Capítulo 25✅

Como es de esperarse el tiempo no se detiene, por ellos los segundo, minutos, horas, días, semanas, y meses transcurrieron sin interrupción alguna. Con ello la desaparición de Samantha O'Connor fue más que evidente, el oficial Parker Hilton hace ya tiempo también había desaparecido, sin un rastro que llevara a ellos.

La familia O'Connor estaba preocupada, excepto uno, Dylan, después de un par de semanas dejo de preocuparse por su hija, la amaba, pero llego a la conclusión que eran simples berrinche de una chiquilla mimada que había tenido todo. Error, nunca tuvo todo, a partir de que escapo dejo de ser feliz, dejo de ayudar a la justicia y se ensucio las manos con el trabajo que le correspondía a Peterson.

Ese día en especifico Sebastián, tenia el presentimiento de que algo pasaría. Le resto importancia, aun cuando tenia varios días sin poder consiliar el sueño, aquellas marcas debajo de sus ojos mostraban el cansancio. Como era de costumbre, ducho, vistió y desayuno para junto a sus hermanos ir a la Universidad. Seguían siendo el centro de atención, sin embargo, les daba igual.

Mejor recojan a su pequeños, no queremos que algo malo les pase, ¿o si?

Ese mensaje llego a Dylan, Edward y Zack. Los tres se encontraban en la sala de reuniones de la compañía, los tres desconcertados formulaban hipótesis que quitara el miedo que se había apoderado de sus cuerpos. Sus hijos estaban en peligro.

-¿Mismo mensaje? -pregunto la voz de Arianna, se giraron a verla sorprendiendose por encontrarla junto a Olivia

Ambas mujeres se habían dedicado un día para ella, habían pasado la mañana en tiendas de ropa olvidando por un momento los problemas de los últimos años. Después de todo no eran un par de adolescentes, los años nunca pasaban sin dejar consecuencias.

-Debemos ir a la Universidad

Todos concordaron con Olivia, subieron a sus autos y rompieron reglas de transito, en ese momento su único objetivo eran sus hijos. Los alumnos estaban siendo desalojados, los profesores junto a cualquier otra personas que estuviera ahí. Creyeron sus hijos no estarían ya en el lugar, pero al ver sus autos estacionados descartaron la idea.

Zack se acerco a un chico que estaba apunto de subir a su auto, coloco su brazo en el hombro para frenarlo. Su mirada era perdida, como si nadie se encontrara frente a él siguió con su camino. Todos observaron aquello y de inmediato entraron al instituto para buscar a sus hijos. Al llegar a la cafetería podían escuchar voces, personas discutiendo lo que parecía algo importante. Antes de que realizaran un movimiento, las puerta de la cafetería fueron abiertas por dos hombres.

-¡La familia reunida! -un sonriente Daniel se posicionó frente a ellos, con su brazo los invito a avanzar donde sus hijos estaban de pie con semblante furioso, todo por el hecho de que sus padres fueran tan tontos de acudir solo por un mensaje

Daniel de espalda a la puerta, dos de sus hombres custodiando que nadie entre, dos más custodiandolo, varios más apuntando con sus armas la cabeza de toda y cada una de las personas que se encontraban ahí.

-Que despistado, la familia O'Connor aún no esta completa -sonrió de lado, segundos después el cuerpo golpeado, con cortadas, moretones y sangre, de una chica se posicionó a su costado derecho

-¿Qué te paso Samantha? -Logan trato de avanzar a ella, uno de los hombre apretó el arma contra su cabeza como clara señal de que se detuviera

Samantha no podía mirar a ninguno a los ojos, se golpeo mentalmente por mostrar debilidad en ese junto momento. La paliza de Daniel se había convertido en una tortura que no parecía tener fin, hasta que después de dos semanas la dejo libre. Ahora estando de pie junto a él, sabiendo que todo lo que revelaría desataría la ira de su padre acompañada por -tal vez- su odio, solo deseaba desparecer.

Tarde o temprano salen a la luz toda y cada una de esas verdades que te haz esforzado por mantener ocultas, muchos alguna vez han dicho, me iré con el secreto a la tumba, pero la realidad es que nunca cumples ese propósito.

-Sabes Dylan, siempre creí que eras un hombre admirable, pero tu defecto más grande es dejar quel poder te suba a las nubes y no te deje bajar

-No eres el indicado para hablar, solo eres un maldito traidor -la rabia podía persivirse en cada palabra que abandonaba su boca

-Cuando me entere de la chica -siguio hablando sin importar aquellas palabras -que tenia habilidades capaces de acabar con el mundo si se lo proponía -se acerco a Samantha y acaricio su mejilla, esta solo se limito a bajar la mirada -supe que era el momento para entrar en acción, pero el único problema era, ¿como tenerla de mi parte?, te encargarías de ponerla en mi contra. Después de todo manipular es tu mejor cualidad

Samantha reunió el valor suficiente para levantar la vista encontrándose con todos las miradas de su familia puesta en ella. Pero entones se golpeo mentalmente por mostrar debilidad ante la situación, serian unos cobardes si la juzgaban cuando todas sus acciones salvaron sus vidas. Dejo todo aún lado, no le importaría su odio, no cuando prometió protegerlos. Enfrentaría el momento como lo venia haciendo desde hace años.

-¿Como lograste que una O'Connor se doblegara? -todos quedaron sorprendidos, la voz llena de rencor por parte de Dylan no era buena señal

-No fue fácil, cuando huyo me facilito el trabajo, pero se escondió bien, dure semanas buscándola y cuando la encontré la torture por días -sonrío -por las noches estaba moribunda, pero aún así se mostró fuerte, hasta que di en el punto débil

-¿Y cuál fue? -cuestiono Sebastián ya imaginando la respuesta

-Ustedes -la voz de Samantha se hizo presente, por un momento recordó esa día que ya no tenia efecto en ella -ustedes fueron mi unico punto débil

-Una O'Connor no tiene debilidades ante un criminal... la familia no hace la diferencia

¿Qué si todo eso desconcertó a Samantha?, ¡claro que si!, su entrecejo se fruncio, ¡¿qué rayos le pasaba a su padre?!, ¿acaso estaba consiente de las palabras que estaba diciendo?, ¿de que estaba lastimándola?, y no solo a ella, también a todos los que se encontraban detrás suyo?

-Siempre has considerado a tu hija una heroína -ahi comenzó a relatar todo crimen de Samantha, saboreando cada palabra que destruía al hombre que una vez considero su familia -¿qué si no es así?, asesino a tu mejor agente encubierto, aquel que logro ganarse mi confianza por ordenes tuyas, y que apenas se topo con Samantha, mientras baja la mirada fue llevado ante mi, torturado por horas hasta que se canso y corto su garganta. Asesino a una familia, me debían dinero y aún cuando su corazón le pidió que pusiera en practica los grandes principios que su padre le enculco, prefirió disparar hasta llegar al niño y atravesar su cabeza con plomo. También recuerdo que en un bar, República dominicana para ser mas preciso, la señorita Black -miro a Jenny -mando a unos chicos que estaban drogados al punto de no recordar ni sus nombre, la violaron, -el cuerpo de Dylan se tenso por un momento, nunca se entero que a su pequeña la habían lastimado de tal manera -¿y sabes que me causa más placer? -sonrió con perversión -que yo también la disfrute mucho antes que ellos -miro a Luke -sientete especial chico, contigo fue por una orden que yo le di -nada de eso estaba en los planes y Samantha lo sabia, pero no desmintió nada y mucho menos cuando la mirada triste de Luke se poso en ella, esperando una explicación -Pero sin duda el crimen que más sabor me a dado fue uno resiente. Sebastián, ¿recuerdas aquella fiesta brindada por un hombre que considere como mi hermano y termino traicionandome?, pues aquella chica atractiva que subió con el fue tu hermana, Samantha, ella se encargo de cobrar la traición, se infiltro por una orden y termino disfrutándolo al igual que todas las muerte que fue encargada de realizar y terminaron manchando sus delicadas manos. Todo por salvar tu vida Dylan, y la vida de todos los que están aquí juzgándola como si fueran ángeles caídos del cielo.

Todo quedo en silencio, unos procesando la información, otros preguntándose donde había terminado la pequeña niña que ellos habían conocido, otros tratando de encontrar sentimientos. Samantha, ella solo escaneo con la mirada a su familia, memorizando cada detalle de sus facciones, despidiéndose con la mirada o pidiendo perdón, solo era cuestión de perspectiva.

Daniel le tendió un arma a Samantha, esta después de unos segundos la miro y con manos temblorosas la sujeto. Respiro y elimino cualquier rastro de debilidad en su rostro. Levanto el arma para terminar apuntando a su padre.

-Ya lo haz escuchado todo -hablo con voz firme felicitandose por ello -ahora, ¿crees que soy capaz de disparar?

-Ya nada puede sorprenderme de tu parte Samantha -un daga incrustándose en su corazón

-¿Aún cuando todo lo hice para protegerte papá? -por un momento su voz tembló, acción que no paso desapercibido para nadie

-Tu ya no eres mi hija -solo eso basto para que el corazón de Samantha de desmoronara, sus labio se abrieron para poder respirar, sus ojos comenzaron a cristalizarse, su pulso tembló dejando su brazo caer

Las respiraciones desparecieron de todos los presentes e incluso en Daniel, nadie esperaba tal comportamiento por parte de ese hombre tan correcto como siempre se había encargado de mostrar. Su mirada en ningún momento decallo, ni tampoco mostró arrepentimiento al ver como su hija estaba hecha pedazos.

Daniel tomo de nuevo el arma e incrustó el cargador, mostrándole a todos que nunca estuvo en los planes de Samantha disparale a su padre. Le extendió el arma a Dylan.

-Samantha nunca se atrevería, ahora, ahora es tu turno, tu turno de proteger la vida de la humanidad, la de conocidos, amigos, las vidas de tus hijos... tu vida

No pensó mucho cuando ya sostenía el arma en sus manos, quito el seguro y la levanto hasta apuntar a su hija, esta lo miro dolida, su pulso no tembló en ningún sentido. Todos esperaban que la dirección de esa arma cambiara a Daniel, pero solo escucharon el cañon del arma siendo detodano.

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