Capítulo 1

[...]

Los jueves por la noche se habían convertido en sus típicas noches de juegos y tragos, cuando las niñas ya estaban dormidas los tres adultos se reunían a charlar, jugar a las cartas y tomar un trago, a veces el Dr. Nefario se unía a ellos, pero por lo general solo eran Dru, Gru y Lucy, la pelirroja no siempre disfrutaba de esto, ya que su cuñado actuaba un poco diferente cuando el alcohol ya entraba en su sistema y le molestaba un poco sus bromas subidas de tono y las payasadas que hacía, pero lo soportaba, solo porque su esposo era feliz de poder compartir tiempo con su hermano, si él era feliz, ella también lo era, así que solía beber tranquilamente de su copa de vino tinto y disfrutar de las tontas peleas que esos dos armaban cuando alguno perdía alegando que él otro había hecho trampa

Ese día en particular se sentía extraña, un mal presentimiento la había invadido y no podía descifrar que significaba aquello, intento persuadir a su esposo de que salieran en una cita romántica, las niñas iban a dormir en casa de una amiga ya que habían sido invitadas una pijamada, por lo que tendrían la casa para ellos solos y antes de que Gru pudiera decir algo, Dru entro corriendo a la casa y les anuncio que esa noche la pasarían genial, vio el brillo en los ojos de su esposo, llevaban muchas noches discutiendo con Dru sobre quien era el mejor jugando Twister y estaba segura por la caja que traía el gemelo consigo que esa sería la noche en que se enfrentarían, era mamá de tres niñas, pero a veces parecía que cuidaba a cinco niños, porque ese par era peor que las pequeñas cuando intentaban vencerse

Sí, debía admitirlo, se reía viendo lo ridículo que ambos lucían mientras ella giraba la ruleta y les daba las indicaciones

—Necesito un descanso— dijo Dru dejándose caer en el suelo

—Pocas veces estamos de acuerdo en algo hermano, pero en esta ocasión, opino que debemos descansar— comento antes de tomar asiento a la par de su esposa, ella comenzó a darle un pequeño masaje y a hacerle cosquillas

Él rubio los observaba, su gemelo tenía mucha suerte

—Preparare un trago especial para celebrar por esta noche tan genial— declaro poniéndose de pie

La pareja se dirigió a la barra y lo vio moverse con mucha gracia y elegancia, había estado tomando algunas clases para aprender a preparar diferentes cocteles y le fascinaba lucirse

—Este es especial para mi hermosa cuñada— aseguro entregándole la bebida

—Gracias— dijo ella tomándolo, le dio un pequeño sorbo

—Este es para ti— acercándole otra bebida a su hermano

Dru tomo un vaso también y estuvieron hablando sobre los videos de Mr. Beast, era un youtuber que les gustaba mucho a los tres

Y una gran pesadez los comenzó a invadir, hasta que sus ojos se cerraron por completo.

[...]

Gru se despertó con un dolor de cabeza horrible, no sabía cómo había llegado al armario, se sentía como Marcus en la película "son como niños", le dolía mucho la espalda, necesitaba urgentemente una pastilla y agua, salió de aquel incomodo lugar y camino hasta la cocina

Minutos después subió a su habitación y no podía creer lo que veía

[...]

Lucy abrió sus ojos y sentía como la luz que entraba por la ventana le molestaba mucho, no sabía qué hora era, pero probablemente aún era temprano, solo deseaba acurrucarse un rato más con su esposo y luego bajar a tomar una buena taza de café caliente

Pero cuando volteo, creyó estar soñando, ¿Era probable que esto fuera una pesadilla?

—¿Qué haces aquí?— cuestiono al ver a Dru en la cama, además se percató de que ella estaba desnuda

Él rubio solo la miro con lujuria

—¿Dru que demonios hiciste?— le pregunto mientras se cubría con la sabana y eso fue una mala idea, ahora podía ver a su cuñado completamente desnudo

—Sabes Lucy, ya era hora de que estuvieras con un hombre de verdad, la pasamos increíble— pronuncio sin una pizca de arrepentimiento

[...]

—Hasta que llegas— dijo Dru sonriendo

—¡Que haces en la cama con mi esposa!— le grito su gemelo

—Dime ¿Qué es lo que te imaginas que pudo haber pasado?— le respondió arrogante y lo siguiente que ocurrió fue que Gru le proporciono un gran puñetazo en la nariz

Lucy sentía unas ganas inmensas de vomitar, no podía creer lo que él rubio se había atrevido a hacer, se levantó de la cama y se puso su bata

—Amor— lo llamo ella, pero él no quería verla

Sentía unas inmensas ganas de matar a su hermano, ¿Cómo se atrevió a hacer tal vileza?, jamás pensó que lo traicionaría de esta forma, su corazón se rompió, Lucy era todo para él

Sin mirar atrás salió de aquella habitación, sentía que todo le daba vueltas y corrió sin parar, ni siquiera sabía a donde quería llegar, sus piernas ya no resistían más, pero debía seguir, no iba a parar, sus pulsaciones se aceleraron y se detuvo, no identificaba ni donde se encontraba, pero se arrodillo y dio un gran grito, quería sacar todo esa rabia que tenía acumulada, gracias al cielo no habían personas cerca, llevo sus manos a sus ojos y lloro, sentía que no podía más, le dolía mucho, recordaba aquellas imágenes una y otra vez y era como si miles de cuchillas atravesaran su corazón sin piedad.

[...]

—¡Vete!— le grito Lucy

—Muñeca, no hay necesidad de exaltarnos— comento Dru de manera coqueta, mientras se acercaba peligrosamente a ella

La agente tomo un rayo paralizador

—Si das un paso más, no dudare en usar esto— advirtió

—Gru ya se fue, así que podemos divertirnos— sugirió

—No sé qué te pasa, yo jamás desee estar contigo, soy la esposa de tú hermano, ¿No logras comprender eso?, esto está mal, eres un idiota, ¿Por qué te aprovechaste de mi estado?, ¡Quiero que te largues ya mismo de mi casa!— le ordeno

Dru se puso su ropa y a regañadientes salió del casa, en cuanto Lucy vio la puerta cerrase se dejó caer en el suelo, se sentía sucia, utilizada, quería despertar, todo esto debía ser una maldita pesadilla, las lágrimas bañaban sus ojos y se abrazaba a sí misma, se encontraba sola en su casa, su mente comenzaba a traicionarla, no pudo evitar recordar su infancia, creció al cuidado de su abuela, su padre no se hizo cargo de ella, por lo que a su madre le toco ser mamá soltera, debía trabajar mucho para poder mantenerla, por eso casi no la veía, ella se sentía tan sola en aquel lugar, su abuela no era la mujer más cariñosa y prefería evitarla, tampoco fue una chica muy sociable y le costaba mucho hacer amigos, su vida mejoro considerablemente cuando conoció a Gru y a las niñas, ahora temía haber perdido todo, por algo que ella no hizo, tenía unas incontrolables ganas de matar a Dru

[...]

No sabía cuánto tiempo llevaba en la ducha, pero seguía sintiéndose sucia, tampoco podía dejar de llorar, su corazón estaba destruido, vio la mirada de su esposo, él estaba desilusionado, ni siquiera la volteo a ver y ya habían pasado algunas horas y aun no volvía, salió del baño porque su celular no paraba de sonar, ilusamente creyó que podía ser Gru, pero era la madre de una de las amigas de las niñas, para ser más específicos la dueña de la casa donde se habían quedado a dormir las pequeñas, le preguntaba si estaba bien que fueran por un helado, esto significaba que tardarían más en llegar a casa y por eso le informaba, Lucy estuvo de acuerdo, automáticamente se sintió culpable, ni siquiera recordaba que las chicas no estaban en casa, seco su cuerpo con la toalla y tomo la ropa de cama para arrojarla dentro de una bolsa de basura y sacarla de la casa, no recordaba mucho, pequeños destellos de alguien besándola y penetrándola, inconscientemente imagino que era su esposo, pero ahora sabía que había sido su cuñado, de nuevo sintió mucho asco, no quería llorar de nuevo, porque tendría los ojos muy hinchados y sus hijas podían preocuparse, se puso algo simple y bajo a preparar algo para cenar, se perdió en sus pensamientos mientras observaba por la ventana, un destello la hizo volver a la realidad, su anillo de bodas brillaba mientras se reflejaban los últimos rayos de sol, de nuevo la culpabilidad la golpeaba, pero ¿Cómo la victima podía sentirse responsable de algo que no hizo?

[...]

Había perdido la cuenta de cuantas veces ha llamado a Gru y seguía sin obtener respuesta

—Mamá, ¿Ya regresara papá? — pregunto Agnes

—Sí cariño, ahora, ¿Por qué no ves televisión con tus hermanas?— pidió

Estaba molesta, así que le envió un mensaje a su esposo

||Comprendo que no quieras hablar conmigo, pero las niñas no paran de preguntar por ti, sabes que no estarán tranquilas si no las arropamos juntos para que se duerman, además Agnes está desesperada por verte, podemos arreglar las cosas entre nosotros luego, en este momento lo que paso no importa, pero la verdad no creo seguir convenciendo a las niñas con mis palabras||

.

Minutos después Gru entro a la casa y rápidamente saludo a las niñas, ella estaban felices de contarle todo lo que habían hecho en la pijamada y lo mucho que se habían divertido, como ya era algo tarde, él sugirió que ya era hora de descansar, así que las envió a ponerse el pijama y a cepillarse los dientes, ellos subirían dentro un par de minutos para leerles una historia y darles el beso de buenas noches a todas, quedarse solos fue lo mas incomodo, ninguno dijo nada, luego de subir a la habitación de las niñas y hacer la rutina de siempre ambos apagaron la luz y salieron, tuvieron que fingir mientras estuvieron en presencia de las niñas

—Dormiré en el sofá— comento Gru

Lucy no tenia ánimos, ni siquiera de verlo, así que entro a la recamara y segundos después regreso con una cobija y una almohada, se las entrego sin pronunciar palabra alguna y se encerró en la habitación, Gru suspiro pesadamente y bajo al living, se acomodó en el sofá, presentía que seria una noche bastante larga

[...]

No podía dormir, cada vez que cerraba los ojos pensaba en lo que paso, se sentó en la orilla de la cama y observo toda la habitación, lagrimas silenciosas bañaban sus mejillas, sentía una enorme presión en el pecho y solo quería que toda esta pesadilla terminará, observo claramente como el sol se alzaba a través de los rayos que se filtraban por la ventana, quizás había dormido como mucho una hora, de nada le serviría seguir ahí, entonces tomo una ducha, se puso una simple playera blanca, unos jeans y unos tenis, generalmente no acostumbra usar esa vestimenta, pero no se sentía de ánimos para usar su clásico vestido acompañado de sus tacones, bajo a la cocina para comenzar a preparar el desayuno, pero Gru se le había adelantado, ya tenía algunos hot cakes listos, así que ella subió a la habitación de las niñas para despertarlas, las chicas comenzaron a prepararse, debían ir a la escuela, lo bueno es que ese día no tendrían clases, irían de visita a un museo y eso las tenia muy entusiasmadas, las tres bajaron a desayunar, desde la noche anterior notaron que algo raro pasaba entre sus padres, pero la actitud que ambos mantenían esta mañana las hacia tener demasiadas preguntas

—Mamá, ¿Estas bien? — se animo a preguntar Edith, no solo le sorprendía verla con el atuendo que lucia hoy, ya no que no era que siempre usaba, sino que su rostro parecía triste

—Sí cariño estoy bien, quizás no dormí muy bien, pero no te preocupes— afirmo mientras seguía tomando de su taza de café

—¿Ocurre algo entre ustedes?— cuestiono Margo

—Niñas, en vez de jugar a las detectives, mejor deberían de terminar su desayuno, para llevarlas a la escuela— pronuncio Gru, evadiendo claramente la pregunta, mientras Lucy permaneció en silencio

.

—Gracias mamá— dijo Edith cuando Lucy termino de peinarla, aquellas palabras llenaban el corazón de la pelirroja, esas pequeñas eran sus hijas y tenia miedo de perderlas, si las cosas con su esposo no lograban solucionarse quizás tendría que alejarse de ellas y solo pensar en eso la hacia desear no vivir mas

Gru las llamo desde la planta baja, ya era hora de emprender camino, las tres chicas se despidieron de su madre y subieran al auto de su papá, entonces Lucy se quedo sola nuevamente en aquella casa, jamás se había sentido asfixiada en su hogar, pero ahora solo quería huir, le dio comida a Kyle y busco sus llaves, mientras las niñas no se encontraban en casa, ella iría al trabajo, ni siquiera se preocupo por dejarle una nota a su esposo o avisarle de alguna forma, su indiferencia le afirmaba que no estaba interesado en saber de ella, así que solo se marchó.

[...]

La agente Melinda May siempre fue una mujer de carácter fuerte, pocas palabras y la mejor al momento de enfrentarse a las más difíciles misiones, recordaba muy bien cuando conoció a Lucy Wilde una mujer parlanchina y llena de entusiasmo, creyó estar viendo un fantasma o ser el blanco de alguna broma cuando la encontró en el cuarto de archivos perdida en sus pensamientos, lucia tan diferente a como se veía siempre, jamás lo admitiría en voz alta, pero esa pelirroja quizás era su única amiga en ese lugar y era duro verla en aquel estado

—Wilde— la llamo

—Melinda, que gusto verte— saludo amablemente

—Quisiera decir lo mismo de ti, pero no te ves nada bien, ¿Ocurre algo?, sabes que puedes contar conmigo para lo que necesites, si quieres hablar de lo que sea, cuentas con mi completa discreción— aseguro

—Todo está bien— mintió

—Se que no lo está, pero respeto tu decisión sobre no querer hablar del tema— admitió

La pelirroja solo guardo silencio

—Antes de irme, te entrego esto— dándole un sobre— Fue una fortuna encontrarte aquí, la verdad iba a buscarte, sabes que siempre que ocupes ayuda estaré ahí, dentro encontraras el numero de un médico, el cual cuenta con mi completa recomendación, si necesitas consultarlo no temas, sabe guardar absoluta discreción— afirmo antes de retirarse de aquel lugar, dejándola sola.

[...]

—Lucy— la llamo Gru

Ella solo alzo su vista, debía buscar un mejor lugar para pensar, porque al parecer todo el mundo la encontraba en aquella habitación

—Le pedí a tú mamá que recogiera a las niñas, menciono que las llevaría un rato al centro de retiro para jugar y luego las llevaría a casa— explico

—Me encontré con Valerie y me dijo algo que me llamo mucho la atención— comento

Lucy por primera vez, fijo su mirada en él

—¿Por qué estas pidiendo ser retirada del campo por un tiempo?, no comprendo, hemos hablado antes de tomar una licencia o vacaciones y siempre te niegas y ahora la directora de la LAV, me ve y me pide que le informe a mi esposa que su solicitud a sido concedida y que me asignaran un nuevo compañero— expreso

—Necesitamos tiempo Gru y si seguíamos trabajando juntos, las cosas se podían salir de control— manifestó ella

Antes de que Gru pudiera decir algo mas su celular sonó, intento ignorarlo, pero este volvía a sonar sin parar

—Mamá, ¿Qué ocurre? — le pregunto

—Es tú hermano, no se que ocurre, pero esta afuera de tú casa haciendo un gran escándalo, debes venir ya mismo— informo

...

★ Votos 💬 ¿Comentarios?

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top