tus últimas palabras
Samantha podía mirar a su familia, a su hermano, decirles cuanto los amaba y despedirse, pero no podía hacerlo, no quería que fuera más doloroso y difícil de lo que ya era.
-Gracias por todo, Parker Hilton -las palabras sorprendieron al oficial que solo asintió y trago duro
-¡Soldados!, ¡cuatro disparos! -levanto su mano y cuatro oficiales apuntaron a diferentes partes de su cuerpo -¡fuego!
Pierna, abdomen, brazo y hombro fueron los primeros cuatro lugares en los que el plomo fue a parar, su cuerpo se tambaleo pero se obligo a mantenerse de pie gracias al orgullo que a un portaba.
-¡Samantha! -Sebastian era sostenido por varios soldados al igual que Hanna y Adam que trataban de intervenir con desesperación, lágrimas deslizándose en los rostros de la familia, impotencia recorriendo sus cuerpos sabiendo que no podían hacer nada más que observar para sufrir desconsoladamente en un silencio aterrador
-¡Tres disparos!, ¡fuego!
Abdomen, cadera y pecho fueron los próximos blancos, su respiración se corto logrando que cayera de rodilla mientras la sangre se deslizaba por todo su cuerpo terminando en la arena mojada, varias lágrimas rodaron por sus mejillas ante el dolor tan familiar que estaba sintiendo.
Podía no pararse y ser una cobarde, pero quería sentir todo lo que sintieron las personas a las cuales lastimo y a las cuales les arrebato la vida.
-Ya no tienes que levantarte -hablo el oficial pero prosiguió al no recibir la respuesta deseada -¡dos disparos!, ¡fuego!
Ambas balas pararon en su pecho donde juro por un momento había muerto, pudo sentir como una se incrustaba cerca de su corazón, la sangre salio de sus heridas seguida por la boca y nariz, ya no había duda que estaba muerta.
-Ya no te levantes, Sam -con el pecho oprimido, Sebastián miraba la escena tan doloroso que era protagonizada frente a sus ojos
-Samantha
-¡Vamos oficial!, es hora de que piense en su vida y la de su familia, es su turno de que proteja a todos de mi, es su turno de ser el héroe de la historia -más sangre salio de su boca mientras con su única pierna sana se mantenía en pie, su corazón latía más despacio y quería sentir la bala atravesarla -toda historia tiene un final y este es el mío
El oficial levanto su arma sin atreverse a siquiera tratar de disparar. Lo que nunca le había pasado en ese momento estaba pasando, su pulso temblaba.
-Le mostré el lugar correcto para incrustar la bala -apunto su cabeza con el arma y asintió -ahora dispare
-Fue un gusto conocerte, pequeña -y vaya que pensaba eso
Cerro los ojos y disparo, el resonar del cañón perforó con lentitud los corazones de la familia O'Connor, de inmediato los brazos de Samantha que se habían permanecido en las heridas de su abdomen, cayeron a sus costados, su vista fija al cielo mientras su cuerpo sin vida se desplomaba hasta caer de espalda a la mojada arena.
-¡Samantha! -de rodillas en el piso sosteniendo su pecho, las lágrimas saliendo sin control y una punzada en su corazón que le hacía perder ligeramente la respiración
Sus ojos abiertos mirando a la nada, pero si en una dirección, su hermano, sus piernas separadas al igual que sus brazos, pequeñas heridas que habían sanado a causa de sus dones comenzaron a aparecer, sus labios entre abiertos mientras un hilo de sangre se deslizaba entre ellos.
Ahí quedaba todo, solo un cuerpo hecho mierda, después de todo solo sería extrañada por personas que la conocieron y amaron. Una vida no hace la diferencia. Nunca ha hecho la diferencia.
Un ultimo disparo, un ultimo grito por parte de su hermano, un ultimo suspiro de vida y todo había terminado, la persona a la que muchos consideraron un monstruo, la persona que dio su vida por las personas que más amo, amaba y seguiría amando aún en una tumba bajo tres metro de tierra. Solo esperamos que haya valido la pena, que esas personas no resulten ser un completo fiasco. Tal vez este sea solo un final de los tantos que quedan por delante, tal vez Samantha podrá descansar con la paz que le habían arrebatado o tal vez su vida volverá a ser una mierda sin sentido.
Una ultima ola llego golpeando con delicadeza su cuerpo sin vida tratando así de dar paz a su alma si es que había una vida más haya de la muerte. La sangre de sus heridas se expandía en el agua fundiendose en ella a la distancia. Toda historia tiene un final y este parecía ser el suyo.
Había cumplido con honores su promesa. ¿No?.
"Los protegeré. Aún cuando todos me odien"
FIN
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top