Explicaciones

El silencio se había extendido por varios minutos, no dejaba de verla esperando una explicación, quizás que comenzara a reír antes de decirle que todo era broma, pero por mas que espero esa respuesta no llegaba, ella solo le miraba de aquella manera que comenzaba a exasperarlo.

-¿Y bien…?

-Y bien… -Repitió ella sin ninguna emoción a la espera de esa reacción que sabía que acarrearía cuando le confirmara todo.

-No vas a decir nada.

-No tengo nada que decir Harry.

-¿Entonces si es cierto?

-Depende a que te refieras exactamente.

-Por favor Hermione no juegues conmigo.

-No estoy jugando, pero no se a que parte te refieras que sea cierta. Te han dicho demasiadas cosas y no sé exactamente qué quieres que te diga.

-La verdad, solo eso.

-Pues entonces ya sabes la respuesta, si te niegas a aceptarlo ese es tu problema.

-¿Me estás diciendo que si eres pareja de Malfoy?

-Sí. -Esa fue toda su respuesta y aunque el pelinegro ya lo suponía, confirmarlo lo dejo sin habla y se sentó sin fuerzas en la silla frente al escritorio de su amiga.

-Entiendo que desees rehacer tu vida, pero con porque precisamente con él.

-Tienes razón pudo ser cualquier otro pero  elegí a Malfoy.

-Pero si el siempre te trato mal, te insulto y maltrato hasta el cansancio.

-Tienes razón. -Concedió la castaña. -¿Ahora dime donde está el hombre que prometió cuidarme, protegerme y hacerme feliz? -Pregunto y el chico agacho la mirada. -Exacto, ese es el punto Harry, las promesas que se hicieron, las palabras que en el pasado se dijeron se reducen a nada cuando no se comprueban con acciones, ¿De qué me sirve que Ron me cuidara si al final fue él quien más me lastimo? Y Draco pudo ser un patán egocéntrico en el pasado pero lo que no me dice ahora con palabras  me demuestra con hechos y eso es lo importante.

Harry se quedo serio evaluando las palabras de Hermione, le era muy difícil aceptar que estuviera con Malfoy, pero ciertamente debía admitir que llevaba la razón. Ron era su mejor amigo pero lo que había hecho era terrible, incluso a él se le estaba haciendo sumamente difícil perdonarlo por el daño que le había hecho a quien  consideraba su hermana.

La miro de nuevo al cabo de unos minutos y la vio sonreír, y fue cuando  noto algo que no había percibido antes, ella estaba feliz, lo notaba en el brillo de sus ojos, en su sonrisa levantando las comisuras de sus labios, había vuelto a ser la muchachita inteligente que estudiaba largas horas en el colegio y que siempre mostraba esa chispa ingeniosa y elocuente  de saberse dueña de la situación. Hacía poco más de un año que no la veía como ahora, poco  a poco esa chispa se le estaba apagando al lado de Ron, era común verla con un semblante triste y si sonreía ese brillo no se veía reflejado en sus ojos.

Se sintió culpable de repente,  pues apenas se daba cuenta que Hermione la había estando pasando mal desde mucho antes de que su relación terminara cuando descubrió el engaño. Había estado demasiado ocupado en sus propios problemas para notar como la tristeza iba ganando terreno en la vida de su amiga, no había estado presente como lo estuvo ella siempre para tomar su mano y decirle que todo estaría mejor.

Había confiado en que Ron la haría feliz y no se preocupo por comprobarlo, no estuvo para ella y  le dolía darse cuenta de que le había fallado.

Hermione nunca le había reprochado nada aunque se lo merecía por estúpido, y ahora estaba ahí frente a ella para pedir explicaciones cuando no merecía siquiera que lo perdonara. Se levanto de la silla con el corazón en un puño, sintiéndose despreciable y la levanto de la silla para estrecharla en sus brazos buscando su perdón.

Harry no era bueno para hablar, y más aun que no encontraba las palabras precisa para pedirle perdón por ser tan mal amigo y hermano. Pero Hermione no necesitaba de disculpas, le bastaba sentirse cobijada en sus brazos, pudo encontrar arrepentimiento en su mirada antes de apresarla en un estrecho y cálido abrazo, no le reprochaba nada de algún modo lo entendía, debía ser difícil para el dividir sus afectos entre Ron y ella, y a pesar de que hubiera tardado un poco, ahí estaba preocupado de que estuviera tomando malas decisiones.

-Interrumpo. -Pregunto una voz en el marco de la puerta.

-Un poco sí. -Contesto Hermione divertida sin soltarse del todo de Harry pues lo sintió tensarse en cuanto escucho la voz de Draco.

-Potter. -Dijo a manera de saludo.

-Malfoy. -Contesto el pelinegro de la misma manera.

-¿A que debemos el honor de tu visita? -Interrogo el rubio.

-No es de tu incumbencia. -Contesto un tanto a la defensiva.

-He de suponer que vienes a decir que no le convengo. -Se cruzo de brazos y recargo su espalda en el marco de la puerta arrogante.

-Hermione es una grandiosa mujer y no creo que estés a su altura. -Hizo una pausa donde miro a su amiga a los ojos. -Pero después de todo ella es muy inteligente para saber eso y decidir qué es lo que más le conviene.

Draco no esperaba esa respuesta, de alguna manera era como si les estuviera dando su aprobación. Hermione sonrió había aprendido a conocer lo suficiente al rubio para darse cuenta que estaba sorprendido.

-Draco nos acompañas a comer. -Le pregunto restándole importancia.

-Claro no me perdería esto por nada. -Dijo burlón. -Estoy seguro que mañana saldremos en primera plana del profeta, el elegido compartiendo mesa con un ex mortifigo  -Dijo con sarcasmo.

-No lo dudes. -Le dio la razón Harry.

No fue una comida demasiado cómoda, sin embargo, fue interesante ver con sus propios ojos a lo que se refería Hermione. Malfoy le miraba de manera especial y todas sus atenciones eran dedicadas solo a ella, como si nada más existiera, incluso dejo las rivalidades que tenía con él por un momento solo por verla sonreír.

Harry estuvo callado gran parte del tiempo que duro la comida, ocasionalmente entraba en su conversación para no perderse del todo, le era difícil aceptar lo que veía, pero era simplemente imposible no darse cuenta la manera en la que Hermione y Malfoy se entendía. Hablaban de muchas cosas como viejos conocidos, como si toda la vida hubieran sido los mejores amigos, reían de manera tan natural y desenfadada que le costaba trabajo asimilar lo cambiados que ambos estadan.

Malfoy no le agradaba, aunque hacia muchos años ya lo había perdonado por todo lo que les habia hecho en el pasado, habia comprendido gracias a las enseñanzas de Dumbledor que ese muchacho no era malo en realidad a pesar de lo que aparentara.  Pero de ahí a encontrar normal que se relacionara con su hermana había una gran diferencia y de no estar comprobando por el mismo que  Malfoy era capaz de sentir como cualquier ser humano, ahora mismo lo estaría amenazando para que no hiciera sufrir a Hermione.

Pero ahora sería ridículo amenazarlo por el solo hecho que le costaba reconocer el hombre en el que se había convertido, bien pudiera ser que no perdía sus formalidades y sus aires de gran mundo, la altanería y el orgullos bien acompañado de sus dosis de sarcasmos e ironías, pero hasta el que poco lo conocía podía darse cuenta la manera en que miraba a Hermione, la atención que le ponía. Nunca hasta ahora había conocido una sonrisa verdadera a ese descolorido Huron  y ahora la veía.

Sonrió después de un rato, recordando que ese viejo loco de Dumbledor tenía toda la razón y lo confirmaba aun ahora que tenia ya tantos años de muerto, el amor es la más poderosa arma.  Hermione no le habia dicho que estuviera enamorada, ni le había confirmado de manera abierta que eran pareja formal, pero era demasiado obvio incluso para el que no era muy perspicaz para las cuestiones sentimentales.

Cuando esa tarde había ido al edificio de Malfoy, para buscar a Hermione en su oficina, tenía el firme propósito de echar por tierra eso que creía debían ser solo chismes mal intencionados para perjudicar a su amiga. Esperaba muchas cosas de ese encuentro, pero lo que menos esperaba fue la confirmación de una relación por parte de una tranquila castaña.

No tenía argumentos para hacerla que cambiara de parecer y se alejara de Malfoy, más cuando el mismo creía que estar con ese descolorido rubio la hacía feliz y le había ayudado a superar lo de Ron.

Cuando la comida termino ambos hombres acompañaron a Hermione a su oficina y se despidieron para dejarla continuar con sus labores. Caminaban por un pasillo hasta llegar al elevador y esperaron a que llegara a piso. Draco en esos momentos esperaba la charla sobre "Deja en paz a Hermione o te arrepentirás" o quizás "Te matare si le hace daño", o cualquier cosa por el estilo pues yano estando frente a la castaña ya podia dejar de fingir, pero así como Harry se había equivocado en sus conjeturas, Malfoy también se equivoco.

-No somos amigos Malfoy, quizás nunca podamos serlo y te mentiría si te dijera que me agradas, pero creo que no puedo hacer otra cosa  que agradecerte.

-¿Agradecerme? -Dijo desconcertado, después de que ya se había preparado mentalmente para los insultos del pelinegro y había elaborado un discurso donde le mandaba sutilmente al diablo, ahora lo dejaba sin palabras.

-Por cuidar de Hermione. -Aclaro el pelinegro. -Por protegerla y estar con ella cuando yo no estuve.

El elevador llego a piso y la puerta se abrió Draco aun no reaccionaba, Harry entro y puso la mano para que no se cerrara aun la puerta.

-Hermione tiene un efecto especial en las personas que tienen el privilegio de estar a su lado,  suele sacar lo mejor de nosotros, no seas tan estúpido como Ron de echar las cosas a perder. Después de todo lo que ha pasado y lo que a sufrido merece ser feliz. -Sonrió a ver pasmado al rubio y dejo que la puerta se cerrara.

Esa era quizás la tregua más extraña que pudiera formarse entre Draco y Harry, y el único responsable era el amor que ambos sentían por Hermione.

-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-

Molly se acomodo el delantal que siempre llevaba puesto antes de abrir la puerta, se preguntaba quien podría ser quien tocaba, pues aun era temprano para que llegara su esposo Arthur y su hijo George a comer.

Cuando abrió la puerta se encontró con el rostro pecoso de Ron y a sus espaldas Astoria tenía el rostro pálido y demacrado con la mirada escondida  de la pena que seguramente sentía por estar delante de la madre del pelirrojo.

La matriarca se quedo sin palabras, solo se limito a verlos como si se trataran de una ilusión.

-Podemos pasar. -Le pidió con voz temerosa  el menor de sus hijos varones.

Como respuesta se hizo a un lado y les permitió pasar a la pequeña sala.

Astoria no era la misma mujer que había sido, llevaba una ropa más bien  modesta,  sus manos antes impecables estaban sobre su regazo y se podía ver que las tenía algo maltratadas, aun no se atrevía a levantar la vista para enfrentarse a la mirada de la pelirroja.

Molly estaba feliz de volver a ver a su hijo, aunque lo disimulaba muy bien, pues seguía molesta por lo ocurrido con Hermione.

-No sé por dónde empezar mama. -Dijo Ron rompiendo el silencio.

-Supongo que por el principio. -Cortante replico

-Cometimos errores. -Admitió. -Se que todo fue nuestra culpa y caro pagamos nuestras faltas. Lastime a Hermione, le falle a ella y a mi familia y lo siento. Pero si estoy aquí es porque quiero hacer las cosas bien.

Hasta ese momento Molly  se atrevió a mirar directamente a su hijo y a la mujer que lo acompañaba y se llevo una mano a la boca para ahogar un grito cuando pudo evidenciar algo, sin necesidad que se lo contaras. -¿Sera posible? -Dijo aturdida y emocionada.

Ron sonrió tímidamente y Astoria levanto por fin la vista. -Serás abuela de nuevo. -Confirmo Ron.

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